Partida Rol por web

Pétalos de cerezo en el lago

Cap.3-El declive de mi clan

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26/06/2012, 10:23
Borateo Belarson

 Borateo se deja conducir por todo el trayecto, moviendose a ciegas e intentando no dejarse las rodillas en los malditos peldaños de piedra.

 Entre la mala iluminación, el cansancio y dolor, y estar poco acostumbrado a espacios tan cerrados, el humano queda del todo desorientado a las pocas vueltas.

 Finalmente el hombre es llevado ante la cosa más asquerosa y horrenda que jamás hubiera podido imaginar. Este era en verdad un antro de oscuridad y maldad, nada de todo aquello podía ser bueno. Se tendría que pasar por acero y fuego todo aquel antro. Pero no sería él quien lo hiciera, y menos en su estado.

 Finalmente la cosa horrena aquella... habló. Borateo la miró entre una mezcla de asco, temor y repugnancia. Pero el mensaje de las palabras llegaron hacia su razón y sus instintos de supervivencia se pusieron en marcha.

 - Yo no soy...- Un asesino.

 El hombre fue incapaz de soltar tal mentira. Una sensación de culpabilidad inmensa cayó sobre el pelirrojo ex-padre y ex-marido. Ante sus ojos pasaron las imágenes de Matriorca, Sasha y la albina orca, muertas a sangre fría. También apreció la imagen de sus manos aprimiendo una almohada y unas manos parecidas a garras, envejecidas a más no poder, aferradas a sus brazos peludos. Esta imagen quedó gravada en su retina empeñandose en permanecer allí.

 - Yo no soy... un invasor. Estaba trabajando para el poblado enano, y la muerte a flechazos de dos de sus enanos, y el posterior robo de su buey me condujeron por el camino donde me topé con tres de sus... de los suyos. Ellos me atacaron, me defendí, uno de ellos murió antes de que yo cayera moribundo.

 No tenía más que añadir por el momento.

Notas de juego

-4/28, así?

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28/06/2012, 12:37
Director

La cabeza se estremeció en su pebetero colgante, a quince pies sobre el suelo, como negando.

Por tanto, sí eres invasor.

Estas montañas son de mi tribu desde que el dios Wurd nos hizo brotar de la tierra.

Los bueyes que hay en nuestra montaña son nuestros.

Y puesto que no creemos en la exclavitud, tu y tu pueblo no podéis ser nuestros.

Así que nos conformaremos con exterminaros a todos.

MUAAAAAHAHAHAHA...

Borateo ve por el rabillo del ojo cómo se forman malévolas sonrisas en los orquitos, especialmente en Krondok. Sin embargo, el enmascarado Wurd da un paso al frente.

Gran Cabeza, todo esto no es necesario. En el principio de los tiempos acogísteis al Padre y a la Madre...

¡SILENCIO, INVITADO!

Con tal motivo no deberías cuestionar mis decisiones...

Sin mí, tu estirpe se habría extinguido.

Muestra más respeto o reconsideraré mi opinión sobre lo que hablamos antes.

En cuanto al prisionero... Ya ha cumplido su tarea.

El único interés que me despertaba era saber hasta qué punto

los invasores conocen la ubicación de nuestro poblado.

Ha venido solo, y la manera en la que nos ha encontrado es

siguiendo la pista de los dos animales.

¡Hondoak! ¡Agusek mi'pep ogorisika!

Un troglodita del séquito abre la puerta que está más cercana a las escaleras, y los dos que tienen a Borateo cogido por los brazos le arrastran hacia esa habitación. Por el umbral solo se ve oscuridad, ya que la luminosidad que refulge del estanque de magma no dobla las esquinas.

Notas de juego

Sí, -4/28. Entrar en furia ahora te daría 8 asaltos de heroicidad antes de una muerte estoica. Seguramente menos... Insuficiente como para escapar de este lugar.

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29/06/2012, 12:15
Borateo Belarson

 La sentencia había sido echada. Finalmente, de alguna u otra forma sentía que no merecía más. Sus manos se había teñido demasiado de rojo los últimos días. Nada le ataba ya a este mundo de mierda. Su familía había muerto, y en persecución de la venganza solo logró que primero murieran su padre y sus hermanos, y luego las hembras que podían haber cuidado de las crías orcas, tal vez dándoles una oportunidad de futuro. Finalmente la muerte de Orquídea pesaba mucho en sus arqueados hombros.

 En parte se sentía liberado por la certeza de un abrupto final.

- Sea pues. Que mi difunta esposa se apiade de vosotros. Y os mate antes de haceros perder la cordura. Que termine lo que yo no he podido terminar.

 

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01/07/2012, 19:57
Director

Nadie en la sala da importancia a la maldición final de Borateo, la mayoría porque no conoce su idioma, y los orquitos porque se sienten seguros de la babayagá con la Gran Cabeza presente.

A Borateo le introducen en la habitación oscura. Es evidente por la soltura con la que se mueven que estos trogloditas pueden ver en la oscuridad tan bien como un enano.

Allí alzan a Borateo y este siente el tacto duro de la piedra a la altura de la cintura, como un muro bajo. Le tiran al otro lado y empieza a caer y a caer...

Notas de juego

Haz una tirada de piruetas CD 15 (no puedes usar saltar porque al contrario que en la pelea del desfiladero, aquí te tiran, no eres tú quién se echa abajo). Son 2d6 de daño de caída si fallas y 1d6 si la pasas (tira tú los dados). Con -4 puntos de vida tienes muchas posibilidades de morir en la caída. Si sobrevives ya abriré otra escena para cuando estés de regreso.

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01/07/2012, 20:08
Borateo Belarson

 De repente el hombre siente la nada bajo él, el fin ya ha llegado. Pero a pesar de ello no puede evitar que su instinto de supervivencia pugne por salvarle la vida. Su cuerpo se contorsiona en el aire para maniobrar de forma que eluda el impacto final contra el suelo, pero justo haber maniobrado, antes de poder colocar los pies bajo él, siente el brutal impacto del suelo contra su cuerpo, justo cuando la rabia se apoderaba de él...

- Tiradas (2)

Motivo: Piruetas

Tirada: 1d20

Dificultad: 15+

Resultado: 8(+8)=16 (Exito)

Motivo: Daño de la caída

Tirada: 1d6

Resultado: 6

Notas de juego

 Entro en rabia.-10, hay posibilidad de estabilizarse a -10 ó es punto final? ... tendría unos asaltos para intentar estabilizarme¿?

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01/07/2012, 20:17
Director

El cuerpo de Borateo deja de caer generando un crujido. Tal vez el sonido fuera del montón de huesos sobre el que aterrizó o tal vez fuera su propio cuello al romperse. De cualquiera de las maneras, Borateo queda allí inerte.

Hay quienes podrían preguntar qué fue de su alma. Tal vez se transformó en espíritu y se unió a la babayagá en su espiral de venganza. Yo no lo creo. Borateo murió en paz con el mundo, sin cuentas pendientes y sin sentimientos de revancha. Ese tipo de almas se las cobran los dioses para sus paraísos, porque no hay odio que les ate a nuestro mundo.

En algún otro plano de la existencia, espera por toda la eternidad. No sabe a quién, porque no recuerda su vida pasada. Ni siquiera recuerda que en algún momento la gente se refería a él como Borateo Belarson.

Notas de juego

Punto final. Lo siento, los dados han hablado.