Partida Rol por web

-Si necesitas ayuda alguna vez, no dudes en pedírmela.Estaría encantado de poder luchar junto a ti y junto a cualquier hermano para proteger estas bellas tierras....- le dice con una polacida sonrisa a Anuk.

-El maestro sabe muchas cosas, pero no sé si podra explicar tal grandiosa experiencia....- comenta ante los comentarios de sus compañeros, ansiosos de poder realizar el rito.

Mikail pego un salto del suelo y se puso de pie frente a Gabriel observandolo a los ojos.

-No se si pueda hablar de "no tener suerte" hermano- Su vista se desvio hacia todo el tumulo, observando al grupo de jovenes reunidos alrededor del fuego y tambien a la tienda en la cual se encontraba Anthoan. -Observa este lugar... todos nuestros hermanos! Anthoan a cuidado de mi como un padre y ahora te conozco a ti, mi hermano... quizas hasta de sangre! No, yo me siento mas que afortunado!-

Luego observo a Gabriel con rostro de picardia.

-A si que dudas que pertenezca a los Colmillos Plateados eh...- Ya en su rostro y tono de voz se notaba que no hablaba muy enserio.

Sin previo aviso dio una ligera bofetada en el rostro de Gabriel para luego reirse.

-Pues ven y compruebalo!- dijo, en forma de reto mientras se reia y hecho a correr.

Asiento a Luna, temiendo haberla ofendido en algo. - Te noto tensa... Y disculpa si me entrometo... Si quieres termino yo tu tarea, ve a relajarte. Descansar. Hoy hace un día bueno, seguro que la brisa fresca te alimenta el alma - Sonrío. Mientras le retiro los leños de su mano y los deposito junto a los míos, en un gesto cordial. Le asiento para que marche. - ¿Sólo tengo que traer los troncos, no es así, amiga? - Pregunto por si acaso, terminando de amontonar los trozos de madera.

Sogoro, a ti seria de los primero con los que me gustaría compartir el gusto de la victoria, ya que veo que sientes franca admiracion por esta tierra mía. esperemos a ver que nos depara el rito y mientras disfrutemos del aire, la nieve virgen y la pureza del ambiente.

después de decir esas palabras pienso que quizás les haya juzgado excesivamente duro, son extranjeros, pero no son Hombres normales, van a ser garous, protectores de Gaia, quizás sea lo que necesitamos en este frió y maravilloso Alaska ultimo reducto del paraíso que fue un día la tierra.

(Sogoro,Dag,Anuk )

Sabio eres chico, sabía que podía contar contigo en esto sonrió mientras daba un último trago al brebaje de lava…. Miro al grupo cavilando como decirle las cosas de una manera entendible Aquí las cosas no son tan fáciles si yo te contara mi rito te aseguro que el vuestro será diez veces más difícil y total mente diferente

(Gabriel, Mikail, Axel )

Mikail hecho a correr que solo duro unos pasos hasta chocar con un sujeto vestido a lo Ranger..... te miro por detras de la sombra que producia su sombrero - Si vas a pelear que sea contra un Danzante no contra tu propio hermano - Miro a Gabriel - Y tu deja de contonearte como una gata alardeando de tu posicion muchacho.... dentro de los Garous resaltas como una naranja sobre una hoja en blanco, pero de que vale la casta cuando par auna perdicion no eres mas que * NADA - Recalco las ultimas palabras

( TODOS )

Nego ampliamente mientras les obserbava a cada uno de los presentes...... alguien faltaba.

- Donde esta tu hermana Niño - Dijo preguntandole a gabriel, se giro sobre su eje y a viva voz comenzo a gritar - ANDANDO CACHORROS TODOS FRENTE A LA HOGUERA EN UN SOLO GRUPO -

Mikail se sobresalto al chocar contra el hombre del sombrero, titubeo unas palabras de disculpas pero fue interrumpido por el mismo. Este hombre tenia un aspecto rudo y de pocos amigos.

No solo era el aspecto... pareciera que no pronunciaba las palabras sino que las ladraba.

*Pero yo no estaba peleando con el...* Penso para si mismo, pero tenia la impresion de qu si pronunciaba una palabra mas, no la pasaria muy bien exactamente.

Luego de lo que le toco a el, fue a por Gabriel. Este hombre si que estaba amargado.

Solo hizo una reverencia al hombre y se ubico en la hoguera como se le ordeno.

-Mi nombre es Mikail Habicht señor... es un gusto conocerlo-

Axel no dijo nada ni demostro estar deacuerdo  o en desacuerdo con las palabras de aquel que decía ser paisano suyo, solo se quedo allí parado frente a la hoguera observando a los demás, con su manos en los bolsillos y su cabellos revuelto por la brisa.

<niñatos...>

fue su unico pensamiento.

Dag se sacudió el pantalón y mirando al ranger que los llamo- Bueno parece que algo interesante esta por empezar-

Mientras caminaba hacia la hoguera busco a su tío con la mirada.

Ya junto al fuego, mientras saluda con la cabeza a los que todavía no había visto se presenta - Hola a todos, Dag Dubhghaill a su servicio.

MMmmpppffff. Fenris, posiblemente. Gabriel no dijo nada, aun no había cumplido su rito de iniciación y sabia que debia estar callado, pero esta ofensa no seria pasada por alto. Se le debia un respeto inherente a su nacimiento, mas el que ganaría luchando contra el Wyrm, pero aun no habia llegado ese momento.

No lo se, señor, no dormimos juntos y no soy su guardián.

Se acercó a la hoguera y se puso al lado del otro colmillos, esperando a ver que sucedía ahora.

Raman se levanto y se sacudio un poco la nieve, el ranger parecia de muy mal humor y un tipo con el que mejor no meterse en problemas

"bueno, parece que acaba el picnic y empieza.. lo que sea"

miro distraidamente al resto de chicos estudiando sus reacciones

Anuk se aparto un poco para que pudieran entrar los recién llegados, observando a todos y estudiando sus rostros e intentando saber de donde venían, cuando pasara el rito, si esk lo pasaba, ya vería que hacia con los extranjeros, y que intenciones tenían., Lastima que no viera a ningún garra roja con ellos.

Cuando se acerca Carter le saluda, ya que le conoce de vista y de oídas, siendo uno de los mas fieros Wendigos y el guardián del Túmulo.

Anuk le saluda con el saludo Tanana diciendo: Señor Carter, estoy a sus ordenes. y espera a que este de instrucciones de que hay que hacer o explique algo y entre ello, el pq hay tanto extranjero de repente y encima se les permite estar en un túmulo sagrado sin ser expulsados.

Dentro del almacén, escucho una poderosa voz fuera, que parece convocar a los recién llegados a la hoguera. Luna puede notar que me altero ante la llamada, así que dirigiéndome hacia la salida, la miro y le digo. - Dis..disculpa. Creo que tengo que reunirme con los demás cachorros... Tiene pinta de que el Guardián nos  convoca. Y me parece que si no me presento, me caerá una más grande de la que ya me va a caer por ser un Metis... - Sonrío tímidamente y abro la puerta del almacén. En el centro del Túmulo está la hoguera, y a su alrededor ya se han reunido todos los demás cachorros, excepto yo. Observo en silencio a mis nuevos compañeros, definiéndolos para mí, intentando entrever qué clase de Garous serían... Aunque siendo del Nuevo Mundo, no esperaba que tuviesen la misma tolerancia que nuestros hermanos los Hengeyokai. Mis pasos, apenas resuenan en la nieve. Cuando llego, ya están la mayoría en formación y con una tensión en el cuerpo, que casi echaba de menos. Una ligera sonrisa interior se dibujó en mi espíritu, y finalmente di el paso que me haría formar parte del grupo de recién llegados.

- Buenas tardes, hermanos. Mi nombre es Vatsa Yamir... Y siento haberme retrasado.- Expreso en nuestra lengua lupina. Seguramente a los homínidos les costaría más comprenderme, pero entre lobos, hablaría como tal. Sin duda, no negaría a nadie una traducción o incluso la enseñanza de nuestra lengua natal, pero también me interesaba saber quién había corrido ya en su forma Lupus, y quién se había dedicado a comer hamburguesas y beber Coca-Cola. Agacho la cabeza, mirando al fuego, con las manos formando un triángulo sobre mi plexo permanezco en silencio. Ahora le tocaría hablar al vaquero. Esa idea, me resultaba graciosa. El vaquero... En Asia, habría sido un sabio y calmado sensei, que sin duda, no necesitaría vociferar para reunirnos, sino un simple pensamiento. Aunque, éste es el lugar al que pertenezco de ahora en adelante... Mi nueva familia, y quién sabe si para siempre.

 La respiracion era entrecortada, las garras raspaban el suelo clavando las enormes uñas que poseían, los musculos se tensaban al correr, los arboles se apartaban del camino a su paso, sus poderosas patas se apoyaban en el suelo y su cola estabilizaba su carrera, sus ojos verdes esmeralda miraban al frente, el pelaje negro estaba medio congelado debido al frio del ambiente y la humedad.

Las rocas se cruzan en su camino, un gruñido y escala, sube a lo alto de las rocas, por encima de las copas de los arboles y inchando su pecho y echando los brazos hacia atras y posicionando sus piernas para no caer, aulla al cielo, a la luna a punto de salir.

La furia negra, llamada Casiopea, habia salido de túmulo, su mentora asi se lo habia indicado.

Fortalecer los musculos tambien hacen la facilidad de la transformacion

La joven garou estaba feliz de haber podido transformarse a tan corta edad, su mentora estaba orgullosa, pero au quedaba mucho camino por delante. Sería le mejor del lugar, ella y solo ella seria la mejor Ahroun del túmulo que ahora habitaba, y seria la mejor de sus hermanas, asi si maestra deseaba.

Su orejas se alzan al sentir que era llamada, y con facilidad y rapidez recorre el camino hacia el tumulo. Llega cansada.

De entre la bruma de la tarde, un sonido pesado hunde la nieve, las oscuras patas de la Furia negra la conducian hacia la hoguera, el lugar indicado, alli ya habia cachorros garous esperando. La joven pasa por entre los cachorros en su enorme forma crinos, de fuertes musculos y pelaje oscuro como la mas oscura noche de invierno sin luna. La oscuridad podria incluso tener miedo de su presencia. Sus verdes ojos se posan en los alli presentes, uno de ellos, el metis Vatsa, es rozado por su enorme pataza y le mira con desprecio:

- Aparta de mi camino, escoria deforme 

Sus palabras salen de su boca como escupiendolas hacia el metis, y poco a poco se va transformanco en la joven hominida, de pelo negro, y ojos brillantes y cara enfadada de siempre, su cuerpo desnudo ante los presentes, era vigoroso y fuerte, a la vez que bello y deseable. Rspiraba dificultosamente el cansancio y el dolor de la transformacion, la hacian debilitarse, pero no lo daria a ver ante esos debiles cachorros.

Una mujer aparecio tiempo despues mientras Carter le smiraba y no decia nada acerca del comentario de la cachorra que se hacia presente frente a los demas luciendo su desnudez a flor de piel, la suave brisa la hizo temblar un poco.

- No cambiaras nunca verdad? pero te lo he dicho una y mil veces Casiopea que no digas mas que lo necesario..... - Dijo colocando unas pieles sobre el cuerpo desnudo de la joven Furia.

Miro al resto con cierta indiferencia..... - Los ancianos de este tumulo los esperan en la casa central, ati tambien Carter - la voz calida y llena de orgullo resuena en su oidos y corazones, la figura de la mujer comienza a caminar lentamente en direccion al comedor.

 Casiopea maldice el no haberla detectado antes de su comentario del todo merecido hacia el metis, era absurdo tener esa clase de seres cerca, son seres impuros y faltos de honor hacia la especie:

- Pero maestra.... - dice, pero para su habal ya que sabia que esas palabras no le llegarian al corazon a la mentora que la habia cuidado desde la niñez, debia ser fuerte y explicita - Se hará lo que diga Maestra Hana, mis labios seran sellados unicamente para decir lo extrictamente necesario

Sonrie ampliamente poniendose bien las pieles, tapando su desnudo cuerpo, y caminando tras la mentora hacia el comedor, con paso firme y orgulloso.

Cita:

Su maestra le repetia esa frase una y otra vez cuando su lengua y sus acciones la llevaban a meterse en mas de un lio. Pero sabia que ello era parte de ella y auqnue fuera algo malo, la ayudaria en algun momento. No sabia bien como, pero lo descubriria algun dia.

Raman se quedo paralizado al pasar el terrible crinos ante el, en realidad aun no habia visto nunca esta transformacion de cerca, y de lejos un par de veces, era terrorifica y le costaba entender que el pudiera ser asi

Cita:

Miro de refilon a Vatsa intentando ver a que se referia la criatura con eso de deforme pero su interes por la cuestion se disipo completamente cuando el terrible crinos se transformo en una hermosa joven desnuda en medio de la nieve justo delante de el

el intercambio de palabras entre maestra y alumna se perdio completamente para Raman que solo volvio a la realidad cuando Casiopea se ajusto las pieles, luego se encamino a la cabaña central siguiendo a los otros y esperando que nadie se hubiera fijado que se habia quedado embobado

No puedo esgrimir una sonrisa ante el comentario de nuestra nueva compañera, una sonrisa que tal vez habría podido parecer ofensiva, pero no lo era. simplemente, me divertía el hecho de que en esta parte del mundo, y de donde venía ella, porque parecía ser una Furia, la intolerancia se sembrara en la educación de los nuestros. Realmente, eso era lo de menos, teniendo en cuenta el hecho de que por ser macho ya la molestaba lo suficiente. Sí, tomármelo con filosofía era lo mejor que podía hacer, aunque no me faltaron ganas para desplegar la cornamenta de mi Crinos, que había aprendido a emplear no sólo como adorno en mi forma de batalla, sino como arma implacable... De todas formas, no era la mejor forma de empezar, así que simplemente, muestro esa mueca, apenas imperceptible, y volviendo la vista hacia otro lado. No, no era el momento de enfrentamientos, no éramos ni siquiera conocidos. Y por tanto, puede que este fuera el momento de zanjar su desprecio, pero no gastaría energías en una pelea, que lo único que haría, sería granjearnos reprimendas entre los ancianos del Túmulo. Sin embargo, a la mujer que aparece después, atiendo con interés, ella tenía una energía latente y dominante. En sus arrugas, se podía entrever la experiencia, y la supervivencia ante lo que de ahora en adelante, nos asolaría. Al contrario que muchos de mis hermanos, que seguramente caerían en la provocación de aquella joven, prefiero clavar mi mirada en un punto opuesto, como distraído. No, no me interesaba mostrarle ningún signo de debilidad, si iba a tener que trabajar en equipo con ella. Además, había mujeres más hermosas que ella... aunque probablemente no tan fieras. Sí, su comentario te ha dolido. Deshazte de él. Sonrío de nuevo para mí, con la vista fija en el almacén, el primer lugar, además de mi cabaña, que he conocido. Lentamente, mientras el resto comienza a levantarse, cierro los ojos, concentrándome en mí mismo y en desprender de esa pequeña espina negra, que podía visualizar, clavada en alguno de mis espectros astrales. Medito sobre la insignificancia del comentario que ha tenido conmigo. Suspiro satisfactoriamente, mientras escucho los pasos de mis compañeros comenzar a dirgirise hacia el lugar de la charla. Y es que, había visto y vivido tantas veces, como invitado, este Rito tan importante. Ahora, sin embargo, era yo el que se iniciaría en él. Una vez todos hubieron emprendido la marcha, me puse en pie, el último, y con paso tambaleante, porque me divertía, y me recordaba a algunas experiencias en las playas de la India, sigo los pasos de mis hermanos.

- Vaya, parece que seremos, cuanto menos, una manada particular... ¡Jajajaja! - No puedo evitar soltar una carcajada, que seguramente, todos han oído, pero no estoy hablando con nadie. Les puede dar que pensar... o no.