Partida Rol por web

El teutón ladea la cabeza y recuerda algo

- De todos modos, eso sería si hubiese cloacas en esta ciudad... Por lo que las otras opciones.... Sitios discretos y oscuros... pues o bien una mansión personal alejada para que nadie moleste, o un cementerio. ¿Había algún Capadocio entre los miembros del consejo? Tengo entendido que les gusta rebuscar entre las tumbas

Me santigüe ante la idea que se cruzaba por mi cabeza.

Ave Maria, gratia plena,
    Dominus tecum,
    benedicta tu in mulieribus,
    et benedictus fructus ventris tui Iesus.
    Sancta Maria mater Dei,
    ora pro nobis peccatoribus,
    nunc, et in hora mortis nostrae.
   Amen

-O quizas...el sitio donde menos sospechemos que pueda estar...el monasterio

La idea me repugnaba y si mis sospechas fuesen ciertas vertiría con el permiso de la Santa Mujer mi ira sobre esos repugnantes...No. Debía orar también por su alma antes de mandarlos al infierno

-Parece que nuestros inquilinos tienen donde elegir. La verdad sí. Estaba pensando, se dice que el monasterio y el cementerio están comunicados, igual podíamos ir al cementerio e intentar pasar por las catacumbas al monasterio. No me hace mucha gracia meterme en territorio nosferatu, pero suena a una dinámica… conveniente.-

¡Ya estamos otra vez metiéndonos bajo tierra! En fin.

-¿Qué os parece?- Pregunto a mis compañeros de caza.

Qué que me parece me preguntan...¿Se lo puede usted creer madre? Me parece repugnante la posibilidad de que esos malditos esten manchando uno de los santuarios de vuestro mismisimo hijo...

-Es un buen lugar para comenzar. Partamos cuanto antes

- ¿Y no sería mejor hablar antes con algún Nosferatu?

-Es posible, pero… ¿Dónde encontramos a los Nosferatu?- Mi pregunta no esperaba una respuesta.

Vayamos y ya se verá que hacemos una vez allí.

No tenía demasiadas ganas de ponerme a buscar a estas horas un nosferatu, lo unico que quería era descubir si esos malnacidos habían profanado el hogar del hijo de nuestra señora.

Si es asi, señora le juro que se arrepentiran

-Bien pues ¡Vayamos al cementerio!- Digo y cogiendo mi laud me dirijo al cementerio con mis compañeros.

Para llegar al cementerio teneis que salir del Camino Dorado, recorrer el patio de la entrada de la ciudad ( donde la bibliotec) y cruzar otra puerta, cerrada con llave y vigilada por la Orden de San Juan. Tras esa puerta hay un patio pequeño con una estatua de Cristo Rey con los brazos extendidos y ya las puertas del cementerio. 

- ¿Y como tratamos con los de San Juan? 

Lo veremos cuando lleguemos allí.

Estoy seguro de que usted nos ayudará ¿verdad señora?

Pasando de un lado a otro de la ciudad no veis nada raro. A estas horas, ya no muy lejos del amanecer ni los burdeles están abiertos. La ciudad entera duerme, salvo dos personas. Con sus armaduras plateadas y sus capas al viento, los dos caballeros que custodian el cementerio montan guardia frente a la puerta cuando os ven llegar. Cruzan sobre la puerta sus lanzas y levantan sus escudos mientras uno de ellos os da el alto

- ¿Quien vive?.- Su voz resuena como un trueno en el silencio de la noche. 

Custodian el cementerio… que raro. En fin.

-Buenas noches caballeros, mi nombre es Priotek Arkona.- Digo acercándome y haciendo una reverencia.

-Mis amigos y yo teníamos intención de visitar el cementerio.- Les digo sin tener muy claro si están para que nadie entre o salga y no puedo resistirme a preguntar. -¿Por qué esta custodiado? ¿Pasa algo?- En realidad supongo que siempre ha estado custodiado, pero como nunca he pasado por aquí. Es un sitio… poco elegante… y poco alegre.

Los guardias se miran entre ellos un poco extrañados y su mirada denota desconfianza. Mucha desconfianza

- Custodiamos las calles de Praga y por si no lo sabeis, y es evidente que no, el cementerio por las noches cierra sus puertas. Venid por la mañana si quereis, los que están ahi no se van a ir a ningun lado. 

Estamos de paso en la ciudad y marchamos en unas horas.- comencé a improvisar- Hemos hecho un alto en el camino ya que mi madre fue enterrada aqui y quería honrar su memoría haciendo una breve visita. Rogaría que me dejasen cumplir la promesa que hice a mi madre, ya que nuestros asuntos no pueden esperar tanto como para pasar aqui la noche.

A continuación me santiguo dos veces y comienzo a rezar para que la Gran Madre perdone mis mentiras

- Pues mucho me temo que vuestra madre tendrá que esperar a otra ocasión más propicia mi señor. Esta noche nadie entrará en el cementerio y no hay más que hablar. Idos de aquí y descansad. Falta poco para el amanecer, con la primera luz del alba abriremos las puertas y podreis venir antes de partir si así lo deseais. 

- Creo que tienen razón. Será mejor regresar antes del alba y aprovechar para descansar. Ya habrá otra oportunidad

Lo que el teutón quería decir era "no pienso tostarme al sol por visitar un maldito cementerio", pero estando los caballeros de San Juan delante, mejor ser más discretos

-Muy bien. Gracias por todo caballeros.- Les agradezco a los caballeros el servicio que prestan a la ciudad y me despido de ellos haciendo una reverencia.

Es posible que sea el momento de irse a dormir. Mañana será otro día.

Faltan unas tres horas hasta el amanecer.