Os apresurais al interior de la emapalizada. Dos pathfinders de aspecto cansado cierran la puerta tras vosotros.
Continuamos aqui
-No os preocupéis, queridos, ya estamos aquí ¡Y con totos los suministros necesarios!-la sonrisa de Larissa es contagiosa.-¿Alguien necesita sanación? Esta bella y noble y humilde servidora de la divina Calistria está dispuesta a dársela.-
Larissa baja del caballo y sonríe, sin la menor intención de ayudar a descargar los carros pero contemplando la zona para hacerse una mejor idea de donde están.
-¿Cómo habéis podido sobrevivir tanto tiempo aquí? ¡Sois unos auténticos Pathfinders!.-
Klatet se dirige a uno de los que les han abierto la puerta.
¿Quién es el agente al cargo de la excavación?
Marnan miraba todo con las manos a la espalda mientras daba pequeños pasos en distintas direcciones. Su capa naranja comenzaba a tomar el color morado que acompañaba a la hora del día. Le gustaba cambiarse el color de las capas que vestía para no ir siempre del mismo estilo.
Sin darse cuenta tiró una escoba metálica al suelo que hizo un grandísimo estruendo. Miró con los ojos desorbitados. El grupo ya sabía que él era asi, impredecible y torpe. Pero los pathfinders que había alli dentro le acababan de conocer.
- Eh,... lo... lo siento.
Soy yo misma. Me llamo Juliet Dias dice contestando a Klatet, la mujer que os recibió en la puerta.
Fuera del recinto se escuchan inquietantes rugidos.
Hemos sobrevivido como hemos podido, pero el hambre y las enfermedades se han ensañado con nosotros.
Esperemos que las provisiones que traemos puedan mitigar el tema del hambre...
Mirando a la empalizada y las puertas, Klatet traga saliva y las mira.
Aguantarán, ¿no?
Larissa todavía no puede hacer nada contra las enfermedades, ¿no?
Seltyel echa un vistazo al fuerta analizando las posibilidades de resistir un asedio.
-¿Hambre y enfermedades? No os preocupéis que aquí esto yo-dice Larissa toda feliz.-¡Llevadme ante los enfermos, que la sociedad no dejará que sufran!.-
Extrañada de cómo han sobrevivido tanto Larissa deambula por el campamento para ver como han podido aguantar. Hasta que la lleven como pide a presencia de los enfermos... y si no lo hacen, pues por ella que se pudran. Si no reconocen el supremo valor de tener a una Elegida de Calistria sobre ellos ¡sufrirán su venganza! o un constipado o fiebre de la mugre. O lo que sea, Larissa siempre quiso que los herejes y blasfemos sufrieran aunque solo si son muy molestos. A los herejes o blasmfemos callados y guapos les perdona todo. Sobre todo si llevan poca ropa.
Darles +4 a sanar a las tiradas de salvación.
Mirando a la empalizada y las puertas, Klatet traga saliva y las mira.
¿Mucho mira el ciego no? xdddddddd
Es que están cerca y son grandes... xddddd
12 de los pathfinders están postrados en camastros de sus tiendas desastradas.
El campamento no parece que pueda resitir mucho con sus muros de madera.
Os deteneis a observar también la escavación, se puede ver una puerta adornada cuya cerradura parece coincidir con la llave de oro que os entregaron y en el suelo se ver una gran esfera de obsidiana que aun está medio enterrada.
¿Teneis algo para mí? pregunta Dais
-¿Qué demonios es esa esfera semienterrada?-Comenta Larissa mientras se acerca a examinar a los pobres pathfinders en los camastros.
Duque, tras descansar unos instantes, se puso a curiosear por el campamento. Examinando la extraña esfera, y la puerta de la excavacion. El halfing, pese a sus heridas, tenia animo suficiente como curiosear mientrs tarareaba una cancioncilla.
Aprovechando la visita de Larissa a los enfermos, el mismo se acerco para valorar la posibilidad de encontrarse con algun sanador que pudiese curar sus heridas....
si hace falta hacer tiradas de algo, tomate la libertad.
si hay algun clerigo avisa.. que ando jodido.
Duque busca quien le cure pero no consigue encontrar a nadie.
Dias contesta y dice Aun no sabemos qué es. ¿Teneis la llave que me prometieron? Nuestras defensas son débiles y si no encontramos algun artefacto o alguna salida los charau-ka acabaran con nosotros.
Sí, tenemos la llave, tranquila... -dice Klatet mientras se acerca a la puerta y la toca intentando reconocer cada detalle de la misma.
Cuando ha echado un rápido vistazo a la misma, saca la llave de entre sus pertenencias.
Ten.
Creo que la llevaba yo, ¿no?
-Joder marqués ¿no te curé antes?-dice Larissa extrañada.
La joven examina a los enfermos preocupada por posibles contagios.
Motivo: Sanar (con guidance)
Tirada: 1d20
Resultado: 10(+7)=17
Juraría que te había curado un montón.
Larissa ayuda a los enfermos, que con las nuevas provisiones no tardaran mucho en recuperarse.
Justo cuando Dias va a abrir la boca se escuchan golpes en los portones.
¡Auxilio! grita alguien ¡Nos van a masacrar, abrid las puertas!
Uno de los vigias dice
¿Que hacemos con los áspides? ¿Les abrimos?
La lider os devuelve la mirada para pediros opinion.
Marnan se acerca a Larissa.
- ¿No deberías de inspeccionarles para saber bien qué es lo que les pasa? - dijo Marnan un tanto asustado - Si no sabemos el origen de esa enfermedad, ¿Cómo podremos evitar nosotros contagiarnos?
Después el estruendo de la puerta comienza a sonar, Marnan mira al líder y después encogiendose de hombros como si con él no fuera vuelve a mirar a Larissa.
- ¿Eh? ¿Eh? Respondeme, mujer, que si nos contagiamos como ellos no podremos hacer nada más.
Entiendo que hay que hacer una tirada de sanar para tratar de entender la enfermedad de los tipos. Voy a inspeccionar a uno, pero si puedo, intentaré que Larissa haga la tirada por mi y averigue qué es lo que está pasando. :D
¿puedo hacer eso, no?
¿Hay forma de que alguien vea cuantos son los áspides y cuan lejos están los monos de ellos?
El vigía contesta. Ahí abajo hay 5 áspides y la mayoría están bastante heridos. A los jodidos monos no los veo, pero a juzgar por lo que han hecho a los mercenarios del consorcio, debe ser un ejército mayor que la última vez
La enfermedad es fruto de la desnutrición