Partida Rol por web

Pesadilla en Grand Villa

Acto cero: Novatada

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15/04/2024, 06:53
Jung Adam

—Si, olvidar— Adam respondió a Ji-Ah sin mucha emoción en su voz, estaba claro que no quería entonar esta respuesta a modo de pelea o molestia, era su más sincera lógica; no importaban los sentimientos, solo sobrevivir. Sus puños se encontraban apretados mientras miraba como la casa seguía siendo devorada por el fuego, no era que no le pesaran esas muertes, pero se trataba de salvarse; su futuro, su familia, y lo mismo para el resto de sus amigos —No importa si nunca lo hacemos en realidad, porque nunca lo haremos, eso es cierto, pero al menos dejar todo esto en lo más profundo de nuestras memorias, de lo contrario ¿Están dispuestos a que esto salga a la luz? Un solo error y todos caemos, un solo desliz es suficiente para jodernos a todos por igual— Apuntó, ninguno podía reclamar algo en contra de lo que Adam estaba diciendo, de ser asi hubieran hablado y defendido a esos novatos, y hasta donde había visto, todos se habían puesto en primer lugar, su integridad, y su propia salvación. "Olvidar" era un simple decir, significaba que se tenían que tragar este suceso y nunca sacarlo a flote, porque el día en que lo hicieran… entonces ese día sería el juicio final para todos y cada uno de ellos; podían culparse mutuamente, negar la situación, o simplemente tratar de escapar para dejar al resto a su merced, pero al final el juicio legal y social allí funcionaba igual para todos, como si no hubieran visto casos asi antes, grupos de bullys eran sentenciados socialmente todos los días por mucho menos, ¿Que les esperaba a ellos que habían provocado la muerte? Intencional o no, los demás verían el producto final, nunca el contexto ni la situación individual, asi funcionaba el mundo.

Que Yuqui y Seong siguieran defendiendo su postura respecto a las acciones de Zhang le hizo suspirar, ya no había ninguna emoción en Adam, y tampoco valía la pena para él responderles y seguir con lo mismo, estaban juntos en toda esa mierda, lo hecho ya estaba hecho después de todo, y más que pensar en el horrible escenario de "Que pasaría si…" estaba más enfocado en lo que en verdad era importante —Mientras nada de esto salga a la luz, no importa que haya pasado ni como, estaremos a salvo— "El crimen perfecto es el que no existe…" No lo diría en voz alta, solo lo pensó, su madre le había enseñado eso también, cuando llegaba a realizar algún trabajo debajo de la mesa para beneficiar a su familia. —Podemos hacer que este solar desaparezca en su totalidad, movernos con contratistas que no hagan preguntas, que solo actuén y tengan el trabajo listo, las huellas desaparecerán debajo de las orugas de la maquinaria, podríamos ir más allá y pedir que "pavimenten" toda esta zona, que todo quede enterrado en concreto— Aizée sabría mucho más del tema, mientras no dieran sus nombres reales y se movieran con compañías que solo buscaran dinero sin importar el trabajo, sería fácil hacer que un solar desapareciera, en especial porque estaban en una zona que había quedado en el abandono por varios años, no había mucho valor allí que atrajera miradas o interés de terceros.

Adam se unió después a los otros dos chicos del grupo para mover el cadáver, mirando por un momento la propiedad en llamas, su mente divagó por unos instantes; ¿Como habrían quedado el resto de esos novatos? Carbonizados, tan solo hacía falta mirar al pobre desdichado que estaban cargando, no había sido un acto cruel hecho a proposito, había sucedido repentinamente, pero ahora no importaban estas cuestiones, sino salir del problema y ocultar todo.

Ya de regreso, Adam escuchó lo que decía Zhang, no añadió más ya que su idea estaba sobre la mesa. Dudó un poco sobre si el fuego llamaría la atención, la zona en donde estaban estaba bastante lejana y olvidada desde hace mucho y no habían bloques residenciales en los alrededores más próximos, pero al momento en que Zhang le dirigió aquella pregunta, Adam asintió en respuesta —Claro, podemos ir allí, y si tienen alguna otra idea, podemos verla una vez lleguemos, estando más fríos— Si había alguién que tuviera una idea mejor, estaba presto a escucharla, lo importante era salir de esa locura, el pacto de silencio estaba ya ímplicito en todos, si querían salvaguardar su futuro al menos, por lo que tampoco se molestó en seguir hablando de lo mismo, por ahora lo importante era ejecutar un plan eficiente y que dejara todo ese desastre sepultado.

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15/04/2024, 23:57
Alizée Gircourt

Pasada ya la primera fase de shock, Ali se sentía un poco más centrada para intervenir. Ir a casa, ducharse y vestirse de fiesta para ir a casa de Adam le parecía una crónica sci-fi, pero… vale, buscaría un vestido acorde al desfase de la noche y se lo pondría. Incluidas unas buenas joyas.

-Con todo respeto lo digo. No se pueden tomar decisiones, así como así.

Pensaba en el bienestar de todos. Todo se podía ir a la mierda, y no podía ser que un atajo de malas decisiones los pusiera de una forma tan obvia en el punto de mira.

-Parece fácil como en una película. – dijo a Adam. -Todo perfecto sobre el guion, sin embargo, la vida no es una puta película.

Ali miró hacia el incendio y alzó su mano derecha.

-Este terreno, tiene unos dueños. La parcela y la casa estará registrada como terreno rústico. No podemos simplemente venir aquí con unos contratistas que no hagan preguntas a priori, y suponer que van a mantener la boca cerrada. Lo único que vamos a hacer es dejar todo esto lleno de huellas. ¿No lo entendéis, o qué? Ninguna prueba, nadie debería pisar este terreno excepto nosotros.

En su cabeza no cabía la posibilidad de dejar flancos abiertos.

-Compremos explosivos y detonemos los muros de carga. Si hay que venir con palas y carretillas, o alquilar un camión de residuos, y llenarlo dentro con toda la mierda que hemos generado, pues lo hacemos. Meter a gente externa en esta historia, solo nos causará problemas. No podremos ni siquiera pasar un día sin preguntarnos ¿alguien hablará?

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16/04/2024, 15:20
Won Seong

Tras haber llevado el cadáver del otro novato al interior de la casa con Jianying, Seong se mantuvo encerrado en su mutismo. Miraba a unos y otros mientras intervenían, pero no decía absolutamente nada. No era una actitud típica en él, acostumbrado a ser el foco de atención. Claro que toda aquella situación estaba fuera de lo típico también. Además, algo en su interior parecía querer decirle que, cuanto menos opinara, más ajeno podría mantenerse a todo eso.

Era como si hubiera empezado ya a construir el caparazón que le permitiría encerrar ese recuerdo en algún lugar profundo de su interior y dejarlo allí, aparcado, compartimentado. Olvidado. Sí, olvidado, por qué no. Por más que Ji-ah dijera que no podrían olvidar, siempre existía una manera de olvidar: el silencio. El silencio más absoluto. Y no solo el silencio de las palabras que no se pronuncian, sino también el de los pensamientos que te prohíbes pensar y el de las emociones que te impides sentir. Allí, recluido todo en un fuerte e irrompible caparazón.

Y el silencio empezaba ahora para Seong. Él no opinaba, él no decía nada. Ya no. A partir de ahora, todo sería silencio. ¿Aquella casa? Silencio. ¿Aquellos novatos? Silencio. ¿Aquella broma? Silencio. ¿Aquel olor a carne quemada?

Aquel olor a carne quemada.

Ese… Ese todavía estaba ahí, grabado, y no se iba.

Se frotó un rato la nariz, pensando que quizás así pudiera quitarse ese olor. Luego, simplemente, esperó a que los demás tomaran una decisión que él acataría en silencio.

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16/04/2024, 19:41
Myo Yuqui

¿Sugerencias? Si, claro. Cientos, miles. ¿Para que hablar? Los gallitos del gallinero ya habían tomando la decisión; lo que ellos eligieran sería acatado por todos. Sumisa, siguiendo la corriente. En apariencia. El fuego destelleaba en el fondo arrancándole a la vida la oscura noche. Aquí y allá, dentelladas naranjas y humo gris se llevaban los colores plácidos de la noche. Y una parte de ella. Una más que debía sacrificar, arrojar a las llamas.

Escuchaba, pero sobretodo pensada. Las palabras de sus amigos se colaban dentro de sus propios pensamientos. Un solo error y todos caemos, un solo desliz es suficiente para jodernos a todos por igual….no a todos por igual. Había sido Jianying quien había matado a sangre fría a aquel pobre desgraciado. Y los chicos habían metido su cuerpo en el incendio. Si aquello se destapaba, no les iba a afectar a todos igual.

Yuqui era una superviviente. A lo largo de su vida le habían propinado tantos latigazos, mirando siempre a la cima, que tenía visión de túnel. Si no te aporta, lo ignoras. El amor o la amistad, hasta hace bien poco, no significaba nada. Era algo residual. La moral o el sentimiento de justicia, la religión, el sexo. Herramientas, prescindibles pero necesarias. Se preguntó como había llegado a ese punto y cuánto más tendría que sacrificar para llegar a esos elevados objetivos que su familia había depositado en ella. Hoy, perdía un poco más, pero estaba más cerca de su meta. ¿Verdad? La cuestión era cuánto quedaría de la Yuqui original una vez llegase allí arriba. Quizás fuese ella, o una chica con su rostro y su nombre que escondía un monstruo abyecto debajo. Un monstruo.

Y aquello no se detenía ahí. Había que limpiar, hacer el trabajo sucio. Podía haber fallos. Alizée lo indicó, meter a terceras personas allí podía ser un problema. Si alguien descubría algo, si uno de ellos se derrumbaba. Estaremos jodidos por igual. Mentira. Miró a sus amigos como si fuese la primera vez, preguntándose cual de ellos podría sacrificar para salvar su cuello, cual era irrelevante y cual imprescindible. Y lo supo, ella ya había jugado en ese escenario y sabia que peones se quedarían fuera del tablero. Así que ese es el punto en el que me encuentro.

Organizaban, hablaban. La idea de una ducha, de quitarse ese hedor y aplicarse sus cremas para la cara y la piel le sonó demasiado bien. El agua se llevaría la suciedad y algo más. Estaría radiante una vez más. A plena potencia para capear con la tormenta. Una contrata ilegal, o demoler aquella casa con explosivos y un mazo. Era la cómplice ideal, dispuesta a todo. ¿Lo sabían ellos? Dispuesta a todo.

—No quiero estar sola —dijo, buscando con la mirada a Ji-ah —. Creo que nadie debería quedarse a solas.

Los remordimientos podían ser un problema, todos necesitaban un guardían.

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16/04/2024, 20:02
Choi Ji-ah

Ji-ah se dejó abrazar por Myo, devolviéndole el abrazo a los pocos segundos. Sabía que tenía razón en lo de que algunos secretos podían pesar demasiado y en lo de que podían hablar sobre lo ocurrido, entre ellos, si alguien lo necesitaba. Aún así no dijo nada y permaneció abrazada a Yuqui, en silencio, contemplando como las llamas continuaban devorando la casa.

- Yo tampoco quiero esta sola - respondió, devolviéndole la mirada a su amiga - Quedarnos a solas creo creo que es lo peor que podríamos hacer -

- Os veremos en casa de Adam, después de que nos hayamos duchado, maquillado, y vestido adecuadamente - dijo, a continuación, levantándose del suelo y sacudiéndose un poco de tierra que se le había pegado al pantalón - Si queremos fingir que volvemos de una fiesta, debemos hacerlo bien. Cuando estemos todos allí ya veremos qué hacemos finalmente - Ji-ah terminó de hablar, tendiéndole la mano a Yuqui, para ayudarle a levantarse.

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17/04/2024, 05:38
Seo Amy Eun-Ji

«No mires mucho al abismo». Una vez más repitió las palabras de uno de sus amigos en su cabeza. Por un instante, giró su cabeza para observar a Jianying consciente de la importancia y el aviso que encerraban sus palabras.

Pero para ella ya era tarde. Había mirado y había reconocido la oscuridad, el vacío, la soledad de su interior.

Su mandíbula se tensó y apretó los puños. Miró por última vez la casa que, poco a poco, se iba consumiendo como se habían consumido los jóvenes cuerpos que habían dejado en su interior. El fuego purificaba, eso había oído repetir cientos de veces. Y Eun-Ji esperaba, deseaba, quería con todas sus fuerzas creer que era cierto. No para ella, temerosa de aquellas llamas devoradoras, pero sí para aquellos cuyos sueños habían sido extirpados de raíz. Por su culpa…

Se propuso que aquella debía ser la última vez que pensaba en el horror que habían provocado. Tenía que ser la última vez que se sentía tan débil y culpable. Aquella sería la última vez que recordaría la escena que estaba contemplando, el olor a carne quemada y los gritos que habían perforado su cerebro.

Porque necesitaba sustituir aquel recuerdo con otro muy distinto, más alegre y feliz que, con el tiempo, se convertiría en el verdadero.

Eun-Ji por fin le dio la espalda a la casa dispuesta a borrar desde ese mismo instante esa aciaga noche. Porque debían tener la mente fría para planificar los siguientes pasos. Porque derrumbarse no estaba permitido. Porque ser débil solo significaba fracaso.

Y, una vez hubieran organizado todo para encubrir sus huellas, nunca habrían vivido ese suceso. Un suceso que se convertirían en menciones en los medios de comunicación hasta que se fueran diluyendo con el tiempo.

—Vámonos ya —dijo, sin rastro de emoción en la voz—. Aún tenemos mucho que hacer y poco tiempo.

El tiempo… El tiempo todo lo cura y hace olvidar el pasado. Eso decían aquellos que buscaban un vano consuelo. Pero Eun-Ji sabía que eso no era cierto.

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17/04/2024, 06:37
Narrador

Todo el grupo de amigos parecía estar consciente de que no había más remedio en esos momentos más que guardar silencio; uno que buscaba sepultar el aparente pecado de haber acabado con las vidas de esos cuatro novatos, los cuales para esas alturas ya tendrían sus cuerpos irreconocibles debido a las llamas que les estaban consumiendo, de forma tortuosa y sin haber podido escapar de este destino. Tal vez era natural pensar en quién cargaba con mayor o menor culpa de que aquella broma, tan hermosa e inofensiva, terminara en una horrible y brutal escena que sin duda les quedaría de forma permanente en sus memorias, como si se tratara de un simple impulso natural, sin embargo, todos por igual estaban ligados por este horrible accidente entre si, porque si uno caía, no tardaría en derrumbar al resto. Por ese motivo pensar en la mejor forma de borrar este crimen para siempre y asi salvaguardarse junto con sus familias y sus brillantes futuros era lo más vital, porque todos los que estaban allí tenían su vida resuelta, de una forma u otra el grupo de elite que habían formado en la universidad se alzaría como el más destacado de la generación, tanto por sus apellidos como sus logros académicos, ninguno podía darse el lujo de echar eso a la basura y quedar como una deshonra, sería simplemente anti-natural en toda la extensión de la palabra.

Con Adam habiendo aceptado prestar su casa como un punto de reunión para llegar allí a modo de fachada (Como si hubieran llegado de una fiesta) ya tenían el primer paso en el plan que tenían que llevar a cabo, si o si para encubrir toda esa situación, que era horrible en más de un significado. Una vez allí, habían planeado que llegarían a un acuerdo en común para ver como proceder. Habían dos ideas sobre la mesa; contratar un servicio que no hiciera preguntas y sepultar todo entre kilos de concreto, pero aquello podría dejar muchos cabos sueltos, muchas situaciones que se podrían escapabar de su control, la segunda era hacerlo todo ellos mismos, detonar todo, ocultar todo, y asi dejar este pecado como si nunca hubiera existido, con únicamente los siete amigos como testigos y confidentes. Aunque por el momento, lo único que la mayoria tenía en mente era salir de una vez por todas de ese lugar, y asi lo hicieron… Dándole la espalda a aquella casa, que aún iluminaba el cielo con sus tonalidades rojizas, decidieron que era mejor partir. Y asi la antigua y abandonada propiedad quedaría siendo consumida en medio de la noche, hasta que no quedara más combustible para alimentar esas horribles llamas. Las máquinas de humo, las máscaras que habían caído, y por supuesto, los cadáveres de esos chicos quedarían carbonizados también, como el único recordatorio de lo que podría haber sido la mejor broma del año, y que se convirtió en un macabro destino para todos.

A medida que todos se alejaban del lugar y lo abandonaban, un pequeño rastro de madera convertida en carbón salió volando en medio de la madrugada, flotando y danzando hasta que cayó cerca de la zona boscosa que rodeaba ese bloque residencial abandonado, allí, debajo de la tenue iluminación que brindaba la mezcla de la luz de la luna y las llamas y sin nadie que se diera cuenta, una figura se agachó, llevando su mano y tomando entre sus dedos aquél pedazo de madera…