Partida Rol por web

¿Qué ha pasado aqui?-preguntó Emerick a sus compañeros, confuso por la situación.

- Que al alquimista lo van a convertir en pulpa, eso pasa. Será mejor que vayamos al castillo e informemos al Príncipe

Visto lo visto puede que el teuton tenga razon, pero creo que me quedare un poco cerca aun, a ver lo que sucede.

Me alejo del combate y me refugio en una esquina cercana.

-¡Avisa a la guardia!- Le digo al teuton al ver que se dirige hacia las puertas del Camino Dorado

Mmmm ¿cómo? ¿Que no es prudente? Pero... esta bien...

Por la cabeza de Emerick se pasaba la idea de utilizar su poder para entrar ocultando su presencia, pero su voz interior le instaba a que se dejase de tonterías y avisase a la guardía. tras santiguarse dos veces se giró hacia Priotek apoyando sus palabras:

Si, será mejor que avisemos a alguien. Nosotros solos no podemos contra todos

Pobre alma condenada la del buen alquimista. El reino de los cielos te espera

- ¡La guardia está colgada boca abajo y con el cuello abierto en las puertas del barrio! ¡Lo mejor que podemos hacer es tratar de avisar a los de San Juan!

¡Rapido! Al cementerio

Emerick salé en dirección hacia el cementerio sinn pararse a comprobar si sus compañeros le siguen o no. Por el camino va pensando como explicar que este violando el toque de queda...UNa idea se va formando en su mente

Mm... no creo que sea buena idea dejarlos a sus anchas, aprovecharé que va el malkavian para quedarme y vigilar (en la distancia).

Me alejo un poco pero me mantengo alerta, mirando que sucede y procurando no llamar la atencion mientras vienen los refuerzon.

El teutón acompaña al Malkavian. Espera que se haya inventado una buena excusa para lo del toque de queda, aunque siendo él un caballero, quizás pueda marcar alguna diferencia.

El teutón y el artista se van camino del cementerio, mientras que el bardo se queda de nuevo en la oscuridad de la noche para vigilar lo que le ocurra al alquimista. 

Oyes ruidos de vasijas al romperse y cosas asi, ruidos de pelea, pero no oyes gritos ni nada, y eso se crea una preocupación importante

Avanzais hacia el cementerio. Os resulta raro que los cadáveres de la puerta del Camino Dorado hayan desaparecido. El rastro de sangre no conduce a ningún lado, es como si se hubieran esfumado. En el suelo tampoco hay huellas ni nada. Lo que si hay es guardias de San Juan en la puerta del cementerio, pero no arriba el arco de piedra sino en la propia puerta. Al veros acercarse se cuadran en posición formal. Tal vez hayan confundido al teutón con algún alto cargo de su orden. Conforme os acercais más veis que van relajando la postura hasta finalmente levantar los escudos y poner las alabardas en posición de ataque

- ¡Alto! ¿Quien vive?

Gracias al cielo, ¡les hemos encontrado! Pensé que no saldriamos vivos

Emerick detestaba las mentiras, pues ofendían a la madre y todo los principios de rectitud moral que intentaba seguir, pero aquella ocasión requería de su uso. Ya cumpliría más tarde con su penitencia. Santiguandose continuío hablando tratando de simular terror en su voz.

Verá, oimos desde nuestras habitaciones un gran escandalo. Terribles ruidos...el horror...preocupados decidimos acercarnos a ver que ocurría y ¡Santo Dios!-exclamó santiguandose de nuevo el malkavian- han colgado y abiertoel cuello a vuestros compañeros...Estan por todas partes. No sabemos que son pero...tienen que hacer algo.

MIentras hablaba al guardia, Emerrick le miraba fijamente, haciendo uso de su auspex para comprobar si se traba o no su mentira y ya de paso para asegurarse de que aquellos hombres eran quienes decían ser. En una ciudad tan decadente ¿quien sabe lo que podría ocultarse tras unos guardias?

- Es cierto. Todos los guardias de la puerta del Barrio Dorado están degollados y colgados, y creo que alguien se ha metido en la casa del alquimista por la fuerza.