Partida Rol por web

El esqueleto ataca de nuevo a la oráculo, que evitar el golpe de la espada larga. Sin embargo se da cuenta demasiado tarde de que ha sido engañada: el can pútrido penetra en sus defensas propinándole un brutal mordisco en la pierna, haciéndole perder el equilibrio y una vez en el suelo le propina un maligno garrazo.

Dalía no puede evitar retorcerse de dolor en el suelo mientras se pregunta que a que infectas enfermedades estará expuesta al ser mordida por semejante engendro de ultratumba...

"Tus esfuerzos son patéticos, oráculo. Por lo menos serás una zombi decente..."

"Endiablada mujer! Recuérdame que no intente bailar contigo! No sabría hacia qué lado girar!" - replica con sorna Eredhir, aunque la sonrisa de su cara se borra en el instante que ve caer a Dalía al suelo tras la dentellada del engendro - "Aguanta Dalía!"

Una lluvia de flechas caen certeras sobre el descomunal no-muerto...

De nuevo 2 flechas de Eredhir hieren al perro-gul profundamente, pero aunque parece a punto de caer, parece que el no muerto todavía sigue siendo peligroso..

La cultista, como un faro oscuro en la niebla, canaliza el poder de Urgathoga y estalla curando a sus aliados. No parece haber nada que pueda detener a esta maligna mujer y sus aliados...

"¡¡¡Me haré un collar con vuestras vértebras, entrometidos!!!"

- Tonterías, no seré una zombie decente, seré la más bella de las zombies que hayas visto nunca. Tanto que te enamorarás de mí y querrás ser una zombie tú también para que nuestro amor sea eterno. Mi conversión será también tu final.

Dalía no tenía muchas opciones, curarse implicaría recibir nuevos ataques por lo que no era una opción, así que siguió golpeando al esqueleto con la esperanza de que sus compañeros consiguiesen abatir a alguno de sus enemigos. Sin embargo, ahora su guardia era más precavida. A pesar de ello... fueron dos tremendos golpes, poderosos y dirigidos, muy poderosos y muy bien dirigidos.

Los no muertos se ven sorprendidos por la agilidad sobrenatural con la que la oráculo se levanta del suelo de un salto. Con una energía nacida de la desesperación, Dalía lanza dos poderosos golpes con la maza. Uno de ellos quiebra una de las tibias del esqueleto, que cae al suelo, ¡¡momento que la mujer aprovecha para aplastarle el cráneo de un tremendo golpetazo!!

- ¡Silencio mujer! ¡Deja de juguetear con poderes mágicos que no entiendes!

Dice una voz que empieza ahora a pronunciar unas sombrías palabras. Para el resto de los combatientes, una forma neblinosa comienza a formarse delante de la sacerdotisa, pero esta ve algo completamente distinto. Una figura espectral aterradora se materializa lentamente delante de ella, intentando ahondar en sus terrores más profundos...

"¿¿Magia de ilusión?? Necesitarás más que humo y espejos, seas quien seas..."

El perro-gul continúa su ataque contra Dalía, pero las tácticas defensivas de la óraculo resultan efectivas para evitar un nuevo impacto...

Eredhir estaba confuso, no sabía que le parecía más... llamativo... si pensar en una "bella" zombie, o pensar en el "amor" entre aquellas dos mujeres...

Lo que sí tenía claro era que aquella bestia tenía que caer...

Eredhir consigue por fin acabar por fin con el Can Pútrido pues una de las flechas lo hiere en el costado y los disparos subsiguientes atraviesan el cráneo de la abominación no muerta, que se desace en un montón de carne putrefacta...

"¡¡Acabaré con vosotros, insectos!! ¡¡Sentid el poder de la Princesa Pálida!!"

La cultista irradia de nuevo energía impía, esta vez con la intención de dañar a sus enemigos...
 

- Si está pálida puede ser hepatitis, aunque eso es más bien amarilla... ¿Podrías definir mejor el tono de piel? Igual es simplemente que toma poco el sol... 

Dalía nota el poder de la energía negativa, pero esta vez, por suerte, los dioses están de su lado y el dolor es algo menor de lo esperado.

Después, procede a recuperar algo del daño perdido y avanza hacia ella, quedándose pegada, con el escudo embrazado y la maza en alto, aunque todavía manteniendo una postura defensiva.

- Hola cariño, por fin estamos juntas, ahora podremos susurrarnos cosas bonitas al oído.

Alatar se concentra cuando identifica que la mujer va a liberar energía negativa. Cierra los ojos y recibe la energía impía de la sacerdotisa, anulándola sin esfuerzo.

- Estúpida engreída. Te daré algo más que humo y espejos...

Unos rayos de fuego aparecen de la nada en dirección a la sacerdotisa....

Ambos rayos impactan a la mujer pálida, que sigue todavía en pié.

El elfo se mueve hasta colocarse frente a la ventana del la pared norte y apuntando a la mujer grita: "Ya has causado suficiente daño mujer, ríndete ahora y conserva la vida."

¡¡Para mi la muerte es una bendición, arquero. Sea la mía o la vuestra!!