Partida Rol por web

¡Tercer asalto, los mineros chocan contra la línea que aguanta!

   El Combate continua, Goyo acerta un segundo golpe en el pecho destrozado de su oponente pero apenas lo derriba ve que el que está detrás avanza para ocupar el puesto que deja libre el caido. Brais a su vez echa atrás el bastón y con toda su fuerza lo abate sobre la pierna derecha del que tiene enfrente doblándola con un tremendo chasquido, cae de rodilla y se incorpora arrastrando la pierna mientras mueve torpemente su pico intentando sin éxito golpearle.

   Gaizka ataca y por acierta un golpe con su hacha en el rajando el abdomen de su adversario mostrando sus entrañas. Pero sin inmutarse el minero alza y pico y lo abate, pero Gaizka detiene el golpe. Aritz, alentado por Beltran desenfunda su bracamante, a pesar de tener el miedo pintado en su rostro, avanza para apoyar a su mentor.

   Los mineros combaten con ansia asesina, el minero que tiene el pico ensangrentado vuelve a golpear con furia y esta vez el caballero para justo el golpe, vuelve a oirse el ruido metálico al chocar el pico con el escudo.

Vuelvo a levantar el hacha y esta nuevamente cae sobre mis enemigos, llevo la muerte a la no muerte y grito como poseso arengando a mis compañeros-¡Vamos, si pueden sangrar pueden volver a caer!-después miro a don Teodoro.-Bueno teneros de vuelta-digo con una medio sonrisa.

El tremendo golpe de pico en su escudo hizo que finalmente Teodoro se centrara en el enemigo que tenía delante, olvidándose de lo que era y centrándose en derrotarlo. Volviendo a recordar su entrenamiento como caballeor, de un mayúsculo espadazo le destrozó el brazo derecho, que en caso de haber llevado espada, le habría dejado el brazo del arma inservible.

Brais ataca ciegamente viendo peligrar su vida como nunca antes. Se lanza al frente directamente para escudar a sus compañeros indefensos.

Todo parecía, mas o menos controlado, a falta del herido Pascu, que yacía en el suelo, y de la dama que no paraba de gimotear contra una pared

Gracias a Dios no tuve que moverme demasiado para llegar hasta Pascu, al cuál le agarre de ambos hombros para moverle ligeramente Vamos, joven Pascu, recupere el valor, vaya junto al resto y salve su vida y las del resto de nosotros: No te entregues a los deseos del demonio, arriba, arriba y ayuda al resto. 

¡Cuarto asalto!

   Con el bueno de Beltran corriendo aquí y allá tratando de dar ánimos a los que observan esas obscenidades la pelea en las profundidades de la mina continua.

   Don Teodoro balancea su arma y da un terribe tajo al brazo del minero que sostiene el pico ensangrentado, que sigue avanzando hacia él como si no hubiera sentido el golpe, aunque tiene medio brazo destrozado y se le ve el hueso. Gaizka a su lado ataca al que tiene enfrente, pero es un cazador no un soldado y falla. Brais el pastor más ducho o con más suerte hunde su cayado en el pecho del que tiene delante, crujen sus huesos al aplastar sus costillas pero no derriba al minero que le amenaza.

   Pascu recupera la compostura, pero herido como está poco puede hacer amén de que lo suyo son los laudes, las baladas y las tabernas, no las armas. Desenfunda un fino estilete y se mantiene nervioso.

   Mientras los mineros avanzan, dos de ellos se arrastran por los extremos rozando las paredes intentando llegar hacia vosotros en el escaso hueco que queda. El que está enfrente de Teodoro vuelve a enfilar el pico y de nuevo el caballero lo bloquea. Algo parecido pasa a su izquierda cuando Gaizka eleva su hacha para desviar el golpe del minero al que enfrenta. Uno de los mineros que estaba atrás avanza para atacar a Goyo que también detiene su golpe y el último que pelea con Brais mueve torpemente su pico fallando.

   Goyo tras estudiar a su adversario muerto avanza y golpea, nuevamente en el pecho, preciso como siempre. Sangre y astillas de hueso se esparcen pero no lo derriba aún.

Suelto otro tajo al pecho del minero no muerto, esta vez descuido mi defensa. Espero quitármelo de en medio con mi ataque y poder ayudar a los demás-¡Vámos!¿Eso es todo lo que tenéis?

Tras el primer ataque exitoso volvió la calma a la torturada mente de Teodoro y con un certero golpe volvió a impactar en su enemigo.

Sus vais enterar...

Viendo que ya todos estaban entregados, unos más que otros, sacó mi Maza y me acerco a Lady Jimena tranquila señora. Dios está de nuestra parte. Ha logrado infundir animo en sis corazones comento señalando al resto con la Maza y ahora es su turno. En caso de que ocurra lo peor, quiero que corra hacia la entrada, por donde hemos venido. Yo intentaré detenerlos y darla el tiempo suficiente.

Mientras hablo, intentó mirar el combate, más allá, para intentar saber lo que podría pasar.

¡Quinto asalto! Todos contra todos.

   Brais Brañas se adelanta y extendiendo su bastón hace perder el equilibrio al minero que tiene delante, el cual cae al suelo. Gaizka intenta golpear al que tiene en frente pero calcula mal el peso de su hacha y falla torpemente.

   Ahora es Don Teodoro el que atraviesa con su espada al minero que tiene a su vera, pero vé incrédulo que aunque atraviesa su corazón de una estocada y retira su arma esangrentada, el minero sigue en pie. Por su parte  Pascu ha desenfundado un estilete que empuña de manera algo torpe intentado seguir el combate, aunque se le ve algo mareado aún por el golpe en la cabeza.

   Doña Jimena, avergonzada por haberse asustado y con una fiera resolución Se levanta con una mano la falda de su vestido para que no se manche y sacando una daga en la otra avanza por el lado derecho, alza su daga y la deja caer con furia hundiéndola hasta la empuñadura en la cabeza del minero clavándola entre sus dos ojos. Mientras Goyo, el protector de tan indefensa dama meneando la cabeza alza su hacha y la abate con fuerza una vez más en el pecho del minero con el que está en combate. Esta vez sí, el minero se derrumba.

   Los mineros sin inmutarse ante la matanza continuan blandiendo sus picos el que está pegado a la pared intenta golpear a Aritz, pero este interpone hábilmente su Bracamante, devuelve el golpe pero sin éxito. El que está enfrente de Gaizka lanzando un gemido alza el pico y lo baja torpemente con furia asesina, golpeando el suelo de la mina y partiendo el pico. El minero que está junto a Brais y Jimena blande torpemente el pico y no acierta a quienquiera que quería dar.

   En primer minero en entrar en combate sigue con su implacable ataque lanza un nuevo y certero golpe de lado con su pico, raspando el brazo del caballero, no contento con eso, merced a un mal movimiento de Don Teodoro, arranca el escudo de sus manos y con el movimiento de retorno del pico lo arroja a sus espaldas (a espaldas de los mineros). Don Teodoro casi juraría que ve una cruel sonrisa en el rostro del minero.

Tras el golpe anterior, Don Teodoro decidió acabar de una vez por todas con lo que tenía delante, y le hizo un ataque del que su instructor estaría orgulloso*. Tras ello lanzó un segundo ataque**

Brais aplasta la cabeza del zombi del suelo con su puro peso, reventando la cual sandía de un patadon. Luego da un mandoble con su cayado a la cabeza de otro minero.

Arrancarles la cabeza!!!!

Al ver cómo Jimena sale como loca a por uno de los zombis, alargo la mano para intentar detenerla ¡señora! ¿Pero dónde cree que va? Que eso es lugar de hombres y no de bellas damas grito frustrado y aterrado ante la idea de que esos zombis la hicieran algún mal 

Pasándome la mano por la frente para limpiarme el sudor, miro el revoltijo de sangre, acero y gritos acá y allá. Aunque los mineros están cayendo, estos no se fatigan ni sufren por las heridas, cosa que no podemos decir de los que todavía respiramos y sentimos el calor de la vida.

En un primer momento, la idea de ayudar a Lady Jimena fue la primera que me vino a la cabeza, pero al ver que el minero estaba en el suelo, centre mi atención al que había arrancado el escudo del caballero. Este era uno de los pocos que mantenía a raya a esos diablos, pero estaba herido y había que ayudarle

Dando un paso adelante, señaló al zombi que está combatiendo Teodoro tu, seguidor del diablo, por la gracia del señor todopoderoso, yo te maldigo en esta no vida en la que estas.

¡Sexto asalto! Los mineros flaquean.

   El combate empieza decantarse a vuestro favor. Teodoro alza la espada y la deja caer con toda su fuerza sobre el minero que tiene enfrente clavádola en su hombro izquierdo y atravesando el pecho y casi partiendo en dos a su adversario que se derrumba, levanta el arma por si pudiera ayudar a Goyo, pero en el asalto anterior había despachado al suyo, aunque parecen moverse aún algún minero hacia Goyo aún no ha llegado. Brais intenta aplastar con su bastón la cabeza del minero, pero es un golpe dificil de acertar y falla.

   Gaizka aprovecha que el minero de enfrente rompió su pico contra el suelo al intentar golpearle y le ataca, pero falla.

   Goyo aprovechando que tiene un hueco lanza un tremendo tajo al pecho del minero que tiene a su derecha, casi derribándolo, pero no lo consigue aunque destroza sus costillas y algunas caen al suelo. Jimena intenta rematar con su daga desde el otro extremo al minero herido, pero falla.

   El minero que estaba en el otro extremo llega por fin donde Goyo y ataca elevando su pico, el soldado no puede pararlo y traspasa su gambesón reforzado haciéndole sangrar en su brazo derecho. El que está enfrente de Brais alza su pico y falla al intentar golpear.

   ¡Pero el minero que perdió su pico al romperse se lanza como un poseso contra Gaizka que no puede detenerle y empieza  morderle la pierna, haciéndole sangrar! Pascu mientras intenta mantenerse consciente, pese a sus heridas.

    Beltrán levanta su crucifijo, apunta al minero que está peleando al lado de Goyo y Don Teodoro y lo maldicen avoz en grito; "...tu, seguidor del diablo, por la gracia del señor todopoderoso, yo te maldigo en esta no vida en la que estas." Una débil luminiscencia blanca rodea al minero.

Parecía que finalmente Dios sí estaba de su lado y esas espantosas criaturas iban cayendo*, así que Teodoro siguió con su cadencia practicada en los últimos años, olvidándose contra qué estaban luchando. "Golpea, frena el contrataque"