Partida Rol por web

Un ataque con ambas manos para intentar hacer el máximo daño posible y acabar rápidamente con la criatura.

William no se arriesgó a disparar con la criatura tan cerca, por lo que no tuvo más remedio que soltar el arco y desenvainar sus armas.
No obstante, la bestia le tenía demasiado agarrado para que surtieran efecto sus ataques.

Cuidado con este bicho, si te atrapa te puede tragar entero. No os acerqueis más de lo imprescindible.

El golpe de Lorik es fuerte y la criatura se retuerce bajo la arena. Sin embargo los intentos de William no tienen tanto éxito.

Por su parte la criatura empieza a atizar con sus tentáculos a todo lo que tiene alrededor. Uno de ellos araña a Lorik en la pierna pero el guerrero resiste los intentos del bicho por atraerle...

Sonrío, mostrando los blancos dientes tras mi espesa barba. El bicho no había conseguido más que atraparme un poco, pero hacía falta mucho más para detener a un enano. En cuanto veo acercarse los tentáculos, me empleo a fondo y golpeo con todas mis fuerzas. Por dos veces además. Primero con el hacha, aunque algo desvía mi filo y la herida no es tan grave como yo pensaba. Algo parecido pasaba con la lanza, que había parecido tocar hueso o algo (¿era eso posible en un tentáculo?) y salió rebotada enseguida, no sin antes desgarrar la carne.

Contando con la pericia de sus compañeros, el elfo apunto con su arco al más cercano de los gnolls.

Desde mi posición y con las armas que tenía era incapaz de alcanzar a los gnolls pero no así al bicho con tentáculos, así que desenvainando una de las dagas busco oportunidad para poder alcanzarlo.

- Con un poco de suerte.....

El flechazo de Ethelnir choca contra las rocas que cubren al gnoll mientras que Hothar consigue liquidar a la extraña criatura con dos certeros golpes de su arma.

Clarissa cargó su ballesta, apuntó al gnoll del centro, y le clavó un virote en la garganta.

—Así se dispara, ¡Elfo! ¡Aprende!

Tras el virotazo mortal de Clarissa, los dos gnolls siguen disparando pero sus flechas caen lejos de sus objetivos...

Al ver como el ser caia ante los poderosos golpes del enano, William suspiró. Pero todavía quedaban enemigos que abatir.
Era una tonteria ir hasta ellos cuerpo a cuerpo por ese terreno, así que el explorador enfundó sus espadas y recogió su arco. Esperaba hacer una mejor actuación con el que hasta ahora con sus hojas.

Por lo menos Clarissa tiene otro blanco sobre el que quejarse. Desde luego, mira que dar más miedo sus críticas que esos gnolls.

Envalentonado ante la caida de semejante y enorme ser, Lorik avanzó con el arma en ristre y gritando contra los gnolls que disparaban de lejos.

Aprentando con fuerza los labios para no responder a Clarissa como se merecía, el elfo lanzo una nueva flecha, y sonrío al soltar la flecha. Con algo de suerte, alcanzaría al gnoll, era un buen tiro. Miro con disimulado regocijo a Clarissa, y volvió a fijarse en la trayectoria de la flecha.

Con una sonrisa en la cara, pues el combate era donde me sentía más vivo, corro con mis cortas piernas hasta casi los morros de los gnolls.

¡Por Torag! ¡No tenéis huevos a soltar esos arcos!

Con el ser del desierto ya derribado por el enano, podía pasar a los gnolls que nos acosaban. Dejando tras las rocas al elfo con sus flechas, cruzo las rocas  hasta las que corrí en un principio por el lado izquierdo intentando acercarme a esos pérfidos seres lo mas posible.

Ethelnir disparó al gnoll, un tiro flojo, asegurado. Clarissa resopló. El gnoll apenas había sufrido un pinchacito.

—A base de arañazos no lo matarás, Ethelnir— comentó con voz pedante. —Tienes que disparar con el arma sagrada de Abadar ¡La ballesta! No hay arma más precisa ni más sagrada o poderosa. ¡Mira!

Y cargando y disparando, clavó el tiro en la frente del gnoll herido por Ethelnir...

A Ethelnir le temblo ligeramente el labio ... la condenada clérigo disparaba bien. Con la llegada de Lorik y Hothar los gnolls tenias la horas contadas, pero tal vez pudiese realizar otro buen tiro para callar a la ballestera.

La flecha de Ethelnir se clava en el brazo del gnoll mientras que el virote de Clarissa lo remata. El tercero en discordia, al ver la situación decide aprovechar que Hothar no ha llegado donde él y sale corriendo hacia el desierto...
 

Al parecer los gnolls esperaban que el bicho tentaculoso acabara con la mayoría, y ellos rematar al resto. Menos mal que estaba Hothar para remediarlo. Por lo que cuando las tornas cambiaron perdieron fuelle.
A William no le gustaba demasiado dejar enemigos vivos tras él que pudieran volver.

Si lo dejamos marchar puede ir a buscar refuerzos, si quereis puedo perseguirlo y evitarlo mientras revisais el resto de la zona.

Mientras hablaba el explorador caminaba en dirección a gnoll con el arco preparado, por si acaso tenía que salir tras él rapidamente.

—Clarissa 2, Gnolls 0...— dijo la clérigo al ver al nuevo gnoll caer, asintió a las palabras de William. Por fin decía algo inteligente.

—Ve a por él... es un peligro para los viajeros.