Partida Rol por web

Por más que lo intenta Ethelnir, Lorik se encarga de mantenerlo en el suelo. Su situación lo pone en clara desventaja con el potente guerrero.

Algo más lejos, Ouidda se enfrenta a Harold.

Te advertí, mocoso. No deberías tratar de seguirme...

Ante las palabras de Ouidda, los músculos de Harold se congelan, se tensan y el alquimista queda completamente paralizado. Viendo su éxito, la mujer sonríe alejándose...

Tu insistencia te lleva a encontrar una puerta secreta tras una de las estanterías, tras ella, está el cuerpo atado y amordazado de Amenopheus, el Sabio de Zafiro...

Clarissa, después de una búsqueda concienzuda, encontró a Amenopheus tras una puerta secreta oculta detrás una estantería. Apartó las maderas y se dispuso a liberar al sabio de sus cuerdas con su daga.

- ¡Mi señor!  Hemos desenmascarado a esta vívora de la Araña delante del Consejo de Andoran y ahora mismo mi equipo de valientes guerreros está dando buena cuenta de ella. ¡No volverá a difamar a la Sociedad Pathfinder!.

Peroo, por que queriais pegar a una dama?, no me decis siempre que hay que respetar las leyes del pais en el que se esta, aunue no sean las evidentemente correctas leyes de Asmodeo?, primero no me dejais coger esclavos y luego quereis agredir a la pobre dama

Clarisa ayudó a levantarse a Amenopheus, y le curó las heridas de las muñecas provocadas por las cuerdas, a la vez que le ofrecía agua de su odre.

Mientras tanto respondía al guerrero.

- ¿Que dices? A mi solo me importan las leyes compatibles con la sagrada doctrina de Abadar, que en el fondo son todas las que hacen una sociedad mejor.

- Y aquí las leyes las hacen todos esos crédulos políticos que por lo menos han decretado que fuera capturada, celemín.

- Espero que la hayan atrapado ¿No oyes reirse a Hothar? Seguro que la han liquidado...

Al de un rato, regresaron por el pasillo Harold y Hothar, el primero con cara de arrepentimiento y el segundo con cara de enfado.

Era... - el alquimista se frota la nuca, sin atreverse a mirar a Clarissa, sabiendo lo que viene - demasiado poderosa, consiguió hechizarnos y desaparecer.

¿Cómo está la situación por aquí? - trató, sabía que futilmente, de distraer la atención hacia otro asunto.

- ¡MALDITA SEA! ¡¡LORIK!!

El elfo coge entre sus manos la cabeza del guerrero quedando a escasos centimetros los rosotros de ambos.

- ¡TE HA HECHIZADO! ¡ME ESTAS ATACANDO! ¡A HECHIZADO A OTROS! ¡Y VA A ESCAPAR IMPUNE! ¡DEBEMOS DAR LA ALARMA! ¡¡¡¡AYUDA!!!! ¡¡¡GUARDIAS!!!

Clarissa se quedó horrorizada por las palabras del elfo.

- Pero... ¿ha escapado? Pero si la teníais medio muerta. ¡Maldita sea! ¿Y Lorik y Ethelnir?

Temiendo lo peor por las caras de Harold y Hothar, la mujer avanzó corriendo hasta que encontró a Lorik y al paladin peleando en el suelo. Por más que la imagen pudiera ser atractiva para algunos, las piernas fallaron a la sacerdotisa y cayó de culo al suelo. Allí se llevó las manos a la cara.

- En fin. Al menos hemos desactivado la amenaza. Volvamos al despacho y busquemos más pruebas contra ella.

Regresáis al despacho donde la noticia de la huida de la Araña no pilla a Amenopheus por sorpresa.

Tranquilos, habéis hecho lo que habéis podido. Es una enemiga formidable.

Los papeles que hay por todo el despacho de la mujer no hacen sino confirmar su posición dentro del parlamento andorano, pero el armario secreto donde Clarissa encontró al Sabio de Zafiro es otro cantar.

Entre sus atestadas estanterías hay documentos que están relacionados con años de tratos crimiales en Almas y otras ciudades de Andoran como Augustana, Oregent o Carpenden, prácticamente todos incriminan a Ouidda como el capo criminal conocido como la Araña.

También hay recibos que confirman que ha estado envuelta de forma personal en el comercio de esclavos de Okeno en el Oceáno Obari y del secuestro de incontables actores. No sólo por medio de la Audiencia Cautiva sino en pequeños teatros y circos itinerantes por todo el sur de Avistan.

Muchos de estos documentos parecen indicar que tuviera algún tipo de cargo en el Consorcio Aspid, pero ninguno lo dice de forma clara.

Finalmente una caja contiene multitud de cartas con pruebas acerca de su influencia dentro de la Logia de las Sombras, incluyendo algunas bastante extensas de los jefes de varias celdas por toda la región del Mar Interior: Hondo Heru en Sothis, Caggrigar en Irrisen, Chalfon Dalsine en Oppara y Kormiggon Sussworth en Kaer Maga, todas las cartas sugieren que están incrementando su ataque al Decenvirato en vez de esperar pacientemente a que el líder de la Logia amase contactos y recursos en Absalom.

Más corresponcia señala que tiene contactos poderosos dentro de la mismísima Gran Logia, aunque no hay firmas ni nombres por ningún lado. Así que las pruebas son especulaciones en el mejor de los casos.

Al fondo de la caja hay una carta con una escritura muy elegante de una persona que firma como "la Aguja" y que promete que "la Mantis Roja llevará a cabo el asesinato en cuanto reciban ordenes de tu aliado".

El sabio Amenopheus por otra parte parece estar bastante bien de salud.

- Yo ... - dijo Lorik mirando al elfo - No se que decir, Ethelnir. Solo se que sentía la necesidad imperiosa de que no hicieras daño a la dama. No se si por mis principios o por un hechizo, en cualquier caso, es mejor dejarla ir por ahora. Ya la juzgarán las leyes Andoranas si consideran que es necesario.

Tranquilos, habéis hecho lo que habéis podido. Es una enemiga formidable.

Clarissa, al escuchar las palabras del Sabio de Zafiro, se tranquilizó inmediatamente y cambió su cara angustiada por una más serena. El sabio tenía mucha más experiencia y la joven y atractiva clériga sabía perfectamente que su criterio era mejor y más válido que el suyo.

- Supongo que al presentar estas pruebas, al haberla detenido, recuperaremos el prestigio perdido de los pathfinders y nos congraciaremos con el Parlamento de Andoran.

- Vamos, compañeros, debemos entregar todos estos papeles y pruebas y escoltar al Sabio Amenopheus hasta el barco que hace de logia provisional y si es necesario hasta la misma Absalom. Ademas de avisar de estos terribles descubrimientos*

Elfo parece entre molesto y preocupado por Lorik.

- Eso ibamos a hacer Lorik. No la ibamos a dañar ... si se entregaba a las autoridades andoranas. Espero que en unas horas te encuentres mejor y veas como sus hechizos nos han enrredado. Y juro por mi honor que esa Araña será aplastada, antes o después.

Harold se mantuvo enfurruñado todo el rato, claramente molesto por haber sido el último en haber podido detener a la Araña y haber fracasado ante su magia.

Ayudó a recoger las pruebas para defender el honor de la Sociedad en silencio.

Lorik agachó la cabeza, algo avergonzado. Poco podían hacer ellos contra semejante oponente.

Clarissa sintió que se cerraba un círculo, que el duro trabajo de investigación y limpieza de catedrales y rescate y acusación en el parlamento de los últimos días por fin había acabado. Había podido guiar a sus compañeros a través de todos los tipos de desafíos y habían triunfado. No del todo, pero la vida era un desafío constante.

- Creo que me retiraré a hacer sumas y restas en el banco de Abadar en Oppara un tiempo, amigos. Tengo mucho que rezar y que aprender. Que vuestras expediciones sean satisfactorias y vuestros descubrimientos emocionantes, que siempre sigáis el espíritu y la letra de la Ley.

El paladín respiró profundamente, calmándose.

- No podías hacer nada Lorik, perdona, no es culpa tuya. Esa maldita nos la ha jugado. Pero ha ganado tiempo, sólo eso.

Palmeo el hombro del guerrero y se giró hacia Clarissa cuando ella menciono que se iba a marchar.

- Espero que nos volvamos a ver Clarissa. Eres una mujer increíble, en todos los sentidos.

Recorrió uno por uno con la mirada los rostros del resto de sus compañeros.

-  Grachius, Harold, Hothar ... como le dije a Lorik, no debemos avergonzarnos. Mucho bien hemos hecho y esa arpía recibirá su castigo antes o después. Espero que, cuando hayamos descansado, podamos reunirnos y cenar algo antes de separarnos a la espera de otras misiones. Os tengo en alta estima. Incluso a Grachius -añadió sonriendo ampliamente -.

Harold asintió.

Espero que vuestros caminos os guíen a la prosperidad y la felicidad y que en algún momento vuelvan a cruzarse con el mío. - sonrió agradecido por el grupo que le había cubierto las espaldas durante este tiempo.