Partida Rol por web

Valändil asiente.

-Nosotros nos encargamos de las armas.Estaremos aquí fuera pos si "nos necesitarais"

Susurra a Lezort

-Sera mejor que esperemos alejados de estos guardias con cara de tan pocos amigos y más conmigo...

Estoy de acuerdo contigo druida, ademas posiblemente no seas del agrado de la gente que avita aqui.-

sin mas le da un coscorron al viejo enano- Cuidate ahí dentro, no podré salvarte el pellejo una vez que estes dentro viejo amigo-  Una vez dicho esto se acerca al elfo- Cuida al viejo enano, estoy viendo que ya no anda con la misma agilidad

Una vez que el elfo y el enano estan fuera de la vista, se dirige al druida- ¿has visto a la persona que tenemos que buscar? segun el leñador estaba tambien infectado donde nos hayamos antes, en los lindes de la frontera, si sabes algo dimelo

- Perfecto entonces.- dijo el elfo a sus compañeros que se quedaban cuidando de sus pertenencias.

Después, se giró hcia el enano y en un susurro le dijo.- Será mejor que hables tú, que estás más acostumbrado a tratar con la gente... a mi no me van las charletas... bueno, ya sabes.- confesó Viento encogiéndose de hombros mientras seguía a uno de los brutos.

El Semiorco se da la vuelta y observa por el rabillo del ojo cómo dejáis vuestras armas en manos de vuestros compañeros.

-¡Seguidme!.- dice, y atravesáis las puertas que se cierran detrás de vosotros.

Una vez atravesáis las puertas de la zona noble podéis comprobar que todos los edificios son más robustos y están construidos con materiales mucho mejores que los de la zona pobre del pueblo. Os dirigís a la mansión más lujosa de todas, en la puerta exterior, delante del jardín, un enorme humano, una auténtica mole, discute con una mujer llorosa.

-¡No pienso pagar la curación del inútil de tu esposo! Se le cayó un leño encima ¡Es por su propia torpeza!. ¡Me da igual que se infecte y muera!-

Os quedáis en una tensa espera delante de tres semiorcos bastante robustos que os miran con abierta hostilidad.

Pero no hacen nada agresivo.

-Pero... pero... morirá ¡y solo nos faltan unas monedas para comprar la poción curativa!-

-Hmmm-dice la mole observando el cuerpo de la mujer... -De acuerdo... seré generoso por una vez, vente con tu hermana y tu prima dentro de dos noches a la fiesta de cumpleaños del Mazo. Si os portáis bien... ¡Qué se que lo haréis! os pagaremos esa curación.-

-¡Ahora fuera!- dice empujándola.

La mujer se deshace en agradecimientos y se marcha sobrecogida.

El hombretón pasa a continuación a miraros con desprecio.

-¡Guardia! ¡Que mierda me traes hoy!.-

-Ni zorra jefe, unos idiotas que quieren ver a los que mandan en este lugar.-

Ambos energúmenos se quedan expectantes. No parecen ser muy pacientes.

Aaronvir mira la escena dolido, aunque no sorprendido. Vilezas como esa estaban a la orden del día en cualquier parte de Golarion, pero no dejaba de molestar al ranger. Lo malo es que no podía ir ayudando a todo aquel que lo necesitase en el lugar al que fuera, pues necesitaría 2 ó 3 vidas para que le diera tiempo.... y también estaba su egoismo personal.... no todo iba a ser ayudar al prógimo. Viento se encogió de hombros y miró al grandulón que tenía delante.

Cundo despachó a la mujer, el elfo la miró y forzó una media sonrisa. Luego fijó su vista en el hombre y esperó a que les presentaran.

- Mi nombre es Stilgur. Mi compañero es Aaronvir, un elfo de gran habilidad. Por lo que nos han dicho tu eres el que manda aquí. Hemos sido atacados por unos cultistas enloquecidos en el pueblo y hablaban de un ritual maligno cerca de aquí. Murmuran algo sobre una enfermedad.

Stilgur se encoge de hombros. 

- No es que sea asunto nuestro, pero pensamos que si los leñadores caían enfermos en masa a alguien le podría molestar ... ¿no? La producción bajaría mucho.

El tono de voz del enano es frío y desapasionado.

El "jefe" no parece creer en absoluto las palabras de Stilgur.

-Mira... enanito... no me fío para nada de tu especie y a tí no te había visto en la vida, ¿Por qué tendría que creerte? Aquí siempre hay plagas y mierdas... ¡Ya nos ocuparemos de esos cultistas chiflados de Iomedae cuando cometan alguna ilegalidad! ¡Les tenemos bien vigilados!.-

-Y si la producción baja subiremos los precios Jajaja.-

-La verdad, no lo se, pero podíamos acercarnos a los lindes quizás descubramos algo... Me temo que la espera si no, va a ser muy larga...

Stilgur fija su mirada en Pay Day.

Muy despacio, se gira hacia el elfo.

- Aaronvir, vayamonos de aquí. No hay nada que hacer ni que decir.