Partida Rol por web

Pasos en la ciénaga

Capítulo 3: Junto al río Podrido

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19/02/2018, 10:55
Grimrow

Grimrow había seguido cabizbajo y a cierta distancia el recorrido del compañero animal de Balmut, maldiciéndose así mismo por no haber sido capaz de asir a Farald y arrastrarlo a la superficie.

A cada paso que daba y que le alejaba del aciago lugar, el peso de la culpa le martilleba en la cabeza y en el corazón. Cuando se detuvieron y alzó la cabeza vio que estaban en el punto de partida y un haz de esperanza se dibujó en él. 

Con la determinación propia de los de su pueblo, que sometidos antaño al temor de Smaug habían sabido sorbeponerse, buscó con la vista algo que pudiera servirles de bote para atravesar aquél lago. No iba a rendirse, ni permitiría que sus compañeros lo hicieran.

Notas de juego

Master ya me dirás si hay algo parecido a un bote, o un bote hundido o algo con lo que fabricar una balsa... (si lo hubiera dímelo y amplío el turno).

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22/02/2018, 00:49
Mungo Bolger

Mungo suspiró larga y profundamente, mientras volvía a remangarse la camisa y los bajos de los pantalones.

Supongo que no hay otra opción. Esas aguas no me gustan ni un pelo, ¡pero hay que encontrarles!

A regañadientes, dejó parte de su equipaje —a excepción de su arco, unas cuantas flechas, la espada y su daga— y comenzó a introducirse en el lago, siguiendo los pasos de Ella.

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22/02/2018, 11:34
Director

Tras haber seguido el rastro alrededor del bosque sin éxito alguno, más que regresar de nuevo al mismo punto al que parecína dirigirse todas sus pesquisas, Ella decidió que debían explorar de nuevo aquella opción. Idea que secundó Mungo, aunque otras voces en el grupo sonaban disonantes con respecto a como proceder. Como Balmut, que prefería seguir explorando el bosque hasta encontrar la campana que había sonado durante el momento en que sus compañeros se habían sumergido en el estanque como hipnotizados por su poder. Sin embargo la campana ya no sonaba, e incluso Inzim señalaba al estanque como única opción posible.

La segunda inmersión de Ella en el estanque frente al que se encontraban fue algo más fructífera que la primera, al no tener la cuerda que había limitado la distancia a recorrer durante la primera intentona. Se sumergió en las aguas profundas aguas del estanque, seguida de Mungo que tuvo que dar una buena bocanada de aire antes de introducir con mucha desconfianza la cabeza bajo la superficie. Los hobbits no eran muy amigos de las aguas, a excepción contada de los insensatos Tuk y los extraños Brandigamo, pero sí eran valientes y decididos cuando un amigo se encontraba en problemas. Ella se dirigió a la grieta que había descubierto la primera vez, y se sorprendió al notar que la abertura era mucho más grande de lo que había pensado en un primer momento. Dirigió sus movimientos hacía allí y pudo descubrir que se escondía una cámara subterránea a la que pudo emerger tras superar la abertura. Mungo asomó su cabeza poco después para exhalar una tremenda bocanada de oxígeno que alivió sus pulmones. Se encontraban en una cámara semisumergida, sin rasgos a destacar y compuesta por paredes de piedra húmeda, frente a ellos el agua terminaba en unos bastos, resquebrajados y rudimentarios escalones que se alzaban hasta la superficie y al fondo de la sala había una oscura arcada por la que la cueva parecía seguir.

Pero allí encontraron a Farald y Krôlin, de pie en la superficie al filo de los escalones, completamente empapados y goteando al suelo las frías aguas del estanque, quietos como estatuas pero todavía vivos. Ambos miraban hacía la arcada, como si hubieran caminado hasta detenerse allí mismo, y se mantenían en un estado de aturdimiento que les impedía moverse a pesar de ser conscientes de lo que ocurría a su alrededor y de lo que habían hecho. Rápidamente, mientras uno de ellos corría a avisar al resto para que los siguieran a aquellas profundidades oscuras, el otro se encargaba de atenderles. En cuanto hicieron contacto con ellos, despertaron inmediatamente, cayendo de rodillas al suelo.

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22/02/2018, 22:08
Krölin

Una bocanada de aire despertó al enano repentinamente. Totalmente desorientado cayó al suelo y empezó como a querer agarrarse a algo que no podía encontrar. Su sorpresa era mas por encontrarse en un lugar desconocido que por lo ocurrido. - ¿Do... Dónde estoy? - Los ojos vieron a sus compañeros, pero seguían buscando referencias. - ¿¡Qué, Qué habéis hecho?! ¿¡Qué me habéis hecho?! ¿¡A donde me habéis llevado y cómo he llegado hasta aqui!? - Krölin estaba realmente enfadado y convencido de que sus compañeros se la habían jugado...

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22/02/2018, 22:37
Farald, hijo de Farnmann

Farald nunca había perdido el control de sus acciones, ni siquiera cuando la furia le llenaba el corazón, y es por eso que esa situación le aterraba profundamente, sobre todo el hecho de no tener la más mínima idea de lo que iba a hacer ni a donde iba a ir. Afortunadamente, el poder que le controlaba solo le llevó hasta una sala subterránea donde tiempo después, el cual en realidad le pareció una eternidad, fue encontrado por sus compañeros.

Con el más leve toque de sus camaradas, el hechizo se rompió y la fuerza que paralizaba al hombre de Valle se disipó haciendo que sus músculos se aflojaran y que cayera bruscamente de rodillas. Sintiendo como la presión que tenía en el pecho y que le impedía respirar con normalidad se había disipado, Farald comenzó a dar tomar aire a grandes bocanadas.

-La campana… -dijo de forma entrecortada- Fue la campana… aún cuando nos sumergimos en el agua podía sentir como su tañido retumbaba en mi cabeza… -tras levantar la mirada, Farald se dio cuenta de que solo había dos de sus compañeros, uno de los cuales se apresuró a regresar a la superficie- ¿Dónde están los demás? ¿Qué ha pasado luego de que entráramos en el agua?

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24/02/2018, 21:59
Balmut

Balmut frunció el ceño ante las ideas de sumergirse en el estanque. No pensaba hacerlo sin garantías, a pesar de que Inzim había insistido en que aquel era el camino. Miró hacia lo alto de los arboles, donde aún seguían las malditas cornejas, y se apoyó en uno de los troncos intentando encontrar una salida. Sus compañeros estaban dispuestos a explorar de nuevo el fondo del lago y no intentó impedirlo. Eran sus vidas. Aunque no podía dejar de sentirse molesto pensando que podían perderlas por nada. 

Cuando subieron con la noticia de que había una cueva subterránea quedó sorprendido. Respiró aliviado al saber que sus compañeros estaban vivos y se preparó para descender. Quizás no fuera la mejor invitación, y prefería no pensar demasiado en qué podían encontrarse en las profundidades, pero tenían una misión que completar. La pareja de exploradores no solían quedarse atrás, aunque fueran precavidos.  

Balmut llamó con un gesto a Inzim y se arrodilló ante él. Puso una mano sobre su cabeza y empezó a hablarle con tranquilidad. No sabía si estaría preparado para seguirles. Lo comprobaría. Antes de entrar en el lago junto a su compañero canino alzó la vista hacia las cornejas.

- Justo como queríais.

Y se zambulló en el agua, manteniéndose cerca del perro-lobo para ayudarlo en el descenso. 

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25/02/2018, 00:42
Mungo Bolger

Tranquilo, amigo —dijo intentando calmar al enano, pero dirigiéndose también a Farald —. Gracias a los Valar, ¡estáis bien! Algo os empujó al lago y aparecisteis aquí tras atravesar una grieta. Me habría pasado lo mismo si no me hubiesen salvado a tiempo. Decidimos seguir el mismo camino para rescataros, pero solo os hemos encontrado a vosotros.

Mungo alzó la vista hasta descubrir la arcada y señaló en su:

¿Creéis que a los enanos les habrá pasado lo mismo? Tal vez hayan tomado ese camino…

Había recordado cómo Inzim se había quedado parado frente al lago minutos antes. Ya estaban muy cerca.

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25/02/2018, 11:04
Ella

Al ver la abertura, decidida, la atravesó a pesar del temor a lo desconocido. Vio luz en la parte superior del agua y nadó hacia arriba, mientras los pulmones comenzaban a arderle por la falta de oxígeno. Nado y nadó hasta que sacó la cabeza fuera del agua. Cogió una bocanada de aire, sus pulmones se hincharon y vio de frente a Krölin y Farald, a su lado estaba el valiente hobbit que la había seguido.

- Krölin! Farald! – les gritó para llamar su atención. Sin esperar su respuesta comenzó a nadar en dirección hacia los escalones donde estaban de pié, aturdidos y desorientados.

Empapada en agua, junto al hobbit salieron al lado de sus compañeros. Empezó a hablarles, rápido y sin descanso, fruto de la alegría del encuentro.

- Qué bien haberos encontrados! ¿Por qué huisteis? ¿Qué sucedió cuando comenzó a sonar la campana? ¿Qué e esta gruta que se ve al fondo? ¿Visteis a los enanos mensajeros?

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27/02/2018, 19:18
Director

Inzim fue quien tuvo más problemas para cruzar, ya que, por su propia naturaleza, se resistía a hundir la cabeza bajo el agua para bucear. No era un perro que se sintiera cómodo en esos terrenos, lo suyo era más olfatear y seguir pistas en tierra firme. Aún así, y a pesar de la cara de angustia que se reflejaba en su rostro, Inzim logró contonear las patas y el cuerpo para seguir al resto a través del estanque y con la ayuda de Balmut sumergirse para cruzar la por la grieta subterránea y llegar a la cámara en la que se encontraban Krôlin y Farald.

Ya recuperados, los dos compañeros desaparecidos explicaron al resto que no sabían muy bien por qué se habían sumergido en el estanque y habían ido hasta allí para después quedarse quietos por unos cuantos minutos. En su cabeza sólo resonaba un tañido lejano y distante que les obligaba a caminar. Pero todo era confuso, pues aunque recordaban lo ocurrido, no tenían idea de porqué lo hacían ni tampoco habían tenido control sobre ellos mismos durante todo ese rato. Había sido como un extraño sueño que les había dejado aturdidos y confusos.

Ahora, ante ellos se encontraba aquella arcada por la que se sumergía la oscuridad, justo hacía donde Farald y Królin habían quedado mirando, como si sus próximos pasos bajo el influjo del extraño hechizo les hubieran llevado a entrar. Todo hacía indicar, que los enanos desaparecidos habían corrido la misma suerte.

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01/03/2018, 19:03
Ella

Mientras Ella preguntaba a Krölin y Farald tantas preguntas como podía, escuchó al resto de sus compañeros salir por el agua. Se alegró cuando todos, por fin, se reunían en tan singular lugar. A pesar de que no era su familia, ni sus amigos de infancia, empezaba a sentir afecto por todos ellos, desde el pequeño hobbit, hasta el elfo.

Tras unos minutos, empezó a mirar con curiosidad aquella arcada, la oscuridad parecía hacerse más intensa, como si la mismísima luz no quisiera entrar allí. Con cuidad, empezó a dar pasos investigando y tratando de averiguar que era aquella y si había alguna pista que confirmara que estaban detrás del rastro de los enanos.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Director, hago una tirada de buscar, por si puedo sacar alguna pista o algún detalle del sitio donde hemos ido a parar.

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02/03/2018, 22:14
Director

Ella no pudo averiguar mucho sobre qué tipo de piedra era aquella de la que eran las paredes, ni tampoco pudo saber si aquella cueva era fruto de la mano de algún hábil constructor o si por el contrario era un recoveco natural que habían aprovechado para construir aquel refugio. Ni pudo sacar mucha información al respecto, ni tampoco pudo encontrar alguna pista que corroborara que los enanos habían tomado realmente ese camino, aunque todos los indicios ahí fuera parecía indicar que así era.

Pero lo que pudo ver, es que tras la arcada la oscuridad no era tanta como podía parecer unos metros más allá. Aquella especie de abertura daba a un pequeño pasillo tras el cual parecía haber algún tipo de sala.

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03/03/2018, 01:16
Balmut

Balmut ayudó a Inzim hasta que logró regresar a la superficie y respirar. En cuanto salieron del agua, y el perro se sacudió, el hombre del bosque le acercó algo de comida como premio por la proeza. Le rascó unos segundos bajo la mandíbula y se giró hacia la arcada. La oscuridad le pedía una cosa, fuego. 

- ¿Alguien tiene antorchas? 

El joven buscó entre sus pertenencias la yesca y pedernal. Y algo que pudiera servir como antorcha si nadie tenía una. Cuando se dio cuenta de lo empapadas que estaban sus cosas gruñó. Sacó los útiles necesarios y los apartó del resto, para que pudieran secar un poco mientras conseguía lo demás. Luego intentaría sacar unas cuantas chispas pretendiendo que se secara, y para ver si había alguna opción de conseguir fuego. 

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05/03/2018, 15:15
Farald, hijo de Farnmann

A medida que Farald le iba explicando a sus compañeros lo que le sucedió después del sonar de la campana, una idea fue formándose en su mente: Si los enanos habían seguido el mismo camino que ellos, alguien o algo debió tocarlos y así romper el hechizo que los tenía paralizados ya que de lo contrario deberían estar en los alrededores.
Aún así, sabiendo que por el momento sus ideas eran muy prematuras, el hombre de Valle se guardó sus conclusiones y le habló a sus compañeros.

-Estad alertas y tened las armas a mano, quien haya tocado la campana puede que more aquí -dijo Farald mientras se descolgaba su arco de la espalda y comprobaba si la cuerda se podía usar a pesar de haberse mojado.

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05/03/2018, 18:33
Mungo Bolger

Vamos, ¡presiento que estamos cerca! —comentó, mientras avanzaba junto a Ella, en un intento de levantar los ánimos de grupo.

En realidad, temía que algo malo le hubiese pasado a los enanos, pero no sería él el que alimentase las lúgubres expectativas del grupo.

- Tiradas (1)
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06/03/2018, 23:37
Ella

Tras investigar aquel curioso lugar, Ella no llegó a ninguna conclusión clara, no sabía si esta arcada era natural o creada por algún ser, pero sin duda alguna se alegró de ver de nuevo a todo el grupo junto. Dio dos pasos y pudo observar la entrada a la arcada, parecía oscura, pero al final de la misma se podía intuir una sala iluminada, solamente el pasillo que conducía hacia allí permanecía en oscuridad.

La frase de Mungo inexplicablemente la puso de buen humor, agarro su hacha por la empuñadura y miro al resto de la compañía.

- Tendremos que seguir buscando y el único camino que veo es por aquí, vamos?

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07/03/2018, 12:18
Director

El pasillo tras la arcada era el único camino aparente, y las palabras de Ella animaron al grupo a adentrarse en aquella oscuridad de la cueva, que pronto descubrieron que no era tan profunda como parecía pues una oscilante luz amarillenta se dejaba ver de manera tenue en el fondo del breve pasillo. A pesar de que la iluminación era pobre, no necesitaron antorchas para poder ver lo que había justo a continuación.

Una vez dejaron atrás la sala inundada de la que venían, cruzando el pasillo tras la arcada, se encontraron en una vasta cámara abovedada. En el muro del lado opuesto a la entrada había una estrecha chimenea vertical donde ardía un pequeño fuego que suponía toda la iluminación del lugar. El suelo alrededor de la chimenea estaba repleto de plumas negras de corneja y excrementos de pájaro amontonados. Las paredes estaban oscuras, pero la piedra brillaba con cierta viscosidad por culpa del agua que se filtraba de la superficie. El complejo subterráneo apestaba a cosas moribundas y en putrefacción; era oscuro, húmedo y frío, con el suelo de piedra invariablemente cubierto por una película de agua estancada y en algunas partes se acumulaban montoncitos de piedras desprendidas del techo o de la misma pared. En el centro de la estancia colgaba una soga y si la seguían con la mirada hasta lo alto podían vislumbrar en el oscuro techo de la cámara la forma de una campana. La sala tenía, además, seis aberturas en forma de arco, tres a cada lado.

 

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07/03/2018, 19:09
Mungo Bolger

¿Es posible que esto sea una especie de templo? —preguntó Mungo sin atreverse a alzar mucho la voz.

La campana, el fuego… sabía que había pueblos que honraban a los Valar, los maia y a sus propios antepasados con elementos semejantes. No obstante, prefería no pensar a qué ser estaba dedicado aquel desagradable lugar. Pero si esa es la campana, ¿no debería haber un altar? ¿Y a dónde llevarán esos pasillos?

No creo que sea buena idea separarnos —dijo de pronto —. Este lugar me da escalofríos, y no me parece que sea seguro que nos dividamos antes de meditarlo con calma.

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08/03/2018, 00:59
Balmut

Al ver lo imposible de su objetivo y que había luz suficiente para avanzar, abandonó su intento por conseguir fuego. Asió con fuerza su hacha y caminó junto al resto. La sala que los recibió no dio buenas sensaciones al hombre del bosque, y el perro lobo también estaba intranquilo. Entre los dos vigilaban todos los ángulos. Al ver la campana, Balmut se sintió orgulloso de Inzim. No había fallado en su búsqueda.

- Estoy con el hobbit. - le encantaba como sonaba aquella palabra. 

En seguida se acuclilló, poniéndose a cuatro patas en algunos instantes mientras avanzaba por la sala. Inzim no tardó en acompañarlo, olisqueando la zona. Si los enanos habían pasado por allí podría haber alguna señal del camino que habían tomado. Para los exploradores poco más tenía importancia en la sala, el posible rastro y la seguridad del entorno era lo único que ocupaba ambas mentes. 

- Tiradas (2)

Notas de juego

Hago dos tiradas, por si vale alguna. Dime si es otra cosa lo que tengo que tirar. 

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08/03/2018, 07:55
Grimrow

Grimrow apenas se había recuperado de la emoción de encontrar a su compañero de infancia con vida y agradeció tener el rostro mojado y la oscuridad de aquella cámara para que no se notaran las lágrimas que habían recorrido sus mejillas, sin embargo, había que seguir con la exploración. 

Que hubiera fuego encendido era un claro indicio de que allí había moradores, así que el hombre de bardo afianzó en sus manos la espada y el escudo y miró a Balmut a la espera de que les indicara una dirección para encaminarse hacia ella.

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09/03/2018, 04:11
Farald, hijo de Farnmann

La presencia de un fuego en la chimenea de la cámara inquietaba más a Farald que el propio lugar en donde se encontraban y aunque en el fondo de su corazón quería creer que este fue obra de los enanos, su propia desconfianza le hacía pensar que era más probable que fuera obra de los desconocidos seres que habitaban en la zona. Estaba más que claro que si querían rescatar a los enanos debían ser sigilosos y sobretodo rápidos.

-No creo que sea un templo sino más bien una especie de sala comunal... -le respondió pensativamente el hombre de Valle al hobbit- Aún así, independientemente de lo que sea este lugar, procurad no acercaros a esa soga, lo último que queremos es que la campana vuelva a sonar y terminemos otra vez paralizados.

Viendo que no había ninguna señal evidente sobre el paradero de los enanos, Farald se unió a Balmut y a su sabueso en su intento de encontrar alguna pista. 

- Tiradas (1)