Partida Rol por web

Shiert saca a su bulbasaur y su pidgeotto, además de al hoothoot y el hoppip que han liberado de las pokéball destrozadas, junto con el abra que le acompañaba.

Los pokémon de Shiert se unen a los de Astrid y al dunsparce de la doctora. Ahora la comida resulta claramente insuficiente, aunque los pokémon parecen agradecer el poder estirar un poco las patas y relacionarse.

En un abrir y cerrar de ojos el pequeño apartamento de Shiert se ha convertido en una guardería pokémon, o un restaurante familiar.

Los pokémon comen y retozan, los más sociables -como Shu o el hoppip- animando a los más tímidos -como el abra-. Pidgeotto parece entenderse con el huraño fearow. E incluso los que van mas a su bola, como Ci, Sandshrew o Bulbasaur, comen relajadamente. Entre todos, comparten todo lo que Astrid pueda darles, acabando con todas sus reservas.

Blake observa a Shiert, sentado, y a Astrid.

-Quizá deberíamos comer nosotros algo también y ponernos en marcha. No nos sobra el tiempo, pero creo que ir a pegarnos con las fuerzas reunidas del Team Rocket con el estómago vacío igual no es una buena idea. Llamadlo intuición, pero sugiero acabar con la comida perecedera primero.

- No es una buena vayamos como vayamos, pero creo que tienes razón, comamos algo primero y despues Abra nos llevara hasta alli -

-Revisaría, pero alguien dijo que no tocaramos nada porque estaba lleno de explosivos -comentó con poca felicidad al respecto.

- No hace falta ni que revises ya te puedo asegurar yo que no vas a encontrar ninguna clase de comida en esta casa, la verdad ni siquiera recuerdo que tuviera comida desde hace años, nunca suelo comer aqui - se me hacia raro decir eso, sonaba tan absurdo una persona que jamas comia en su casa, no creo que se pudiera llamar casa a un lugar en el que ni siquiera se comia.

- Lo de los explosivos no es una broma, tanto las puertas como las ventanas estan rodeadas de explosivos, la mayor parte de la casa esta conectada a sensores y derivados, si alguien trata de forzar esta casa explotara, así que creeme es mejor no tocar nada, y si ya se lo que estas pensando, tengo que dejar lo de los explosivos, no hace falta que me lo recuerdes -

La doctora mira a Shiert con una ceja alzada y media sonrisa.

-Hombre, yo veo que es un mal hábito más grave que morderse las uñas. Claro que, igual simplemente deberías pasarte a la Sección de Artificieros... Bueno -dice, cambiando de tema-, si no tienes nada aquí, podemos ir a mi casa un momento.

Se agacha junto al abra y le pregunta, poniéndole una mano sobre la cabeza, con aire coloquial:

-¿Podrías teletransportarnos a todos a otra ciudad y luego teletransportarnos aún más lejos? ¿Crees que lo aguantarás, chiquitina? ¿Cuántas veces te has teletransportado hoy?

-¡Miii! ^////^ -Contesta el abra, a la que esa confianza ha cogido algo por sorpresa, pero a quien no parece disgustarle la doctora.

-Parece que la nos vamos. Tiempo de volver -dijo con suavidad, regresando a sus pokemon uno a uno a sus balls. Solo dejó a Iri afuera, y puso los brazos en jarras.

-Si eso es lo que vamos a hacer, será mejor que sea rápido. Estamos tomando mucho tiempo ya.

- Pues entonces demonos prisa - uno a uno enfoque a mis Pokemon con sus respectivas Pokeball para ir guardandolos, asi el viaje seria algo mas facil para abra.

El abra tiende sus manitas a Astrid y Shiert, mientras que Blake, aún agachada junto a ella, mantiene sus manos sobre los hombros del pokémon con delicadeza. Cierra los ojos un momento, presumiblemente pensando en su casa, y un segundo más tarde, ya no están allí.

-Bienvenidos a Ciudad Celeste, la ciudad de los florecientes charcos, donde podéis disfrutar de la experiencia de unos baños termales o una sauna tan solo saliendo a la calle. ¡Totalmente gratis!

A su alrededor ha aparecido otro piso, aunque bastante diferente al de Shiert. Es más luminoso, ya que la luz del sol entra por la ventana a raudales, y está amueblado de forma más acogedora, aunque los muebles son modernos y funcionales. Por otra parte, también está más desordenado: no es que sea un nido de aipoms, pero sí que hay algunas cosas por medio.

En cuanto aparecen, la bióloga se dirige a la cocina con aire seguro y despreocupado y enseguida empieza a sacar comida en tuppers de la nevera: ensalada, fruta, sopa de verduras, carne en salsa... Comprueba que la electricidad aún funciona, lo calienta todo en el microondas y lo pone en platos en la mesa de la cocina -de madera, blanca, de líneas rectas y con un frutero lleno de bayas encima- y en menos de diez minutos tienen una auténtica comida casera caliente con cubiertos y todo.

-Invita la casa. Sentíos como en la propia. De hecho, si se os ocurre que necesitáis alguna cosa -una linterna, papel higiénico, no sé- pedídmelo -parlotea mientras va haciendo todo lo anterior-. No sé, coged lo que os dé la gana. Hombre, agradecería que no os llevarais el sofá o el DVD y, Shiert, tampoco puedes llevarte mi ropa interior, pero en fin... No tengo explosivos en las puertas. Lo peor que puede pasaros es que abráis un armario y os caiga un montón de cajas encima.

Coloca un plato con carne en salsa en el suelo para Iri y luego se vuelve al abra:

-Mm, ¿y a ti qué te doy...? Ah, ya sé... -Coge del frutero una baya latano y se la tiende al abra, que la coge cohibida-. Pruébala, a ver si te gusta -la anima-. Son buenas para el cerebro -El abra le da un mordisquito con recelo y parece que le gusta, porque se la sigue comiendo tranquilamente.

En cuanto ve que todo el mundo está más o menos servido y con un tazón de sopa en las manos, se acerca a la ventana y escruta fuera, mientras se lo va bebiendo de pie.

-Bueno, parece que todo sigue en su sitio. A ver: calles, farolas, casas, gimnasio, río, mazmorra secre... Oh. Mierda. Shiert... -De repente, su voz se ha vuelto tensa como la cuerda de un arco-. ¿Qué sabes del proyecto M-2?

El teletransporte era siempre algo confuso, pero despues de un par de veces acababas acostumbrandote, aunque a mis ojos les costo un poco adaptarse a la luminosidad del piso de Blake enseguida me puse alerta mirando hacia todas partes, no buscaba nada en concreto solo intentaba orientarme.

Ciudad celeste, no habia estado alli casi nunca, de hecho casi podria jurar que solo habia estado una o dos veces y de pasada, encontrarme en un territorio desconocido para mi me hacia sentir algo mal, supongo que tantos años estando a la defensiva y esperando ataques y guerras me habian pasado facturas.

Blake enseguida se puso a sacar comida de la nevera, yo no acostumbraba a comer demasiado, pero tampoco sabia cuando seria la proxima vez que tuviera ocasión para llevarme algo a la boca así que era el momento de aprovechar.

- Sin animo de ofenderte Blake, pero creo que si tuviera que dedicarme a robarle las bragas a alguien tu no serias precisamente mi objetivo - le respondí entre mordiscos tratanto de hacer una pequeña broma, aunque estando seguro de que Astrid me lanzaria alguna mala mirada.

Todo parecia estar bien y marchar normal hasta que Blake se asomo a la ventana y menciono aquello, casi me atraganto con la sopa cuando la escuche mencionar el Proyecto - M2, hacia años que no escuchaba hablar de eso, tampoco tenia todos los detalles ya que aquello ocurrio antes de que yo ingresase en el Team Rocket y cuando la purga fue llevada a cabo la mayoria de personas que conocian aquello murieron, pero aun así algunos rumores habian logrado llegar hasta mi.

- No se demasiado sucedio cuando yo era demasiado pequeño o al menos eso me dijeron, Giovani y la división cientifica intentaron crear a un Pokemon, un clon del Pokemon primigenio, se suponia que la idea era crear al Pokemon mas poderoso de todos los tiempos para ayudar a cumplir los objetivos de Giovani, pero no estoy seguro de si se logro aunque yo apostaria a que si -

Cuando Blake habla, no hay rastro de su tono de chanza habitual y mantiene la mirada fija en el exterior a través del cristal. 

-No sabes demasiado, dices... A veces se me olvida que eres un yogurín* -Esboza una ligera sonrisa, aún sin mirar a Shiert, que desaparece de inmediato, dando paso a la expresión de preocupación anterior-. Pues yo sí sé. Cuando yo entré en el Team Rocket el proyecto M-2 estaba en marcha y entré a trabajar directamente en él, aunque no es que tuviera mucha responsabilidad. Toda la sección científica estaba trabajando a brazo partido en ese proyecto en aquellos días. Muchos de mis compañeros de entonces están muertos, en la Siega los científicos caímos como wingulls ante un Trueno. En fin, me estoy yendo por las ramas. El caso es que al final hubo problemas y hubo que cerrar el chiringuito y el... el pokémon se lo llevaron a unas mazmorras secretas acondicionadas especialmente para contenerlo que conectan con esa cueva que veis ahí enfrente, al otro lado del río. Solo que... eh...

Hace un gesto vago con la mano en dirección a la ventana.

-Os juro que ayer mismo, o cuando sea la última vez que vine a dormir aquí, no estaba así. Todas esas plantas, la entrada de la cueva era más pequeña...

No llega a terminar la frase. Un estremecimiento le recorre la espalda.

-¿Plantas?

Esto como era de esperar, captó el interés de Astrid. Se acercó a la ventana para poder asomar por ella y echar un vistazo con un plato con carne y salsa en la mano. Estaba dando buena cuenta de él, realmente estaba mas hambrienta de lo que había esperado. Junto a esto, había bebido mucha agua que había conseguido en el refrigerador también.

Blake se echa un poco a un lado para que Astrid pueda ver bien.

A lo lejos, al otro lado del río, puede verse una cueva. La vegetación alrededor de la entrada es abundante y espesa, aunque el resto de la ladera de la montaña también está cubierto de plantas, sobre todo la parte baja, debido a la presencia del río. De todas formas, si se fija, Astrid puede ver que hay rocas desprendidas y sujetas por los árboles, como si parte de la cueva o la entrada de la cueva se hubiera derrumbado y los árboles hubieran amortiguado el desprendimiento de las rocas y hubieran crecido entre ellas. La entrada, aunque velada entre el follaje, sigue siendo amplia y parece practicable, no se ha cerrado la cueva por el derrumbe.

Por el hecho de que las ramas rodean las rocas da la impresión de llevar mucho tiempo así, pero claro, el aranjo que salió del suelo en Pueblo Lavanda también parecía llevar toda la vida allí, por eso de medir varias decenas de metros de alto y demás.

Aquello de las plantas no me sono demasiado bien, si el poder de celebi había llegado hasta ese lugar cabía la posibilidad de que aquel Pokemon creado por el antiguo Team Rocket estuviera libre y campara ahora mismo a sus anchas por el mundo, si eso así podría ser muy peligroso, aunque con suerte... quizás si lo encontrásemos pudiéramos unirlo a la causa de celebi, pero algo me decía que ese tipo de pokemon seguramente querría la muerte de la humanidad.

- Supongo que no soy el unico en pensar que el poder de celebi a podido destruir parte de la cueva y dejar libre al Pokemon ¿verdad? -

-Creo que él encontró un nuevo amigo. Debería ser solitario donde estaba...

Sonrió con tranquilidad, pensando en el pokemon libre del encierro impuesto. Celebi debía comprenderlo muy bien, no tenía duda de que se entenderían.

Al oír a Shiert, Blake se vuelve hacia él repentinamente con los ojos como platos, derramando parte de la sopa.

-¿Celebi? ¡¿Has dicho Celebi?! ¿Celebi el pokémon de las leyendas? ¡LA HOSTIA EN VINAGRE! -Mira a Astrid, como para asegurarse-. ¡¿Me estáis diciendo que el que ha liado todo esto ha sido... ese pokémon?! Es más, ¿me estáis diciendo que EXISTE de verdad?! -Hace una pausa, procesando-. Vale... Vale. -Los jóvenes casi pueden ver los engranajes de su cerebro haciendo clac-clac-clac. Emite un silbidito de admiración en dirección a Astrid -Vaya con la señorita Florecilla del Campo. Y parecía una mosquita muerta... Así que por eso eres tan importante... Oh, jo, jo. He hecho bien en apuntarme a esta excursión. ¡Shiert! Tengo que hablar contigo un momento en privado. -Se dirige hacia él a grandes zancadas y lo coge del brazo para conducirlo a una habitación contigua, casi que, si el muchacho no opone resistencia, se lo lleva a rastras-. Astrid, si me disculpas...

En cuanto Blake se puso como loa al escuchar a celebi recorde algo importantisimo, Team Rocket, no podemos escuchar nombrar a un pokemon legendario sin que se nos ocurra alguna genial idea que solo puede acabar en tragedia, y no me hizo falta esperar mucho para ver como lo que pensaba se hacia realidad, Blake me decia de hablar en privado.

Blake me agarro del brazo y trato de arrastrarme, pero enseguida hice un movimiento para detenerla y liberarme de su agarre.

- No Blake, no se que querras decirme pero sea lo que sea dilo aqui, no voy a ocultarselo a Astrid ya me esta costando bastante que se de cuenta de que no soy un asesino- guarde silencio apenas un instante antes e darme cuenta de algo - sea lo que sea Blake simplemente dilo no voy a ser yo quien te juzgue -