Por su parte, mientras estaba maniatado y amordazado, el muchacho finalmente parecía haber despertado del letargo que aquella vil chica le había sometido, lentamente este abrió los ojos y se encontró, no solo maniatado y amordazado, sino que este estaba maniatado y amordazado en un lugar desconocido.
Por lo que, el muchacho entró en pánico y trató de gritar, sin éxito, a causa de la mordaza. Mientras trataba de desatarse de las ataduras que lo estaban oprimiendo.
¡L-Lo siento!
¡Y-yo no quería hacerlo!
¡Fue él el que me ha asustado!
El muchacho junto a la muchacha se acercaron al cuerpo amordazado y lleno de tierra y trozos de cerámica de la maceta que había roto sobre su cabeza.
¡Joder! ¡Sí que le di fuerte!
¡Lo siento muchísimo!
¡Voy a llamar a la Policía!
¡No puedes ir secuestrando gente por ahí Kana-chan!
¡Has sido muy mala!
Por su parte, mientras estaba maniatado y amordazado, dolorido y lleno de tierra y trozos de cerámica del macetazo que recibió en la cabeza segundos atrás el muchacho finalmente parecía haber despertado del golpe que le habían dado, lentamente este abrió los ojos y se encontró, no solo maniatado y amordazado y dolorido, sino que este estaba maniatado y amordazado y dolorido en un lugar desconocido.
Por lo que, el muchacho entró en pánico y trató de gritar, sin éxito, a causa de la mordaza. Mientras trataba de desatarse de las ataduras que lo estaban oprimiendo. Esparciendo levemente la tierra y los trozos de cerámica de su ropa y pelo.
Aquellos dos criminales, uno más que otro evidentemente, y otro con más sangre en sus manos, o al menos, con más savia de las tomateras desalojadas por la fuerza que hizo; trataron de mover aquel cuerpo inconsciente por el patio trasero de la casa, puesto que era importante que este volviera a su casa cuanto antes y que todo esto no fuera más que un mal sueño... donde al menos dos tomateras perdieron el hogar.
La puerta trasera de la casa se abrió para mostrar la figura inconfundible de un adolescente mucho más maduro que aquella vil criminal. Este se acercó sin quiera cuestionar nada de lo que estaba pasando a aquellos dos villanos que llevaban arrastrando la silla con el inconsciente.
-¿Hola? -Saludó amablemente a los dos villanos- He derramado algo de Al Might-Cola encima de la alfombra del salón y no quiero que Pap-
Veloz como un relámpago, el muchacho corrió hacia una pala cercana y con un ágil movimiento de muñeca se dispuso a golpear en la nuca del joven recién llegado con la parte amplia de la pala. Haciendo que el joven que acabara de llegar cayera al suelo inconsciente a causa del fuerte -y repentino- golpe.
Por otro lado, una vez que cayó al suelo inconsciente, aquel muchacho que parecía ser un adolescente o incluso un joven adulto comenzó a encogerse hasta tan solo ser un pequeño niño que rozaría la decena y con apenas unos cuantos palmos del suelo.