Partida Rol por web

Cambió de mano el vaso de cerveza que sostengo y lo saludo con un buen apretón de mano. Hola Me llamo Jack le digo a Facundo. Hola que tal saludo a la chica que está con el.

A mi me tomo por sorpresa esto del viaje le contesto a Facundo Me llego el premio por correo, casi me muero de la sorpresa nunca me había ganado nada. Pero bueno algún día tenía que cambiarme la suerte ¿no? ja ja ja me río solo de mi pequeño chiste.

Bueno gracias respondo a Isadora cuando me invita a sentarme y me siento con ellos

Y decime ¿De qué parte de Argentina sos? Le pregunto a Facundo.

Cambió de mano el vaso de cerveza que sostengo y lo saludo con un buen apretón de mano. Hola Me llamo Jack le digo a Facundo. Hola que tal saludo a la chica que está con el.

A mi me tomo por sorpresa esto del viaje le contesto a Facundo Me llego el premio por correo, casi me muero de la sorpresa nunca me había ganado nada. Pero bueno algún día tenía que cambiarme la suerte ¿no? ja ja ja me río solo de mi pequeño chiste.

Bueno gracias respondo a Isadora cuando me invita a sentarme y me siento con ellos, incoscientemente me tomo un trago de cerveza para matar la tención.

Y decime ¿De qué parte de Argentina sos? Le pregunto a Facundo.

-Creo que ya se han presentado...-sonrío.-¿Dónde te metiste, Rivas? ¡Ah! Lev es un buen chico y este, Lev, es mi amigo Rafael Rivas, médico también.

Veo, por el rabillo del ojo, como finalmente alguien se sienta junto a Camila Apablaza . Aunque no lo pretendo escucho su nombre: Marcos Saavedra .

Mis pensamientos son interrumpidos por el camarero, que me sirve el vino, y la vichisuá. Paladeo el vino. Afuera hace un día expléndido.

- ¿Qué tal Lev? Encantado de conocerte. -, le digo mientras estrecho su mano. - Hola Erin, no te encontraba entre tanta gente. ¿Todo bien? ¿Es bonita tu habitación? -

Estamos en la misma Jack, jaja digo riendo Ahora estoy viviendo en La Plata, pero originalmente soy de Rosario, vos?

Sonrío maliciosamente.

-Mi habitación es casi perfecta, seguro que te gustaría más que la tuya inclusive-luego me vuelvo a Lev.-Lev y yo discutíamos sobre tener hijos y... ¡Ah, no! Eso fue antes... En realidad hablabámos de escapatorias y me ha dejado con la duda pero tú también debes saber de eso, ¿no?

- No lo sé, no he tenido mucho tiempo de mirar mi habitación. Estaba atareado peleandome con las sabanas. -, le digo a Erin maliciosamente. - ¿Escapatorias? Me he perdido. -

-De tu pasado... de tu futuro... de tu vida. Lo que sea... -dije de una manera muy críptica, aunque no fuera mi intención.

-Me imagino, el viaje fue muy cansado-dije mirando a los ojos a Rivas.-Lev y yo bebíamos champagne, ¿quieres beber algo?

Llamo al mesero con la mano y enseguida aparece con su bandeja llena de copas de champagne y cojo tres, parece que estoy bebiendo demasiado y sin haber comido apenas.

-Muero de hambre, pero aquí sólo hay comida gourmet-le digo a Rafael que conoce de mis gustos, aunque ahora Lev también.

Sonriendo me vuelvo a Lev.

-Todas esas cosas que has mencionado, querido Lev, son cosas tan raras e intangibles... Lo que pasa es que ya piensas como psicológo; tendré que pagarte la sesión-le guiño un ojo.

Cojo una de las copas de champagne, sin soltar mi vaso largo de coca cola. Vaya rollo que llevan estos dos... y hasta le guiña un ojo. Me pregunto que pensaría ella si yo coqueteara abiertamente con una de las chicas de por aquí... hum... ains... menos mal que soy un hombre fuerte y de convicciones serias que sino...

- Sigo sin enterarme de nada, pero bueno, brindemos por estar aquí y para que nuestra estancia resulte placentera. -, les digo a ambos mientras alzo mi copa.

Estiro el brazo y cojo una copa de champagne. No era mi prototipo de bebida predilecta, pero tenía que reconocer que estaba exquisita.

-Brindemos por eso... y porque sigan ofreciendonos todo gratis después del primer día. -Digo riendome.

-Mmm, salud-digo alzando la copa también.-La verdad es que no hay mucho que entender, pero bueno...

Camila escucha la pregunta y alza la vista.

-Eeeeee... -parece titubear, la ha cogido por sorpresa, todavía está algo aturdida por haber visto a Andrés, pese a que algo alcanzó a sospechar el día anterior- Sí, sí, claro -quita el bolso de la silla y lo cuelga en el respaldo.

El muchacho se presenta y ella le sonríe, cordial, intentando obviar que tiene a Andrés apenas a unos metros de ella y que le basta desviar apenas un poco la mirada para encontrarse con la de él.

-Hola, Marcos, mi nombre es Camila... Camila Apablaza -le dice extendiendo la mano-, encantada de conocerte- ¿19 años me dijiste? Vaya, eres bastante joven, yo tengo algunos... varios años más que tú. Soy criadora de caballos y actriz.

Ambos siguen charlando, Camila responde a la curiosidad de Marcos y le cuenta que el viaje en sí no se le hizo agotador, lo agotador fue todo lo previo a éste ya que se enteró apenas un día antes y hubo de preparar todo a última hora.

En eso el mozo llegó con el pedido de ella y aprovecharon de ordenar algo para él.

Antes de que marchara el camarero pedí otra bebida, no tenía el cuerpo para cenar y preferia un buen vaso de Cointreau con hielo para despertarme un poco y despejar mi cabeza.
Vaya, interesante lo de los caballos le respondo sorprendido En cuanto a la edad...es solo un pequeño detalle, creo que es negligible no? Que te parece el viaje? A mi me parece una fantástica idea y es una suerte concocer a tanta gente...¿Algun conocido tuyo en el lugar?
Tras la tormenta de preguntas respiro y me callo un poco al darme cuenta del exceso de confianza.

Por poco y se atraganta cuando le preguntó lo de si tenía algún conocido. Era consciente que por la cercanía de las mesas bastante probable era que Andrés escuchase la pregunta y ahora estaba el problema de qué responder. ¿Qué le decía? ¿Sí? ¿No? ¿Sí? No le gustaba referirse a Andrés como su ex-esposo, no porque no lo tuviera asumido, sino porque el término le parecía demasiado peyorativo, pero tampoco podía decir que era un amigo.

Apagó el cigarrillo y se chupó el labio. Alzó ambas cejas y como si dijera "¡Qué diablos!" respondió.

-Sí, el caballero de la mesa junto al ventanal.

... Vaya! digo mirando al caballero en cuestión, tan cercano a nuestra situación Pues por mi parte debe haber por aquí mi jefa, una chica rubia de lo más encantadora, aunque no sé por donde para... digo echando otra ojeada al lugar. Teines ganas de ver la ciudad? Yo no quisiera perder el tiempo, es una oportunidad única...tú que crees?

Poco después traen el licor con hielos, al cual le doy un sorbo corto, y lo noto quemar la garganta, alejando toda la niebla de mi mente.

Jajajaja, universidad, buenos tiempos, aprovechálos, pocos son mejores. - Dije mientras me levantaba, agarrando mi vaso, y haciendole una señal a Andreea para movernos hacia la mesa. - Las damas primero. - Según ella empezó a andar, coloqué a Mini sobre mi hombro y nos sentamos a la mesa, colocando nuevamente a Mini sobre mi regazo.

¡Mozo! - Llamé al camarero y una vez llegó, sin leer el menú dije. - Traiga pan con ajo como entrada, para mí un steak pimienta término medio, con papas fritas como guarnición, y un solomillo bien hecho y picado en pedazos pequeños para mi perra, con papas fritas también. ¿Usted que desea ordenar señorita Skeel?

-Chica rubia, la verdad es que me parece haber visto varias, ahora la cosa es saber si tu jefa es rubia natural o no -bromeó Camila ante el comentario que hizo Marcos sobre su jefa-. La verdad es que sí, tengo ganas de salir a dar un paseo por la ciudad, tal parece que este día nos lo han dado libre o bien se lo tomaron libre los organizadores, así que dado que no hay una pauta oficial y nadie de la Asociación aparece, bueno sería buscar en qué ocupar lo que nos resta de día... porque una cosa tengo clara, yo no vine acá para estar encerrada en una habitación. 

Con mi copa en la mano, observo divertida como los dos compatriotas hablan.

Pero también echo una ojeada panoramica a todo el salón. Hay una pareja rubia que habla con otro chico bastante informal. Y puedo sentir una sensación de tensión en esa charla.

En la otra punta una chica con gesto misterioso, charla con un chico bastante menor que ella, mientras que en la mesa de al lado, un caballero formal escucha aetntamente la conversación.

El peludo que tuvo el altercado con Nuria en la recepción, se pidio comida como para 50, y si, hay que mantener ese cuerpote.

Creo que estoy un poco borracha ya, siento como si estuviera en una nube etílica y yo, flotando sobre todo el escenario. Que maravilla!!!!!!