Partida Rol por web

Spike cubre las espaldas de Dan de la forma más literal posible: se queda pegado en la base de su cuello, bajo su camiseta, temblando como un flan peludo. No es de extrañar, siendo un diminuto pokémon bicho, su miedo ante un pokémon tipo fuego, por escuálido que esté.
El houndour, no obstante, no presta la más mínima atención al pequeño bicho: desde el momento en que dan saca la comida no tiene ojos más que para ella. Cuando se la lanza, la olfatea desconfiadamente sólo durante uno o dos segundos y enseguida se abalanza sobre ella como si llevara semanas o meses sin comer... lo que probablemente es cierto. Tal es su ansia que se la come con papel y todo y casi se atraganta, por lo que acaba escupiendo trocitos de envoltorio medio mordido medio quemado con unas sonoras arcadas que dejan escapar un tufillo a azufre.

-Akkjj, ajjj...

Una vez ha escupido el último trocito de papel, se dirige hacia Dan olfateando y emitiendo gruñidos y resoplidos de impaciencia, buscando más. Una parte de él le dice que debería ser precavido con el extraño, pero ahora mismo es su estómago quien toma las decisiones y ya está metiendo su hocico anaranjado prácticamente en el bolsillo del que Dan ha sacado la comida.

-Arff, grffff, hff.

Como parte de mi plan evito que el can continué su examen en busca de alimento, con el cuidado de no parecer amenazante y saco otro envoltorio y le digo a Mi nueva adquisición mientras le miro a los ojos fijamente:

Se que quieres mas… ven conmigo y tendrás mas amigo

Dicho lo anterior dejo caer el contenido del otro envoltorio cerca de Mi con la intención de acariciarle la cabeza cuando se acerque a comer. Segunda fase del plan... pienso mientras lo llevo a cabo.

En cuanto el chico saca el nuevo paquete de comida y apenas lo ha dejado caer, el can lo atrapa y, destrozando entre sus fauces el envoltorio, engulle la comida.

Spyke se asoma con cautela por el hombro de su entrenador, observando la escena.

Cuando el muchacho lo toca, el houndour pega un respingo a su contacto, parece que no está acostumbrado a que nadie lo toque, pero al ver que no hace más que acariciarlo, no hace ademán de molestia y sigue concentrado en engullir. Bajo su palma, Dan puede notar los huesos del pokémon bajo el corto y áspero pelaje, de un negro deslucido. También puede notar que está temblando.

Cuando acaba de comer levanta la cabeza para mirar a Dan a los ojos por primera vez. Spkye vuelve a ocultarse enseguida a la espalda de su camiseta.

-Graaa, arf, arf :D -le exige el houndour a Dan con un gruñido amistoso.

Vamonos ya amigo! le digo al ahora mas amistoso pokemon, con palabras mas suaves sin dejar de mirarle si te doy mas te hará daño, pero cuando lleguemos a casa te curare y te alimentare para que vuelvas a estar sano! dicho esto lanzo una pokebola sobre el houndour para ver si decide acompañarme.

La pokebola cae sobre el pokémon y enseguida lo recoge en su rayo rojo, encerrándolo en su interior, tras lo que cae al suelo con un suave clonc. Se mueve un par de veces y, tras unos segundos de tensión, vuelve a abrirse, dejando salir al pokémon.

-Graaaau... -El houndour mira a Dan con las patas separadas y la cabeza baja, en actitud defensiva y alerta, pero el muchacho nota que más que tener realmente miedo, lo que está es confuso: nunca antes había visto una pokéball.

Cautelosamente, sin dar en ningún momento la espalda a Dan, se acerca a la pokéball tirada y ahora inservible y la olfatea.

Esperaba algo de resistencia dado que mas que pelea, he apelado al sentido de autoconservacion del pokemon sin embargo esta dentro de mis planes que se reusara pienso, mientras observo como se sale de la pokebola sorprendido y analizo cuidadosamente su comportamiento no desea pelea, mas bien da la impresión de que no sabe lo que ha sucedido así que le hablo para tranquilizarlo, siendo atento y considerado al hacerlo: Es para que viajes mas cómodo amigo, ahí podrás descansar mientras llegamos a casa; dicho esto le muestro como guardo a Spike en su pokeball y luego lo vuelvo a sacar de ella sin mayor problema y este vuelve a su posición relativamente segura a mi espalda. y termino la demostración diciéndole: Ves? no te hará el menor daño, vayámonos ya, aun debemos salir de aquí! dicho esto lanzo otra pokeball y veo el resultado.

El houndour observa con ojo crítico la operación con Spyke y la pokebola. Hm, parece pensar.

Cuando la siguiente pokebola cae sobre él y lo engulle en su rayo rojo, parece más calmado. La pokéball cae una vez más al suelo, clonc, y se agita dos o tres veces, pero al final queda inerte.

Cojo la pokebola del suelo, la pongo en el hueco dispuesto para este fin en las hazas de mi mochila y aunque me embarga una gran felicidad pues en esta aventura me he hecho de un par de buenos compañeros; mi sentido de autoconservacion me avisa que lo mejor es salir de la mansión antes de que algo pueda complicar este proceso por lo que me tranquilizo y me concentro en deshacer el camino que ya tengo perfectamente dominado.

Ahora solo hace falta escapar de aquí los mas sigilosamente posible con esto en mente, emprendo la evacuación, en dirección al teletransportador.

Silencioso como una sombra, Dan desanda el camino hacia el teletransporte con Spike al hombro.

No obstante, en cuanto llega al pasillo, a sus agudos ojos de detective no se les escapa que la puerta del laboratorio está entreabierta y que en el polvo hay más pisadas de las que había cuando pasó la primera vez.

Al vislumbrar la obvia presencia de compañia, inmediatamente pongo a trabajar mis sentidos para sondear el area en busca de peligro...

No adviertes ni notas nada especial.

Parece que hay mas complicaciones... pienso mientras observo indicios de la presencia de mas personas en los alrededores pero da la impresión de que ahora ya han pasado por aquí por lo que empiezo a preocuparme por mi amigo el Natu. Espero que ese pequeño sepa cuidarse solo... pienso tras vuelvo a aplicar el procedimiento para encender el tele transporte y dirigirme en busca de mi emplumado guía...

Dan llega a la sala por la que entró sin incidentes y entonces puede constatar que el mecanismo de bajada es exactamente igual que el que utilizó para subir: no se puede activar el teletransporte desde dentro, sino que se necesita que alguien lo active desde fuera, quedando atrás. Claramente, las salas se crearon para teletransportar a otras personas, no para teletransportarse a uno mismo. A juzgar por las apariencias, son dos celdas gemelas: se pude subir a un prisionero hasta el piso privado para interrogarlo o devolverlo a la celda del sótano sin necesidad de usar un pokémon con teletransporte.

Resumen de lo ocurrido hasta ahora:

Al principio de la tarde, Dan fue convocado a Ciudad Azafrán por Charlotte, una de las dirigentes del Team Rocket para encargarle una misión personal y confidencial: encontrar al joven líder de la organización desaparecido hace tres años. El muchacho al que busca se llama Paolo y ahora debe de tener 18 años, pues se sabe que estuvo dirigiendo el Team Rocket con tan solo 15 años, pues muestra una inteligencia muy superior a lo normal. Sin embargo, nadie conoce su rostro, pues puso buen cuidado en preservar su identidad. Es el sobrino de Giovanni, el anterior líder, también desaparecido y presuntamente muerto.

Como punto de partida, Dan ha ido a investigar al último sitio donde se tuvo constancia de su presencia, hace tres años, cuando fue derrotado en un intercambio de rehenes fallido: la Mansión Rocket, una enorme mansión de ubicación completamente secreta, vivienda de la familia de Giovanni, ahora abandonada y en ruinas. Charlotte le ha prestado a Dan un natu que sabe teletransportarse hasta la Mansión, quedándose a cambio al fiel pidgeotto del chico en prenda. Volverán a intercambiarse sus respectivos pokémon al anochecer, en Ciudad Azafrán.

Ha pasado media tarde. Dan ha ido desde la planta baja de la mansión, adonde lo llevó el natu, hasta el sótano, ha puesto en marcha el generador eléctrico de energía solar (capturando un joltik en el proceso, al que ha bautizado "Spyke") y desde ahí ha conseguido acceder mediante un teletransporte electrónico a la planta de arriba, las estancias privadas de la familia, a las que ni siquiera el natu sabía acceder. Para accionar el botón del teletransporte ha tenido que dejar al natu de Charlotte abajo.

Explorando el piso de arriba con Spyke subido a su hombro, Dan ha encontrado una sala de control con televisores que muestran lo que graban las cámaras de seguridad. En ellas ha visto que no está solo: en la mansión han aparecido dos personas; una es una chica con el pelo oscuro y gafas y la otra parece un chico rubio con unos pantalones muy cortos y muy poco masculinos*. Además hay un houndour escuálido que Dan acaba de conseguir capturar ganándose su confianza primero con un poco de comida pokémon :)

Parece que estamos estancados "Spyke" digo al simpático pokemon sobre mi hombro… miro el teletransporte y recuerdo como tuve que dejar a Natu en el otro puerto de teletransporte por lo que pienso en una manera mejor de activar el sensor del teletransporte...

Después de unos momentos de elucubrar sobre las posibilidades que tengo, llego a una conclusión que me parece posible:Ya lo tengo!!, si mi colega arácnido me ayuda con uno de sus disparos de telaraña, podríamos alcanzar el control del teletransporte a distancia.

dicho esto me introduzco en el teletransporte y le señalo al bicho la dirección en la que pretendo que dispare la tela. vamos Spike electro-tela!...