Partida Rol por web

El profesor de interpretación vocal no tarda en hacer aparición.

Como siempre, camina con la cabeza bien alta, y movimientos elegantes.

Buenos días, mis queridísimos alumnos. Dice con mucho amor. Os había tratado siempre con mucho cariño desde principio de curso.

Estáis todos hoy radiantes. Dice con una enorme sonrisa.

Empezaremos la clase calentando las voces. Quiero que uno por uno me digáis un trabalenguas. Espero que hayáis estado practicando la vocalización estos días. Dice guiñando un ojo.

Intentando decir alguna palabra, al parecer Ark no había calentado la voz en casa saliendole un gallo bastante estridente.

El Cielo esta entelametalIIIIIIIIIIIIIIIIIIIiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiizado...!!! - sorprendido por lo que su voz a soltado, pone su mano en la garganta horrorizado -

Maldita sea, tenía que haber calentado en en bungalow.... - decía para si mismo,con los ojos desorbitados de terror y la mano en su garganta, tras el tremendo gallo tan agudo que ha hecho -

El profesor también se lleva una mano a la boca con horror.

¡Por Dios!¡Valkyrie! Dice con exageración. Hazme el favor de calentar antes de venir a clase, por favor... dice aún recuperandose del susto.

Bien, ¿quien quiere ser el siguiente? Pregunta de nuevo con una sonrisa y un gesto exagerado.

Abro la puerta de la clase, algo agitada por llegar tarde. Sonrojada por la vergüenza y hago una reverencia al profesor.

-Lo lamento tanto... Disculpe mi demora...-

Me excuso y entro cerrando la puerta. Antes de pararme frente a el, respirando de manera profunda.

-Yo quisiera intentarlo...-

Le digo con una sonrisa tímida. A pesar de que había llegado tarde. Intento relajarme para poder cantar de manera tranquila. Cierro los ojos, llevando mi mente hacia otro sitio antes de abrirlos y mirar nuevamente al profesor para ver su expresión por como lo estaba haciendo.

-Oh I love you, maybe?... And I hope it goes away... Oh, how I want you daily... Tell me now that...-

Observo a mis compañeros de reojo, sonrojandome. Me daba vergüenza cantar frente a ellos. En especial frente a Ark y Tamaki, aunque no sabia por que. Volví a mirar al frente para continuar.

-I have found the whore in you... Why can't I tell you no... Time will show, the last word is for me... If you fail to see the problem we have, one room full of walls... Jar of love isn't dry until the last drop falls...-

Respiro profundo cuando noto lo que me había extendido, aun con mas vergüenza que antes. Observando al profesor. Esperaba el mismo gesto exagerado que le había puesto a Ark.

El profesor permanece en silencio mientras Kiriyo canta.

Cuando termina se queda en silencio.

Bueno, querida. Además de que deberemos mejorar la afinación, he pedido un trabalenguas, no una canción. Dice algo incrédulo y con cara algo de sorprendido.

Se lleva una mano a la sien, algo desilusionado. Siguiente, por favor... Dice cogiendo aire.

Rin finalmente se levantó ante el espectáculo ofrecido por sus dos compañeros... más valía que ella lo hiciera bien, sino el profesor Seiji iba a tener una muy mala imagen de aquel grupo.

Quiero y no quiero querer a quien no queriendo quiero. He querido sin querer y estoy sin querer queriendo. Si por mucho que te quiero, quieres que te quiera más, te quiero más que me quieres, ¿qué más quieres? ¿Quieres más?

Ella tampoco había practicado aquella mañana, al menos no los trabalenguas, pero sí había hecho sus ejercicios faciales para tener el cutis estirado y perfecto; así que tenía la boca acostumbrada a moverla rápida, además de que no era la primera clase de vocalización que hacía.

Cuando se sentó de nuevo, esperando la opinión del profesor, miró de soslayo a Tamaki... ruborizándose nuevamente.

La cara del profesor Seiji se iluminó de golpe.

¡Bravo!¡Bravo! Exclamó aplaudiendo con elegancia.

Muy bien hecho Sakagami. Incluso le has puesto mucho ¿sentimiento? Dijo con algo de picardía sonriendo, pero rápidamente cambió de tema.

¡Bien! ¡El siguiente tiene el listón muy alto, ¿eh?! Dijo presionando a los demás alumnos.

Tamaki sonrió y aplaudió a cada uno de sus compañeros de habitación. Cuando Rin le mira, él le vuelve a dedicar una de sus preciosas sonrisas. Y al sentarse, él se levanta, hasta situarse delante de todos. Y sin saber cómo, solo con la pose, es como si un foco le iluminase.

Siento y no sé lo que siento, pero siento sentir tanto pues aunque siento no siento ningún sentimiento santo, siento y mi sentir aguanto y al sentir me siento mal, que si sentado me siento el sentimiento contemplo me siento sentimental.

Y tras decirlo impecablemente, hace una reverencia y sonríe a la clase.

El profesor, una vez más, se queda maravillado.

¡Bravo!¡Bravísimo! Exclama emocionado, con lágrimas en los ojos.

Parece que ahora la cosa va mejor, y como estoy de tan buen humor, dejo que los demás repitáis el calentamiento. Dice muy convencido asintiendo con la cabeza y cruzando los brazos.

Pero Sakagami, Tamaki, como vosotros no tenéis que repetirla, ¿os importa irme a buscar el radiocasette, por favor? Está en el almacén. Dice muy amable.

Rin sonrió cuando Tamaki lo hizo detrás de ella... incluso pareció que había elegido un tema más o menos parecido, eso hizo que cogiera con fuerza el borde de su falda y se ruborizara. 

Pero no se esperaba que el profesor les mandara a buscar el radiocassette. 

Miró de soslayo a Suou, y después de tragar saliva, tomó aire profundamente y sonrió levantándose como si nada. 

Claro, profesor, enseguida venimos. - antes, pero, miró a Tamaki - ¿Vamos?

Tamaki se acababa de sentar cuando el profesor les pide ir a buscar el radiocasette.

Se levanta, con su petición, y luego sonríe a Rin. Por supuesto. Le responde y con una reverencia, abriendole la puerta a Rin, y dejándola pasar en primer lugar, luego saliendo él y cerrando la puerta.

Piensa en otra cosa... piensa en otra cosa... no pienses que estás con Suou... eso es... una canción, una canción chorras... 

Rin empezó con aquella canción nada más levantarse de la silla, y a tres metros de la puerta de la clase ya estaba cansada de ella... además que mientras que de fondo la iba cantando en su cabeza, sus otros pensamientos no podían dejar de pensar en quién estaba a su lado. Sus ojos no dejaban de mirarlo y sus glándulas sudoríparas le estaban jugando una mala pasada empezando a sudar por la frente, el sobaco y las manos. 

Ir en silencio solo empeoraba las cosas. 

Hace un buen día, ¿eh? - le preguntaba sin recordarse de cómo estaba de nublado el cielo cuando salieron del bungalow. 

Tamaki camina a su lado, tranquilo y calmado, incluso con una sonrisa en su cara.

Cuando oye la voz de Rin, gira levemente la cara.

Así es. Dice con la misma sonrisa.

Pero pasarlo a solas contigo, lo hace aún mejor. Dice alagador como siempre, con una tierna sonrisa.

Rin seguía nerviosa perdida... cuando Tamaki dijo aquello. 

Se le subieron todos los colores (aun más), y tenía ganas de abrir la ventana para gritar y así poder descargar todos los nervios que le impedían pensar racionalmente. Claro que no lo hizo. 

Suou... eres un halagador profesional - le dijo con una sonrisa nerviosa, intentando sacarle hierro al asunto para convencerse de lo que le decía a ella también se lo decía a Kiriyo, en realidad su principal rival, y a todas las chicas con las que se cruzaba. 

Respiro profundo. Intentando concentrarme y relajarme. Tenia que lograrlo. Mantengo los ojos cerrados unos momentos. Tamaki y Rin lo habían hecho bien desde el principio. Sin duda algo envidiable. Observo a mi alrededor y fijo la mirada en el profesor.

-Yo no quiero que tu me quieras, porque yo te quiero a ti, queriéndome o sin quererme yo te quiero por que si...-

Con voz clara, y concentrada. Suspiro algo aliviada al ver que esta vez había salido algo mejor. Sonrío levemente antes de dar un paso hacia atrás para que otro lo intente.

Tamaki sonríe, sin dejar de caminar.

Gracias. Pero solo digo la verdad. Dice una vez más, con una dulce sonrisa. Pero no dice nada más, camina muy cómodo al lado de Rin, nunca sin adelantarla y siempre dejando algo de espacio entre los dos. Camina con una enorme sonrisa y unos movimientos elegantes.

Rin no quería que dijera la verdad, quería que solo le dijera aquellas chorradas, por cursis que sonaran, a ella... pero siempre estaba diciéndoselo a todas, como si fuera parte de algún papel. 

Suspiró y bajó la mirada hacia el suelo de nuevo, esperando llegar a la sala para coger el radiocassette. 

Declararse no era una opción, estaba convencido que tenía de halagador lo mismo que de tonto, y no le respondería lo que quería escuchar. 

Finalmente llegan al aula de almacén, y Tamaki por primera vez se adelanta, para abrirle la puerta a su compañera y dejarla pasar como antes en primer lugar.

El aula era pequeña, estaba algo aislada de las aulas de docencia y estaba repleta de cosas. Muchas de ellas tapadas con sábanas, así como también las ventanas. Había una pequeña luz que parpadeaba. No era un ambiente muy acogedor. Viendo eso, Tamaki entra junto a Rin y empieza a buscar el radiocasette.

Dónde puede estar... Se pregunta pensativo empezando a mirar entre las estanterías.

De repente la puerta se cierra.