Parecía que intentar convencer o hablarle a Samantha para moverse de un lugar a otro era fútil debido al enorme cansancio que tenía la pobre mujer. Por lo que quedaba en él y él solo la tarea de investigar hacia el Este para poder averiguar qué era lo que había de interés en aquella dirección. Tragando saliva e incorporándose, Melvin se dispuso a moverse hacia allí.

- Esta bien... usted quédese aquí, Srta. Smith. Descansando. Yo me aventuraré hacia el Este... ¡con suerte encontraré algo de comer para todos nosotros! *Wish me luck!*

Por su parte Samantha estaba exhausta, una mezcla entre la consciencia y la inconsciencia, se encontraba no solo debilitada, no solo agotada, no solo cansada, se encontraba completamente incapacitada, la falta de un descanso general habían hecho que la mujer no pudiera moverse, mucho menos valerse por sí misma.

-Trae...me... co...mi...daaa... -Comentó Samantha.

Finalmente Samantha no pudo aguantar más. Llevaba mucho tiempo con falta de hambre y sed, y el calor tampoco ayudó. El final de esa mujer llegó justo ese día. Nunca se llegó a despertar.

Sábado, 10 de agosto del 2019.
Mañana, temperatura 24ºC
Hora Local: 10.00; 
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Cuando Melvin llegó de nuevo al barco pudo ver que Samantha seguía durmiendo.

 Con una pequeña sonrisa en su rostro, Melvin se asomaba a través de las espesuras de la jungla para encontrarse nuevamente en el lugar en el que por última vez vio a otro ser humano vivo. En este caso, la Srta. Smith. Verla allí, tan plácidamente dormida (culpa del agotamiento y de la falta de comida y bebida) le daba pena, en especial porque él había fallado en su tarea de encontrar algo con lo cual llenar su estomago y el de sus compañeros.

 Tenía que darle las malas noticias a su compañera. Acercándose a ella, se arrodilla y le toca el hombro, intentando despertarla suavemente.

- ¿Srta. Smith? ¿Puede despertarse un momento? Le tengo que dar *bad news*...

Sábado, 10 de agosto del 2019.
Mañana, temperatura 24ºC
Hora Local: 11.00; 
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La sorpresa se la llevó Melvin cuando puso su mano en el hombro de la Sra. Smith y notó su cuerpo totalmente helado. ¡La mujer no respiraba! Efectivamente Samantha había muerto por inanición, tantas horas sin comer ni beber acabaron con ella, y Melvin pudo advertir su futuro si no lograba encontrar algo de comida para sí mismo. 

 Lo peor había pasado. Allí se encontraba la mujer, la Srta. Smith, muerta en frente de Melvin. Al hombre le costó procesar eso, y solamente se pudo quedar mudo como árbol mientras intentaba alejarse espantado del cuerpo. Se sentía mal, muy mal. Perdía a toda la gente con la que se iba relacionando. Primero la hermana de esa chica Cooper, y ahora la pobre Samantha. Que ningún mal le había hecho al mundo.

 Melvin se incorpora con las pocas fuerzas que tiene, con la mirada perdida en el vacío. Ya no sabía qué hacer. Tenía hambre, tenía miedo y tenía el pesar en su espalda de las muertes que podrían haber sido prevenidas. Derrotado, lo único que hace es gritar, gritar con todo lo que le dan sus pulmones.

- ¡AHHHHHHH!

Sábado, 10 de agosto del 2019.
Mediodía, temperatura 24ºC
Hora Local: 13.00; 
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Melvin cada vez tenía más hambre y más sed. Se sentía sumamente débil y sabía que, o al menos bebía algo de agua hasta saciarse, o acabaría tan mal como había acabado la Sra. Smith.

 Llega un momento en la vida de un hombre, en el cual tiene que tomar decisiones de las cuales sabe que se va a arrepentir... decisiones que significan un cambio rotundo en la forma de ver y relacionarse con el mundo. Melvin, por su parte, siempre fue un hombre civilizado y respetuoso de los demás. Jamás se imaginaría a si mismo atacando o violentando a otra persona; para él el respeto entre pares era la base de sus relaciones. Era un buen hombre... jamás haría cosas malas.

 Pero llega un momento... en el cual, se agotan las vías. Las vías para hacer las cosas bien, para poder vivir del modo correcto. En este caso en particular, en esta encrucijada en la que se encontraba Melvin actualmente, había muy pocas vías para salir con vida de la situación... y en frente suyo se encontraba la respuesta más rápida pero más repulsiva de todas.

 Aquella mujer, la Srta. Smith, no llevaba muerta mucho tiempo. Cuanto mucho un día. Eso significaba que, su cuerpo... su carne... estaba en un estado aceptable para el consumo. No era difícil para Melvin conectar dos y dos y darse cuenta de cuál era el camino a seguir si quería sobrevivir. Un camino horrible y repugnante que marcaría un antes y un después en su vida. Mas si no lo hacía y se guardaba a su código ético, entonces ya no habría más vida que preservar. Sería un cadáver más en aquella isla, junto a Ava y Samantha. Y él no quería eso. No, él era...

 Él era el protagonista de la historia. Por primera vez en su vida, el héroe de un relato; que se enfrentaba a las adversidades de la vida en la supervivencia. Y este era un desafío más. Un desafío que determinaba si tenía lo que se necesitaba para seguir adelante. Y él sabía que no podía morir. Ya estaba cansado de ser el perdedor. El segundón. El que se quedaba atrás. Ahora él mandaría... y el sobreviviría.

- *I... WILL... ¡¡SURVIVE!!*

 Dejando al desnudo uno de los muslos de la Srta. Smith y poniendo un manto sobre su rostro para sentir menos culpa, Melvin tomó aquel muslo de la mujer y le dio un gran mordisco. Intentando sacar carne en aquella acción e ingiriéndola.

Sábado, 10 de agosto del 2019.
Mediodía, temperatura 25ºC
Hora Local: 14.00; 
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Melvin tenía en su boca el muslo de la sra Smith y a punto estuvo de darle un mordisco cuando se dio cuenta de lo que estaba a punto de hacer y se negó a sí mismo. Sabía que había otras posibilidades, ¡tenía que haber otras posibilidades! Él no era canibal y solo la mera idea de que aquel pensamiento se le hubiese pasado por la cabeza le hizo sentir náuseas y por poco vomita encima de la que era su amiga.

El objetivo principal era beber agua, y no lejos de allí había un río y un lago. Si se molestaba en beber algo de agua, le daría algo de fuerzas para seguir buscando algo de comida.

 Melvin, avergonzado por su comportamiento irracional, producto de un desvarío de un segundo, escupe el pedazo se carne que le había quitado a su compañera caída y tapa la mordida a la mujer con un poco de tela. Intentando borrar de su cabeza la fea imagen de él profanando el cadáver de la Srta. Smith.

 Viendo que no había forma de que Melvin se permitiese a si mismo realizar semejante acto de barbarie, decidió ir a por un poco de agua. Las opciones eran pocas, y cada vez menos viables. Tomar un poco de agua no le iba a salvar la vida, pero por lo menos prolongaría un poco más su conciencia.

Sábado, 10 de agosto del 2019.
Mediodía, temperatura 26ºC
Hora Local: 17.00; 
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Al llegar al barco pudieron encontrar el cuerpo de Samantha apoyado contra el árbol, en una actitud muy relakada. Pero su cuerpo se estaba descomponiéndo al calor del sol. En su pierna parecía tener una pequeña herida de un mordisco. Samantha tampoco había logrado sobrevivir...

Mitch y Alisson llegaron al barco muy cansados, igual que Melvin, justo en ese momento, y ambos parecían portar un par de lanzas. Melvin las reconoció, eran idénticas a las de los cadáveres de Nivard y Vanessa.

 Melvin volvía desde el río, habiendo podido tomar un poco de agua para calmar la angustiante hambre que venía acarreando. Por suerte, no tendría que seguir con aquel sufrimiento por su cuenta, puesto que había encontrado finalmente a más gente del grupo. Todavía faltaban otras personas, como Diana y Alistair. Pero por lo menos la soledad ya no le agobiaría como antes.

- *Guys! You're here!* Gracias al cielo. Estaba empezando a perder la cabeza de estar solo tanto tiempo...

 El hombre aprovecha para mostrarle a sus compañeros la dinamita que había conseguido. Un total de seis cartuchos, listos para ser utilizados.

- Esto es... esto es lo que pude conseguir. Si es que el plan de volar la cueva sigue en pie...

Alisson llegó completamente agotada a aquella zona, por lo que de inmediato y con la ayuda de la lanza que tenía en esos momentos se logró sentar inmediatamente, para poder reponer un poco su aliento y regular la respiración lo mejor posible. Su mirada sin embargo (Y para su mala suerte) Terminó parando en el cadáver que comenzaba a descomponerse de la mujer loca que ahora ya no se encontraba con ellos ¿Habría sido el hambre? Se miraba muy tranquila por lo que esto podría ser el caso aunque nunca se sabía y en especial en ese lugar que era una locura sin duda.

—¡Melvin! Me alegra que estés bien...— Comentó tan pronto como el hombre que había conocido desde el primer día en ese lugar se hacía presente, al menos el estaba vivo también, otra persona en la que confiaba. Al mirar los cartuchos de dinamita que tenía en las manos volvió a sonreír —Eso es bueno, yo tengo un zippo que podríamos usar en cuanto descansemos un poco, Mitch y yo venimos de un recorrido de locos...— Comentó mirando al hippie, desde dinosaurios hasta los cadáveres de los pobres Nivard y Vanesa, se quedo pensando en esto tan solo unos segundos antes de sacudir la cabeza  y mirar a Melvin señalando la lanza que tenía en las manos —Nosotros nos llevamos estas lanzas, no fue lindo tener que sacarlas de donde se encontraban pero podemos usarlas para ver si hay peces en la playa o incluso... cazar algo no se— Su pensamiento viajo a aquellos dinosaurios que aunque carnívoros eran pequeños, tal vez si encontraban a uno solitario vagando tendrían una oportunidad... Aunque Alisson seguía pensando en la playa y la posibilidad de que tuviera fauna marina de la que poder tirar para saciar el hambre de todos.

Domingo, 10 de agosto del 2019.
ALBA, temperatura 22ºC
Hora Local: 06.00; 
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Mitch Melvin y Alisson estaban tan cansados los tres que no pudieron aguantar más tiempo despiertos y cayeron prácticamente inconscientes. La debilidad por la falta de hambre y el cansancio acumulado durante todo el día les llevó a aquella situación. 

Los primeros rayos de sol del nuevo día les despertaron. Había dormido prácticamente durante 12 horas y ahora estaban mucho más hambrientos que antes. ¡No podían seguir perdiendo la consciencia de aquella manera o terminarían siendo pasto de los dinosaurios que no andaban lejos de allí!

¡Tenían que escapar de aquella isla como fuera! O al menos averiguar que escondía el misterio del derrumbe de la cueva. Quizá algo que hubiera allí detrás podría darles la solución a toda esa situación.

Cuando Mitch divisa el cadáver de Samantha, con aquel vistoso mordisco en la pierna, lo primero que pensó fue que habían sido los dinosaurios. Si ya habían visto dos especies de dinosaurios, no descartaba que quien había atacado a Samantha fuera un saurio carnívoro no demasiado grande, quizá un velocirraptor.

El hippie se desplomó inconsciente, prácticamente sin haber asimilado aún la muerte de la señora Smith. Para cuando despertó ya era de día y podía escuchar a Alisson y Melvin hablando entre ellos. En un primer momento se encontraba un tanto adormecido, por lo que no alcanzó a entender nada de lo que decían, pero cuando se detuvo a escucharlos, oyó a Melvin mencionar si el plan de volar la cueva seguía en pie, revelando que había obtenido un total de seis cartuchos para hacer estallar las rocas que obstruían el túnel.

-El plan sigue en pie -le confirmó Mitch, intentando desviar la mirada del cuerpo sin vida de Samantha Smith-. En la cueva dejé dos cartuchos más. Debería ser más que suficiente. Y si Alisson utiliza su zippo, podremos hacer estallar las rocas. Creo que deberíamos ponernos en movimiento cuanto antes. -El hippie no era el mejor a la hora de orientarse, por lo que dirigió una mirada a su alrededor y añadió-: ¿Por dónde se llegaba a la cueva? ¿Sur?

 Melvin, que ya se estaba acostumbrando a estos "apagones" de consciencia por la falta de comida en su sistema, se incorpora a duras y penas y dibuja en la arena un mapa. Un mapa que ya había dibujado algunas veces en el pasado, solo que ahora estaba un poco más completo debido a su última expedición.

Pues según el mapa que he estado diseñando de la isla, tendríamos que ir hacia el Sur para llegar a la cueva, puesto que estaba al lado del lago, pero...

 El hombretón se calló a si mismo por un momento, intentando analizar de que forma decir lo que iba a decir de buena manera. Pero de una forma u otra, la noticia iba a impactar significativamente, así que se decidió por decirlo sin muchos más miramientos. Mirando a sus compañeros, apenado, reveló su descubrimiento.

- Antes de seguir, deberían saber... Alisson, tu hermana... Ava... está muerta. La encontré, sentada contra la empalizada... muerta. Yo... yo lo siento...

Alisson se quedó mirando un momento el mapa que Melvin dibujaba en la arena, asintiendo varias veces a las instrucciones que este decía para poder ir a donde estaba la cueva y de una vez por todas ver que es lo que sonaba allí adentro, era su mejor apuesta aunque realmente esperaba que hubiera comida o algo por el estilo, de lo contrarió no es que sobrevivirían mucho mas sin algo tan básico (Aunque bien podían usar el agua para engañar un poco sus cuerpos) Estaba a punto de mencionar algo mas hasta que las últimas palabras del hombre regordete le llegaron como si fuera un camión contra ella, dejándola en blanco.

—Ava esta...— Se quedó pensando en esto un momento, antes de echarse al suelo de rodillas y ver lo que había estado temiendo desde que se separo de su hermana, que estuviera muerta, ni siquiera podía llorar en esos momentos pues la sola idea de que ya no tenía a nadie por el cual luchar o intentar seguir sobreviviendo comenzó a inundar su mente.

—Deberían... deberían dejarme aquí— Soltó de manera débil, mientras miraba la lanza que tenía en la mano, tal vez era simplemente mejor rendirse y acabar con todo aquello, despues de todo no tenía nada que perder ya ¿Cierto? La única esperanza que le quedaba era su hermana y se había esfumado de un momento a otro, tomó la lanza con ambas manos, sin hacer aun nada del otro mundo pero cualquiera podría darse cuenta de lo que estaba pensando en esos momentos. Ni siquiera sabía si podría hacer algo como aquello, sin embargo eso no le evitó querer dirigir la punta de la lanza hacía ella misma.

Domingo, 10 de agosto del 2019.
ALBA, temperatura 22ºC
Hora Local: 07.00; 
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Melvin les informó de que había conseguido diseñar un mapa que ubicaba la mayoría de ubicaciones que habían visto desde que habían empezado a dar tumbos por toda la isla. Que hubiera trazado un mapa era una buena idea para orientarse, sobre todo teniendo en cuenta que el hippie se había terminado confundiendo hacia donde ir en más de una ocasión.

Sin embargo, no todo eran buenas noticias. Melvin les confirmó también que Ava estaba muerta. Mitch apretó los puños con impotencia, apenado de que la chica estuviera muerta. Había intentado cuidar de ella y reencontrarla con su hermana y, pese a haberlo conseguido, al final había sido en vano, puesto que Ava había terminado muriendo en aquella isla. Observó que Alisson se desmoronaba por la noticia, cayendo de rodillas en el suelo, destrozada por lo que acababa de escuchar.

El joven hippie no sabía qué decir. Había visto muchos muertos durante los últimos días, pero ninguno de ello era uno de sus seres queridos, y menos aún alguien tan cercano como lo era una hermana. No estaba muy seguro de que tratar con Alisson ahora fuera buena idea, pero aun así lo intentó. Mitch se agachó junto a la chica, intentando levantarla.

-Vamos, Alisson. No puedes rendirte ahora. Estamos muy cerca de lograrlo -le aseguró, con voz temblorosa-. Puede que en esa cueva esté nuestra salvación. Ava no querría que te rindieras. Tienes que sobrevivir y salir de esta isla. Si no por ti, al menos hazlo por ella. Ella nunca se rindió. Incluso teniendo las piernas doloridas y sin poder levantarse y caminar, trató de buscar alimento el primer día. Fue una luchadora. Si te rindes, todo habrá sido en vano.