Partida Rol por web

Aparcais el Lada en un callejón al lado del club. Un club al viejo estilo, apenas un par de neones a los lados de la puerta. El toldo da idea de que habéis vuelto a los 90.

Todo el barrio asemeja un gran burdel. La zona roja, le llaman. Ahora estáis en pleno centro del meollo. Prostitutas embutidas en látex, chulos de baja estofa y algunos potenciales clientes, borrachos y algo más que salidos recorren las aceras. La zona está llena de porquería. La mierda rebosa en las contadas papeleras que pueblan las aceras, por el suelo, la basura es pisoteada por los viandantes.

Salís del coche y os dirigís a la puerta del local. Por el camino, un par de prostitutas con el pelo de colores, embutidas en sus gabardinas verdes os preguntan si os queréis divertir. Ya nos estamos divirtiendo, guapas, responde Axel pasando de largo. Doc, hecha una mirada atrás para ver como hablan con otros dos chicos. Un par de asentimientos de cabeza y las gabardinas cambian de verde a rojo en segundos.

Al llegar a la puerta podéis ver a los dos seguratas. Un par de tíos que rozan los dos metros, vestidos con trajes baratos bajo un par de gabardinas color beis. Las monokatanas asoman bajo las gabardinas. 

Apenas os miran al pasar. Una rápida mirada y un movimiento de cabeza que indica que entreis. Parecen discutir sobre algo. Quizás sobre el partido.

Una vez pasada la entrada la música os golpea. http://www.youtube.com/watch?v=1EDy-g1Zyr0

En una plataforma que ocupa todo el centro del local, a modo de pasarela con varias barras que llegan hasta el techo, las chicas bailan. A su alrededor, mesas ocupadas por hombres que no paran de silbar y pedir más copas a las camareras ligeras de ropa. Un par de camareras en top less, sirven copas en la barra de la izquierda. Vuestra mirada se fija en la puerta que hay en la parte superior. Frente a ella un hombre grande, con la piel oscura y el pelo recogido en una coleta rizada parece controlar todo el local. 

Ciberbrazo con arietes hidraúlicos, susurra Doc, ningún implante Real Skin, puede disimular eso.

Deben estar de rebajas los putos ciber brazos... La noche no hacía mas que mejorar Pero esos son de importación, sólo los comercializan en rusia. Si que les van bien, estoy sin venir dos meses y joder tienen para una guerra Se dijo a si mismo maldiciendo la falta de efectivos, se suponía que el cuerpo le respaldaba para casos así ¿Que cojones pasaba, ni tiempo, ni refuerzos ni swat? definitivamente estaban jodidos, no cobraba bastante por aquello, parecía que estaba en el bando equivocado una vez más.

Axel se dirigió a la entrada bajando del coche destartalado con un cigarrillo mediado colgando de su labio. Y se fijo en la cola que había para pedir en la barra, se fue directo a ella y habló con una de las camareras como si fuera el dueño del local

Güapa ¿Está Misty o Daisy? Busco algo de magia para esta noche de mierda, a ver si me la pueden arreglar. Dijo aquello recomponiendo su mejor sonrisa(al menos la que podía ofrecer esta noche) y ofreciendo un billete de 20$ para pasar por delante de los demás paletos que esperaban en la barra

Pregunto directamente por las dos chicas mas caras del local para llamar la atención, probablemente estuvieran reservadas, exclusividad es lo que viene con los precios astronómicos pero alguien dispuesto a gastarse tanta pasta no era tan habitual, después de todo había que llamar la atención para tener una función privada del gran mago.

Joder, menudo ambientazo, el tío este "Mágico", sabe montarselo, al menos hay que reconocerle eso. Me quedo con la distribución del local (si es un local de vieja construcción, tendrá salida de emergencia), pido una cerveza, mientras me la bebo, miro un poco el espectáculo. Voy a mear y me quedo con como es el wc y si hay algún acceso desde ahi a la calle, sea puerta o ventana. Me pido otra birra en la barra mientras ojeo al personal y me sitúo a Axel. Después, birra en mano me acerco a la barra.

- Hola guapa, la birra está más caliente que este personal, ¿que le cobráis a un tío majete como yo por un whiskey de 21 años con unas piedras? -.

Cuando me lo diga, que será bastante, pues le enseño la placa disimuladamente del colgante del cuello - Bueno, supongo que a l-A-gente que viene de buen rollo le haréis alguna rebaja, ¿no? NCPD, No Cobres al Poli Dabuten, ¿cómo lo ves guapetona? -. Le guiño el ojo, esperando a ver cual es su reacción.

La rubia de la barra coge tus 20 pavos mientras te mira interrogante. No, están ocupadas ahora mismo cariño. Si quieres esperar... Les avisaré en cuanto estén libres. 

Te fijas en que el local está en hora punta. No deja de entrar gente. El fútbol ha terminado hace una media hora y el equipo local ha debido ganar. Mucha gente con la camiseta del Night City Panters está entrando en el local. Mañana será sábado y la mayoría de estos desgraciados seguro que no trabajan...

Por otra parte, el samoano no se mueve de la puerta del despacho del jefazo... Quieres tomar algo mientras esperas, guapo?

El Doc, que estaba a tu lado, se marchó de paseo con una cerveza.

Una camarera muy mona ni se inmuta cuando después de informarte de que el precio son 100 Eurodólares le enseñas tu placa. Verás amigo. Aquí está todo en orden, todo legal. Quieres ver los papeles? Se recuesta con los codos en la barra mirándote directamente. No sé, pero se supone que la pasma vela por nuestra seguridad, y que no se dedica a ir a los bares a beber gratis... De todas formas, sonríe, si tienes alguna duda puedes hablar con los chicos de la puerta, Mili y Vanili, o mejor aún, con el samoano, dice mientras te indica al descansillo de las escaleras con su cabeza. Dicho esto y dejándote con la palabra en la boca, se marcha a atender a otro cliente. 

Te das la vuelta, dando la espalda a la barra y miras a dónde te había indicado la camarera. Al samoano. Es una reacción refleja, si ella no te lo hubiese señalado quizás ni te hubieses fijado. El local está bastante oscuro, y la distancia es grande, por eso no puedes apreciar los detalles. Lo que si ves son dos formas. Una es grande, de complexión fuerte y está parado arriba, hablando con el samoano. La otra figura es más pequeña. Le da por la cintura y va agarrada de la mano del hombre. Parece muy delgada. Una complexión de niño. El samoano abre la puerta y a contraluz, puedes ver las figuras recortadas apenas unos segundos, hasta que la puerta se cierra tras ellos. Sin duda parece que un hombre y una niña acaban de entrar en el despacho. El ruido de la música y las voces de los hombres es cada vez mayor en el bar. Parece, que ante el desfile de chicas desnudas sobre la tarima, nadie se ha dado cuenta de que alguien ha ido a visitar al jefe.

Miro a la camarera meintras se aleja y le dedico mis más tiernos pensamientos - Todo en regla, eh putilla, seguro que  sí, apuesto a que si viene uno de Sanidad encuentra mierda del Cuaternario, psss, como si alguno de estos gilis supiera qué o cuando fue el puto Cuaternario... Eh, pero que cojones... ¿Qué hace una niña aquí? -.

Me muevo entre las mesas sin llamar la atención y me apoyo en la escalera, fuera de la vista del samoano. Dedico unos momentos a olfatear la zona de la escalera y consulto mi Biomonitor del antebrazo por si viera algo fuera de lugar. Tras eso me siento en una mesa y mientras intento localizar a Axel, al que parece que he perdido con el barullo del local, me apoyo una mano en la barbilla (cerca del comunicador) mientras parezco ver el espectáculo, en realidad controlo la puerta de "Mágico".

- Tío, posible Alerta Ambar, un pavo cachas ha entrado en el despacho de "Mágico" con una niña de la mano, entre 8 y 10 años, el samoano les dejo entrar. En la barra me mandaron a tomar por culo muy educadamente, eso sí. ¿Ideas? -.

Pidió un buen whisky y se dirigió a un reservado sin tener todavía muy claro que hacer, ni si quería seguir adelante con el plan, quizá se podía dar el lujo de cepillarse a las dos fulanas, alegrarse la noche y esperar... nuevamente el hecho de que no disponía de tiempo le golpeo en la cara como un martillo demoledor

No había tiempo para pensar nada mejor, tenía que pensar como acabar con los dos mamones de la entrada cuando vinieran a por el, gran parte de el plan pasaba por que doc entrara dentro, luego atraería la atención, primero vendrían los dos mamones de la entrada y después vendría el samoano... si es que no trataba de sacar a su dueño del local, entonces Doc estaría a solas con él...

Pero aún no había llegado el momento de jugarse el todo por el todo, quizá podía divertirse un poco aquella noche

Doy tragos lentos a la birra, mientras las bailarinas evolucionan en la platadorma. Miro a Axel, que no parece muy propenso a actuar por el momento. Escruto la sala, busco dos grupos de hombres de diferente estrato, preferiblemente con inquina mutua,  que sean capaces de proporcionarnos una buena distracción en forma de pelea.

- Vuelvo a apoyar la mandíbula en la mano y mientras parezco tararear la música que bailan las nenas, comunico con Axel - Oye tío, ese samoano es de piedra, parece que no se vaya a mover de ahí en toda la noche. Estoy buscando dos grupo de "bolos" que nos distraigan al personal en forma de pelea multitudinaria, ¿ves algún candidato? ¿o se te ocurre algo mejor? Provocar la gresca sería cosa tuya, yo ya estoy fichado como "poli" aquí... -.

Si veo algún grupo idóneo se lo comunico a Axel.

Parece que el equipo de Night City, los Panters, han ganado contra los Raiders. Los fans lo celebran dejando suculentas propinas a las bailarinas. En el local, entran cinco tíos con la camiseta de los Raiders. Su pinta? La de cualquier seguidor de los Raiders, chupa de cuero, peinado mohicano de colores, tatuajes coloridos y algún que otro implante llamativo. Vuestros expertos ojos de polis pueden observar que estos tíos guardan algunas armas bajo las cazadoras...

Axel se descargo los datos de el partido y vio las repeticiones de las jugadas  más emblemáticas del encuentro y dijo a la chica de la barra.

Mande un par de botellas de smash a esos buenos hombres de ahi, a la salud de los panters

Dijo señalando a los que identificara como los ultras del equipo y que a su parecer iban armados. Pago por las botellas y esperó ver como se comenzaba a caldear el ambiente, quizá aquellos chiflados pudieran ser la pantalla de humo que necesitaba.