Partida Rol por web

Una vez os recomponéis empezáis avanzar por el camino y rápidamente os queda claro el porque del nombre de este lugar. En principio los árboles son verdes y la hierba cerca del camino que recorréis también. Sin embargo a apenas unos 20 metros por ambos lados la hierba se tornaba negruzca al igual de la tierra de la que crecía. Y eso no era lo que más os llamaba la atención, sino los huesos que había en mitad de todo ese oscuro campo. Tenían el tamaño de una casa y cuando os fijáis en la calavera de un réptil os queda más que claro. Dragones.¹

Por otra parte el camino parecía seguro y tranquilo hasta que llegáis a un cruce donde descansan los restos de un carro en bastante buen estado pero sin ninguna bestia de tiro o incluso dueño cerca...

Me sorprende bastante descubrir que el nombre de Prado Negro es literal y no una alegoría.

Qué curioso - digo arrancando una hoja de hierba - No es que esté quemada, es que es más negra que el alma de un recaudador de impuestos. Bueno, estoy exagerando. Digamos que tira hacia el mismo tono que el recaudador - Cojo un pequeño puñado y la guardo en una bolsita vacía para estudiarla más tarde.

Sin embargo la sorpresa ya es mayúscula al encontrar los huesos de dragón - ¡Tormentas! ¿Habéis visto eso? - me acerco a los huesos y los observo detenidamente - ¿Sabéis el tesoro que hay aquí? ¡Los huesos de dragón auténtico tienen multitud de usos! Sirven como base para objetos mágicos, para armaduras, armas, pociones alquímicas... - remuevo un poco el barro del suelo buscando algo tanto o más valioso - Y ya como encontremos las escamas... fuá. Morrigan ¿Qué tal te sentaría una armadura de escamas de dragón? Ventiscas, ojalá tuviéramos un carro en el que meter todo esto...

Las palabras de Ekron cambiando de tema logran borrar el ligero malestar de Morrigan al ver que todo está bien y nadie se ha tomado a mal su .. numerito. Pero no pasa inadvertido para la divina el gesto de Meriel, cristalino como si fuera un lago rio de aguas calmas y limpias.

Se colocó a su lado, siempre con Legend a la zaga y esperó el momento adecuado para pedirle perdón por lo sucedido.

Llegaron a su destino, aunque no a su objetivo. Y al parecer había huesos de dragón, cosa por otro lado lógica al recordar las palabras de la enana. Inspeccionó un poco más aquellos huesos antes de revisar las cercanías del carromato. No se fiaba. ¿Porque iba alguien a abandonar un transporte en buen estado?

En su diestra llevaba el látigo todavía. Solo por si las moscas....

Voy algo más tranquilo de que nadie haya salido herido por el momento, pero después de avanzar y ver la enorme mole de huesos que hay en medio del paso, me queda claro que eso no va a ser lo más raro que nos ocurra hoy. Bueno, esto le puede dar un buen toque de color a las historias que vaya contando. 

- Pues... Si tanto valen ya estás tardando en recogerlos. - le digo a Ekron encogiéndome de hombros. Si es dinero fácil, me interesa. Y si no, pues que se lo quede el listo con sus objetos mágicos y cosas. - Y un carro... ¿Dices como ese? 

Señalo el carro de más adelante, acercándome un poco para ver si hay alguien o algo cerca. Y viendo que Morrigan prepara las armas, yo no soy menos, con la ballesta a mano...

Una vez os fijáis mejor en los huesos os dais que no son de auténticos dragones sino de dracos. Increíblemente grandes pero dracos al fin y al cabo. Su pie era valiosa pero sus huesos aunque resistentes no dejaban de ser menos prácticos que el acero, mucho más fácil de conseguir.

Mientras Ekron se centra en los restos de las bestias, Feniel y Morrigan se acercan al carro con cuidado. Ciertamente estaba en buen estado salvo por el eje de una rueda completamente roto. Sin embargo eso no era lo único que llamaba la atención, pues una vez más cerca también pudieron ver alguna flecha clavada en algunos de los troncos y un claro rastro que se desviaba del camino hacia una parte del prado más boscoso.

Ya me gustaría - contesto con frustración - Sí, he visto el carro, pero a menos que estés ofreciéndote a tirar de él no veo que de qué nos puede servir salvo como aviso de que aquí los forasteros no son bienvenidos.

Como en cualquier parte últimamente ¿Qué demonios le pasa a esta parte del mundo?

Suelto un bufido de fastidio al examinar los huesos de cerca - Oh, cuernos. No son restos de un dragón sino de un vulgar draco. En fin, mi gozo en un pozo. Aunque mirándolo por el lado bueno puedo irme de aquí sin que me palpite el corazón - Aún así no me resisto a darle un par de palmadas en el morro - Descansa en paz. Puede que nos veamos por ahí.

Una posibilidad inquietante acude a mi cabeza y retiro la mano inmediatamente - Por favor, que alguien me diga que no voy a rememorar la vida de esta criatura.

Sacudo la cabeza para quitarme la idea y me acerco al carro.

Bueno, pues tenemos dos opciones: o seguimos el rastro a ver si hay alguien a quien podamos echarle una mano o volvemos al camino hacia nuestro destino ¿Alguien puede decir cómo de reciente es el rastro? Yo diría que es de...

- Pensaba que siendo mago tendrías algún conjuro útil para mover un carro. - digo encogiéndome de hombros con una sonrisa - Y tal vez no hayan sido los lugareños, sino esos salvajes que nos atacaron hasta encerrarnos en ciertas ruinas y todo eso.

Me pongo a mirar el suelo, viendo un claro rastro que se desviaba del camino hacia una parte del prado más boscoso. Si es un rastro tan claro no veo dónde está la trampa. 

- ¿Y cuál es la diferencia entre un draco y un dragón? - pregunto con curiosidad aún mirando el suelo sin saber muy bien qué tendría que estar buscando - Y si la recuerdas o no, eso ya lo sabremos si mañana te despiertas dando gritos y gruñendo.

- ¿Y cuál es la diferencia entre un draco y un dragón? -

_{- Sus huesos son menos valiosos -} fue su escueta respuesta a Feniel, pues estaba más centrada en observar el rastro que habían encontrado que en otra cosa, aunque poca cosa sacaba en claro...

La magia no es la respuesta para todo - contesto encogiéndome de hombros - Si lo fuera vivíriamos en una arcanocracia y no es el caso. Esa es la respuesta pedante y la que te soltaría más de un mago que conozco. La respuesta sencilla es que puede que exista algún conjuro que pudiera ayudarnos con el carro pero que yo no lo conozco, así que si queremos quedárnoslo tendremos que darle a la sesera.

La pregunta sobre los dracos y los dragones me resulta mucho más placentera de responder - Los dragones son seres racionales y muy poderosos tanto en lo físico como en lo mágico y lo intelectual. Los dracos se les parecen pero su inteligencia es más animal que racional y, con excepción de nuestro amigo de aquí - señalo el cadáver del draco - suelen ser mucho menos imponentes físicamente. Es como comparar a un humano con un simio. Aparte de que, como ha dicho Morrigan, sus restos son bastante menos valiosos.

La broma de los gruñidos me hace reír - Gritos y gruñidos. Ahá. Como cuando te despertaste creyendo ser un escriba y te quejabas del lumbago y las almorranas de pasar tanto tiempo sentado ¿Más o menos?...

Ekron se da cuenta con facilidad de que el rastro es reciente (como mucho un par de horas), más que nada es que con su conocimiento casi nulo en la materia que sea capaz de diferenciarlo con tanta claridad no tiene otra posibilidad.

Es que además el hechicero era capaz de notar cuantos eran unos 8 en total, 4 de ellos parecían cargar con algo pues sus pisadas eran más profundas y otros dos iban arrastrando los pies por como dejaban surcos. Aparte de ello lo que le llama la atención son los pasos de una bestia de carga, probablemente un pony.

Meriel termina por unirse al grupo y observa el carro con curiosidad.

- Parece que tiene un eje roto, pero podría repararlo. Sin embargo sin un animal para que tire de él de poco nos va servir.- por lo demás mira hacia las flechas cercanas.- Sin embargo me preocupa más que parece que fueron asaltados, quizás el rastro nos lleva hasta ellos. ¿Qué queréis hacer?- termina por comentar la peliblanca algo preocupada.

Mientras hablamos rodeo el carro y me quedo mirando hacia algo que me ha llamado la atención en el suelo - Pues mira, quizá no ande muy lejos ese animal de tiro. Se fue hacia allí - señalo la dirección del rastro - junto con otras ocho personas. Cuatro de ellos parece que iban bien cargados ¿Los viajeros, obligados a cargar con todo aquello que sus atacantes consideraron valioso? Además, no ha pasado mucho tiempo. Si hubiéramos ido un poco más rápido igual llegamos en plena fiesta.

Vale Ekron. Eres muy listo y la tienes más gorda y más larga que nadie. Pero sigue habiendo que tomar una decisión. - Propongo echarles una mano a los de la carreta. No me gustaría despertarme un día reviviendo este ataque y sabiendo que habríamos podido ayudarlos ¿Qué decís? ¿Vamos a darles cera a unos salteadores de caminos?...

Alzo ligeramente la cabeza, entendiendo la charla sobre lagartos muertos. Bueno, pero sirve para contar historias igualmente. 

- Ñeh, dolían más los latigazos, pero sí, creo que también tenía almorranas. - respondo encogiéndome de hombros con una sonrisa - Y respecto a nuestro carro...

Me quedo con la boca medio abierta para decir algo, pero entonces Ekron interviene con sus... No sé ni cómo llamarlo. ¿Dotes de adivinación o de deducción? Porque con todas las huellas que hay en el suelo, como para sacar algo de todo ello... Vuelvo a fijarme en las pisadas, pensando de dónde rayos ha sacado lo de las ocho personas. 

- Pues... ¡Sí, claro, vamos! - respondo con gesto resuelto, como si estuviera clarísimo cuántos habían pasado por ahí - Siendo hace poco, supongo que no estarán muy lejos. Y tampoco es que tengamos otra cosa de la que preocuparnos hasta que nos vayamos a dormir...

Morrigan seguía buscando la dirección del rastro, pero de forma infructuosa. Tanta chachara sobe almorranas e historias de dos machos cabrios parecian arruinar sus dotes para ello por lo que suspiró derrotada cuando se incorporó tras acuclillarse para observar una posible huella que habia acabado siendo una de las suyas propias superpuesta a una de Legend

_{- Repararlo nos retrasaria -} dijo mirando a Meriel. Le hizo un gest al perro para que se quedara cerca de la dama _{- vayamos tras el rastro -} en su interior no estaba segura de alcanzarlos a tiempo o de si habian sobrevivido realmente. Si un dragón se había zampado a los integrantes de aquella caravana no tenia porque quedar rastro en aquella zona... 

_{- Voy detrás tuyo cubriendote -} le dijo a Ekron. Él tenia que seguir el rastro. Ella le protegeria si los atacaban... De momento continuaba con el látigo enrrollado en su diestra, dejando descansar su espadón de momento.

Y así es como de repente me veo dirigiendo al grupo hacia... ¿Dónde? Y lo que es más importante ¿Por qué demonios voy yo en cabeza?

Por abrir la boca. Como si fuera la primera vez.

Pero es cierto que no dormiría tranquilo si no intento al menos hacer algo y no es sólo por la posibilidad de revivir lo que pasó aquí. Así que hago de tripas corazón y como si fuera lo más natural del mundo empiezo a seguir el rastro.

Bien dicho. Vamos a por ellos.

Con dos cojones. Tonto perdido pero con dos cojones...

Finalmente decidís seguir el rastro y apenas en un cuarto de hora llegáis a un claro. Avanzáis con paso firme pero sin ser precisamente silenciosos. Cosa que implica que cuando os adentráis en el claro os estén esperando. Tal y como había dicho Ekron podíais ver a 8 kyth, un pony y lo que parece ser la carga que había en el carro. Dos de ellos, un enano y un orlano estaban atados y sentados en el suelo mirándoos esperanzados.

Por su parte el resto no deja lugar a dudas lo que son, bandidos. El que claramente era el líder, un enorme aumaua da un paso hacia vosotros intentando imponerse desenvainando una cimitarra y una daga. Lo que os sorprende es que a pesar de su tamaño sus movimientos son ligeros y rápidos.

- Bueno, bueno. ¿Qué tenemos aquí? ¿Desde cuando las víctimas vienen a dar su dinero directamente a sus ladrones?- se ríe de manera exagerada y el resto de sus hombres le siguen generando una cacofonía bastante caótica.- Entonces, ¿como va ser? ¿Por las buenas o por las malas?- concluye confiando en que os superan en número.

Vaya, pues al final no eran cuatro bandidos y cuatro prisioneros, sino cinco y tres. Y el poni. Y la carga.

De puta madre Ekron. Ahora a ver cómo salimos de este follón.

Sin embargo hay una posibilidad de resolver esto sin recurrir a las armas. Al menos de momento. Mientras me acerco hasta tener al alcance al amaua que los dirige voy tejiendo discretamente mi conjuro más poderoso para camelarme al contrario en tratos difíciles (1).

Dejaría usted pasar una oportunidad única, caballero - Pescado. Caballero Pescado te vas a llamar ahora. Casi se me escapa la risa. - Aquí tiene una pequeña fuente de riqueza que rápidamente se le irá de entre los dedos. En cambio mis socios y yo hemos descubierto un potencial en esta tierra que nos podría volver a todos lo bastante ricos como para no tener que trabajar en el resto de nuestras vidas. Pero, y aquí es donde entran usted y sus compañeros, necesitamos otros socios que conozcan la zona y con los que podríamos explotarla aún más a fondo - hago un gesto con la mano quitando importancia a lo que sea que puedan sacar del botín del enano y los orlanos, para mí futesas que podría comprar con uno sólo de los anillos que llevo en la mano (2) - Bien, si nos tranquilizamos todos podremos hablar de negocios mucho más lucrativos ¿Qué le parece?

Di que sí, Caballero Pescado...

Le dedico una sonrisilla a Ekron al ver que no me toca a mí ir delante, por suerte, y empiezo a seguirle con toda la calma del mundo. En ningún momento se me había ocurrido pensar que a lo mejor, y solo a lo mejor, el grupo de ocho no eran ocho comerciantes... Estoy seguro de que había alguna canción sobre ocho comerciantes, o siete o algo de eso... En cualquier caso, eran seis bandidos más de los que esperaba. Y a Ekron más que los puños le van las palabras y no voy a ser yo quien le corte el rollo.

- Exaaaacto, chicos. ¿Por qué si no íbamos a seguir un claro rastro de bandidos, hmmm? Mi amigo aquí tiene tanta ambición como fortuna... - carraspeo adelantándome un paso y guiñándole el ojo al que parece ser el jefe, bajando algo la voz - Creedme que si no, la señorita y yo jamás habríamos decidido acompañarle. Puede arreglaros el saqueo de caminos durante un año como poco. ¿Cuánto tienen esos de ahí, eh? ¿10? ¿20 monedas de oro si conseguís vender el pony y toda la pesca? - señalo con la mano a los atados, encogiéndome de hombros. Luego le doy unas palmaditas a Ekron en el hombro - Este tío de aquí os puede pagar el doble... ¡Incluso compraros a los prisioneros si queréis sacaros algo extra! Así que escuchadle antes de dejarnos sin fuente de recursos, por favor, señores míos...

Y por favor, Ekron, espero que tengas un buen plan porque siguen siendo muchos bandidos...