Partida Rol por web

Camino agarrando a vargo como puedo y caminamos hacia fuera del barco
- Vamos elisabeth no te retrases - digo diciendole a la chica que nos siga
- bien varguito donde vamos - le sonrio

La capitana vio como toda la tripulación entraba. Siguió con aspecto serio. Miró a Peter brevemente antes de analizar a Carmen de nuevo.
Sí, lo tengo. ¿Y tú, que tienes? La escrutó con la mirada penetrante.

Elisabeth entra en la taberna siguiendo a María, que ayuda a Vargo a caminar. Echa un vistazo, arrugando la nariz por las pintas de algunos y el fuerte olor a ron que cargaba el ambiente.

No replica a las palabras del doctor, que la ofenden sobremanera, pero su mirada se ha clavado en la capitana... y deja de caminar antes de llegar a su mesa. Su mirada no se pasea por los presentes en la mesa tampoco. Simplemente da media vuelta y sale de la taberna, sin decirle nada a nadie.

Pero una vez fuera, se queda en la puerta, sin saber dónde dirigirse.

Quizá debería volver al barco...

De ti, malnacido. Respondió con tono desenfadado al lisiado mientras caminaban.

Al entrar en la taberna y escuchar el comentario de Spade, Markus lo miró unos instantes sin comprender, hasta que al volver la mirada hacia las mesas y localizar a Mery junto a Peter y otra chica entendió a qué venía aquello.

Cuando el doctor salió por la puerta, Markus se acercó a la mesa donde estaban sus compañeros y miró a la capitana esperando aprobación antes de sentarse junto a ellos.

Maria, no me llames eso.. - la mira de reojo divertido mientras sigue caminando hasta llegar a la mesa con los demás miembros de la tripulación pirata.

¡Camarero!¡una de ron! - grita alzando la mano y chasqueando los dedos de esta.

Sin amedrentarse, Carmen mira a los ojos de la Capitana. - Tengo algo de dinero, no es mucho, pero puedo trabajar como el que más. Solo necesito salir de la isla....

El camarero se acerca con una bandeja llena de jarras de ron, con una sonrisa en los labios por que ha visto como la taberna se le ha llenado de repente.

Con celeridad, deja todas las jarras en la mesa y regresa detrás de la barra...

Tras dar un buen vistazo a su alrededor, el pirata se sentó en la mesa junto a una de las jarras que habían servido. El dueño estuvo atento, sin duda.

Una vez acomodado, bebió un largo trago en silencio y permaneció sin abrir la boca, mirando fijamente a la desconocida entre la tripulación, con una expresión a mitad de camino entre la duda y el rechazo.
Solo apartaba los ojos de ella para comprobar la expresión de Mery Red, o para echarse unas risas a costa del estado de Vargo.

-ahhhhhhhhhhhhhhh...Ron, mujeres bellas, sadicas y temerosas...Tortuga.- digo sentandome y cogiendo una jarra de Ron le pego un buen trago.

Markus, intentas echar un vistazo a la taberna desde tu posición, pero sólo logras ver gente y mas gente. Sin embargo, te das cuenta que la taberna es lo bastante grande, tal vez, si te separas un poco del grupo, podrías ver algo más.

Sólo te llega el sonido de gritos, que parecen provenir de otra sala, seguramente, del casino de la trastienda. Todas las tabernas tienen uno, esta no va a ser la única que no lo tiene.

La capitana suspira. ¿Acoger a otra persona? Más bocas que alimentar....almenos trae dinero. Aun así necesito saber si realmente me será útil o sólo una carga....No estoy de humor...

La mira sin muchas ganas, deja el ron y con la mano hacia arriba y el codo en la mesa le mira.
Gáname a un pulso y vendrás con nosotros. Sino, seguirás en esta isla hasta que otro te lleve.

Carmen no puede evitar bajar la mirada a la mesa al escuchar a la capitana - Sabéis perfectamente que no sería capaz de venceros, no soy fuerte, señora, pero sí observadora y me considero bastante inteligente... aunque puede que este equivocada, claro está. Se disparar, y algo de curar heridas...y ... - su voz cambia, volviendose más profunda- Necesito salir de aqui. Si me ayudais os estaré eternamente agradecida y no dudeis que trabajaría como la que más.

Encarna una ceja. Nisiquiera se arriesgaba...
Baja la mano, aún con visible mal humor.
¿Te atreverías contra un barco pirata o las tempestades del océano pero no te atreves un pulso? Vuelve a coger el cuchillo y juega con él.
Ya tenemos un doctor y una enfermera. Yo de tí procuraría no estar equivocada. Mentir sobre tus habilidades luego sólo te traería... Mira por la puerta, donde aún ve a la chica. ... graves problemas. Necesito fuerza para arriar velas, fuerza para ensartar a piratas y fuerza para resistir a las iras del mar.

La mira sin piedad. Clava el cuchillo con fuerza a la mesa, haciendo temblar las jarras.
Sin rodeos, tengo tres opciones.
Una, asaltarte, quedarme con tu dinero y dejarte aquí.
Dos, llevarte conmigo a mi suerte, ya que no haces nada que ninguno de mis tripulantes haga ya.
Tres, llevarte conmigo y matarte, quedarme con tu dinero y hacerme cordeles de tus cabellos.

Bueno, en la segunda opción también terminarías muerta si no me resultas útil. Como ha dicho el doctor, no soy una casa de acogida.

En cualquier caso, no te voy a dejar subir a mi barco así como así. Demuéstra tus habilidades conmigo. Las que sean. De las palabras no me fío, y muchísimo menos de las mentiras.

- Vale varguito - sonrío dejandole para que se sentase en una silla y miro a elisabeth con cara de " nosotras que pintamos aquí " y se sienta a mi lado
- Elisabeth ... que peste a ... todo es como una mezcla de los peores olores - digo susurrándole y tratando de no respirar demasiado pues pensé que seria capaz de emborracharme solo con el olor a ron que había allí ...

Entro en la taberna con el grupo y me sorprendo al ver allí a la capitana, más aún con otra mujer y discutiendo sobre su posible incorporación a la tripulación del Benerice. ¿que estaba ocurriendo últimamente? El desplante del profesor me deja un poco aturdido

que caracter más marcado tiene este hombre, sin duda es un extraño compañero aunque es fuerte y firme en sus convicciones.

El doctor y Stanley desaparecen para llevar a cabo sus habituales "compras" de cuando estan en tierra, Crow ya esta bebiendo ron, bueno... creo que lleva bebiendo ron desde los 6 años, y Peter esta también sentado a la mesa. Otro comportamiento que me sorprende es el de elisabeth, obviamente este no era el tipo de lugares que frecuentará. María tambien parecia incomoda.

Me acerco al mesonero y digo que saque abundante comida y bebida para todos, para mí de momento pido una cerveza, por una vez que beba algo que no sea ron no va a pasarme nada.

María, Elisabeth... creo que deberíais quedaros a cenar con el resto, después si quereís os acompaño al barco, pero quedaros de momento. Esta isla es demasiado peligrosa para salir solas por la noche.

Miro a rodrigo y luego a elisabeth en busca de su opinión
- por mi vale, no me gustaría tener que volver sola con tanto pirata borracho suelto - murmuro ahogadamente

Elisabeth parece no haber oído nada, pues deja su lugar en la puerta para encaminarse hacia algún sitio de la isla sin decir nada a nadie.

Una vez fuera de la taberna, Elisabeth mira a lado y lado de la calle, sin saber muy bien donde dirigirse...

Pero si ahora voy al barco, quizá la capitana se enfade más conmigo y empiece a sospechar que pretendo robarles algo... Mejor voy a dar una vuelta y así me aireo un poco... necesito tranquilizarme. Tienes que volver a ser segura, Elisabeth... sino no podrás hacer nada bien en ese barco.

Dicho ésto, echa a andar hacia los puestos que pueda haber en el mercado, deteniéndose para mirarlos... pero no comprar nada, pues el dinero es más que escaso en sus bolsillos...

Bueno.. al final nos vamos a quedar más sólos que la una, tíos. - comunica a sus compañeros mientras coje una jarra de ron y, mirando de reojo a María por su comentario provocativo le pega un buen trago al alcohol.