Antes de que el muchacho pudiera terminar la frase, incluso antes de que el muchacho pudiera alejarse demasiado, la puerta de la casa se volvió a abrir, en este caso un anciano apareció bajo el marco mientras se acercaba lentamente tambaleando usando un bastón.
Senichi...
...No te preocupes...
...Ya he limpiado la alfombra...
...tu padre no te castigará sin ordena-
Veloz como un relámpago, el muchacho corrió hacia una rama cercana y con un ágil movimiento de muñeca se dispuso a golpear en la espalda del anciano recién llegado, rompiendo la rama en su espalda y probablemente unos cuantos huesos. Haciendo que el anciano que acabara de llegar cayera al suelo inconsciente a causa del fuerte -y repentino- golpe... eso sí, no sin antes quejarse de su espalda, de sus huesos y de haberse hostiado de cara contra el suelo...
Oh... mis huesos...
...mis músculos...
...mi cara...
Aquellos dos criminales, uno más que otro evidentemente, y otro con más sangre en sus manos y cada vez aumentando, trataron de asistir a aquel cuerpo inconsciente del anciano, puesto que era importante que este volviera a su casa cuanto antes y que todo esto no fuera más que un mal sueño... donde al menos dos tomateras perdieron el hogar.
¡Oh! ¡No!
¡¿Que he hecho?!
¡Si le levantamos las piernas un poco quizás su sangre vuelve a la cabeza!
¡Así podrá recuperar la conciencia o algo así!
¡Hay que buscar vendas! ¡Gasas!
¡Seguro que en tu casa tienes algo que pueda serv-
La muchacha finalmente se quedó sola en el patio trasero mientras el resto de sus familiares -y el secuestrado- yacían inconscientes en diversos puntos del patio trasero. Sea como sea que ella iba a solucionar eso... tenía que hacerlo rápido, pues unas sirenas de policía sonaban en el fondo... y una voz autoritaria rompió el silencio mientras cruzaba la casa hasta el patio trasero para ver el espectáculo.
¡La policía ha recibido un aviso de este lugar y...
¿Qué ha pasado aquí?.
El policía era claramente novato, y los más avispados se darían de cuenta que era la misma persona que había editado y preparado el vídeo, así como los comentarios en voz de off que tenía el vídeo propio.
¿E-El terror?
¿Por que toda esa gente está tumbada?
¿Qué hace ese muchacho atado?
¿De qué estáis hablando?
¡Yo vine porque los vecinos se quejaron de que una rama cruzó a su terreno!
El apuesto e inteligente policía lo primero que hizo fue hacer las preguntas correctas, aunque lo que jamás se imaginó fue el ataque rastrero y vil de ese villano...
Por su parte, detrás del policía apareció el villano portando consigo un trapo blanquecino que de forma malévola se lo puso encima de las vías respiratorias del policía. Haciendo que este, lentamente cerrara los ojos y cayera al suelo desmayado, guiado por este muchacho.
¡Shhhhh...!
¡Es la hora de dormir angelito!
Supongo que aún tengo que encargarme de una cosita...
Tras decir esto, este muchacho aprovechó como su compañera criminal estaba mirando el cuerpo inconsciente del secuestrado, para que, de forma discreta cogiera una maceta con unos hermosos tomates y...
¡Se la rompiera en la cabeza a la muchacha!