Partida Rol por web

Pathfinder Alfa: Hijos del Vacio

[Escena] Sex and the City

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19/10/2016, 11:36
Marcus

Korvosa, tarde del 24 de Sarenith, día del juramento, del 4710

Marcus no dudó en despojarse de su camisa después de que Azgarnor hiciera lo propio. El corro que hicieron las chicas mientras comenzaban los murmullos hizo que Marcus desviara la mirada hacia ellas brevemente.

Se centró en lo que debía, el entrenamiento e hizo algunos movimientos de calentamiento cuando sin preveio aviso llegaron otras dos mujeres. La mirada de Marcus pasó primero por ellas, reconociendo su evidente belleza, y luego se detuvo en Lucien. ¿Qué demonios hacía ese chico para tener toda esa especie de harén en su casa? Sacudió la cabeza, no quería preguntarlo. No, ni siquiera quería saberlo. Ignoró también el hecho de que una de ellas fuese un demonio. Estaba claro que tanto Lucien como algunos de los recientes compañeros de Marcus, Selt y Naewen sobre todo, solían tener un sentido más práctico de la vida que el simple concepto de bien y mal. Marcus sonrió sin pensar más en ello y procuró hacer caso omiso de los comentarios mientras centraba sus sentidos en el adversario.

El explorador procuró equilibrar el arma en su mano, sintiendo el tacto de la madera y calculando el peso del arma. Tras un par de giros Marcus entendió el funcionamiento del arma y, aun sabiendo que el combate no resultaría mortal para ninguno de los dos… de seguro sería doloroso. Esas descargas eléctricas iba a ser mejor que procurara evitarlas por todos los medios.

Se preguntó si el mezlan sería capaz de ignorar el dolor de las descargas, que seguramente supondría una distracción severa para cualquier guerrero.

El duelo comenzó y Marcus no tardó en descubrir que aquel entrenamiento iba a depararle muchas sorpresas. Azgarnor se movía de forma extraña… antinatural. Sus músculos no se tensaban cuando y como deberían, de hecho, había momentos en que se movía de formas aparentemente imposibles. Si no lo hubiera visto, jamás lo habría creído.

Definitivamente iba a tener que emplearse a fondo para evitar esas descargas. Quizá sería buena idea preguntar luego al mezlan por alguno de esos… rasgos poco habituales que  el explorador había ido detectando.

En un combate real, Marcus sabía que tendría todas las de perder… salvo que aprovechara y tomara la iniciativa. Salvo que atacara con todo y a fondo a Azgarnor antes de que éste se desoxidara y recordara sus épocas en las que había sido un guerrero notablemente mejor que ahora, si es que aquello era posible.

Pero aquel no era un combate real. Era un entrenamiento y Marcus quería aprender así que no pasó al ataque. Lanzó alguna tentativa pero se mantuvo cauto y a la defensiva. Así no podría ganar pero de seguro que aprendía mucho más de aquel hombre que tenía enfrente.

Y mientras los demás se divertían y charlaban, Marcus se empeñó en hacer sudar a Azgarnor.

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22/10/2016, 16:15
Seltyiel

-Es sensato disfrutar de los lujos que uno pueda permitirse. Solo hay que estar atentos para que eso no atraiga demasiada hostilidad ajena. Aunque supongo que Lucien no tendrá demasiados problemas con los ladrones locales. Quizá llegue a tener más con los nobles locales -dice Selt con humor. Por lo que él sabía, los nobles de raigambre odiaban a los advenedizos y si Lucien se había criado en las calles difícil sería que lo vieran como uno de ellos.

Los jardines de la casa parecían ser grandes y espectaculares también. Toda la casa era espectacular, pero demasiado grande para los gustos de Selt. Algún día tendría algo como aquello, pero más pequeño. Una casa tan grande acababa perdiendo lo que te podía proporcionar de intimidad un hogar.

Marcus había aceptado entrenar con el tal Azgarnor, y Selt sonríe al ver la expectación que aquello generaba en las chicas. Supuso que lo que menos les interesaría del espectáculo eran las técnicas marciales. Selt se queda contemplando el combate sin demasiado interés -aquellas técnicas estaban mucho más allá de su competencia y estilo de lucha-, aunque queriendo ver si Marcus conseguía imponerse a un eurythnio que parecía tener tanta fama.

Más interesante era la conversación que se le ofrecía. Selt espera a que las recién llegadas se separen con Naewen para volverse hacia su anfitrión.

-Es la primera alu que conozco -le comenta-, aunque en Puerto Enigma hay muchas tieflings de linaje abisal. Y unas cuantas asociadas al templo de Calistria, a saber por qué se han concentrado ahí tantas tieflings. ¿Cómo la "pescaste"?

La rubia era espectacular. Selt se pregunta si podría abordarla luego. -¿Quien es la joven que la acompaña?

Aunque luego se centra en los negocios.

-Entonces, ¿alguna sugerencia respecto a nuestro "elemento"? -pregunta Selt. Después de todo, aquel tipejo estaba metido en demasiadas cosas y acababa de pasar a un lugar muy alto en la lista de prioridades a arreglar-. Si no me equivoco hablamos del hermano de una de los grandes de Puerto Enigma. Eso puede ser un problema… se nos va a echar encima el hermanito, de modo que deberíamos prevenir problemas.

Y mira de Talith a Lucien por un momento.

-¿Y cuales son los intereses inmediatos de Thassilon en la ciudad? Eso también sería interesante de saber. ¿Y... va a haber más activaciones de la Puerta Criptica?

Selt vuelve a prestar atención por un momento al combate. Él se defendía con una daga o con un estoque en caso necesario, pero no se podía decir que fuera un experto. Peeero había detalles en aquel Azgarnor que le llamaban la atención incluso a él.

-¿Os importa si lanzo una adivinación...? -Selt dice esto para avisar a sus acompañantes más que para pedirles permiso. Nunca conjures de improviso y por sorpresa delante de dos magos más poderosos que tú. Selt sonrie a Talith-. Algún día tienes que contarme cómo acabaste trabajando para Shalast.

Selt conjura un hechizo de visión arcana, y examina a Azgarnor, esperando ver algunas auras mágicas raras en él.

-¿Por qué un mezlan está aparte del resto de la jerarquía marcial eurythnia? -pregunta, recordando lo que Naewen había explicado-. Se mueve de forma extraña para ser humano... ¿Les dislocan las articulaciones como a los volatineros de circo para una mayor flexibilidad, usa magia específica, o es otra cosa?

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24/10/2016, 17:45
Lukke

- Yo no soy mucho de disfrutar los lujos, aunque la vida suele darnos buenas razones para soportar cierta incomodidad.- Comentó Lukke a Seltyiel dedicando una sonrisa a la estampa de Areelu dándole un beso a Illyria, un beso en la mejilla pero lo suficientemente íntimo para sonrojar un poco a la korva.- De todos modos el lujo si que me viene bien como “escaparate” para mi función como enlace entre Korvosa y Eurythnia.

- En ese sentido no tengo problemas con la nobleza Seltyiel. Después de todo soy noble de nacimiento, y de una casa arraigada, y el hecho de que uno de los suyos consiguiese superar las dificultades, y llegar del arroyo a donde le correspondía, además de ser uno de los “héroes”- dijo el joven pronunciando la palabra héroe con evidente sarcasmo e incluso cierto escarnio-, les hace sentir justificadas sus justificaciones sobre la superioridad de la nobleza.

- Oh, no Seltyiel te equivocas. Es cierto que yo la vi primero, pero ella fue la que me pesco.- Dijo el anfitrión en un tono casi… tierno mientras miraba a la alu con cariño.- En cualquier caso dejame decirte que nunca conocerás a una alu como ella. Y lo digo tanto en el sentido tierno como en el literal.

- La joven no es otra que Isenya. Compañera aprendiz y nieta de la misma Sorshen. Tan inteligente como preciosa, tan dura y despiadada como encantadora. Tengo que reconocer que es una de mis eurythnias preferidas. Pero claro nosotros somos “solo amigos”.- Comentó divertido el joven en un tono curioso, como indicando que había dicho más de lo que aparentemente había dicho.

El joven no pareció cambiar de actitud cuando se paso a temas de negocios. Y es que aunque amable y entretenido aquel Lucien parecía convertir hasta las miradas descaradas en un asunto de negocios.

- Si, el hermano del señor Khybel puede ser un problema. Por lo que tengo entendido aunque no estén muy unidos se apoyan el uno al otro. Pero bueno, cuando te enfrentas a una situación en que ves venir de lejos un problema en vez de esquivarlo, conviértelo en una ventaja.

- Como dije antes la guerra por la sucesión tenía que acabar estallando en algún momento. Ni Elias ni Slyegh van a dar su brazo a torcer y hay un buen montón de segundones dispuestos a dar su parecer. Así que nos ocuparemos de los primeros platos. Tranquilo, como he indicado de esa parte me ocuparé yo, no queremos que manchéis vuestro incipiente grupo tan pronto. Y sobretodo no queremos que os impongan un bando tan pronto.

- Adelante por favor.- Respondió Lucien alegre en cuanto a la petición de usar una adivinación. Seguramente por que sabía lo que vería. Nada. No es que no desprendiese ninguna aura mágica inusual, es que no parecía llevar encima el más mínimo conjuro u objeto mágico. Vale, aquello si era raro.

- Bueno, los mezlan eran una élite muy especial empleada tanto en Thassilon como en el imperio de Azlant. No puedo entrar en grandes detalles claro, pero si que te diré que en el momento álgido de ambos imperios contaban entre los dos con algo menos de mil mezlans. Y es que el proceso de conversión en mezlan es mucho más caro que reclutar, entrenar y armar un par de ejércitos.

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25/10/2016, 19:28
Director

Korvosa, tarde del 24 de Sarenith, día del juramento, del 4710

El combate entre Marcus y Azgarnor pasó la fase del tanteo y pronto ambos empezaron una serie de complicadas florituras y pasos que los desplazaban en giros cerrados, como si orbitasen el uno al otro, que hacía parecer aquello más un baile improvisado, pero talentoso, que un combate.

Tras unos minutos de ese duelo de agilidad, experiencia e ingenio comenzó a quedar claro que el mezlan, a pesar de los oxidadas de sus habilidades, tenía más de lo segundo, y que sus habilidades le ponían bastante por delante en lo primero. Pero aun así parecía que a ninguno de los dos les importase aquello, es más, parecía que se sentían liberados de la competición. Libres para ejercitarse sin presiones parecía que ambos se dedicaban a medir su ingenio, como un duelo de debate con baile incluido y la melodía de las espadas entrecruzándose. Lo cierto es que parecía que se estuviesen comunicando en un idioma que estaban creando entre los dos, y que lo que los demás veíais era solo la superficie.

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25/10/2016, 19:51
Isenya

- Vaya Naewen, parece que este “nuevo mundo” tiene material de primera. Y parece que tu tienes “a mano” una buen materia prima.- Comentó Isenya (mirando a Seltyiel y, sobretodo, a Marcus) con un tono suave y risueño que aun así recordaba por algún motivo al ronroneo de un felino depredador del cual no sabes si busca caricias o arrancarte la garganta.

- ¿Vas a ser también una desconsiderada con ellos o dejaras que las demás juguemos con tus juguetes querida?- Pregunto Isenya a Naewen, educada y amable como siempre, pero dejando claro que las evasivas de la elfa en los relativo a sus avances la molestaban. Aunque Naewen estaba segura de que más que molestia lo que Isenya sentía era confusión. La pobre iba a tenerlo difícil para acostumbrarse a algunas de las maneras de ser modernas.

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25/10/2016, 19:51
Areelu

- Isenya querida, no seas mala. Prometiste portarte bien hoy.- Reprendió Areelu, con suavidad pero firmeza, a su amiga.

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25/10/2016, 20:08
Naewen

-No son mis juguetes, Isenya -contestó Aerilaya con calma. Sonrió a la eurythnia con cariño casi maternal, entendiendo lo que la muchacha sentía. Ella nunca había perseguido el placer como Isenya lo hacía, pero aun recordaba lo que era ser joven y ser rechazada. A determinadas edades, eso parecía una catástrofe-. Y sólo me he acostado con Seltyiel. Es bueno, conoce unos cuantos trucos, pero también muy joven. Se le puede enseñar mucho -añadió con picardía.

Ah, poder tener la edad de Isenya otra vez… qué sencilla era la vida entonces, aunque a veces parecieran tan complicados los problemas más simples.

-Te será más que fácil convencer a Seltyiel, sospecho que en realidad ya lo está deseando. Pero no lo tengo tan claro con Marcus. Es un joven muy serio que busca una pareja estable permanente y no gusta de amantes de una sola noche. Aunque estoy segura de que si no fuera tan estricto le atraerías. Eres preciosa, Isenya.

La elfa se encogió de hombros. -Aunque la verdad es que sí, es un buen ejemplar -apreció, mirando el combate y a los dos hombres medio desnudos-. A veces echo de menos a los elfos, pero los humanos sois… intrigantes.

Aerilaya permaneció seria ante el comentario de Areelu.

-Son costumbres tan diferentes las vuestras y las de los humanos… en ese sentido encajaríais más con los elfos. Entre los míos nadie levantaría una ceja ante desear amantes ocasionales. No todo el mundo en Kyonin escoge eso, pero es un comportamiento normal y socialmente aceptable. Aquí en Varisia sin embargo los humanos son mucho más rígidos. Aunque por lo que he visto en mis viajes es algo bastante frecuente en sociedades humanas. Imaginad, en algunos lugares incluso encierran a las mujeres en sus casas para que otros varones no las puedan ni ver. Bárbaro.

Ya que estaban a solas y hablando de aquellos temas, Aerilaya aprovechó para hacer una pregunta sobre la que tenía curiosidad.

-¿Son diferentes los mezlan de sus razas originales? En ese sentido, ya sabéis a lo que me refiero…

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26/10/2016, 10:21
Marcus

Korvosa, tarde del 24 de Sarenith, día del juramento, del 4710

Un golpe a la derecha seguido de un contraataque por la izquierda. Arriba, abajo, cruce y nuevo choque. Era cierto que parecía casi como una melodía. Como una coreografía bien ensayada aunque a Marcus le costaba bastante seguir el ritmo del mezlan. De hecho ya había conseguido rebasar sus defensas en un par de ocasiones y el calambrazo en la pantorrilla y luego en uno de sus hombros habían reactivado el instinto de supervivencia del explorador.

De no haber sido un entrenamiento, si fuera un combate real, seguramente ya estaría muerto. Pero se estaba divirtiendo. Y estaba aprendiendo. Había movimientos del mezlan que estaba seguro de que no era capaz de repetir. Físicamente para él era sencillamente imposible. Pero otros de los movimientos… aun siendo difíciles… podía tratar de simularlos. Sonrió pese al esfuerzo. Sabía que seguirían así hasta que Azgarnor se cansara y decidiera que era hora de terminar. Pero todo el tiempo que durara aquello, Marcus lo disfrutaría.

Si hubiera podido escuchar los comentarios de las recién llegadas y las respuestas de Naewen a alguno de dichos comentarios, seguramente se habría distraído lo suficiente como para que Azgarnor se aburriera y le diera un golpe definitivo para acabar el entrenamiento.

Pero Marcus no se podía permitir semejante lujo. Casi desde el minuto uno luchaba por seguir un ritmo endiablado que no sólo le exigía precisión extrema sino una atención constante. La danza entre ambos luchadores continuó un poco más.

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26/10/2016, 17:57
Isenya

- ¡Fácil!- Exclamó Isenya ante el consejo de Naewen de forma trágica, y la elfa juraría que no toda era fingida.- ¿Que tipo de mundo bárbaro es este en que una eurythnia tiene que buscar un hombre “más fácil” para tener algo de sexo civilizado y en que se niegan a hacerlo por que “creen que necesitas un amigo”?

- No creo que vaya a ser capaz de acostumbrarme nunca, la verdad ¿Crees que será difícil quitarles esas supersticiones bárbaras a la gente de “este mundo”?- Pregunto Isenya a la elfa sin saber, como casi todos sus compatriotas, como referirse a este mundo que era el suyo y a la vez no lo era.

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26/10/2016, 17:58
Areelu

- ¿En ese sentido?- Preguntó la alu divertida aunque no burlona.- Bueno, si te refieres al sexo por lo que se la mayoría de los mezlans están bien poco interesados en el tema, como en tantos otros placeres carnales. Por supuesto los de Eurythnia eran diferentes, aunque más por educación y costumbre que por que hubiesen diferencias sustanciales con los demás.

- Dicho esto solo te diré que un mezlan es mucho más flexible y hábil de que lo puedas imaginar y su… “capacidad” para llenarte cuando te penetra es poco menos que milagrosa.- Añadió la alu con una sonrisa picarona y lujuriosa.

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26/10/2016, 18:23
Illyria Ornelos

- Naewen ¿Como es…? Bueno ya sabes ¿Como es hacerlo con un elfo? A comparación de con humano claro, ya sabes a que me refiero.- Preguntó Illyria educada en un tono bajo, como si temiese que le escuchasen, y sonrojándose visiblemente.

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26/10/2016, 18:24
Isenya

- Vaya, veo que no soy la única que le ha echado el ojo a uno de los amigos de Naewen ¿Es mono ese tal Seltyiel verdad?- Preguntó Isenya a Illyria, la cual se sonrojó más aun.- Aunque yo prefiero al muchacho fornido.- Añadió dedicándole una intensa mirada depredadora a Marcus y cruzando con él una sonrisa… turbadora.

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26/10/2016, 18:24
Illyria Ornelos

- No yo…- dijo Illyria que se detuvo, respiró hondo, y como ya la había visto hacer otras veces Naewen borro su vergüenza a base de puro valor.- Si, es atractivo e interesante, pero preguntaba solo de forma teórica.

- No se lo digáis a Lucien ¿Vale?- Pidió la muchacha aun sonrojada.

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26/10/2016, 20:17
Naewen

-¿Que importa si sólo uno está interesado? Seltyiel es joven, es atractivo, es amable. ¿Por qué frustrarte si el otro no quiere? No les conoces a ninguno y ambos son igualmente atractivos a su manera. Reconócelo, Isenya, quieres lo que no puedes tener.

Aerilaya dijo esto gentilmente, sin señalar que aquello era infantil porque sabía que Isenya lo captaría por sí misma sin necesidad de puntuaciones humillantes.

-Son costumbres diferentes, Isenya. Seguro que os encontrabais con algunos choques también cuando pretendíais a gente de otras satrapías, como Cyrusian. No creo que por el momento se pueda hacer mucho al respecto. Pero supongo que vuestras costumbres se irán mezclando con las korvosanas paulatinamente. Quien sabe. ¿Una generación humana? -Se encogió de hombros-. ¿Te has preguntado alguna vez qué asimilaréis vosotros de los korvosanos?

Pero dio una palmadita a la mano de la rubia eurythnia, entendiendo su frustración. Era terrible sentirse desarraigado, y todos los thassilonianos que había conocido parecían sentir aquello en mayor o menor medida, aunque parecieran tan prestos para arreglar la situación y moldear aquel nuevo mundo a su conveniencia. Aerilaya podía entender bien aquel sentimiento, porque ella sentía lo mismo. No encajaba en Kyonin, no encajaba entre los humanos. No del todo, al menos.

Cuando uno sentía aquello, hacía lo que podía para encontrarse un hueco lo más confortable posible. Aunque fuera un hueco que se adaptara imperfectamente a una.

-A mí me habéis dado algo que ninguna otra cultura me ha dado, una aceptación que ni mi propia raza me ha dado. Sin duda otros sentirán lo mismo. Y vosotros también. No será lo mismo que en los viejos tiempos, Isenya, pero te aseguro que algún día sentirás que éste es tu lugar. Algún día este nuevo mundo no te parecerá tan extraño.

Aerilaya suspiró levemente. -No asustes a Marcus, ¿de acuerdo? No va a entender ese aspecto de vuestra cultura. No te lo tomes a mal. Así son las cosas en el mundo moderno. Y entre diferentes culturas. Las costumbres de los elfos no han cambiado significativamente desde hace once mil años, y sin embargo, y a pesar de nuestras tendencias calistrianas, hay suficientes diferencias en este tema para encontrar puntos escandalizadores para ambas partes. No hablemos ya de otros temas donde la diferencia de mentalidad es radical...

La elfa sonrió ante la respuesta de Areelu, pues era más o menos lo que había supuesto. Era curiosidad ociosa, pues no tenía interés en probarlo de primera mano, pero Aerilaya siempre tenía curiosidad, incluso por cuestiones tontas como aquella.

-Imaginaba que su transformación acabaría arrebatándoles los anhelos que normalmente la gente tiene. Aunque siempre cabía la duda de si vuestra magia los infundiría con… la presión de las runas. O como quiera que lo llaméis vosotros. A Kus… al maestro no parece gustarle que los llame "vicios".

Y pensativa, añadió: -Supongo que es inevitable que nuestros deseos cambien cuando nuestra naturaleza cambia. He visto eso en algunas mujeres que dieron el paso hacia la no-muerte. Al principio retienen lo que deseaban cuando estaban auténticamente vivas, pero luego van cambiando su mentalidad, conforme se olvidan de lo que significaban aquellos anhelos para un cuerpo vivo. Pero Azgarnor está vivo, claro, aunque haya cambiado. No es lo mismo… aunque en el fondo lo sea.

La pregunta de Illyria casi arrancó otra sonrisa de Aerilaya, aunque se contuvo al percibir su timidez. Ah, se notaba que era una korvosana de buena familia. Aquella vergüenza al hablar de aquellos temas…

-Realmente no es distinto. Nuestras razas son muy parecidas. Aunque sí hay una diferencia, y es en la forma en que encaramos la experiencia. Los elfos suelen entregarse más que los humanos. Es una cuestión de… sentir el momento, supongo. Pero es una diferencia sutil que es difícil de explicar. Es más fácil de entender si alguna vez has visto un grupo de elfos interaccionando entre sí. Crueles como podemos ser, sabemos entregarnos a la vida. Es la misma razón por la que no tenemos las mismas ansias por conseguir lo imposible que siente tu raza, Illyria. A veces es suficiente simplemente con sentir la vida, y disfrutarla hasta el fondo. No hace falta transformarla, superarla, ni estar buscando siempre lo inalcanzable.

Aerilaya hace un pequeño ademán de disculpa con las manos, como diciendo que no podía explicarlo mejor.

-Aunque si quieres entender esa diferencia de mentalidad, podría enseñarte algo que te ayudaría a entenderlo. Si estás dispuesta a un pequeño viaje... no puedo llevarte a Kyonin, pero hay sitios incluso mejores para entenderlo.

Se encogió de hombros.

-Pero realmente no encontrarás muchas diferencias. Como de costumbre, lo más importante no será la raza, sino lo que te despierte tu pareja. En eso, los elfos coincidimos con las creencias korvosanas. Siempre es mejor cuanto más próxima esté tu pareja a ti. Pero no todo el mundo tiene la suerte de encontrar un alma gemela, claro. Desna nos sonríe a veces, pero otras veces se ríe de nosotros. Así que normalmente hay que conformarse con lo que nos presenta la vida. ¿Quieres que te ayude con Seltyiel?

La última petición de Illyria hizo que Aerilaya sacudiese la cabeza.

-Si es lo que quieres no se lo diremos, pero bien sabes que no es algo de lo que te tengas que preocupar. Lucien no es celoso. Su infancia ha sido tan extraña que nunca ha logrado empaparse de muchos de vuestros valores. Lo cual me parece en general una maldición, el pobre no ha tenido infancia. Pero supongo que en algunos pequeños es aspectos una suerte, porque tu cultura está llena de absurdos, Illyria. Espero que no te enfades por esta pequeña valoración, pero los eurythnios no son los únicos que se frustran con muchas de vuestras costumbres.

Aunque no siempre coincidiera con los eurythnios en el objetivo de su frustración, claro estaba. Aerilaya se frotó suavemente la runa por encima de la ropa, incomoda. Aquella conversación parecía despertarla, o tal vez era que le resultaba a ella más difícil ignorarla.

-Por cierto, que estoy planteándome… aun no conozco a demasiados eurythnios. ¿Qué pensáis de hacer alguna pequeña fiesta privada para la gente más joven de la satrapía? Así yo podría conocer a más gente y podría ser divertido. Aunque si os gusta la idea tendríais que ayudarme con los detalles, es una pena pero no conozco lo suficiente de vuestras costumbres para montar una reunión que os guste.

Y luego, tras una pausa. -Debería hablar con Volemak también. Temo haberlo ofendido antes, sin querer. ¿Sabéis dónde va después de terminar su trabajo para el maestro Elahnar?

Aerilaya se centró durante un rato en observar el combate. No tenía suficiente experiencia para valorar la técnica y el estilo de combate parecía muy diferente a la esgrima tan popular entre los elfos, pero siempre había algo fascinante en la danza de dos combatientes experimentados entregados a un concurso de habilidad. Y sí, la verdad era que Marcus tenía un físico magnífico.

-¿Sabes lo que seguramente encontrarías con un elfo? -le preguntó a Illyria inesperadamente-. La atracción de lo exótico. Es lo que me ha pasado a mí con algunos humanos. No es que realmente haya diferencias, pero... -Le guiñó un ojo.

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26/10/2016, 21:12
Seltyiel

-¿Buenas razones para soportar la incomodidad? Perdona que te diga esto, pero lo encuentro absurdo. Hay que soportar los reveses de la vida porque son inevitables, pero buena gana de fastidiarnos disfrutando con ellos. Ni que fuéramos kuthonitas. Disfruta del lujo ya que puedes permitírtelo, es mi consejo. Aunque yo personalmente no estoy interesado en el lujo improductivo, no rechazaría nada que hiciera mi vida más cómoda.

Seltyiel se queda un momento callado con expresión neutra. Pero finalmente reconoce lo que le pasa por la cabeza.

-¿Cómo es Laori realmente? Una obispo de Zon-Kuthon… por el aguijón de Calistria, juro que no he conocido a un kuthonita de cierto poder que no esté chiflado. Por más que algunos parezcan espeluznantemente racionales, todos están locos.

El elfo asiente en silencio a las palabras de Lucien acerca de la nobleza. Supuso que resultaría poco diplomático señalar en aquella compañía que los nobles siempre le habían parecido un rebaño de idiotas.

-¿En qué se diferencia tu alu del resto de las alus? -pregunta curioso Selt-. ¿Su educación entre los eurythnios? ¿Realmente eso marca una diferencia, siendo una ajena y eso? Los ajenos son… tan rígidos. Así que te pescó ella. Normal y lógico. -Selt aprecia las curvas de la demonio eurythnia-. Aunque diría que hay en esa historia mucho que no quieres contar.

Seltyiel no insiste en el tema. Mira con interés a Isenya.

-¿Nieta de la legendaria Sorshen? Vaya, vaya. -Aunque por mucho que despertara su interés la joven, era más intrigante pensar en la leyenda de la infame archimaga-. ¿Isenya es tan joven como aparenta? Después de ver cómo el señor Olhas parece un adolescente cuando tiene como un siglo o poco menos cualquiera se fía. Sorshen tenía sus buenos siglos si las leyendas no mienten, tiempo más suficiente para que sus nietos sean bien talluditos.

Eso de ser solo amigos… curioso comentario viniendo de alguien que vivía entre peña tan descocada como los eurythnios.

-¿Y eso por qué? ¿Es inalcanzable en el sentido en que lo son las nobles de Korvosa o Magnimar? Eso sí, parece menos seria que Elphren.

Negocios…

-Sí, es lógico que se apoyen entre sí. Incluso si estuviera dispuesto a traicionar a su hermano más poderoso si ve la oportunidad de una auténtica ganancia, sería absurdo no apoyarse por el momento. Otros les comerán vivos si no consiguen ser lo suficientemente fuertes y ningún señor del crimen consigue ser fuerte únicamente por sí mismo, necesita detrás toda una red dispuesta a seguir sus ordenes.

Asiente a la valoración de Lucien. -Sea pues. Ocúpate tú. ¿Vas a comprarla o ir a algo más agresivo?

-Elias… ten cuidado con él. No es como los otros señores del crimen. No es el principal competidor de Cromacky por nada, ni se ha convertido en el capo más poderoso sin que los otros se dieran cuenta de su ascenso hasta que fue demasiado tarde sin una buena dosis de astucia. Y tampoco es como los otros magos que hayas conocido. Es ladino y frío, sabe pensar a largo plazo. Y tiene una red de información fabulosa. Probablemente ya sepa de tu punta de lanza en la ciudad. Aunque ahora me alegro de no haber llevado a Naewen a que le conociera. No me la imagino mezclada en esta operación que se nos avecina.

Lo de los mezlans era intrigante.

-Bueno, teniendo en cuenta que son una élite no me parece raro que sean tan pocos, pero, ¿proceso de conversión? ¿Qué implica eso?

Selt hace un gesto de ánimo en dirección a Marcus. Aunque se alegra de no ser él quien tiene que probarse ante el mezlan.

-Veo que no tiene una sola aura mágica. Eso sí que es raro. Todos los guerreros que he conocido que se precien llevan como mínimo algo para realzar su fuerza o reforzar su arma o armadura. No las está suprimiendo con una abjuración o ilusión, ¿verdad?

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27/10/2016, 12:38
Marcus

La sonrisa de la despampanante mujer rubia distrajo a Marcus por un segundo. ¿Quién era y por qué le había mirado así? Peor aún, Naewen se encontraba contemplando el combate y mirando también en su dirección. La elfa hablaba con la rubia y las otras mujeres. ¿Estaban hablando de él?

Por fortuna no se tropezó ni cometió error alguno… pero el despiste le valió un sonoro golpe en un costado, bajo las costillas. Azgarnor no le daba un respiro. Marcus apretó los dientes al notar la corriente eléctrica y retrocedió con rapidez hasta que pudo acompasar su arma de nuevo a la danza furiosa del mezlan.

Debía centrarse, notar el peso del arma, notar todo su entorno. Debía intuir a dónde iría el siguiente golpe de su adversario, casi como si estuviera luchando a ciegas. Azgarnor no sólo le superaba en técnica y habilidad. Su velocidad, sus reflejos, su fuerza… todo en el eurythnio era superior a Marcus. Si quería frenarlo debía tratar de compensar esa desventaja con improvisación y algo de suerte. Hacer cosas inesperadas. Ni siquiera con su vasta experiencia el explorador se acercaba a la experiencia del mezlan.

Se agachó para evitar una nueva estocada pero Azgarnor aprovechó para golpear con una patada la pierna de apoyo de Marcus. Éste trastabilló y trató de frenar el siguiente golpe de la espada de entrenamiento del mezlan pero no tuvo la fuerza suficiente y Azgarnor le desarmó con facilidad. La espada de entrenamiento de Marcus cayó pesadamente al suelo a un par de metros de distancia mientras Azgarnor apuntaba al pecho de Marcus con su propio arma.

El humano alzó las manos en gesto de rendición. Habían acabado.

- Ha sido muy… estimulante. – Dijo tratando de buscar la palabra correcta. –Gracias. – Añadió haciendo un saludo marcial.

- Vuestra fama se queda corta. – Elogió al guerrero. No era broma. De hecho, era el mezlan el que había hecho sudar a Marcus sin apenas despeinarse. El explorador esperó a que Azgarnor se relajara antes de dar unos pocos pasos para recoger su camisa y echársela al hombro. En cuanto se aseara un poco volvería a ponérsela.

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27/10/2016, 19:32
Isenya

- Por supuesto.- Respondió la joven con aspecto confundido como si no acabase de entender a donde quería llegar Naewen.- ¿Por que iba a preocuparme tener lo que puedo tener sin esfuerzo?

- De todos modos no es ese el punto.- Dijo la muchacha desechando con un gesto de su melena la confusión, seguramente dada por imposible o intrascendente.- De lo que me quejaba es que estas nuevas sociedades parecen tratar el sexo como si fuese algún tipo de cirugía sin anestesia, o como poco una comida potencialmente desagradable y posiblemente venenosa.

- No querida, nunca había visto unas actitudes como estas. Ni entre los miembros de otras satrapías, ni en representantes del imperio ¡Por la cola rúnica ni siquiera en los bárbaros que llegaban aquí de tanto en tanto! Cuando el maestro Olauran y Lucce nos informaron de esto pensé que pretendían tomarnos el pelo.- Explicó la joven en un tono en el que se mascaba la tragedia. Isenya tenía talento para el drama.- Ojala hubiese sido eso.- Añadió con un mohín y dejando claro por su tono que tampoco le hizo gracia cuando pensó que era un engaño.

Y sin embargo la joven volvió a quedarse confundida ante las palabras de Naewen.

- Por supuesto que lo he pensado Naewen. Somos Eurythnia ¿Crees que no hemos calculado los coeficientes de influencia cruzada y las variables de determinación psicosociales? Pero olvidas que lo importante en una cultura no son los números si no la sofisticación de esta. Es por eso que unos pocos artistas y políticos pueden marcar el cambio en una sociedad.- Explicó Isenya con calma, al parecer llegando a la conclusión de que simplemente Naewen no conocía algunas cosas que los eurythnios daban por hechas. Aunque desde luego lo hacía sin compasión ni paternalismo, tan solo con comprensión.- Creeme Naewen no se perderá tanto de nuestra cultura como hemos perdido en otros muchos campos.- Añadió en un tono más amargo que desecho de inmediato.

- De todos modos es seguro que esa forma tan absurda de ver el sexo desaparecerá, y dudo que la percepción de que las mujeres son “débiles” aguante siquiera unos segundos ante la Señora. Pero no es nada de todo eso Naewen, es que es frustrante tener que racionalizar puntos de vista tan absurdos. Y además a mi me gustan fornidos.- Añadió la joven con un mohín que le ganó un abrazo con el ala de Areelu.

- ¡Por supuesto que te hemos aceptado eres una de nosotros!- Exclamó Isenya que parecía hasta escandalizada de que Naewen pudiese pensar que las cosas fuesen de otra manera.

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27/10/2016, 19:35
Illyria Ornelos

- Se que no es celoso Naewen, lo que me preocupa es lo contrario. Que si se entera que me he fijado en él intente ponérmelo en bandeja. Lucien es un cielo y se desvive por complacerme pero ya me siento bastante descentrada con alguna de sus peculiaridades como para sentirme cómoda mientras mi prometido trata de liarme con uno de sus socios.

- Si, creo que algo de exótico hay en mi… en la atracción que siento. Aunque también es verdad que se parece un poco a Lucien con esa pose entre hacerse el duro y actuar sutilmente.- Comento con cierto sonrojo pero esbozando una sonrisa gamberra.

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27/10/2016, 20:33
Naewen

-Bueno, entonces tienes un duro esfuerzo ante ti, Isenya -dijo Aerilaya-, pero sigo pidiéndote que no le asustes, por favor. Tampoco te digo que no lo intentes. Eres preciosa; quizá contigo no sienta lo mismo.

Se encogió de hombros. -Si fueran sólo sus actitudes hacia el sexo lo que me disgusta de las sociedades humanas, estaría mucho más cómoda entre ellos. En general las sociedades humanas tienen características mucho más molestas.

La elfa sonrió. -Sí, Isenya, ya había supuesto que tenéis calculada milimétricamente la asimilación. Pero tú preguntaste cuánto tiempo y la verdad es que no tengo ni idea. No sé apenas nada de sociología. Y lo que sé es conocimiento empírico más que teórico. He viajado mucho, lo suficiente para poder hacer algunas intuiciones acertadas.

Aerilaya asintió, no dudando que muchos puntos de vista de los eurythnios se impondrían. Aunque ellos mismos habían empezado a cambiar, aunque Isenya no lo viera ahora

-Gracias -respondió suavemente a la exclamación de Isenya. Y sonrió ante la explicación de Illyria-. Cierto, había olvidado lo peculiar que es Lucien. Entre los elfos los celos por cuestiones sexuales son prácticamente desconocidos, pero tampoco puedes esperar que uno de tus amantes te allane el terreno hacia otro. Sería… una intromisión en la libertad de actuación individual. Y no son celosos, pero en general tampoco tan generosos.

Aerilaya estaba mirando el combate cuando vio que Marcus perdía la concentración y que Azgarnor aprovechaba la guardia baja de su contrincante para vapulearle. La elfa hizo una mueca, recordando las veces que ella le había pasado lo mismo con un conjuro bélico, y no en un duelo amistoso precisamente.

Se acercó a Marcus imaginando que las otras la seguirían.

-Buen combate. Ha sido precioso, como una danza -dijo la elfa, que apreciaba la estética de aquel desafío de agilidad y astucia. Alargó la mano, en una caricia al brazo de su compañero, una caricia impregnada de magia. La sangre y el sudor desaparecieron del cuerpo de Marcus-. Espero que no molesten mucho esas contusiones. Tengo un ungüento estupendo en la casa, ahora después te lo doy.

Aerilaya sabía que no eran gran cosa en comparación con lo que se recibía en un combate auténtico, pero buena gana de sufrir molestias por un simple entrenamiento. Laori estaba por allí cerca, pero en su experiencia las curaciones de un kuthonita nunca eran agradables.

La elfa hizo también un movimiento de cabeza en dirección a Azgarnor, felicitándolo por su actuación. A él no le ofreció el ungüento; las heridas del mezlan ya estaban cerrando, como si nunca hubieran existido.

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27/10/2016, 21:01
Marcus

Marcus parpadeó sorprendido. Conocía la magia pero nunca habían usado sobre él un conjuro similar. Estaba más acostumbrado a asearse a la antigua usanza. A la normal, vamos. Él nunca había necesitado de magia en la naturaleza, pero debía admitir que era algo muy útil.

- Gracias. - Dijo a Naewen mientras sonreía y se volvía a colocar la camisa cubriendo su torso. Se pasó luego la mano por encima de una de las contusiones del brazo. - No te preocupes... Prefiero que sanen de forma natural. Me servirá de recordatorio... Y me ayudará a recordar todo lo que he aprendido. - Dijo asintiendo de nuevo de forma agradecida al mezlan.

El explorador desvió la vista a las acompañantes de Naewen. - No tengo el placer de conocer a tus amigas. - Dijo a modo de saludo mientras extendía la mano hacia Isenya primero y se la estrechaba con suavidad extrema. Para luego hacer lo propio con Areelu.

- Marcus Khayne. - Se presentó. No estaba muy seguro de cómo debía haber saludado pero no le pareció una forma errónea de introducirse. Al menos podía justificarse con su desconocimiento de las costumbres eurythnias.