Partida Rol por web

El plan había dado resultado, aunque Charmander parecía haber recibido algún daño había apresado a Abra perfectamente. Ojala Charmander pueda aguantar y que Abra no pueda teletransportarse, es nuestra única opción.

La situación se había puesto de nuestro lado, Abra está sujeto, así que es hora de pasar al ataque. Bien Charmander, buen trabajo. Ahora muérdele con todas tus fuerzas. ¡Ataque mordisco Charmander! Le ordeno con energías renovadas por el giro que ha dado el combate.

La bella voz de Gardevoir ahora inundaba mis oídos y no podía creer que fuera verdad. El pokemon era bello, pero su voz, era algo que no podía entender pero que dejaba ver miles de cosas, era como si le abrieran un libro de cuentos y enterraran su mente en el, mi pensamiento viajaba en un mar de emociones que probocaba ese bello canto... - Hermoso - alcancé a decir...

Vaya, que melodía...

Cerró los ojos y apenas perceptiblemente tarareaba siguiendo aquella canción tan especial. Siempre había estado convencida de que la música tenía algo especial e incluso mágico, pero ahora sabía que incluso trascendía para lograr una conexión mental con otro ser.

-Vaya, es buena, verdad Pikachu?- dice mientras se queda observándola, y Pikachu sigue la melodía embelesado. Ambos, Arashy y su Pokemon se relajan por un momento, aunque afuera de aquel mundo, de aquella burbuja una enorme amenaza se cierna sobre todos, parece que aquella música sea suficiente para hacerlos olvidar por un breve instante de todas sus preocupaciones, de todos sus pensamientos.

 Al final, la blanquita y su entrenadora se ponen a cantar. Sin ser apenas consciente de ello, Jan cierra los ojos, absorta en la melodía. No dice nada, pero una sonrisa se dibuja en su cara. Por primera vez desde que sus nuevos compañeros la conocen, no se trata de una sonrisa torcida hacia un lado, como la de un zorro riéndose de un chiste que sólo él entiende, sino una sonrisa serena y suave, inconsciente.

Por alguna razón, esta música le llena el corazón y la mente, y ésta, ya de por sí olvidadiza, se va vaciando lentamente de los pensamientos del mundo que la rodea, y llenándose con la melodía del pokémon y la entrenadora, cuyas voces se han fundido en una sola, y que la expanden hasta que se halla muy lejos de aquí.

Casi involuntariamente, Jan busca con la mano, sin abrir los ojos, la fría y lisa superficie que es el lomo de su mejor amigo.