Partida Rol por web

Frunciendo el ceño, sigo a William para cazar al gnoll ... y alejarme de Clarissa y su odiosa punteria.

Clarissa cargó su ballesta y volvió a disparar en dirección al Gnoll que huía...

El elfo se atraganto con la arena del desierto y su flecha salio bastante desviada.

Evitando mirar a Clarissa, intento divisar al gnoll...

Ante la aceptación de los demás de que persiguiera al gnoll, William no se lo pensó y salió tras él. Vio pasar varias flechas cerca suyo, pero seguramente no serían suficientes como para derribarlo.
El explorador también podría disparar, pero quería asegurar el tiro y ver la dirección del atacante. Ya que sería un indicador de por donde podrían venir más.

¡Corre, escoria! ¡Eres tan cobarde como las nenazas de tus primas! ¡Bahhhh!

No iba a molestarme por una escoria de gnoll, traicionero como él solo. Además, ya había compañeros más que dispuestos a darle caza. Así que limpio mi hacha y mi lanza con algún harapo de alguno de los caídos, y reviso por si tuvieran algo de valor, aunque era poco probable.

Después reviso la zona, por si hubiera algún peligro más.

El virotazo de Clarissa vuelve a impactar, pero el gnoll no deja de correr...

Por su parte, Hothar encuentra lo que parece ser el botín de los gnoll. Posiblemente sean objetos robados a otros incautos.

El gnoll corría lo suficiente como para decidir dejar que se escapara, en fin yo no lo iba a coger. Pero mis compañeros eran mas entusiastas en eso de acabar con la vida de enemigos huidos y no dejaban ni de perseguirlo, ni de dispararle. Tras recuperar mi daga y revisar la zona por si hubiera algo de interés, busco un lugar a la sombra donde relajarme. 

Sin el peso de la mochila, y sólo con sus armas, William persigue a la criatura hasta que esta no tiene más remedio que parar. En cuanto está a tiro de su arco el explorador lo usa, ya que es una tontería acercarse cuerpo a cuerpo mientras no sea necesario.

Ethelnir sigue a William, que empieza dejarle rápidamente atrás.

De un certero disparo, William acaba con el último de los gnoll.

Siguiendo las instrucciones de Maese Torch, buscáis un hito desgastado que se encuentra a unos 30 metros del oasis.

Una hora antes de que se ponga el sol, la luz del atardecer se refleja de forma extraña en uno de los desgastados jeroglíficos que representa un arco, haciéndolo brillar.

Lo que es curioso es que la sombra que forma la piedra apunta siempre en la misma dirección, hacia el noroeste. Si lo que dicen los planos de Torch es cierto, tras varias horas de camino en esa dirección llegaréis a las ruinas...