Partida Rol por web

Nynaeve y Luna seguian andando en su bicicleta hacia unos minutos, sin ver nada en fuera de lo comun ni tampoco algo que les llamase la atencion, cuando escucharon que alguien las llamaba: "¡Hey tu, la de la bicicleta!" Enseguida comienzas a frenar de a poco, y mirando detras tuyo, ves a una chica tambien pedaleando en una bicicleta colo verde marino. En la canasta lleva un Pokemon que de lejos parece como una pequeño arbusto. Ella contunia acercandose a ti y cuando llega te dice, algo agitada: "¡Hola! Mi nombre es Michelle. Soy entrenadora en el Gimnasio de Erika y me dirijo a Pueblo Lavanda, cuando vi que alguien mas iba en esta direccion, no pude evitar pensar que lo mejor seria ir acompañada".  En su canasto ahora puedes ver bien que lo que llevaba es un Sunkern.

-¡Que pokemon más mono!- atenta a Luna por si le da por pensar que es una fruta y le pega un bocado, la cojo en brazos, que ya que estoy parada puedo hacerlo sin problemas.

-Hola, yo soy Nynaeve, y ésta es Luna. Nosotras nos dirigíamos hacia ciudad Azafrán, para ir al Centro Pokemon y curar a Luna. ¿A ti no te ha pasado nada extraño, una noche que no recuerdas, o tu pokemon se ha comportado de una manera extraña? Voy a intentar averiguar lo que nos ha pasado. Aunque si quieres, mientras nuestros caminos sean los mismos, podemos ir juntas. Será agradable poder hablar con alguien.

La chica te sonrie, y le da unas caricias a Luna en la nuca. Sunkern contenta tambien, da unos pequeños saltitos en su canasta. Subiendo a su bicicleta, Michelle te comenta: "Muy bien, entonces, iremos un tramo juntas. Asi sera mas seguro y divertido".

Comienzan a andar, y ella te dice: "¿Con que algo extraño dices? Pues no... a mi no me ha ocurrido nada. Aunque me han mandado ir a Pueblo Lavanda, por que ahi si dicen que tienen problemas. Parece que el Cementerio se ha vuelto loco. Los Pokemon Fantasma estan algo... agresivos".

-¿Fantasmas, dices?¿Entonces vas a Pueblo Lavanda a ocuparte de calmar a los pokemon?Si que confían en tí, ¿no? - le comento divertida.

Me quedo en silencio, pensando en el ruido que escuché antes de que Luna se volviera loca, y sé que era un pokemon. ¿Y si fue un pokemon fantasma el que asustó a Luna? Tiene que ser eso, ellos se pueden volver invisibles...

-Michelle, cuando Luna empezó a dar vueltas y a comportarse de una manera extraña, oí un ruido, estoy segura de que era un pokemon. ¿Tú crees que podría tratarse de uno fantasma?

Continuan andando sin contratiempos, y con tantas dudas y preguntas en la cabeza de Nynaeve, no puede evitar intentar averiguar un poco mas con Michelle. Ella sonriendo le responde: "Pues eso es facil. Siempre que quieras saber si un Fantasmas esta detras de una travesura o algo asi, pues preguntale a los que esten contigo. Veras. Un pokemon Fantasma sigue siendo un Pokemon, ¿entiendes?. Es decia que, aunque se haga invisible, si hace algun ruido, no puede ser solo escuchado por una persona, lo sera por todos los presentes en el lugar. Ahora bien... si es algo que estas segura de haber escuchado solo tu, aun en presencia de mas gente... pues eso es distinto". La ultima parte te lo dice con una seriedad que va bien con ella misma. Si eso te hace pensar. ¿Fuiste tu sola la que escuchaste aquel sonido?

-Pues la verdad es que no tengo ni idea. No se me ocurrió preguntarle a mis amigos si habían oido algo...

Al cabo de un rato más de pedaleo, noto que los ojos se me cierran, supongo que necesito descansar después de la nochecita que he pasado y de los problemas que me ha dado.

-Michelle, ¿qué tal si paramos un momento? Necesito recuperar azúcar, y beber algo nunca está de más. Si quieres almorzamos, te doy un bocadillo, y para tu pokemon...no sé que puede comer, la verdad, pero si tengo se lo doy.

Miro a los dos lados de la carretera, y veo un árbol alto que da una buena sombra. Ahora mismo parece acogedor, así que paro la bici a un lado y dejo a Luna en el suelo, donde empieza a corretear.

Tras la propuesta de Nynaeve de descansar un poco y comer algo, con gusto Michelle acepto. Juntas pararon junto a un arbol que ofrecia una agradable sombra. Luna comenzo a recorrer el lugar, olfatear y saltar por todos lados. Mientras tanto, Sunkern, se alejo un poco mas, donde si daba el sol. "Sunky prefiere el sol. De hecho, si vamos a comer, ella lo hara con la luz solar. Despues de todo, sigue siendo una planta".

Comenzaron a desempacar las cosas que llevaban, a pesar de lo comentado, Michelle tambien llevaba comida especial para Pokemon tipo Hierba. Saco dos platitos verdes agua y comenzo a servir comida. Llevo uno de ellos a donde estaba Sunkern, que contenta empezo a comer. Y luego, sonriendo, saco una Pokebola, la cual la arrojo al aire, para sacar a su otro Pokemon. Pero, simplemente la Pokeball cayo al suelo, sin abrirse, ni liberar lo que llevaba dentro.

Al ver la comida del pokemon planta, y de cómo Sunkern tomaba el sol, Nynaeve rió quedamente por la gracia que le hacía.

-Que monada de pokemon.

Pero al ver que Michelle lanzaba la pokebola y no se abría, Nynaeve se acercó, intrigada y a la vez preocupada por el pokemon de su nueva compañera.

-No ha salido...puede ser que te hayas equivocado de pokebola...o quizás no haya querido salir, ¿no?

Creo que Michelle dentro de poco va a querer acompañarme al Centro Pokemon..esto que pasa con los pokemons no es para nada usual.

Michelle se queda tiesa mirando la pokebola cerrada en el suelo. Tras la pregunta de Nynaeve finalmente reacciona, pero no puede responder. Se acerca al objeto inerte y lo recoje, aun mirandolo fijo. Luego de un momento al fin unas palabras salen de su boca: "Pues... esta es la Pokebol, y no entiendo porque no querria salir... ¡Si le encanta comer!" Se queda pensando unos momentos y luego, decidida, dice: "Pues lo volvere a intentar! No me creo que no haya querido salir! Y sino sale... es que algo mal anda con el mecanismo de la Pokebola, y no dejare encerrado a mi Pokemon! ¡Anda, Tropius! ¡Sal de ahi!"

Michelle arroja una vez la Pokebola, pero como si de una simple pelota se tratara, no hace mas que rebotar en el suelo. La reaccion de ella vuelve a ser la misma. Se queda dura, petrificada esperando a ver su Pokemon salir, pero nunca ocurre.

-Michelle, no te preocupes. Seguramente sea algo parecido a lo que me ha pasado a mí esta mañana, Luna tampoco podía salir de la pokebola. Si quieres puedes venir conmigo al Centro Pokemon, allí seguro que nos solucionan el problema. Después de solucionar el problema puedes ir a Pueblo Lavanda, no creo que el desvío sea tan grande, ¿qué me dices? A mi me gustaría ir acompañada más camino...

Luego de un momento Michelle sale de su apesadumbria, y reaccionando, asiente con la cabeza. Comen algo mas en silencio y una vez que terminan, levantan todo y vuelven al camino con las bicis. Al cabo de unos minutos, como si recien hasta ese momento estendiese lo que se le dijo, contesta: "Gracias. Si, claro que te acompañare. Ademas, debo atravesar Ciudad Azafran, no me resulta ningun desvio ir hasta el Centro Pokemon. Ojala... ojala que si puedan ayudarnos ¿no?".

Pero antes de que Nynaeve pudiese decir algo, Michelle detuvo su bicicleta y ella hizo lo mismo. Tanto Sunkern como Luna se mostraban algo inquietas y hostiles. A lo lejos divisan que algo o alguien se acerca a toda velocidad.

Alertada por Luna, la recojo en brazos para evitar que salte sobre lo que se acerca, puede ser que no tenga nada que ver con nosotros, y al fin y al cabo Luna suele ser muy impulsiva.

Con Eevee en brazos, bajo de la bici con cuidado, para poder reaccionar por si se trata de un pokemon salvaje. Pensando en que mi actitud es un poco tonta, sobre todo si resulta que es una persona en bici a toda velocidad, decido saludar.

-¿Quién se acerca?

Aunque...si se tratara de un simple biciclista, los pokemons no se habrían puesto así, ¿no?

Lo cierto es que no era un simple biciclista como al principio creeian, sino que se trataba de unos cuantos. Era una pandilla de 8. Sin saber que hacer, las chicas se juntaron, y al poco tiempo se vieron rondeadas por todos ellos. Llevaban un look algo extraño, con ropas de cuero negro, pelos puntiagudos, tatuajes. Eran como motoqueros, pero ninguno superaria los 16 años e iban montados en bicicletas de todo tipo de formas y colores.

Luna estaba bastante rabiante, apoyada sobre sus patas delantes y mostrando los dientes. Divertido con la Eevee uno de los ciclistas, se baja y apoyando un brazo en el manubrio les dice con tono burlon: "Jojo ¿que tal muchachitas que tal?. Un hermoso dia ¿no?. Mis compañeros y yo estabamos dando unas vueltas, algo aburridos, cuando las divisamos de lejos y pensamos... que podriamos divertinos un rato. ¿Que les parece?. Podemos tener una batalla con su lindo Eevee. Jojo".

Al escuchar a los pelo-hinchos esos, no puedo evitar fruncir el ceño, enfadada por lo que proponen.

-Si piensas que considero a Luna un perro de pelea, vas listo. Mi eevee es mi amiga, no pienso dejar que pelee contra tu pokemon porque tú tengas ganas de divertirte. Deberías tratar a tus pokemons con un poco más de respeto.

Mirándolos enfadada, con rabia, cojo a Luna en brazos, para que no se lance sobre ellos.

-Además, con esa actitud sólo conseguirás un buen bocado.

Mientras los babrucones no hacian mas que reirse con malicia y burlarse de vosotros, Luna iba cada vez mas y mas poniendose a la defensiva. A su vez notas a Michelle que parece de alguna forma irritada, hasta el punto que gritando mas fuerte de lo que pretendia dice: "¡Basta ya! Si crees seguire aguantando tus jugarretas, estas muy equivocado. Por mi, luchemos cuanto quieras, Sunkern puede derrotar lo que sea. ¡Y al final saldras corriendo lloreando como un nene de mama que eres!"

El que parecia ser lider de la banda, con una estupida sonrisa en el rostro se acerca hacia la chica, diciendo: "Muy bien, eso queria oir. Jujuju con esto bastara. Aquella chiquilla miedosa podra ayudarte en ir al hospital una vez que terminemos".

Y sacando de abajo de su chaqueta una Pokebola la arroja al aire, con aires de superioridad. El objeto se eleva, y cae, en el suelo, rodando. Nada ocurre. No se abre. El brabucon se queda con lo ojos en blanco, sin saber que decir.

Yo también me voy irritando al escucharlos, y me dan ganas no ya de que Luna les pegue un bocado, si no de darles yo el mordisco, por pesados. Cuandi Michelle se enfurece y acepta la pelea, suspiro y cojo a Luna, pensando en que ya nos iba a tocar pelear, porque claramente no la iba a dejar sola.

Cuando veo que no se le abre al macarrita la pokebola no puedo evitar reírme a carcajadas por la cara que pone, tan estupefacto. Aunque después me da pena, y decido ayudarlo en cierta manera.

Intento controlarme y parar de reír, y cuando recobro la compostura me acerco a él un par de pasos, y le intento "tranquilizar".

- No te preocupes, señor bravucón, desde esta mañana han sucedido muchos casos de que no se abren las pokebolas. Si quieres recuperar a tu pokemon te recomiendo ir a un Centro Pokemon, o quizás no puedas conseguir que tu pokemon salga.

Aunque quizás ni siquiera le importe el perder un pokemon o no...como odio a la gente así, que se creen superiores a sus mascotas, cuando lo que hacen precisamente es mandarlos a pelear mientras ellos se quedan de brazos cruzados.

El muchacho aun estupefacto por lo ocurrido cae de rodillas y su PokeBola rueda de entre sus manos. En cuanto Nynaeve se acerca para consolarlo, parece que el no la oye, pero luego de un momento levanta la vista hacia la chica. Se siente reconfortado, hasta que la tierra comienza a temblar levemente.

A lo lejos, detras de una pradera, y unas montañas, empieza a salir humo. Sin entender que ocurre, la banda entera cojen sus bicicletas hacia aquella direccion. Luna, sin mas, sale al trote detras de ellos, por lo que su Entrenadora la sigue al trote seguida de Michelle y sus respectivas bicicletas.

Unos minutos despues de carrera, llegan a la corniza. Se acercan con precaucion, aun bastante lejos del borde, aunque sin necesidad de acercase mas pueden notar lo ocurrido.

Uno de los muchachos de la banda sin poder contenerse dice: "No... no puede ser... pero si todos los volcanes de Kanto estan inactivos".

Mientras todos los chicos veian con asombro, terror y sorpresa al Volcan escupir la lacva de su interiror, varios Pokemon se van acercando tambien, hasta que luego de una brusca y fuerte escupida de llamas que comenzo a teñir el mar de cobre, muchos de ellos escaparon asustados. Tambien muchos chicos tomandos sus bicis, salieron a la carrera, quedando solo Nyanaeve, Michelle, el lider de la banda, una chico y dos chicos mas.

-Luna, ¡esperaaaa!- le grito corriendo detrás de ella, un poco cansada de haberme pasado toda el día en bici. Así que cuando llego a donde están los demás, antes de fijarme bien en el terreno jadeo un poco ahogada.

-Luna, ahgg, ¡no te acerques más!¿Desde cuándo hay un volcán aquí cerca? Además...todo esto es muy raro. Quizás esté relacionado con lo de los pokemons, ¿qué crees tú, Michelle?

Intentando recuperar el aliento, no espero a que Luna me obedezca, y por si acaso la cojo en brazos, pero permitiéndole ver el volcán, que conociéndola si no seguro que se lanza de cabeza.

Deberíamos alejarnos y seguir nuestro camino, pero...con estos temblores no creo que sea muy seguro continuar en bicicleta. Además...nunca he visto un volcán en activo, aunque tampoco es que quiera verlo de tan cerca.

Viendo toda la ceniza que está tirando el volcán, empiezo a pensar en alejarme de allí. No estoy muy segura de si la ceniza me provocaría alergia, pero más vale prevenir que curar.

Michelle se acerca, algo dudosa, temerosa, y comenta, sin dirijirse a nadie en particular: "No... puede ser... ese volcan... se supone dormido desde hace milenios. Incluso se llego a creer que era una simple montaña... ¿como es posible?"

Uno de los muchachos de la banda al escuchar eso, agrega: "Pues hay una leyenda... que dice que un Pokemon Legendario duerme en los volcanes inactivos de Kanto. Algunos creyentes y cientificos han pasado decadas buscandolo y simplemente llegaron a afirmar que se trataba de un volcan pero demasiado debil para algun dia despertar. Esto carece de todo sentido, no deberiamos estar aqui".

Sin pensarselo dos veces, tomo del brazo a la otra chica, quizas su novia o algo asi y juntos se fueron andando, llendo por el camino que va a la ciudad. En cuanto se da cuenta de ello, el brabucon hace lo mismo, pero se va caminando, como inmerso en sus propios pensamientos.

Ahora solo quedan Nynaeve, Michelle, Luna y Sunkern, los cuatro de frente al volcan. Observando su majestuoso poder destructivo. Finalmente Michelle rompe el silencio, diciendo con cierto pesar en la voz: "Yo... yo... debo volver al Gimnasio. Esto... se escapa de mi responsabilidad. Seguramente hayan zonas afectadas o algo por estilo, y debo ir a ayudar".

Dudando y nerviosa, no puede evitar mirar al suelo, y decirte: "En verdad debo ir. Ha sido un gusto, espero nos volvamos a encontrar. Yo... lo siento mucho... Sunkern".

Apenas has podido entender la ultima frase, porque se disculparia con su propio Pokemon. Cuando vais a decirle algo, ella saca un pañuelo blanco con puntillas verdes del pañuelo y se lo lleva al rostro. Parece que esta llorando, pero...

"¡¡¡Suuunnnkeerrrrn!!!"

"¡¡¡Eeeveeeee!!!"

El Sunkern se eleva un poco, y haciendo girar sus hojas un espeso polen comienza a expandirse. Luna dandose cuenta de la maniobra, salta de tus brazos y golpea al Sunkern. Pero ha sido demasiado tarde. El polen fue dirijido directamente hacia Nynaeve, y al tiempo que grita: "¡Nooo, Luna!" -una bocanada del toxico aire entra por sus pulmones de la chica y en menos de 10 segundos cae al suelo, completamente dormida.

Nynaeve despierta, desconcertada. Puede sentir la fresca hierba bajo su piel. La sombre de los arboles lo cubre todo. El lugar esta recubierto de un tranquilo silencio, apenas roto por una suave brisa. Algo somnolienta la chica se reincorpora, frotandose lo ojos. Frente a ella ve un hermoso y cristalino lago, y en el un Pokemon sentado, dandole la espalda.