Partida Rol por web

-En efecto. -Afirmó sintiéndose orgulloso de las palabras que le dedicaba Lord Crogall. -Muchos son los bandidos e infames hombres a los que me he enfrentado. A algunos de ellos los he llevado para que la Justicia rebanara sus cabezas, a otros sin embargo todavía no. Pero ya les llegará su hora. -Amenazó.

Ser Joris se acomodó en su asiento, entendiendo que Lord Crogall quería seguir hablando con él del tema y tomó la jarra a la que le habían invitado y se la llevó a los labios procurándole un largo trago que empapó sus blancos bigotes.

Ser Roshar se mostró turbado por las constantes miradas de su señor. Y apenas tuvo que fingirlo, pues sentía que su farsa podía verse comprometida. Miró alternativamente al anciano y a Lord Evan, como queriendo recomponer una conversación que no estaba atendiendo plenamente. 

- ¿Acaso pretende encomendarme la caza de bandidos, señor? - preguntó como intentando adivinar los pensamientos de su Lord, aunque su cometido era bien distinto. Entonces, como si tuviera la necesidad de cambiar de tema, giró hacia Ser Joris. - Y... ¿le suena el Caballero Zorro, Ser? - consideró que podía ser un tema delicado con Orten Lugus presente, pero era evidente que era el asunto que debía tratar, y solucionar, la familia Crogall. 

Ser Joris se tensó de inmediato al escuchar el infame nombre del caballero que llevaba acosando a la familia desde las sombras todo el viaje hasta Desembarco. Soltó su jarra de improvisto y la lanzó contra la mesa alterado, desparramando el vino por completo. Tenía los ojos echos una furia clavados en Ser Roshar.

-¿¡Qué habéis dicho!? - Le dijo con la rabia contenida en la mandíbula. -¿No estaréis asociado con ese malnacido Caballero Zorro?. He estado a punto de atrapar a ese sinvergüenza en numerosas ocasiones, pero ese bandido me teme y huye de mi constantemente.

El caballero, estupefacto, se retiró hacia atrás ante la enérgica reacción del anciano. Quedo unos instantes observando el estropicio causado antes de regresar la mirada hacia Ser Joris. Consideró exagerado el efusivo posicionamiento, lo que le indujo a la sospecha. 

- No. - aclaró. - Ha estado perjudicando a la familia de mi señor. - dedicó una breve mirada a Lord Evan con timidez, como para confirmar que estaba actuando de acuerdo a sus intereses y que se le permitía seguir hablando. - ¿Qué nos puede contar sobre él? ¿qué sabe de sus últimos movimientos? - 

Ser Roshar no pudo evitar mirar a Orten Lugus, lo justo para comprobar su actitud. El joven había demostrado quizás cierto aprecio por el Caballero Zorro, a quien no había querido creer capaz de encabezar las hostilidades contra los Crogall hasta encontrar pruebas en contra, y la conversación podía haberse tornado algo incómoda para él. 

Orten se había mantenido en un segundo plano mientras la atención se dirigía hacía el anciano caballero, y esperaba pacientemente a que nuevamente Lord Evan volviera a dirigirse a él para continuar su conversación. No sabía de quien se trataba, pero cuando se presentó como un viejo conocido del padre de Lord Crogall supuso que la conversación terminaría allí y pronto continuarían conversando con él.

Sin embargo, la reacción del anciano cuando Ser Roshar mencionó el apodo por el que se conocía a Lord Clayton Archay fue tan abrupta que sobresaltó a Orten, quien se inclinó alarmado hacía atrás en su silla abriendo los ojos como platos y mirando alternativamente a Lord Evan, Ser Roshar y el propio anciano para ver cual serían sus reacciones después de ese violento gesto.

-Lo conozco todo sobre ese rufián. -Respondió el anciano, sintiéndose más calmado y recuperando la compostura que había perdido en su arrebato anterior. Miró el estropicio que había causado con cierto lamento, ahora ya no podría disfrutar del maravilloso vino al que le habían invitado.

-Lord Clayton Archay, se llama el villano en realidad. -Explicó dirigiéndose tanto a Ser Roshar como al Señor de la Casa. -Era un caballero que se refugió en los bosques, avergonzado por haber sido derrotado por el príncipe Rhaegar en un torneo. Deshonrado, en su locura el Caballero Zorro creía que cuando asaltaba a los viajeros estaba defendiendo al príncipe que lo derrotó.

Orten miró extrañado al anciano tras contar esa anécdota, no la conocía y no sabía si el anciano decía la verdad, pues Lord Archay llevaba varios años alejado del conocimiento de su Casa y hasta su encuentro con Ser Roshar no había vuelto a saber de él, a excepción de aquellos extraños tributos que mandaba a su padre. Ahora su nombre estaba en boca de aquella familia que decía sentirse agraviada por el caballero, y según había indagado en la ciudad, en boca de otros muchos por los estragos causados en el Bosque Real.

-Quiero ayudaros, Lord Crogall.- Declaró abiertamente. - Si ese malnacido Caballero Zorro os ha perjudicado, quiero ayudaros por el honor de vuestro padre. Me ofrezco a llevaros al Bosque Real, si así lo deseáis. Conozco alguno de los lugares habituales del Caballero Zorro.

El dato sobre la derrota del Caballero Zorro interesó a Ser Roshar, le otorgaba una actitud susceptible que podía verse alterada y provocada por su plan. Lo consideraba una mejor alternativa que ir a buscarle al Bosque Real, aunque si no había otra alternativa...

- ¿Y crees que se refugiara en ellos? - preguntó con incredulidad, sumiéndose de nuevo en la indiferencia. Aunque le interesaba saber si aquel anciano hablaba en serio. Y si decía la verdad...

Evitó la mirada de Lord Evan, como queriendo librarse de que le enviara con aquel caballero tras el rastro del Caballero Zorro, y adquirió su pose distraída mientras esperaba una intervención por su parte. O más silencio, lo que le forzaría a continuar dirigiendo la conversación. 

-Por supuesto. -Respondió Ser Joris con rotundidad. -Siempre frecuenta esos escondrijos. Aunque puedo encargarme de averiguar si los ha abandonado o ha encontrado otros nuevos.

-Muy bien, pues encárgate. -Sentenció Lord Evan.

Las palabras del anciano caballero le habían resultado muy interesantes, al igual que la información que les había brindado sobre el Caballero Zorro y que complementaba la obtenida por parte del joven Orten Lugus. No estaba seguro de si el viejo era un loco perturbado que había bebido demasiado alcohol en sus últimos años, si se trataba de una trampa o de si realmente decía la verdad. Pero encontrar y capturar al Caballero Zorro era una oportunidad demasiado jugosa como para dejarla escapar.

-¡Sí, mi señor!. -Dijo visiblemente entusiasmado con la nueva labor que se le otorgaba. -¡De inmediato!.

El anciano se sentía útil tras años de ostracismo y olvido que en su caso, al menos, no había degenerado en un comportamiento igual al de su infame enemigo, el Caballero Zorro. Lejos de terminar como un bandido saqueador de viajeros y aldeas cercanas al Bosque Real, Ser Joris había optado por la vida de cazarrecompensas por cuenta propia. Hasta sus últimas consecuencias, que le habían llevado a esa vida de excluido social. Que un Lord, y más uno cercano a él como era el hijo de Lord Duncan, le encargara una tarea semejante le llenaba de entusiasmo y renovadas energías.

Volvió a la mesa que había ocupado y recogió sus cosas para abandonar la posada de inmediato con pasos largos y decididos.

-Curioso personaje. -Comentó el Lord con una media sonrisa dibujada en el rostro.

Lord Evan pensó, al ver como Ser Joris abandonaba la posada, que no volverían a tener noticias del anciano caballero. Pues esos últimos gestos suyos, aceptando las ordenes con tal nivel de entusiasmo, confirmaron su teoría inicial de que se trataba de un loco caballero afectado por las guerras, el alcohol y los años de vida al margen. No obstante, Evan se giró hacía Orten.

-¿Es cierto eso que ha contado sobre nuestro amigo común?.

-Lo ignoro. -Respondió Orten. -Hace muchos años que perdimos la pista de Lord Archay, pero si ha estado saqueando a viajeros en estos últimos años es probable que parte de lo que ha dicho sea cierto. Lord Clayton sentía gran lealtad por el príncipe Rhaegar, su muerte debió suponer un duro golpe para él.

Ser Roshar volvió la atención sobre el anciano cuando se alejó de la mesa, recogió sus pertenencias y abandonó la posada con gran determinación. La actitud demostrada bien podría ser la razón de su anterior reacción o la continuación de su papel. ¿Sería capaz de llevarles hasta el Caballero Zorro? ¿los acabaría arrastrando a una trampa? Esperó que les fuera útil y se percató de que Ser Joris también podía suponer un problema en su plan, si es que su ímpetu contra el bandido era tan sincero... 

- Parece que se ha estado granjeando numerosos enemigos... - Observó con frivolidad, queriendo pasar la palabra de nuevo a Orten para escuchar qué más tenía que contarles. 

-No sé que más puedo contaros. - Dijo el joven recogiendo el guante que Ser Roshar le lanzaba. -Lord Clayton está fuera del control de mi Casa. Siendo sincero, no esperaba tener noticias suyas, y menos de esta manera: provocándole un perjuicio a otra Casa. Preguntadme lo que queráis saber y os responderé si sé la respuesta. Y contad conmigo para llegar al fondo de este asunto, Lord Evan. No me gustaría que mi casa sufriera también las consecuencias de los problemas que está causando Lord Clayton.

Estuvo a punto de añadir que ayudaría a resolver aquello a pesar de que su hermano se mantuviera al margen siendo completamente inconsciente de los problemas que podía suponer para los Lugus. Pero no dijo nada, pues a Lord Evan aquellos problemas familiares no le interesaban.

Ser Roshar miró a su señor y giró la atención hacia Orten, resoplando con disimulo. Le dedicó una mirada pausada mientras parecía preguntarse a sí mismo qué podía interesar saber a Lord Evan. Tampoco quería parecer muy agudo*.

- ¿Cree que podría contactar con él? - entonó, no muy convencido. Y, siguiendo un poco esa línea, añadió otra cuestión. - ¿Tiene algún familiar? -

Desconocía si aquella información les podría resultar útil. ¿Querrían negociar con él? ¿y que ganaría el Caballero Zorro en un acuerdo? Al parecer tenía demasiados asuntos por los que responder como para dejarle libre por una colaboración puntual. 

Lady Varya se relajó un poco cuando ser Joris les dijo quién era, aunque siguió sus movimientos con atención por si les estaba mintiendo, se mostró cortésmente interesada en la conversación con el viejo caballero sin dejar de vigilar a su alrededor y se despidió de forma escueta al vero partir. Sus ojos se dirigieron entonces hacia el joven Lugus y asintió a sus palabras.

-Su familia es dichosa de contar su presencia -dijo cuando Orten hizo mención de la preocupación que sentía por su casa.

Y siguió escuchando, en un segundo plano, como casi siempre que estaba en presencia de su esposo.

-Me temo que no sabría como contactar con él. Si ese anciano caballero dice la verdad, creo que es la mejor manera que tenemos de hacerlo. -Orten ya se incluía en tal empresa como un miembro más en el lado de los Crogall. -Lord Clayton no tiene ningún familiar, es el último de su casa.

-Gracias, mi lady. -Inclinó la cabeza cortesmente hacía Lady Varya y no pudo evitar mirar de reojo hacía sus hermanos. -Ojalá ellos también lo supieran valorar...

Lord Evan escuchó las últimas palabras de Orten y estudió la situación detenidamente, dedicándose a sopesar los pros y los contras de la decisión que iba a tomar. Después de ello se puso en pie y con la mano derecha todavía apoyada en la mesa se dirigió a los presentes.

-Bien, esto es lo que haremos: esperaremos a que Ser Joris traiga noticias del Caballero Zorro. Sé que puede ser una trampa, pero no nos queda otra. Es la única opción que tenemos. Debemos encarar a ese hombre, o a quien quiera que esté detrás suya y enfrentarlo. -Se giró hacía Orten con gesto amable y le agradeció que les estuviera ayudando. -Si os place, podéis venir con nosotros y actuar como intermediario con el Caballero Zorro, si logramos contactar con él. Debemos averiguar quien maneja los hilos tras él y qué trama.

La velada junto al caballero dorniense transcurrió agradable y tranquila. Bryan Telson le explicó a Whalen multitud de anécdotas acerca de sus viajes por los Siete Reinos y le contó infinidad de curiosidades sobre su tierra natal, desde el calor y la humedad legendarias de Dorne, hasta las viejas tradiciones de los venenos y las arenas del desierto. El tiempo fue pasando rápidamente entre historia e historia sin que ninguno de ellos se percatara.

-Bueno, mi buen amigo. Mucho me temo que es la hora de irme. -Se lamentó el caballero. -Contad conmigo para enfrentar a ese enemigo que atormenta a vuestra casa, -le dijo con ojos sinceros clavados en los de Whalen, -ya sabéis dónde está mi tienda.

El bufido que soltó el maestro de armas ante las palabras del cazador no pudo sonar mas desesperado.

-¿Los hombres que se andan con rodeos?, me gustaría veros a vos en la corte o en una cena entre nobles si consideráis que yo me ando con rodeos.

Hizo un gesto al soldado para que ignorase las palabras del cazador.

-¿Que necesitáis saber que no os haya contado ya?, tenemos un problema con el asunto de los Claviguer y vos sois el único de los que estuvieron allí presentes que no ha contado su versión. Si esperais que Lord Evan venga hasta aquí a solicitar una audiencia con su majestad el cazador podeis esperar sentado. -El tono del cazador fue volviendose más insolente a medida que explicaba lo sucedido.

-El resumen es el siguiente. Vendrás con nosotros, de vos depende hacerlo por las buenas o por las malas. -Galdrín poso su mano sobre el pomo de su espada amenazadoramente. -Y respondereis cualquier pregunta que os haga Lord Evan.

El semblante del maestro de armas empezaba a mostrar atisbos de la impaciencia y desdén que sentía por el cazador.