Partida Rol por web

La situación se estaba poniendo interesante, algunos se marcharon a su aire, y los que se quedaban tenían una actitud que me gustaba, sobre todo porque cuanto más arrogantes eran, más fuerte era la caída llegado el momento. 

-Si que están aquí los ánimos calientes... -hablo con toda la tranquilidad del mundo, mirando especialmente al Charmander y al Pichu, el Tauros no es que no mereciera atención, era que los otros dos la acaparaban por completo- ¿habéis probado a relajaros un poco o es que tenéis miedo de todo cuanto os rodea? -lamentablemente, por el cráneo que cubría mi cabeza, no se podía ver la sonrisa socarrona que llevaba-. Es comprensible, no sabéis comportaros y tenéis que sacar los dientes para que ni os miren, sólo porque tenéis miedo...

Con el hueso todavía en la mano, lo llevo hasta mi espalda y lo froto allí. De repente me había empezado a picar la espalda y tenía que buscar alivio. Mucho mejor tras usar el hueso.

El Tauros bufa de desprecio ante el arrojo del Charmander.

-Morralla en la mayoria... Sabia que perdia el tiempo.- El inmenso bobino de aleja tranquilamente al encuentro de otros como el.

Eevee gruñe al escuchar la respuesta de Charmander, pero se pone alerta al ver al gigantesco Tauros, una vez que la situación se tranquiliza suspira y se aleja un poco, pero cuando Cubone habla el Eevee entiende la sabiduría del mismo.

Además supongo que no tenemos muchas opciones, no vas a estar prendiendo fuego a todos los humanos que se te acerquen ¿o si?.

Eevee entiende que Charmander esté enojado, pero tomando en cuenta la situación, preferible un entrenador que lo quiera a alguien que lo maltrate, ya volver al estado salvaje es imposible, o muy dificil.

De la nada se oye un chillido agudo como el de un zubat en socorro cuando... Aparece una entrenadora que le salta encima a Charmander abrazandolo y zarandeandolo en el aire. Al ver al resto de pokemon sus ojos parecen destellar de emocion y se dedica a abrazarlos unos a otros sin parar hasta que se detiene en el Dratini. Sin soltarlo sigue farfullando por su pokerelog.

-¡Tiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiia son super cucos, adorables y monisisisisisisisisisimos de la muerte!

Pichu se aleja con una mirada que roza el asco extremo. La suspicacia es patente en su pequeño y adorable rostro, mientras que una medio sonrisa se le graba en la cara al ver que se queda abrazando a Dratini, vaya rato mas malo los segundos que le ha abrazado a el.

-¿Que se cree esta tia? ¿Un Tangela?

Por un momento me quedé mirando a la entrenadora. No negaré que se estaba bien entre sus brazos, pero a mí no conseguirá engañarme. Busca un pokemon mono, al que espachurrar, como está haciendo con el pobre Dratini... Aunque se me acababa de ocurrir una idea

-Eh, pequeñajo, tú, el amarillo -claramente me estaba refiriendo al Pichu con malas pulgas-. Hay veces en que ser un poco más agresivo evita que te busquen las cosquillas... ¿Porqué no me lanzas tu mejor ataque eléctrico? Así ella sabrá quien manda aquí y a quien no puede coger en brazos

Asentía con la cabeza, haciendo que el cráneo subiera y bajara, quizás mi continuo afán hiciera que se decidiera a lanzármelo. No corría demasiado peligro, ya que tenía ventaja sobre ese tipo de movimientos. Puede que así ella decidiera irse a otro lugar a buscar un pokemon.

El primer humano llega al campo y comienza a abrazarnos uno a uno hasta que finalmente me agarra y comienza a zarandearme, por un momento siento que he perdido el sentido de la orientación después de tanta sacudida pero rapidamente me recupero y comienzo a retorcerme tratando de salir de las manos de la entrenadora y alejarme rápidamente a un lugar tranquilo.

Tras el asqueroso abrazo de la entrenadora, me sacudo como si me limpiara y echo a correr para perderla de vista.

Puta!!... quítame las manos de encima... puagggggjjj.... yo me largo de aquí...

Eevee se acerca sigilosamente a la entrenadora cuando ella entra en el corral, nunca fue un pokemon que le resultara facil conocer gente nueva, y menos humanos, pero de todas formas intentó parecer amigable, al cabo de unos segundos la entrenadora lo agarra y lo empieza a apretujar.

¿Pero que mie..?

Eevee mitad sorprendido y mitad desorientado no puede hacer otra cosa soportar los violentos mimos que le da por un minuto hasta que lo sienta en el suelo y termina agarrando a Dratini, el pokemon normal no puede hacer otra cosa que mirar al dragón con cara de lastima y decirle en voz baja.

¡Esta entrenadora está loca!

Mientra el pequeño draniti era sarandeado Cyndaquil pensaba: ¿Todos los entrenadores son iguales? ¿Adonde nos llevara? ¿Escogeran a uno de nosotros ahora? Las dudas eran tan inquietantes que el pequeño Cynda se acerco a prenguntar a la entrenadora, asumiendo el riesgo de ser "batido" en el aire

La entrenadora finalmente suelta al pobre Dratini y mira a todos los pokemon con los ojos iluminados de fascinacion.

-¡Pero que grupo de pokemons mas ideales! ¡Osea es que me los quedaba a todos!- La entrenadora mira su reloj y suelta un suspiro de queja.- Joooo me tengo que ir en cero coma... Y aun no se a quien elegir...

Tras el estrujón que les dió a cada uno de los pokemon incluido él mismo swinub se alejó de la chiflada de voz aguda con una mueca en el hocico.

¡Esa humana sabe luchar! ¡Ha lanzado un chirrido para debilitarnos!

Observa a su lado a charmander y a pichu listos para contraatacar ahora que estaba distraida con dratini. Swinub hizo un agujero y se metió en él, escondiéndose de la entrenadora por si le atacaba de nuevo pero sin perder detalle de lo que ocurría a su alrededor.

- La humana sabe lanzar chillido ? ¡Wooooaaoo! ¿Que otros ataques sabra. Crees que me los enseñe?- ¡Quiero un entrenador fuerte como ese ! Tengo que hacer algo rapido antes de que se vaya... Ya se! Voy a volar y a atacarla con mis garras como el señor verde y asi le demostrare que soy fuerte - Penso mientras adoptaba una pose similar a la del Scyther y se abalanzaba sobre la entrenadora a toda velocidad.

La joven se pone de cucliyas y se queda mirando a Cindaquil.

-¡Pero que cosa mas requetecuca!- La niña se queda mirando al pokemon embobada unos segundos y luego se levanta.- Bueno, este que me piro... ¡Chaito!

La joven se marcha y el dia termina, dando comienzo a la noche.

Pichu se queda enfurruñado mirando como la entrenadora se marcha, suspira y se da media vuelta y se marcha por ahi buscando la manera de marcharse.

Eevee se asustó cuando la chica los miró a todos, es más el pelaje de su cuerpo se erizó, pero por suerte el elegido por la torturadora fue Cyndaquil y no el pobre pokemon normal que la miraba medio fascinado, medio austado, de todas formas la joven se fue sin ningún pokemon, lo que alegró a Eevee por una parte, y lo entristeció por otra.

Bueno parece que volvimos a quedarnos nosotros ahora, yo también quiero un entrenador fuerte que me enseñe muchos ataques.

Al decir esto Eevee mira la luna y se queda así mientras mueve la cabeza para un lado y para el otro.

De la nada surge un pokemon en forma de bola, como si estuviera usando un desenrollar. Por el ruido que hace parece que esté llorando. Veis que se adentra en la montaña.