Partida Rol por web

Aparece un destello y os encontrais en una pequeña pradera vallada. Delante vuestra se encuentra un anciano con una bata.

-Bueno amiguitos, soy el profesor Oak, y soy el hombre que os a capturado. En un par de días vendran unos entrenadores en busca de sus pokemon iniciales y tres de vosotros se irán con ellos. Normalmente suelo escogerlos yo mismo pero estoy muy liado ultimamente con mis investigaciones y no tengo tiempo. Asi que dejaré que seais vosotros mismos quienes decidan quien se irá de aqui con los chicos. el resto... Bueno, siempre vienen mas entrenadores, asi que no desespereis que si no salis elegidos esta vez siempre habrá otro intento.- El anciano sonrie.

Pichu se levanta en una pradera vallada y mira a su alrededor buscando algo que lo oriente, aquello le resulta extraño, no lo conoce solo se acuerda de un golpe fuerte en la cabeza.

De pronto un anciano con bata aparece y comienza a hablarles, en ese momento lo recuerda todo y una furia le invade, dando dos pasos se acerca al anciano.

- ¡Pi pi piiii!

Grita fuertemente a aquel humano que le habia capturado, sin querer lanza una pequeña chispa hacia el humano que le recorre desde la cola a sus mejillas produciendole una sensacion de picazon bastante molesta en su interior y que con cierta satisfaccion piensa que el humano tambien sentira.

Eevee descansaba a la sombra de un árbol cuando el hombre de la bata le habló, el pokemon recordaba como lo habían capturado pero no se quejaba, en ese lugar estaba bien, estaba rodeado de otros pokemon, no estaba solo y eso era lo que lo mantenía más alegre, pero todas las alarmas del pokemon se prendieron cuando el hombre dijo que unos entrenadores se los iban a llevar.

¿Unos entrenadores? ¿Es decir que vamos a viajar con otros pokemon? ¿Cuales serán los elegidos?.

Eevee abre bien los ojos como quien no entiende del todo lo que le dice y gira la cabeza mirando al profesor, pero luego ve un pokemon amarillo que no parece estar muy contento, era un pichu, y al parecer no tiene cara de muchos amigos, por lo que Eevee se limita a mirarlo de lejos, pero con su lenguaje corporal claramente marcando su intención de acercarse al pokemon.

Cyndaquil salio con un destello. En cuanto salio, miro al rededor; y vio que se encontraba en una padrera verde. De las que tanto le gustaban para dormir. Cuando escucho lo que dijo el profesor. Se acerco y empezo a girar a su alredor; dando brinquitos de alegria.

-¿Como seran los entrenadores? ¿A que lugar nos llevaran? ¿Sera divertido?- Trato de decir al profesor, pensando que el lo entenderia.

Si no me he lanzado a cortar a ese tipo viejo que me capturó en un descuido ha sido solo por la rápida acción del enano amarillo.

¿Y esa cosa que es? Nunca vi ninguno en mi bosque. MI bosque. Estaba a punto de destronar a ese Scyzor de color raro...¿Y todos estos? Que cosas más raras...¿Y mis súbditos plantas y bichos?

-Tú, viejo, ¿Dónde estamos? Mejor que hables rápido.

Avanzando un par de pasos entrechoco mis afilados brazos de forma claramente amenazadora.

Al aparecer en aquel prado, me pregunté donde estaba mi hogar pero al ver a aquel amable viejo y todos los otros pokemon, supuse que tampoco parecía tan mala la cosa. Que nos van a recoger unos entrenadores? Wow...seguro que son buena gente si vienen hasta aquí a cogernos. Espero que los otros pokémon sean igual de majetes ^^

Un destello y las colinas desaparecen, así como las montañas, grietas y cuevas, ahora estaba en un lugar que olía demasiado a humedad, demasiado para mi gusto, incluso el suelo era blando. Por otro lado, aquel humano con la bata blanca estaba allí soltándonos un discurso acerca de entrenadores y viajar. Por supuesto, el resto de los pokemons allí presente se han tragado esa patraña, pobres ignorantes. Me hubiera gustado decirles que ese día no llegaría y que estaríamos aquí confinados hasta que se aburran de nosotros, pero no podría convencerme de lo contrario.

Sin hacer mucho caso de lo que dicen todos, me alejo a explorar lo que tengo a mi alrededor, veamos que es lo que hay por aquí a lo que le pueda sacar partido. De momento me lo voy a tomar como un respiro, pero no durará para siempre.

Me fijo en un árbol que hay en las cercanías y en los frutos que cuelgan de él. Con sólo verlos me ha entrado hambre y quiero probar uno. Por más que salto no consigo tocarlo y tengo todavía más hambre. Golpeteo el cráneo con el hueso que tengo en la mano, intentando pensar en como hacerme con ello, hasta que dejo de dar golpes y me fijo en el hueso. Sonriendo, lo lanzo hacia el fruto y, tras varios intentos, la recompensa nunca supo tan dulce.

-Bueno... esto no está tan mal -continúo comiendo aquello que acababa de descubrir-.

Squirtle miraba la escena sentado sobre una roca, escuchó con atención a quien se presentó como profesor Oak y al escuchar la posible elección de un entrenador, se puso en tensión. -¿Entrenadores por aquí? Yo pensaba que podríamos quedarnos para siempre, este lugar es muy cómodo... espero que si me eligen a mi sea un buen entrenador y nos trate bien.

En ese momento, el Pichu del grupo atacó sin motivo aparente al profesor con un ataque eléctrico. -Que pokemon más belicoso, será mejor no acercarme mucho a él, no me gustan los compañeros así. -Se dio media vuelta rodeando la piedra y empezó a caminar, consciente de que podría ser la última vez que lo hiciese por aquellos prados. 

Tras la desorientación inicial, swinub olfateó el suelo reconociendo el terreno. Su pelaje se erizó en modo de alerta

¿Pero que demonios...?¿Donde swinubs están las montañas y el hielo? ¡No hay nieve!¡Que calor!

Un viejo canoso hablaba sobre chorradas de entrenadores que llegarían en unos días mientras swinub se revolcaba con el charco de barro más cercano, buscando el fresquito de la tierra mojada.

¿Irse? Pronto, muy pronto...

Swinub intentó unir sus peludas patitas acompañada de una risa maquiavélica

Charmander apareció de entre unas pequeñas llamas y enseguida se quedó perplejo.

Pero qué coño es esto?... Pero el viejo este está loco o que?...

A medida que Charmander se enfadaba su cola iba subiendo las llamas por momentos mientras la hierba de su alrededor se quemaba. Me acerqué al viejo de muy mala leche mientras le decía...

Suéltame ahora mismo viejo del demonio o lamentarás el haberme capturado...

Mientras el anciano solo oía.. Char... charrrr.. chaaaaaaaarrrrrrr

El profesro Oak sonrie al veros tan activos e ignora vuestras amenazas (mas que nada por que está acostumbrado).

-Muy bien, asi me gusta. Pokemon activos y sanos. En un ar de dias vendran los entrenadores, aunque segun tengo entendido alguno se pasara antes para hablar con vosotros. ¿No es emocionante?

El profesor asiente.

-Podeis interactuar con los pokemon que hay en mi finca y pasear libremente. Sois libre de ir a cualquier parcela de mi finca, pero andaos con ojo. Muchos entrenadores dejan aqui a alguno de sus pokemon.

Una vez dicho lo propio el profesor Oak se marcha a su laboratorio.

Pichu vio como el viejo se marchaba sin inmutarse* y refunfuño entre dientes, se acerco al Charmander y le puso una pata en el hombro.

- Te comprendo... como le pillemos...

Subitamente se fija en el Eevee que habia tras ellos y le miro inquisitivamente.

-Entrenadores...¡bah!

Sin más abro mis alas y me marcho de allí, sin importarme en absoluto levantar una nube de polvo que pueda molestar al resto de cosas raras que hay por ahí.

No son bichos...no son plantas...no son pájaros...enjendros...

Me alejo hacia el bosque.

Eevee le mantiene la mirada al pichu, quien claramente se volvió el pokemon más agitador del grupo en muy poco tiempo.

Tampoco va a ser tan malo tener entrenadores, vamos a poder conocer el mundo y tener un humano que nos quiera.

Eevee esboza una sonrisa y se hace sonar la columna con un movimiento parecido al que hacen los perros al despertarse.

Squirtle mira desde cómo el profesor Oak se marcha a su laboratorio después de la segunda explicación. -Menos mal que tengo buen oído, sino no me hubiese dado cuenta que todavía había terminado... debo ser más paciente.

En ese momento, el Scyther del grupo pasó a su lado levantando polvo con sus alas y haciéndole toser. -¡Pero que poco cuidadoso!. -Le gritó. Aún así, el Scyther no se dio cuenta o si lo escuchó, hizo caso omiso al comentario, porque se perdió entre los árboles del bosque que tenía delante.

Squirtle siguió su camino hacia la pradera.

Viendo que cada uno empezaba a irse por su lado, empezando por Scyther, decido aventurar-me en la pradera, mi hábitat antes de ser capturado.

Bueno,[I]pienso,[I]al menos conoceré a otros pokemon interesantes y podré estar con un entrenador! Seguro que son todos muy majos, al igual que el viejete que nos acaba de hablar.[I]

Dicho esto, me despido de todos y me encamino hacia ese hábitat.[/I][/I][/I]

-Wooa que pokemon mas molón. ¡Cuando sea grande quiero ser igual que el!- Le digo al Pokemon azul con la boina, que se queja.  ¿Sabes cómo se llama?- Dijo tratando de averiguar algo sobre ese pokemon que el había causado tanta impresión.

-Bueno, no importa lo voy a seguir a ver si me enseña a ser como el!- Exclama a la vez que sale corriendo detras del pokemon verde con las cuchillas.

Tras la marcha del profesor aparece un enorme Tauros que se os queda mirando a los que estabais presentes.

El viejo volvió a hablar y las reacciones de los otros pokemon sorprendieron a swinub...eran tan extraños, ninguno de ellos le resultaba familiar, ni siquiera el gran tauros que acababa de aparecer.

¡Madre mía es enorme! Siendo tan grande seguro que domina la zona...

Swinub lo observó con ojos brillando de emoción y se propuso seguirlo para conocer el lugar

Asiento al pichu y miro al Eevee

El Eevee este es tonto... un entrenador que nos quiera dice.... despierta idiota!!

Luego cambio la mirada y miro al Tauros

Y tu que quieres cabrón... lárgate de aquí antes de que te queme vivo...