Partida Rol por web

Habéis vuelto... No hagáis nada de lo que os podáis arrepentir...

Clarissa contempló la puerta y la señaló mirando a la criatura acuática... la clérigo entendía lo que decía y quería que siguiera hablando. Asi mismo, sacó la geoda, si no decía nada más... llamaría a Amenopheus.

Mirando ahora a los jeroglíficos de la pared y con la ayuda divina de Abadar, ahora Clarissa entiende esos cartuchos y los puede interpretar:

• El bastón emparejado con el sol representa liberar el poder y la capacidad para destruir enemigos. Literalmente: destrucción.
• El ankh sobre el sol naciente representa prosperidad y abundancia.
• El ankh bajo el arco representa la protección de la tierra y el hogar de los enemigos. Se podría traducir como runa.
• La pareja de cetro con el sol representan el control del poder y utilizarlo para preservar la tierra. Literalmente: conservación.
• El hombre sobre el escarabajo y la cobra representa el conocimiento de la muerte y sus múltiples formas.
• El ojo sobre el agua representa el conocimiento del mundo.

Clarissa meditó. —Vaya... Destrucción, prosperidad, Protección, Conservación, Conocimiento de la muerte y Conocimiento del mundo... Parecen algunos de los dominios de Nethys. 

—¿Os parece que cambiemos el jeroglífico de destrucción y el de conservación? Para que estén cada uno en la cara que les corresponde?

Lorik escuchó la traducción de Clarissa y su posterior pregunta.

- ¿Por qué sabes a qué cara pertenece cada uno?

—La conservación debería estar en la parte intacta y la destrucción en la parte oscura y destrozada— comentó la mujer, esta vez sin inquina, porque simplemente expresaba una suposición basada en sus conocimientos. 

- Si, podría ser. ¿Prefieres que lo haga yo? 

Lorik, pese a lo brutón de su aspecto, no era un idiota. Clarissa se empeñaba en demostrar lo contrario, pero esta vez, misteriosamente, no habia sido asi.

—Dale, si sufres algún efecto negativo, trataré de sanártelo. 

Lorik intercambia los cartuchos bajo la atenta vigilancia de Clarissa y de la criatura elemental. En cuanto coloca cada uno en el sitio del otro, se produce un ruido y se abre la puerta secreta que habíais descubierto.

Tras esa puerta hay un almacen mágicamente iluminado del que sale un intenso aroma a vino de palma, canela y mirra. Cada una de las paredes tiene huecos llenos de pergaminos enrollados. Un altar de mármol de colores blanco y negro rodeado de briznas de fuego feérico se encuentra en el centro de la habitación.

Una escalera de mano que se encuentra al sur lleva a una pasarela elevada con más estanterías y un sarcófago dorado.

—¡Por Abadar! ¡Lo conseguimos!— dijo Clarissa. —¿Será el santuario de los sabios?

Antes de entrar se fijó bien por si encontraba trampas en en la entrada. O para escuchar algo de lo que decía la criatura elemental.

Ahora tendré que cambiar mi informe sobre Lorik. No puedo poner falsedades. Donde ponía rebelde, irrespetuoso e incompetente... tendré que poner Valiente, Noble y Dispuesto. ¡Maldición! Pero nunca le diré que lo hice. 

Lorik se golpeó el pecho en señal de alegría. Después se dispuso a avanzar. No le gustaba demasiado el guardían del agua, pero como Clarissa ya habia comunicado con él lo que debia, no se achantó.

William no entendía nada de lo que estaban haciendo Clarissa y Lorik. Así que, para al menos ser util, se dedicaba a vigilar al ser acuatico por si algo de lo que hacían aquellos dos lo soliviantaba.

Cuando escuchó el chasquido de la puerta abriendose asintió. No podía más que reconocer que si no fuese por la clérigo habrían dejado muchas cosas sin descubrir.

Hey, lo habeis conseguido. Bien hecho.

El explorador se acercó a ellos guardando su arco y desenfundando la espada, para que el guerrero no entrara solo. Por si había problemas.

Clarissa no encuentra ninguna trampa y la criatura elemental os sigue observando pero no se mueve.

—Vamos dentro todos, con cuidado con los pergaminos, si veis que se deshacen, esperad a tomarlos, que puedo repararlos con conjuros...

Tratando de aprovechar los conjuros de comprensión idiomática y con respeto, agarró algunos de los pergaminos para ver de que iban y se acercó al sarcófago.  

Los pergaminos parecen hablar de historia, historia de la Era del Destino. Alguien debía estar preocupado como para querer salvaguardarla.

El sarcófago está cerrado pero a su lado hay un pequeño santuario con una serie de notas escritas en osiriano antiguo. No obstante, la magia de Clarissa le permite entenderlas.

Parecen ser una especie de sesiones de preguntas y respuestas con el espíritu del erudito momificado que está en el sarcófago. Por lo visto, una vez al día, si alguien toca el sarcófago puede hacerle preguntas.

El entrevistador estaba interesado en la conservación de recuerdos en gemas mágicas y cómo fabricarlas y repararlas.

El elfo se dedica a detectar el mal en el sarcofago, los pergaminos y el cofre.

- Entiendo que todo esto lo hemos hecho por Amenophus y su deseo de saber sobre los hombres de las gemas, quizás... si le llamamos... él podria formular las preguntas que hacerle al sarcófago. ¿O no?

—No solo Amenopheus, Lorik. ¿No crees que la Sociedad Pathfinder, siempre interesada en el pasado de Golarion, estará contenta de poder descubrir y mantener todos estos pergaminos pertenecientes a la Era del Destino?

Sin embargo, Clarissa no tenía ganas de llamar a Amenopheus todavía.

—Espera, primero preguntemos por nuestra cuenta, si no, ya llamaremos mañana... Y antes revisemos las notas, quizá en ellas esté escrito como reparar la gema. 

Mientras los demás están atareados busco trampas en el sarcófago, por si acaso.