Partida Rol por web

-No se. Estoy deacuerdo en avisar al principe, pero creo que deberiamos mandar a alguien. Si vamos nosotros hasta el castillo creo que se nos acabara la noche entre ir y decirselo al principe.- Dije más pensando en voz alta que hablando.

-Si, creo que deberiamos mandar a alguien a avisar al principe y buscar al aprendiz. No creo que este muy lejos. Todo empezaria por ver por donde ha salido de la casa y seguir el rastro, ahora que aun es fresco.- Dicho asi sonaba a buen plan, pero no tenia ni idea de como llevarlo a cabo.

- ¿Y a quien mandamos? No tenemos sirvientes ni ghouls ni nada

Yo dispongo de un sirviente, pero le mandé a investigar los movimientos en el cementerio y el monasterio. De todos modos le madé observar los movimientos diurnos así que quizas esté en el refugio

-Hagamos una cosa, intentemos seguir el rastro del aprendiz y si no lo encontramos (el rastro) vamos a avisar al principe. ¿Que os parece?-

Dicho esto empiezo a dar una vuelta alrededor de la casa buscando por donde puede haber salido el aprendiz (con los sentidos agudos).

- Yo no tengo mucho tiempo; debo volver a mi refugio. Unos tipos se colaron y se han cargado a uno de mis guardias.

-Oh, vaya. Eso cambia las cosas. ¿Quieres que te acompañemos? por si necesitas ayuda- le dije a nuestro acorazado compañero. En realidad no se como le ibamos a ayudar, pero el ofrecimiento es algo que debe hacerse.

- No creo que sea necesario, pero gracias por el ofrecimiento. Espero que el galeno haya averiguado que lo mató

Prioteck y yo buscaremos. No te preocupes-dijó el barbudo vampior activando su auspex para tratar de encontrar algún rastro-Nos vemos mañana para una audición con elprincipe

Hermann regresó a su refugio poco antes del amanecer, pero antes de irse a reposar, pasó por la casa del galeno para comprobar como estaba el guardia herido.

El galeno se había empleado a fondo pero poco se pudo hacer por salvar la vida del criado. Contrajo fiebre y sufrió convulsiones. Hay quien rumoreó por los pasillos estar poseido por el diablo, pero el teutón sabía que tal cosa no tenía sentido. 

Un criado menos y algún criminal suelto por las calles.