Partida Rol por web

- Bueno, todos los usuarios de magia estan un poco tocados ... sin ofender, Redwolf.

Uriel sabe que no puede comunicarse con ellos pero espera que poniendo una pose de amigable y asintiendo o sonriendo cundo LadyLaia espere tener mas énfasis pueda ayudarla

Seoni observa a la multitud con cierta preocupación. No es que piense que la puedan ocasionar algún daño - a ella, una poderosa hechicera-, pero tampoco quiere herir sin necesidad a gente inocente.

Para intentar paliar los ánimos, y mostrarse cordial, sonrie como mejor sabe y realiza una reverencia a todos los presentes, del modo más servicial que sabe.

(susurra al grupo) Si están enajenados de algún modo, dudo que vayan a actuar coherentemente, así que nuestros intentos de aplacar sus reservas serán en vano. Estád preparados por si las cosas se ponen peliagudas. Puede que sea capaz de volvernos invisibles a todos, y así poder evitar un comb....una matanza

Targul gruñe a los azlantis que os miran con ojos recelosos.

Lady Laia mira a la gente con ternura, sabe que su fin está cerca, y lamenta no poder expresar el dolor que siente por todos ellos. Como explicarles que significa ese meteorito para ellos. Pero la historia no es ni mucho menos justa, y aunque desearía ayudarlos a todos, era algo que no estaba más allá de sus posibilidades. Lo que sí que podía hacer, es ayudar a sus compañeros Pathfinders, y anular esa Ancla que tenía delante, así que fijo su mirada en ella y comenzó a utilizar sus propias palabras en su contra…

- Es cierto que somos, en cierta manera, extranjeros, pero no menos que ella, que forma parte de un grupo de fanáticos, que en su locura, han intentado controlar poderes que se les escapa a su entendimiento, provocando esta tormenta arcana. Solo hay que verla, como la acarician los rayos de energía mística de vez en cuando. Energía que nos tiene a todos prisioneros y provoca que extrañas y terribles criaturas aparezcan y hagan estragos allá donde aparecen. Lady Laia, hace una pequeña pausa, para que sus palabras cobren fuerza.
!!!MUJER!!!, libera la energía mística que te poseen, con este pequeño gesto, nos ayudaras a todos a ir mitigando este caos, hasta que poco a poco sea eliminado.

Las palabras de Laia parecen calmar a la hechicera trastornada, y la multitud, aunque expectante parece bajar considerablemente su tensión y hostilidad.

Aun así parece dudar, esta bastante asustada y no deja de mirar al meteorito que se percibe mas alla de la cupula de energia magica verde  ...

Lady Laia, viendo las dudas que hay en la multitud, explica con ternura lo que significa el meteorito...

Viva nuestro piquito de oro 

La multitud alarmada aunque sin perder los nervios empieza a disolverse. Escuchais comentarios sobre buscar a sus seres queridos y refugiarse, contra toda esperanza en las cuevas subterraneas.

La hechicera se derrumba, llorando.

- ¿Que hemos hecho? Solo queriamos hacer algo bueno, traer a Aroden y que guiase a la Humanidad a la trascendencia ... y hemos asesinado y acabado en este momento en el que el mundo casi desaparece ... es horrible y yo tengo parte de culpa.

Con un gesto, deja de estar rodeada de luz verde y se queda llorando desconsoladamente en el suelo.

Continuais buscando otros hechiceros de los heraldos hasta os topais con un humano rodeados por energia verde y que ocasionalmente se conecta a la cupula verde mediante una descarga de energia esporadica ...

Os mira sin haceros mucho caso, sentado en una silla, solo en una terraza exterior de una taberna.

En la mesa tiene un plato con algo viscoso que humea de color negro y un trozo de pan, junto a un vaso de vino.

Parece estar echandose las cartas a si mismo. 

Las mira con una sonrisa de medio lado como si fuese un chiste que solo el entiendese.

- El viaje, la locura, la muerte.

Os mira durante una decima de segundo.

¿Os apetece jugar a las Torres?

¿Una baraja de Presagiar?
Esas cosas son las que le gustan a mi mujer y a mi hija Luna. 
 

La hechicera abre sus ojos de forma desorbitada al contemplar el juego de azar.

Con un chasquido de dedos, una silla se acerca mágicamente a la mesa, y su bastón y manto se colocan sólos sobre el respaldo.

Desde mi nacimiento, la fortuna me sonríe, y estos juegos no son azar para mi, pues el resultado siempre me favorece. Adelante caballero, juguemos...

Dicho esto, Seoni sonríe y se sienta frente al demente humano

Viendo que Seoni va a enfrentarse al Taur, Lady Laia se acerca ha ella y cogiendola con firmeza de la mano, la anima:

- Fue la Carrera de Selmius Foster, contra un marid y un efreeti en la isla de Jalmaray, que nos enseñó,
que nada es realmente imposible y cada situación puede terminar en Victoria. Ahora tú eres nuestra heroina.

Dicho esto, luego se sitúa detrás suyo y pone cara de desesperación, para parecer que lo tiene todo perdido y así confiar al Taur.

Tras un par de partidas de cartas el hombre frunce el ceño y echa a reir.

- ¡Parece que la suerte o el destino esta de tu parte! Esta visto que las cartas estan del lado de la belleza ... locual me hace entender porque no me muestran otra cosa que no sea muerte y destrucción.

¿Alguien más se atreve a jugar? ¡Binui Skostravalus reta a otro de vuestros compañeros! ¡Contigo, amiga mia no hay forma humana de ganar!

yo tengo profesion (jugador) ¿imagino que sera tahur? con varios Presaguiadores. 

El enajenado hechicero rie con ganas mientras sus ojos refulgen con brillo verde sobrenatural.

- Esta vez Binui, gana. 

Discretamente mira a Redwolf y pone delante tres cartas de él.

Una niña, la muerte y un demonio.

- Tu pierdes ... la partida.

Tal vez pierdas algo más ... las cartas indican peligro, algo relacionado con demonios de una hija, una nieta ... ten cuidado elfo, los tuyos estan en peligro ahora mismo ....

Lady Laia estaba atenta a la jugada y si alguien suele tener fama de suertudos

Uriel se pone detrás de LadyLaia y observa al heraldo atentamente para dar pequeños toques cuando ve cosas que no estén bien hechas

El Heraldo sonrie.

- Sois buenos ... y tu pequeña eres despierta ... las cartas y la fortuna te favorecen.

Con un chasquido de sus dedos, la energia verde que lo rodea desaparece.

Vuelve a echarse las cartas, con un pequeño temblor en las manos, y la voz crispada.

- Pero mi suerte no cambia. El viaje, la locura, la muerte. 

Vacia el vaso de vino de un trago y vuelve a rellenarlo.