Partida Rol por web

Zolgren vio como aparecía otro esqueleto parlante... ¿es que la gente ya no se dignaba a morir nunca?

Sus gestos teatrales para hacerse explicar le desconcertaban; no sabía si reírse o sentir lástima.

Su voz era como escuchar la voz de un golem, pero con más ritmo todo había que decirlo.

Resultaba que su señor quería que le visitáramos para ofrecernos una misión por la cual nos recompensaría con un viaje planar.

¡Sonaba bien!

No le gustaba la idea de tratar con no muertos, y nunca había estado en el plano de estos, pero era la única parte negativa del asunto.

Al final, dudaba que fueran peores que las matriarcas de su hogar natal.

De acuerdo Svenn. Yo iré contigo, al menos quiero oír en primera persona lo que tu señor nos ofrece.

Y tengo otra pregunta, ¿cuantos años se supone que tienes?

Dijo, roído por la curiosidad.

Otro como yo.Sin carne para sentir, solo huesos para viajar en la pesadez de la no-vida.

La sorpresa no es visible, pero lo estoy internamente. Y no solo sorprendido, si no que otras emociones se unen las una a las otras. Hasta sentir que literalmente tengo un jugo de emociones, tan explosiva y salvaje que en cualquier momento estará en guerra. Batallando y conquistando a ver cual sera la emoción predominante entre toda esta amagaba. Esta experiencia,¡ definitivamente,¡es algo que quitara mis limitaciones terrenales y me ayudara a comprender mayor el funcionamiento del multi-verso!.

Por una parte, estaba obviamente entre un estado de alegría mezclado con sorpresa, los pensamientos de "¡Otro como yo! ¡Un despreciable y egoísta no-muerto esqueleto! Alguien que ha engañado la muerte, y ahora tiene que vivir una existencia de carencias y faltas de sensaciones." Me asaltaba, la compresión de poder hablar con otro parecido a mi persona, era algo nueva y totalmente beneficiosa para mi,podríamos compartir experiencias, tener un soporte común y tener alguien que comprenda mis infortunios y desaventuras como lo que soy.

Pero por otra parte, tengo asco por el. No, mejor dicho por mi mismo. Verlo no solo me alegro, si no que hasta entristece, ya que podía recordar lo que se perdido, donde había salido o y como no soportaba demasiado mi condición,esto era el peor tipo de vida posible, inimaginable en todo caso. Tuve o tuvimos que pagar un fuerte precio, solo por insultar a la muerte en su cara.

No me agrada estar tan desconectado del mundo exterior y sus sensaciones terrenales, nada de disfrutar el sabor de una comida, nada de sentir la brisa fresca en mi cara. Ni siquiera el mas mínimo dolor nacía en mi cuerpo, que aunque suena como una ventaja. Era la idea mas estúpida posible, ¡Cuanta veces no habré lastimado mis huesos sin darme de cuenta! o por la falta de la alarma, termino realizando una acción que de suerte. No termina destruyendo lo que sea que mantiene unido mis huesos, ¡las caídas son las peores!. Realmente, optaría por suicidarme, si no fuera porque sabría muy bien lo que me pasaría si lo hiciera.Dolor y desgracias.- Y aun así, le estrecho la mano. Ante tal contradicciones interna, definitivamente. Pensaba dejar grabada esta sensación en la piedra. ¡Esto seria algo memorable por el cual guardar por la prosperidad!

Y al soltarle la mano, poco a poco se va yendo el jugo de emociones. Fue por un momento, pero lo suficientemente intenso para mi, restaba faltar ver por cual sentimiento me descantaría al final. Aceptaría su compañía o despreciara otros como yo, el tiempo lo dirá.

-Y yo soy Hiam. Ser Svenn, os lo movéis muy extravagante. Con tu permiso,te copiare los movimientos. Me sera de utilidad con los "pieles"

veo sus movimiento los cuales ridículos y estrafalarios. Era una forma de comunicar, "emociones" en relaciones sociales, cosa que para mi persona era ante todo una herramienta muy útil para evitar malentendidos entres los pieles. Pero todo se pierde un momento, el susurro de tifilin me llama la atención. Habia tocado a Sveen, y no pareció gustarle mucho, ¿Pero entonces para que me toca a mi ? Somos lo mismo, en cierto sentido.-Lo es.- Y luego, repasando lo que acaba de pasar, las dudas empieza a nacer en mi interior respecto a su origen. ¿Quien era ese tal Hargrimm ? ¿Porque nosotros específicamente?

-Si no os lo importa, ¿quien es ese tal Hargrim ? Mi ignorancia me impide reconocer su nombre, primera vez que lo oigo.

Curiosamente, el desconocido se trata de otro esqueleto aunque a diferencia del que nos acompaña no está tan bien armado, es mucho más directo y sabe cómo ser expresivo, por lo menos de forma gesticular.
Tras estrechar la esquelética mano de Svenn y de responderle con un gesto solemne, escucho atentamente todo lo que tiene que decirnos, por lo visto se trata de un intermediario que habla en nombre de un tal Hargrimm, el cual está interesado financiarnos nuestra salida de Sigil a cambio de un trabajo de investigación. En otras circunstancias sería más cauteloso ya que a pesar de mi afinidad natural con las criaturas nigrománticas soy consciente de que son seres ladinos y traicioneros pero aun así la oferta de salir de aquí y la mención de las Naciones Muertas son suficientes para convencerme.

Luego de oír las preguntas de los demás, intervengo.

-Imagino que no tendrás los detalles pero ¿de qué tipo de investigación estamos hablando? ¿Búsqueda de un individuo desaparecido, cacería de un criminal, recolección de información de un tercero…? -le pregunto al esqueleto- Además ¿dónde nos encontraremos con tu superior? ¿en las Naciones o en un terreno neutral?

Una vez que estemos en marcha, me acercaré al esqueleto y le haré una pregunta en privado.

-Por cierto, Svenn ¿tenéis algún colmilludo como residente o como visitante en vuestros dominios? -le pregunto mostrándole los colmillos y dándole a entender que me refiero a un vampiro.

Svenn expresó su alegría, más con sus gestos y aplausos que con su voz, cuando todos estuvieron de acuerdo en acompañarle.

-"Maravilloso. Estupendo. Ojalá nuestro encuentro sea venturoso y propicio" -

Contestó a la ronda de preguntas, dentro de sus posibilidades, mientras les invitaba a seguirle cruzando la plaza, alejándose de la Gran Fundición e internándose en el cementerio de armas de asedio.

-"La naturaleza exacta del acuerdo tienen que discutirla con Hargrimm, aunque confío y espero que sea investigar las desapariciones que estamos sufriendo. Sin embargo, nuestro líder prefiere que hablen con él, dado que me considera parcial en éste asunto por estar implicado muy personalmente." -

Svenn dejó de andar en ese momento, durante unos segundos se quedó casi quieto, con un movimiento bamboleante arriba y abajo de los hombros que sólo Haim reconoció como lo que le quedaba al llanto cuando le quitabas la carne, las lágrimas y el aliento. Unos segundos después alzó las manos y la mirada al cielo, como los actores de teatro mientras decía:

-"Oh, Clea, Clea, mi amada, ¿Qué habrá sido de ti? ¿Dónde estarás? Cruel destino, ¿Qué sentido tiene la existencia ahora?"

Resultaba fácil imaginar los gritos y dolor en las palabras, pero su pronunciación, átona y sin sentimiento, como quien recita en la escuela la lista de los barrios daba al conjunto un aspecto irreal y deshumanizado un tanto desconcertante. Svenn recuperó la compostura en unos segundos.

-"Perdón, lo siento, es sólo que todo esto me afecta a un nivel personal y... es difícil, muy difícil. Continuemos la marcha, la entrada a las Naciones Muertas no está muy lejos, allí podrán tener la reunión con nuestro líder. Como les iba diciendo, Hargrimm les dirá exactamente lo que espera de ustedes; aunque no es, estrictamente hablando, ustedes, me envió a la plaza a encontrar gente capaz que hubiera perdido la rifa. En realidad no esperábamos que hubiera tanta, pero ustedes parecían muy capaces y estaban más cerca. No tenemos ninguna influencia personal en el Harmonium, además las Naciones Muertas no forman, estrictamente hablando, parte de Sigil; por eso no podemos recurrir a la sus instancias oficiales como comunidad."

Cuando Zolgren de hizo su pregunta bastante personal, Svenn detuvo su marcha, cruzando de través una de las avenidas principales del Barrio Inferior, tras salir de un conjunto de casas de piedra en dirección a otro callejón entre casas hechas de metal. Eso provocó que el grupo bloquease medio paso y se ganase unas cuantas protestas, malas miradas y algún insulto e incluso un empellón de cuando un demonio y un ángel, ambos de tres metros y medio, siguieron su camino discutiendo de filosofía sin mirar siquiera que había mortales parados en mitad de la calle.

-"Oh, vaya, ¿mi edad? Pues... lo cierto es que desde que llegué a las Naciones Muertas no he prestado mucha atención al paso del tiempo, tampoco es que haya mucha facilidad para hacerlo bajo tierra cuando no necesitas comer ni dormir. Supongo que 3 o 4 siglos, incluyendo los treinta años que tenía al venir a Sigil." - Svenn había echado atrás la cabeza y alzado los hombros, en un claro gesto de sorpresa al darse la vuelta para mirar a Zolgren, pero era imposible ver si la pregunta le había incomodado, ofendido o hecho gracia, pues no había más evidencia expresiva en su cara descarnada

-"Respecto a Hargrimm es el líder de nuestra comunidad, el más sabio de nosotros. También es el líder de nuestra facción, los esqueletos, como es lógico" - dijo mientras se encogía de hombros a la extraña propuesta de Haim de copiarle los movimientos, sin cara era difícil deducir qué le parecía más allá de no importarle que lo hiciera. Lo cierto es que sus movimientos, por exagerados y teatrales que fueran, le salían de forma muy natural.

Pasaron frente a una casa elevada, que parecía hecha de hueso, con ventanas negras y que daba auténtico mal rollo, sobre todo a Haim. Svenn y Mattheus se habían adelantado algo cuchicheando entre ellos durante unos segundos.

Avanzaban hacia una de las pocas zonas despajadas del barrio, un solar de edificios derruidos que servía como vertedero cuando, a la salida de un callejón, pudieron ver una rata desagradable, cuyo cráneo estaba abierto y el cerebro le rebosaba de él como si fuera demasiado grande y lo hubiera reventado, pero hubiera sobrevivido a la experiencia. Llevaba una reluciente moneda de oro en la boca y, cuando sus ojillos rojizos se cruzaron con los de los humanoides - y el esqueleto -, se preparó para huir.

Haim reconocía aquella criatura. Era una rata cranium, una sola era una alimaña normal un poco astuta. Media docena tenían el intelecto de un niño pequeño, una decena podía pensar como un orco torpe. Para cuando se juntaban tres docenas empezaban a poder hacer magia. Medio centenar podían freírle el cerebro a un matasietes. Una centena y ya podías tener cuidado con las bolas de fuego.

Svenn le había dicho que en las Naciones Muertas sólo había zombies, esqueletos y algunos necrófagos. La magia natural del lugar no daba para más, había declarado.

Por otro lado Mattheus reconocía aquella criatura de la entrada del callejón. Era una rata cranium, una sola era una alimaña normal un poco astuta. Media docena tenían el intelecto de un niño pequeño, una decena podía pensar como un orco torpe. Para cuando se juntaban tres docenas empezaban a poder hacer magia. Medio centenar podían freírle el cerebro a un matasietes. Una centena y ya podías tener cuidado con las bolas de fuego.

Al parecer, si queríamos información deberíamos pedírsela a ese tal Hargrimm. Pero al menos sabíamos que se trataba de una serie de desapariciones misteriosas. Tal vez esa gente ya estaba apuntada en el libro, pero ayudaría decirle a sus familiares que pasó con ellos.

-Vaya, no tenía idea de que los cabezones no ayudaran a los esqueletos -dije al escuchar la explicación del extraño caballero.

De pronto nos cruzamos con lo que parecía ser una rata muerto viviente con una moneda en la boca.

-Otra cosa extraña... Este será un día interesante...

El pobre de Svenn se puso tierno al recordar a su amada, que posiblemente andaba desaparecida.

Zolgren se acercó y le animó cómo pudo.

No decaigas. Seguro que sigue viva... o no muerta... en algún lugar.

Le animó cómo pudo el drow.

También dijo que tenía unos cuatro siglos de edad, lo que para los estándares élficos no era tantísimo tiempo.

Como se había imaginado, todo lo que quisieran preguntar debían hacerlo a Hargrimm.

Así que siguieron al esqueleto por la ciudad, dirigiéndose al portal que debería llevarlos a la Nación de los Muertos.

Pero por el camino encontraron a una rata... una rata no muerta supuso... que llevaba una moneda de oro en su boca.

Una de oro es una de oro...

Exclamó, y fue a por la rata para intentar arrebatarle el oro.

Pongo mi mano en el hombre de Sveen, comprendía en parte su dolor. Nada de los placeres terrenales y al parecer, nada de su preciado objeto para el cual hacerle compañía en nuestra dolorosa existencia. Algo que tendremos que enfrentar al pasar de los siglos, en la mas completa soledad y silencio.

-No mucho se decir, pero siempre se intenta salir de como sea de las desdichas.

Lo malo es,por primera vez, estaba en el bando opuesto de interacciones sociales, no sabría decir si mi comentario ayudaría a Sveen, o le caería mal. Su cráneo es igual al mio, inexpresable. Solamente con sus juegos de manos, y demás idiosincrasia de su hablar, me daría un indicativo de su estado animo, si no el silencio sepultar lo tragaría.

Aun así, seguimos nuestra caminata en la mas tranquilidad, hasta que la figura de unos de esos infernales diablos. Es lo suficiente como para asustarme, y hacer que me posicione detrás del TIfilin, en busca de salir de su mirada, mientra sujetaba mis armas por si todo se empeoraba. Para suerte mía, somos tan patéticos que simplemente nunca reparo en nuestra presencia.-Cerca.- Dijo mientra salia de la sombra del gigante.

para decir verdad,salto de un susto, para ir a otro. Esa casa negra y llena de huesos, no era algo amigable para mis cuencas, ¿otros de mis sentimientos que no comprendo muy bien ? Ya, pienso que en este caso seria ¿empatia por estos cadaveres ? ¿es lo que me siento a ver otros como yo ? No esta en movimiento como mi huesos.....Pero, tanto años bajo esta forma. quizas ya veo como compañeros los hueso, como parte de mi "raza". Um, lo que faltaria esque mi falta de cerebro afectara tambien mis sentimientos, eso me haria un mal sensible. ¿¡Sin sentir, como encontrare la verdad!?

-um, vere otro como yo. Mucho tiempo, siendo el único huesudo por la zona.....espera....Esa rata...Una Cranium. La plaga inteligente, entre mas halla mas inteligente y problemática son. Peste horrendas cuando llegan a usar magia, mejor matarla todos antes que sean una manada..

Aunque la respuesta de Svenn no es la que esperaba, por lo menos me queda el consuelo de saber que mis planes de salir de Sigil no se modifican y que en algún momento regresaré a mi plano natal. Además, debo reconocer que todo ese asunto de las desapariciones me llamaba poderosamente la atención, entendería que los atacaran y acabaran con su existencia pero la desaparición de varios individuos es algo totalmente diferente ¿para que necesitaría alguien unos no-muertos?

Tras vislumbrar una perturbadora casa que parece estar hecha de huesos y que nos indica que vamos por en la dirección correcta, continuamos la marcha aunque nos detenemos al ver una rata cranium que lleva en su boca una moneda de oro, la cual no tarda en emprender la huida al darse cuenta de nuestra presencia.

-Vaya, por lo visto no somos los únicos que estamos juntando monedas -le digo bromeando a los demás aunque al ver la actitud del drow adopto un tono menos jocoso- ¿Enserio? ¿Vas a ponerte a cazar una rata por calderilla?

Se pusieron en marcha y el tiflin se mantuvo en un discreto segundo plano mientras el esqueleto encapuchado respondía a las cuestiones del grupo mientras cruzaban la plaza, alejándose de los sulfurosos aromas de la Gran Fundición. A Tauron le gustaba aquellos humos, le hacían sentirse como en casa.

Parecía que la comunidad esquelética había estado sufriendo desapariciones, y Svenn había sufrido en su propia osteoporosis una de ellas. Hablaba mucho de su amada... No se imaginaba como podía funcionar el amor entre dos no-muertos, pero él no era quien para cuestionar aquellas cosas. El masca que les había mandado llamar buscaba especialmente gente como ellos que quisiesen (o necesitasen) salir de la Jaula. Tauron se atusó los bigotes mientras pensaba detenidamente en aquello, perdiéndose parte de la conversación del esqueleto sobre su supuesta edad. Haim se acercó también al esqueleto para darle su pésame por su amada, y aquella rocambolesca situación con dos esqueletos hizo que el tiflin tuviera que aguantarse una risa descarada. Carraspeó un poco y finalmente preguntó:

-¿Qué puedes decirnos de esas desapariciones?

De pronto, una rata de aspecto malsano con medio cerebro fuera de su cráneo se les cruzó con una moneda en la boca. Haim se puso a la defensiva, muerto de miedo, mientras que el drow, Zolgren, no tuvo reparos en intentar quitarle la moneda.

-Eso no da ni para un pincho de rata, alelao. ¿De verdad vas a intentar...?

Zolgren se lanzó hacia la rata como un resorte, decidido a conseguir su moneda de oro. Aquello le compensaría por diez billetes de lotería. La rata, de inmediato, giró de grupa y trotó hacia dentro del callejón...

Los ojos de Mattheus se empezaron a abrir como soles, si Haim hubiera tenido también lo habrían hecho pero con auténtico pánico ante la idea de podía estar a punto de conseguir una experiencia nueva: ver a un compañero devorado por las ratas.

Incluso si hubieran tenido tiempo de gritar un aviso, de poco hubiera servido, dado que su compañero... era un críptico.

Dudar era lo peor que podía hacer. Aquella moneda podría ser el inicio de una gran fortuna.

Corrió tras la rata decidido, alerta por si veía a más echar media vuelta.

La rata escapó demasiado pronto, pues obligó a Zolgren a lanzarse en plancha y rebozarse por el suelo sucio sin llegar a atraparla. Paró un segundo, para darle tiempo a levantarse, mirando atrás, antes de seguir corriendo al fondo del callejón que estaba oscuro y abarrotado de basura, escombros y desperdicios llenos de agujeros y túneles.

Zolgren había vuelto a ponerse de pie, con la rata asomada al montón de residuos, como desafiándole a quitarle la moneda.

El drow se había lanzado contra la rata como un mendigo.

-¿En serio, amigo? ¿Sólo por una moneda?

El intento no dio fruto y todos fuimos testigos de su estrepitosa y casi jocosa caída. La rata huyó, pero luego se quedó mirándolo a la distancia, como desafiándolo. Un desafío que nuestro camarada parecía dispuesto a aceptar.

-Parece que esta pelea tendrá un segundo asalto-dije entonces y me quedé expectante.

La rata se había escabullido entre unos escombros y parecía mirarlo desafiante.

Me están esperando y no puedo jugar contigo. Pero si vuelvo a esta maldita ciudad iré a por ti...

Dijo, dándose la vuelta y regresando con sus compañeros.

El Drow salto directo hacia la moneda de oro, decision que aunque beneficiosas para su economía. No era ante todo inteligente dado lo especial que son estas ratas, los cuales prontamente daria inicio a un festin sangriento. De no muy agradable vision para lo presente. Nisiquiera mi aviso sera de ayuda, y mi huesos tampoco es que pudiera dar un indicativo de la preocupacion,solo la frialdad de mi ser tendria para dar, mientras el drow va inocentemente a su condenación.

Pero la experiencia de ver su cuerpo devorado,aunque de informacion valiosa para mi entendimiento planar,nunca se experimentara. Si no, que en su lugar,sentire su opuesto. Tranquilidad por la prudencia del Drow,algo de utilidad misma para mi y para el grupo en general.

-Oye, no son rata normales como dije.-posiciono de forma inclinada mi huesuda mano derecha,y moviendo mi indice y anular de arriba a abajo, lo acerco hacia mi mano izquierdo. Un gesto tosco y nada elegante como Sven. Los primeros intentó de imitarlo con gracia-Son mas inteligente por cada miembro de ellos cerca-cerrando mi mano, levanto cada dedo para dar un aproximado de su numero, lastimosamente solo puedo usar 10 para ilustrar un innecesario ejemplo-Pudiste haber sido devorado por un enjambre de estas ratas Cranium, con una centena ya pueden lanzar fuego esa plaga.-Y termino con una serie de movimientos de cerrar y abrir el puño. Como si fueran dientes que chocaran entre si o estuvieran liberando algo en su bocas. Algo tonto,era mas eficiente haber un gesto de cuchillo en el cuello, pero no se me ocurrio hasta terminar el pequeño numero.

Aunque en otra ocasión me habría divertido viendo como el drow terminaba en el suelo, esta vez mi mirada estaba centrada en la rata cranium, la cual ahora se encontraba en la cima de una pila de basura y escombros en una actitud desafiante que solo podía significar una cosa: contaba de inteligencia y por lo tanto con la presencia de varios miembros de su especie.

Por fortuna, Zolgren cambia de opinión y decide regresar con nosotros en vez de arriesgarse con la rata. Sabiendo que lo mejor es irnos de aquí lo más pronto posible, me giro hacia nuestro esquelético guía.

-Es hora de continuar Svenn -le digo al esqueleto- Por cierto ¿cuando falta para que lleguemos?

Tauron no pudo sino contemplar el fracasado intento de Zolgren por arrebatarle la moneda de oro a aquella rata mutante, que terminó con el drow embadurnado de barro. Tauron iba a echarle una mano para levantarse, pero este se las arregló solo.

El tiflin escuchó perplejo como Haim, con su habitual desparpajo, explicaba lo peligrosa que era aquella variedad de ratas.

-No fastidies, ¿de verdad se vuelven más inteligentes en grupo? Quizás si capturamos unas cuantas y las ponemos a darle a la sesera todas nos juntas nos ayuden a descubrir donde hay un portal para salir de Sigil. -se dio unos toquecitos en la frente con la yema del dedo para indicar lo importante que era darle al coco.

El humano paliducho tenía curiosidad por saber si quedaba mucho para llegar, que la rata aquella estuviera dando signos de inteligencia organizada seguramente no tenía nada que ver.

-Eso, ¿vamos bien para las Naciones Muertas? ¿Deberíamos de habernos puesto nuestras ropas de luto para ir a ver a ese masca importante?