Partida Rol por web

Pétalos de cerezo en el lago

Prólogo

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30/03/2011, 16:14
Valandil de Oronar

Valandil abre los ojos nuevamente y muy sorprendido. Unos pocos segundos después se da cuenta de la curiosa situación y sonríe ligeramente. Eleva su brazo y llama a su emplumado amigo para que se pose. Seguidamente se dirige a la niña.

Tranquila, joven. No es un parajillo, sino un buen amigo con alas. Y lo estás asustando. Tratale con respeto y él te respetará a ti.

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30/03/2011, 23:44
Roger de Valverde

 

Cada vez encuentro mas extraña su actitud. Demasiado interesado en nosotros cuando según el mismo tendremos meses para estar aquí.

– Veníamos haber si había algún trabajo aquí en Holmet. ¿Sabes de alguno?

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02/04/2011, 17:33
Director

Se aleja para apoyarse en el respaldo de tu silla. Parece que ha perdido algo de interés en tu persona.

Psé... hace una semana despidieron a unos cuantos mineros viejos. Demasiado mayores como para andar picando la roca. Tal vez os podríais prestar como mineros. El tío grandullón que subisteis inconsciente a la habitación parece tener aptitudes para ese trabajo. Fuertote, me refiero. Y este aislamiento al que estamos sometidos parece que pone en boga cualquier trabajo que pueda aportar alimento a la aldea. Puedes pescar en el lago o cazar en el bosque, y luego vender la carne de pez o de bestia en el mercado.

El resto de oficios... albañil, curtidor, tejedor o ceramista... son un tipo de trabajo del que Holmet es autosuficiente y no necesita de más manos.

En fin, creo que mejor me recojo a mi habitación. Llevo toda la tarde jugueteando con este vaso vacío, y Égrias es capaz de obligarme a llenarlo de nuevo y volverme a hacer pagar otra consumición.

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03/04/2011, 01:06
Roger de Valverde

Sus palabras me confirman mis temores de que venimos a una trampa atraídos por un cebo. Y puede que Égrias sea uno de los que esta detrás una buena forma de garantizarse la clientela al precio que quiera.

Despido con un gesto a Onzanio.

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03/04/2011, 10:21
Sara Cónnick

Pronto vuelve Borateo. Sara se acerca con platos, vasos y cubiertos, y sonríe mientras los distribuye por la mesa.

En el piso superior suenan pasos crujiendo la madera. Tal vez de Onzanio, que acaba de subir, o de cualquier otro cliente.

Enseguida les traigo el cordero... ¿Vuelve solo, señor? Pensé que su otro amigo se uniría a la comida. ¿Retiro el plato?

Notas de juego

Borateo: el viajero entre capítulos. :)

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04/04/2011, 10:17
Borateo Belarson

 El robusto monteraz se deja caer pesadamente en la silla, ahora que su cuerpo se va enfriando poco a poco empieza a sentir como se quejan sus músculos. Pero eso no sería nada comparado con lo que sentiría en cuanto se levantara de la mesa. Lo sabía. Lo sabía y le gustaba, eso significaba que los músculos se ponían a prueba.

 Su mirada se posa en la comida que va trayendo la muchacha, como hechizado. Pero, con un esfuerzo, logra responder.

 - No dejalo, después de que quemen al elfo hablará con el sacerdote para que venga a tender a nuestros compañeros.- Dice como si comentara un enecuentro común, o hablara del tiempo.- Yo me adelantado un poco, estoy ansioso por el cordero.

 Dice finalmente con más émfasis.

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04/04/2011, 20:30
Josephine Cónnick

La pequeña pierde interés en el halcón, y decelera sus pasos mientras mira fijamente a Valandil.

Hola...

Estira la mano y acaricia suavemente las largas orejas del druida. Parece que son lo que han despertado la curiosidad de la pequeña, relegando el papel del compañero animal a un segundo plano. El pájaro aprovecha para dejar de volar y asentar sus garras en el alféizar de la ventana.

¿Eres un elfo?

La niña está entre las dos camas. Alarga su otra mano hacia Nugruk, urgando en su pelo negro para verificar si el humano dispone de la misma anatomía exótica.

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04/04/2011, 21:24
Valandil de Oronar

¿Cómo lo has adivinado? dice un irreconocible Valandil al que la ternura le está conquistando.
Soy un elfo, en efecto. y estos son mis amigos: Nudruk es humano, y Grak es halcón. Yo me llamo Valandil
Que cria mas maja...
Y por fin Valandil sonríe, olvidándose de la horrible guerra que asola el mundo, de la avaricia de los hombres y de la sinrazón del cruel mundo en el que vivimos.

Tengo sed. ¿me acercarías un vaso de agua de manantial, por favor?

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05/04/2011, 00:03
Roger de Valverde

Me temo que esto no acabara bien por lo que mejor tener el estomago lleno que vacío si tenemos que huir.

– Tienes razón Borateo. Comamos ahora que no sabemos cuando llegara y no sería correcto dejar enfriar la comida.

Mirando a Sara. – Servirnos nuestras raciones. La de nuestro compañero mejor cuando venga, ¿no creéis?

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05/04/2011, 09:09
Borateo Belarson

 El monteraz pelirrojo esboza una sonrisa lobuna.

 - Mujer, ve trayendo comida y verás que no tendrá tiempo de enfriarse jejeje.- Dice palmeandose el estomago.- La verdad es que desde esta mañana que no he comido nada y he trabajado como tres hombres. Estoy hambriento. Aunque procuraré de que quede algo para Wilbur.

 Borateo se acomoda la vaina de la espada corta para que no le moleste estando sentado en la silla.

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05/04/2011, 19:07
Sara Cónnick

La posadera asiente. En un primer viaje trae dos jarras, una con agua y otra con hidromiel. En un segundo viaje sale de la cocina con dos bandejas. La primera lleva castañas asadas. La segunda, una pierna de cordero y un trozo de carne sin hueso, bastante grande sin llegar al tamaño de la pata, que podría pertenecer al lomo del mismo animal.

La segunda bandeja pesa bastante, por toda esa carne, y el brazo derecho de Sara no deja de temblar mientras la porta. Llega dificultosamente a la mesa, pero suspira aliviada al ver que no ha derramado nada del jugo que acompaña al plato.

Qué aproveche. Tengo aguardando en la cocina un segundo trozo de lomo y un pernil para cuando llegue vuestro compañero. Así también comerá caliente.

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05/04/2011, 21:52
Roger de Valverde

 

Asiento ante las palabras y la comida que nos sirve la camarera.

– Gracias Sara todo parece delicioso. mientras me sirvo unas castañas antes de la carne.

Ahora sólo falta que vuelva sin problemas Wilbur.

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05/04/2011, 22:36
Borateo Belarson

 Borateo casi asalta la comida, tomando la pata de cordero con una mano la parte por la articulación, dejando una porción en el plato para Roger, con la otra toma la jarra de birra y va tomando tragos para ayudar a tirar cuello abajo los pedazos de carne masticados.

 Tras engullir la pata de cordero su hambre se ve en parte saciada y es entonces cuando se permite comer más civilizadamente, tras pedir otra jarra de birra. Luego toma unas castañas y se corta unas lonchas del lomo.

 - Ha merecido esperar hasta llegar aquí, la comida está apetitosa y la birra está fría. ¡Sí señor!- Sonríe satisfecho.

 Luego, tras unos bocados más, pregunta.

 - Por cierto Sara, ¿Qué significa Velvet Azul?

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06/04/2011, 22:35
Sara Cónnick

Sara, que se ha quedado absorta viéndoos comer con tanta gratitud la comida que ella misma había cocinado, se anima a unirse a sus clientes. Y aunque no prueba bocado, sí toma asiento junto a ellos.

Me alegro que este a vuestro gusto, chicos. El nombre de la posada se la puso mi marido, y sería el más apropiado para contestar... pero ya que la he oído tantas veces, creo que os puedo dar la respuesta.

Él es un hombre sencillo, así que también escogió un nombre sencillo para su negocio. En principio iba a llamarlo Vélvet. Solo Vélvet, por el lago que baña las costas del pueblo. Pero mientras construía con sus propias manos esta posada, a menudo quedaba exhausto y se dormía sobre la tierra, más o menos dónde queda esa mesa de ahí. Y tras una de esas cabezadas, al despertar boca arriba, vió el azul intenso del cielo de la montaña y se dijo...

La posadera se levanta sobresaltada, al caer en la cuenta de su error.

Lo... lo lamento mucho, señor. No es cerveza fría. La cerveza se nos ha agotado. De verdad que lo siento... Es hidromiel, la hidromiel en este establecimiento la solemos servir caliente, de verdad... No sé cómo ha podido ocurrir, soy una torpe... Se... se me olvidó calentarla.

Los dedos de su mano se afanan por agarrar la tela que cubre sus muslos, presa del nerviosismo. Su dulce cara parece ahora aterrorizada por su pequeño equívoco.

No se lo digan a mi esposo, por favor...

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06/04/2011, 23:25
Borateo Belarson

 A pesar de estar escuchando las palabras de la moza a medias, mientras se servía lonchas de carne asada, y contemplaba el salón del establecimiento pensando en que tal vez en un futuro estaría bien el establecerse en un rincón tranquilo y abrir un negocio, se sobresaltó ante el cambio brusco del comportamiento de la muchacha.

 En primera instancia la miró y luego paseo su mirada por el establecimiento y agudizó su oído en busca de alguna amenaza.

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06/04/2011, 23:28
Borateo Belarson
Sólo para el director
- Tiradas (2)

Tirada: 1d20(+4)
Motivo: Avistar
Resultado: 14(+4)=18

Tirada: 1d20(+4)
Motivo: Escuchar
Resultado: 2(+4)=6

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06/04/2011, 23:31
Director

Notas de juego

No hay amenazas. Solo hay tres personas en el local: Borateo, Roger y la propia asustada.

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06/04/2011, 23:39
Borateo Belarson

 Tras el sobresalto inicial el pelirrojo mira de nuevo su jarra y olfatea su contenido.

 - ¿Mujer, seguro que eso es hidromiel...? - Pregunta sin demasiada seguridad mientras termina de dar un trago.- Pues ponme más, y no la calientes. No me gusta tomar meados de burra con la comida.

 Sin añadir más el basto monteraz continúa comiendo castañas asadas mientras de vez en cuando mira a la moza, un regalo para la vista, le vardad.

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07/04/2011, 00:27
Roger de Valverde

Lo asustada que esta no hace mas que incrementar mis sospechas sobre el posadero.

Pero no es el lugar para comentarlo ni con ella ni con Borateo.

– Tranquila, no diremos nada.

La miro calidamente intentando tranquilizarla.

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09/04/2011, 21:53
Josephine Cónnick

Hola, Nugruk. Hola, Grak. Hola, Valandil.

Yo me llamo Josephine. ¡Soy la princesa encerrada! Mi papá dice que no puedo salir de esta posada. Si salgo, los elfos me raptarán y me llevarán al bosque, tan profundo, tan profundo, que no habrá príncipe capaz de rescatarme. Por eso tengo que quedarme aquí y jugar a ser la princesa que espera por el príncipe.

Pero tú no me secuestres, ¿vale, Valandil?

Voy a por tu agua.

La niña corretea por la habitación hasta cruzar la puerta y perderse más allá del corto tramo de corredor que va a izquierda y derecha.