Partida Rol por web

Río frenéticamente en la mesa con los que me rodean, estoy cruzado de brazos con las piernas extendidas comodamente...

esperen un momento tengo que hablar con mis amigos para que vayamos a buscar a Jackson para irnos de una ves

los ve un momento y se va hacia la mesa donde esta Ben y se sienta mientras el cantinero les trae un plato grande de carne de res para que coman un poco

el cantinero los ve y se pone un poco nervioso al verlos mientras que ve a la mesa de Ben un poco preocupado y se va

prende un habano y te bota el humo en la cara despues saca su cabeza a la luz y te sonrie

mi nombre es Joaquin.. capitan Joaquin encargado de la 4 division de la compañia de las Indias encargada de erradicar las basuras como tu de neustro oceano

en ese rato interrumpe el hombre que hablo con tus amigos y te ve un rato a los ojos y te saca sin que se den cuenta tus amigos tu pistola del bolsillo y todo lo que llevas puesto menos tu cuchillo que esta en tu bota y las deja en la mesa mientras que uno de los presente lo deja en la pared

los piratas no quieren soltar donde esta Jackson pero no estan dudando nada asi que se puede tardar señor

Observó cómo Morgana se dirige a mí y sin duda es otra la actitud y me agrada, me siento menos tensa. Sonrío brevemente y mientras Aldref se va en busca de los demás, yo me acerco un poco a ella y con ello a Dead, pero no importa, se está bien.

-Estoy en busca de mi padre... Dicen que era un pirata y como verás, tampoco me es fácil confiar en los demás-digo y extiendo una mano para que pueda estrecharla con la de ella.

No he querido conseguir enemigos, al contrario y creo que entre ellos cuatro puedo sentirme tranquila y en confianza, quizás como sólo me sentía con Nana, aunque a ella eso nada le importara. Decía que sólo me cuidaba porque el día que mi padre volviera, ella tendría mucho oro.

-Espero que encontremos a tu hermano y a mi padre...-y sin quererlo o pensarlo, esta vez fui yo quien miró a Dead largamente.

Me alegra ver cómo Silask y Morgana parecen haber resuelto sus diferencias. La revelación del objetivo de Silask, que parece ser que busca a su padre, hace que sienta que están desapareciendo los muros de desconfianza que quedan en el grupo. Ahora todos parecen más amigables, y eso es bueno.
Notó que Silask se arrima un poco a mí cuando se inclina sobre la mesa para hablarle a Morgana, y puedo ver cómo sus morenos cabellos acarician su piel tostada. Su personalidad, más amable y más dulce que la de la mayoría de los individuos con los que estaba acostumbrado a tratar (no incluyo en ese grupo a mis nuevos compañeros, desde luego), hizo que fuese fácil para mí confiar en ella... o incluso algo más que eso.
-Dado que estamos con ánimo revelador, os diré que mi objetivo al llegar a Tortuga era el de buscar a un hombre en concreto con el que tenía una cuenta pendiente-mientras hablo, paso la mirada por la sala, la detengo en Benjamin, que continuaba hablando en la otra mesa; luego observo a Lily, a Morgana, y cuando llego a Silask, veo que ella también me mira fijamente. Por un momento me pongo nervioso, más nervioso de lo normal, y no es debido a la cerveza. Los ojos de Silask eran verdes... hipnotizadores.-Pero, desde luego, prefiero cien veces esto-concluyo sin dejar de mirar a Silask.
Tomo un último trago de cerveza, con lo que me termino la jarra, y me relajo un poco.

La frase de Dead me deja sin palabras, así que apuro lo que quedaba en mi tarro de cerveza pero no puedo quitarle los ojos de encima. Hay muchas cosas que no sabemos de los otros, muchas cosas que quizás sepamos o quizás no pero lo cierto es que cada cual tiene algo o alguien que buscar y quizás no nos lleven por el mismo camino y por tonto que parezca, eso me angustia, nada habría más malo que separarme de ellos.

De Dead.

Pido otro tarro de cerveza, al menos es una distracción para apartar mis ojos de los de él pero apenas lo consigo al momento de llevarme un pedazo de carne tibia a la boca.

-Yo también prefiero esto a vagar sola por allí y ser blanco perfecto de los soldados-digo.-Lily, me pareces una persona muy valiente, embarcarte en algo que quizás no te reditúe nada, eso no se ve todos los días.

Me limpio la boca con la manga de la camisa y me vuelvo a Morgana y a Dead.

-Lo de ustedes es distinto, aunque no creo que por ello sean menos valientes... Por años he esperado el momento para salir en busca de mi padre, pero Nana siempre me detenía y ahora, ahora sólo matándome alguien podrá hacerlo-digo a los dos.

Los ojos se me llenan de lágrimas pero sin llegar a salir. No quiero encontrar a mi padre por una cuestión de tenerlo cerca, sólo quiero saber si lo que se dice de él es verdad y saber qué tanto de pirata llevo yo en la sangre para luego hacer mi vida.

No te creas, yo siempre saco algo de mis viajes. Y no te preocupes cielo, aquí estamos todos juntos y no pararemos hasta encontrarle, de eso no hay duda... dice giñándole un ojo.

Mi sonrisa sigue sin disiparse
Así que aquí tenemos otro tonto más
Flexiono la piernas, ya no están más estiradas, ahora mis pies están firmemente apoyados en el piso, y me acerco al oido del capitán.
¿Y tu que sabes quien soy yo? Hace meses que estoy trabajando encubierto para meterme entre los piratas y averiguar el paradero de Jackson y ahora que me estoy acercando sale alguien como tu a arruinarlo todo. Al señor Cutler no le gustará nada saber de esto. Mi sonrisa se borra casi de inmediato y un gesto serio y de enojo se apodera de mi mientras veo a los ojos al capitán.
¿De donde crees que saqué ese fusil? le susurro sumamente enfurecido.

-Tengo una duda, Lily, querida: ¿cómo os conocísteis Morgana y tú?-digo mientras me agencio una nueva jarra de cerveza e hinco los dientes en una pieza de pollo. Mi pregunta iba más bien dirigida para romper el hielo, para iniciar una conversación amigable con aquellas personas en las que confiaba ciegamente, a pesar de conocerlas desde hacia poco. Y así trataba de hacérselo ver, empleanod para ello un tono joviar y una expresión alegre en mi rostro.

Pues realmente, nos conocimos de casualidad, yo iba a hospedarme en una pensión y ella se ofreció amablemente su casa. Cuando supe su historia con Jackson, no dude en unirme a ella. Deadeye le caía bien, pero desde que apareció Silask, se comportaba de una manera muy extraña...obviamente sabía porqué, pero desde entonces, ella notaba que ya no era el mismo... si ya lo dicen que el amor cambia a las personas..., no hay cosa peor para un pirata que tener debilidades..

Escucho con atención la historia de Lily, eso sí, sin dejar de tomar un trago, y sin imaginar siquiera qué tipo de pensamientos pasaban en esos momentos por su cabeza. No sabía que Lily consideraba el amor como una debilidad, aunque en cierto modo era verdad, pues el que se enamora pierde parte de su libertad, cosa que los piratas defienden por encima de todo: la libertad. ¿Pero acaso existe una manera más dulce de perder la libertad que enamorándote? No era yo un pirata convencional, desde luego: la mayoria trata de esconder sus sentimientos, ya que en un mundo como éste es conveniente que los demás piensen que eres frío como una roca para que así los demás no puedan aprovecharse de ti. Desde luego, yo no dejaba que nadie se aprovechase de mí: al menor indicio de ello desenvaino mi espada o le meto un tiro entre ojo y ojo al osado. Pero antes que pirata, Deadeye es un ser humano, y como todos los seres humanos tiene debilidades, aunque siempre lo niegue, incluso a sí mismo.
-Pues fue una suerte que te unieses a ella, porque de lo contrario ahora mismo no estaríamos tomando una cerveza aquí-digo, retomando el hilo de la conversación y levantando mi jarra en señal de saludo. Desde luego, había tenido mucha suerte al conocer a aquellas cuatro personas, y ahora comenzaba a darme cuenta que las estimaba más de lo que creía hacerlo en un principio.

Para mí era sencillamente genial aquel grupo que habíamos formado, cada uno con una historia distinta, un fin distinto y de tan distintas maneras de ser y de ver la vida. Y viéndolo bien era lo más cercano a una familia que había tenido nunca; bebí de mi jarra un poco más, aunque eso ya no parecía buena idea, a pesar de andar por las calles y corretear con los chiquillos que alguna vez se convirtieron en muchachos a mi lado, no tenía más maldad que esa y el beber cerveza no estaba entre las cosas que pudieramos hacer, así que estaba causando mella en mí.

-Me alegro de haberlos encontrado... A todos-digo mirándoles a los ojos para que sepan que es verdad.

El tono de mis palabras no es el mismo de antes, es más bajo, mas lento y quizás las palabras hasta se arrastren y siento el rostro encendido pero eso es más culpa de Dead que de la cerveza.

-Dead... ¿A quién buscas?-pregunto sintiendo la confianza de hacerlo.

Quizás he hecho mal, quizás no me responda pero quiero saberlo y muchas cosas más que sólo sabré preguntándole.

El tono rosado de las mejillas de Silask me hace reír; me resulta gracioso.
-Quizás deberías dejar de beber-digo animadamente, lejos de parecer grosero, a lo que le guiño un ojo para hacérselo ver.-Dentro de poco no sabrás ni cómo te llamas.
La pregunta de Silask me pilla por sorpresa. No esperaba que a nadie le importase realmente cuál era mi historia, peroparecía ser que me equivocaba. También había muchos aspectos de ella que deseaba conocer, mas no era ni el momento ni el lugar. Me contenté con contemplar su rostro sonrosado mientras respondía su pregunta, hundiéndome en sus ojos de color esmeralda. Para mí aquello ya era un regalo más valioso que el oro.
-No es una historia agradable, en verdad.-comencé.-Cuando era aún un niño trabajé para un mercader que me trató poco mejor que a un perro. Me maltrató y se aprovechó de mí hasta más no poder. ¿Pero qué podía hacer yo si mis padres habían muerto? Tragué y tragué, y almacené en mi interior todo ese odio hacia aquella persona. Yo pensaba que las cosas ya no podían ir a peor... obviamente me equivocaba.-bebo un largo trago de cerveza para refrescarme la garganta. No me hacía gracia revivir aquellos acontecimientos pasados, pero Silask me lo había preugntado y yo quería contárselo.-Él me denunció a la Compañía de las Indias, y en un abrir y cerrar de ojos tuve a todos los soldados encima mía. Conseguí escapar de ellos, refugiándome en ciudades lejanas. Pero tuve que dejar atrás todo aquello que quería. Me arruinó la vida, podría decirse.
Contempló en silencio a Silask para ver qué reacción causa en ella mi historia.
Espero que no se alarme... espero que esta revelación no estropee nuestra relación.
-A esa persona buscaba, a ese mercader. Aunque por el momento haya dejado a un lado ese objetivo, ya que ahora estamos inmersos en otro muy distinto, tengo la esperanza de encontrarlo, tarde o temprano... y saldaré esa deuda pendiente que tengo con él. No espero que lo entendáis: quizás si supiéseis todo lo que me hizo podríais hacerlo.
Finalmente, bajo la mirada con el rostro algo oscurecido y aguardo las posibles réplicas de mis compañeras, en especial la de Silask.

Dejo el tarro sobre la mesa, él tiene razón, intento sonreír pero creo que no lo consigo y haciendo un esfuerzo, poniendo ambos codos sobre la mesa y mi cara entre mis manos, logro entender lo que nos está contando. Poco a poco empiezo a sentir una especie de furia y estoy segura que no es meramente seguridad; a mí no me fue bien en la vida, fue más o menos criada por Nana pero siempre con limitaciones y reproches, siempre me he quejado de ello pero a Dead le ha ido peor y entiendo su odio y rencor hacia ese hombre. Ladeo la cabeza, ávida de saber más y las palabras siguen corriendo por sus labios, su piel tostada por el sol y el gesto adusto lo hacen aún más atractivo pero no me atrevo a abrir aún la boca, quizás eso sería lo que diría y terminaría todos riéndose de mí.

Lo pienso un largo rato, lo observo a los ojos cuando a terminado y luego sin dudar tomo su mano lentamente, esperando que no la retire, no es sólo un acto cariñoso, yo no sé darlos muy bien, es algo más.

-Yo también buscaría a ese hombre si me hubiera hecho lo mismo que te hizo a ti... Lo encontraremos y entonces podrás vengarte, Dead-aprieto mi mano sobre la suya con fuerza, quizás con una fuerza que ni yo misma sé que tengo.-Encontraremos a todas esas personas y ojalá encontremos todas las respuestas...