Partida Rol por web

-Muy bien pues-Cogió la pokeball de Baltoy y apuntó hacia su pokemon-¡Vuelve Baltoy, te mereces un descanso!-Lo recogió y lo volvió a guardar en su cinturón-Voy a cerrar la puerta pues-Fue hacia la puerta y la cerró suavemente.

-Muy bien...- Dijo, comenzando a descender poco a poco por la escalera de caracol, pegado a la pared interna mientras intentaba descubrir que había en el siguiente giro. -No hagas ruido..- Le avisó, pisando con cuidado para no llamar la atención.

Las escaleras de caracol eran más profundas de lo que parecían, no sabíais cuantos metros llevabais descendidos. Gracias al pasamanos era difícil caerse, pero desde luego un descuido y la caída podría ser bastante dolorosa, incluso mortal.

-Hay que ir con mucho cuidado Izasu...-Zlatan no parecía muy convencido del todo de lo que estaban haciendo-Un mínimo resbalón sería muy peligroso-Se aferró al pasamanos todo lo que pudo-Despacio, despacio...

-Sssh...no hables alto..- Le avisó, con un pequeño susurro, bajando lentamente por la escalera bien sujeto al pasamanos. Le preocupaba más lo que habría al final de la escalera que la posibilidad de caerse en esta.

Tan solo transcurrió un minuto más de descenso hasta que averiguasteis algo nuevo. Parecía que a pocos metros bajo vuestros pues ya comenzaba a haber luz. No era luz de antorchas, era claramente luz eléctrica que provenía de alguna sección de la planta baja y os llegaba el resplandor...

Se acercó lo máximo que pudo a Izasu, murmurando-Debemos mirar qué hay ahí con precaución-Ya que habían llegado hasta allí lo mejor sería bajar del todo.

Asintió suavemente, bajando un poco más, pegado a la pared para no llamar la atención mientras escudriñaba la zona iluminada para intentar adivinar que había en ella. Si había luz, es posible que hubiera gente y no quería llamar la atención.

Finalmente lograsteis bajar al sótano del Faro. Desde vuestra posición ya pudisteis ver con claridad que la luz provenía de una rendija que dejaba pasar la luz a través de una puerta que no fue cerrada completamente. El ambiente allí abajo era realmente misterioso...

Zlatan se acercó todo lo sigilosamente que pudo a la puerta, evitando el contacto con el rayo de luz que esta desprendía. Hizo un gesto con la mano a Izasu para que ella hiciese lo propio. Solamente cuando llegó junto a la puerta, asomó minimamente la cabeza para ver qué podía haber en el interior de esa habitación.

Caminó por delante de Zlatan hasta la puerta, pegándose a un lado para mirar de refilón por la puerta iluminada, esperando descubrir que había dentro y lo más importante, quien

Cuando asomasteis vuestras cabezas por aquel hueco, contemplasteis un inmenso pasillo de paredes metalizadas. El techo estaba iluminado por diversas lámparas de neón. A simple vista parecía que en aquel pasillo no había nadie, incluso llegasteis a comprobar que había otra puerta al final de ese pasillo.

-Esto me recuerda a uno de los libros que leí-murmura a Izasu lo más suavemente posible-¿Pasamos?

-Pasamos..- Dijo, abriendo la puerta muy lentamente para asomarse y asegurarse de que nadie les esperaba escondido en el largo pasillo.

Os encontrasteis en el pasillo, no era demasiado amplio pero si lo suficientemente largo para que tuvierais que andar unos cuantos segundos. Sin lugar a dudas se trataba de algún tipo de instalaciones subterránea porque las dimensiones de aquel lugar superaban las del faro. Ahora quedaba tan solo la puerta que se mantenía cerrada, estaba justo delante de vosotros.

Zlatan se acercó cautelosamente e intentó escuchar algo a través de la puerta. Al principio se había sentido algo acobardado, pero ahora la emoción podía más y lo impulsaba a hacer cosas así.

Se adelantó al ver el pasillo vacío, pegándose a la puerta junto con zlatan para escuchar lo que ocurria en el interior de la sala vecina. No sabía para que podía servir un lugar así, pero no se iría sin descubrirlo.

De repente la puerta os golpeó de una manera muy brusca. Aún erais jóvenes y no estabais preparados para recibir un golpe así y caísteis de espaldas.

Aquel encontronazo os dolió, pero lo que era más importante es el miedo a saber qué iba a pasar ahora.

 - ¡Eh! - gritó al darse cuenta que os había golpeado con la puerta

- ¿Quienes sois? ¿Qué demonios estáis haciendo aquí? - el chico aparentaba ser un poco más mayor que vosotros, si acaso un par de años. Parecía bastante sorprendido por vuestra presencia y sobre todo bastante molesto

-Eh...esto...-Zlatan no encontraba las palabras adecuadas para responder al chico. Al fin y al cabo, habían invadido una propiedad sin pedir ningún tipo de permiso-Somos entrenadores pokemon. Nos perdimos, y vimos este faro. Como no encontremos a nadie, decidimos bajar para ver si aquí abajo había alguien-Mira a Izasu intentando que continúe la inventada historia.