Partida Rol por web

En ese momento vi como Gin empezaba a comportarse como lo que debía ser. Una persona decidida, no cohibida, con capacidad para hablar y relacionarse debidamente, sin abstraerse del grupo. “Al fin”, pensé, mirándomelo de arriba a abajo. Había cambiado un poco. Pero había algo que no entendía del todo. “¿Qué me tiene éste que enseñar a mí?”, me preguntaba, mientras esperaba a que acabara de hablar. Claro estaba que después de lo sucedido anoche no iba a sentirme confiada cerca de él, no al menos por el momento, pero sí parecía que podía relajarme y evitar las tensiones continuas y crecientes que el día anterior habían llevado a mi súbita desaparición. -Aba-, dije, en voz alta, dándole a entender que no estaba enfadada, que no se preocupara ya que no le iba a reprochar nada, que se había equivocado con mi nombre y que daba por zanjado el asunto, así como la conversa. No sentía que debiera disculparme con nadie, así que no lo hice. Miré a Charmander y volví a agarrar su manita, para que volviera a estirar de mí. Me caía bien el bichillo.

Observe curioso, como el bípedo joven se acercaba para hablar con Aba. Se disculpa con ella y parece encontrarse nervioso. Me siento sobre mis cuartos traseros girando la cabeza y desviándola por momentos para mirar a Sweet.

-¿Qué… es compadera?- Le pregunto. No comprendo del todo la palabra ¿Se referirá a como cuando dos pokémon comparten nido? ¿Se puede hacer eso? Mire a Aba y a Sweet, ellas eran hembras. Juguetee con las uñas nervioso y pensé en Kate. Luego me atuse la cara y agite la cabeza.- No entiendo.- Proteste, y di un par de vueltas arañando la tierra con las patas traseras.

Me acerque a Sweet mientras Aba terminaba de hablar y volví a olisquearla. En verdad olía diferente por ser hembra ¿Quería eso decir algo?-¿Por qué ...oléis tan bien?- Me quede quieto, pensando sin llegar a ninguna conclusión.

Note la mano de Aba sosteniendo la mía. Salí de mi ensimismamiento y recordé que tenía hambre. Con la misma naturalidad de antes, me acerque a Sweet y tire de ellas para ir a comer.

¿Desde cuando habla esta cosa? Arceus bendito, va a ser verdad que sólo es un bebé. A qué velocidad crece...ayer ni siquiera podía decir nada que no fuera "Charmander" y hoy ya sabe decir frases. Creo que se impone enseñarle algunas cosas. Conceptos como "secreto" y "mentira". Pero no puedo. Se me encoge el corazón. Es tan inocente como era yo cuando ocurrió todo. Me niego a hacerle eso a otra criatura. Vaya...tendré que enseñarle también el término "debilidad". Frase de ejemplo: "la debilidad de tu entrenadora costó innumerables vidas".

¡Oh, estupendo! ¡Y encima educación sexual! ¡Pues no! Eran muchas cosas ya para lo que iba de mañana y ella por lo menos, si no iba a pegarse un baño frío no estaba para ésos trotes. Se obligó a pensar en los psicópatas que querían matarles a todos.

- Te lo explico otro día, Charmander - digo con suavidad -. Pero recuerda que no está bien decir esas cosas a unas señoritas - miro a Doc, él es criador, ¡Socorro!

Sigo con mi desayuno tranquilamente hasta que oigo a Charmander y veo la cara de panico de Kate que me mira pidiendo auxilio.

No puedo evitar empezar a reirme ante la atonita mirada de los presentes y un trozo de galleta se me cuela por donde no debe provocandome unas toses importantes.

Una vez que las toses han cedido, y aun sin parar de soltar alguna risilla, acerco el plato de desayuno a Charmander para tratar que centre su mente en otras cosas.

- Come pequeño, que aun tienes tiempo para esos trotes.

Mientras Aba - así que tenía nombre, era bonito - hablaba con Gin, seguramente de lo que ocurrió ayer, Charmander y yo esperamos a que terminase. Ahora que había decidido hablar tenía que aprovecharme y si nos íbamos a desayunar después de invitarla con nosotros tal vez decidiese no volver a hacerlo. Entonces Charmander me sorprendió con una pregunta que al parecer le confundía.

- ¿Compañera? Hmm... -me llevé una mano a la barbilla, acariciándome el mentón*. - Es...cómo un amigo. Bueno, no siempre. Un amigo puede ser tu compañero, pero también puedes tener un compañero que no es un amigo... Ya sé, es como una bandada de Pidgeys. Todos son compañeros, se conocen, trabajan juntos... pero no todos son amigos de todos, ¿verdad? Sí, creo que más o menos eso lo resume. - dijo moviendo la cabeza vigorosamente de arriba a bajo, asintiendo satisfecha. Fue entonces cuándo su otra pregunta me volvió a sorprender. - Aprendes a hablar y te vuelves preguntón... eso está bien. Ser curioso es bueno, así aprendes cosas... - sin embargo ants de poder darle respuesta alguna Kate se acercó con prisas y nos interrumpió.

¿Por qué se lo iba a explicar otro día si su duda era ahora? ¿Era algún tipo de entrenamiento que quería llevar a cabo? No estaba segura pero si quería, podía contestarle telepáticamente y Kate no lo sabría. Aunque la verdad era que no sabía la respuesta. Nunca me había fijado en eso, tal vez la nariz de Charmander era mucho mejor que la mía.

Mark se unió también al show y le trajo a Cahrmanader su desayuno, pero a mí no el mío.

- Oh, muy bonito Mark, muy pero que muy requetebonito. - dije mientras acortaba el par de pasos que nos quedaban para llegar al desayuno y cogí mi plato y el de Aba - No te preocupes, las señoritas podemos servirnos solas. - le dije teatralmente mientras le alcanzaba a Aba su plato y yo me sentaba al lado de Charmander a comer mi desayuno.

Sonreí un poco cuando la manita de Charmander volvió a asir la mía tras unos instantes en que me olía. Ni siquiera me moví, sin contestar a sus palabras, pues éstas eran superfluas dadas las circunstancias. En realidad, aquél Pokémon era el más instintivo de los que estábamos y, sin lugar a dudas, el más entrañable y gracioso. Desde luego, teniendo en cuenta lo que había sucedido el día anterior, y como bien decía Kate el pequeñajo se estaba esforzando muchísimo en aprender un idioma que tanto Sweet como Sneasel parecían dominar a la perfección. Charmander parecía un ser bastante nervioso, y me asaltó la duda de cómo sería cuando realmente estuviera nervioso. Sería algo digno de admirar.

Veo como Mark le da la comida a charmander y pasa de Sweet y de mí, y era la segunda vez que me ignoraba de forma directa. Miré en su dirección unos segundos, antes de mirar a Sweet e intentar un esbozo de sonrisa que no salió demasiado bien. -Te lo agradezco-, murmuré, intentando nuevamente que los humanos que nos rondaban no oyeran nada. Estaba claro que los oía, pero hablar, de momento, no me producía nada extraño. Pensé en lo aburrida que estaría ella en esos momentos, como un cuervo desde la distancia. Observando, sin actuar, como el narrador omnisciente que cuenta una historia. Me pregunté por qué no quería acercarse. Mientras ella estuviera, todo estaba bien. Mientras yo estuviera, me iba a asegurar de que ella estaba bien. “No es lo mismo”, pensaba amargamente mientras comía, imaginándome lo bien que estaría de estar ella ahí mismo y no tan lejos, aunque aquello último fuera relativo.

Escuche la explicación de Sweet. Un grupo de Pidgeys… asiento con la cabeza. No son amigos… Pero… Kate es mi amiga ¿Verdad? Si, si lo es. Sonrió cuando me dice que pregunte. Eso está claro ¿No? Al parecer no. Kate me dice que no debería preguntar eso. La miro extrañado, y luego al Doctor Caramelos ¿Por qué debería correr ahora? No entiendo, pero tomo el plato y me siento junto a las otras pokémon a comer. Algo desorientado.

Rápidamente descarto el aturullamiento cuando doy un par de bocados. La comida está seca, pero muy rica. Les ofrecí a Sweet y a Aba, después de todo, había bastante en el plato. Aunque Aba se veía distraída. Tal vez no debí preguntar aquello.- Aba no estés  triste. No preguntare… más por vuestro olor ¿Perdonas?- Me acerque a ella, y me puse bocarriba enseñando la panza en señal de perdón.

Paso una mano por la cabeza de Charmander, para hacerle ver que no estoy enfadada y que es libre de seguir con sus cosas de bebé-hormonado. Tiene narices que yo precisamente vaya ahora de remilgada. En fin, los militares tenemos que hablar. Pero debo recordar que no soy militar, y charlar con Mahler sobre cómo acercarnos a Trigal puede levantar sospechas si no invito al resto. No voy a poder evitar comportarme como la buena táctica que soy, porque hay demasiadas vidas en juego, pero eso aún puede pasar por talento natural.

- Doc - digo acercándome -. Tenemos que hablar de Trigal

Hago una seña a Sin y a Sasori para que se acerquen. Aunque algo me dice que los Pokémon también podrían sentirse interesados. Nos han tocado los más espabilados.

- Hay que moverse - digo sin rodeos -. Como mucho me quedaría media hora más aquí. Nos tienen que estar buscando y no estamos tan alejados del lugar del...incidente - le miro, intentando no parecer demasiado calculadora -. No creo que se rindan por el hecho de que el Tyranitar haya destrozado unas cuantas cosas, tenemos el ordenador y tienen que seguirle el rastro, aunque puedan asumir que el mostrenco se lo haya cargado

Echo mano de mi Pokédex, aunque me resisto a usarla.

- ¿Podrían rastrearlas? - pregunto a nadie en particular -. En cualquier caso, deberíamos ir a campo través, evitando los caminos en la medida de lo posible. Si llegamos a un pueblo, tendremos que tener mucho cuidado con quién nos ve, ¿Tiene algo que aportar tu genio militar, Doc?

"Aba...si, supongo que si tenias nombre.No es lo mas original del mundo, pero te queda." Pensé para mi mismo, mientras quedaba satisfecho con que no hubiera mas roces entre mi Pokemon y yo.Me alegraba de cierta forma ver como compartía mas con los otros, ciertamente era un gran avance y por lo menos pensé que podia dejar de preocuparme en que se quedara lejos de todo el grupo.No preste gran atencion a lo que decian los demas en esos momentos, a veces me cuesta prestarle atencion a las cosas pues me pierdo en mi mundo de sensaciones.Teniendo en cuenta de que recibo miles de sonidos de todo mi alrededor la mayoria del tiempo, creo que tengo una excusa.Sin embargo mi atencion y concentracion volvio a ese lugar cuando Kate nos llamo para hablar sobre nuestro proximo destino.

Escuche atentamente sus palabras, pero su plan no me parecía el correcto -Yo quizá no tenga un genio militar, pero creo que la ultima vez que nos salimos del camino.- "Por causa del genio militar..." -Nos encontramos con un buen aprieto, así que no lo se, tomenlo como una simple sugerencia, pero creo que lo mejor seria quedarnos en los caminos.-

Ya parecia que las cosas volvian a su cauce, al menos un poco. No parecia haber tan malos rollos como la tarde anterior. Asiente a Kate conforme va hablando.

- A ver... que yo sepa, rastreable lo es hasta una tostadora si tiene chip, pero de todos modos hablare con mis amigos del ejercito a ver que me comentan.

Luego escucha la intervencion de Gin.

- Bueno, el tema del camino tiene sus pros y sus contras. En el camino seguramente vayamos mas rapido, pero iremos mas al descubierto, bosque a traves tendremos mas cobertura aunque iremos mas lentos... -da un par de golpes a su pierna que suena metalica- yo como veais, vamos por donde os parezca mejor.

Sentado junto a Sasori observa a todos, sobretodo a los otros pokemon formando lo que parece ser una linda relación, una pequeña sonrisa se puede ver en su rostro por un momento incluso abra se les une piensa mientras come unos arándanos.

Luego de un tiempo las conversaciones sobre los pasos a seguir nuevamente aparecen si vamos por el bosque deberemos estar bien atentos, no querremos toparnos con ese tyranitar nuevamente, pero también es cierto que por el camino estaremos al descubierto y seguramente nos están buscando dice haciendo un pequeño resumen creo que deberíamos ir por los bosques con mucho cuidado.

Si bien la palabra para describir la acción de Charmander era emotivo, curioso, o incluso sobrecogedor, no encontré palabras para definir el impulso que me provocó que estirara la mano y acariciara la barriga de aquél Pokémon de fuego. “¿Qué me está pasando?”, pensaba, amarga, mirando al pequeñajo. “¿Qué ha cambiado en ti para que te preocupes por otro Pokémon como Charmander?”, meditaba en silencio. De todos los presentes, quizá el más peligroso y el más inocente de todos era Charmander. Como Hannah había hecho conmigo, ahora yo debía protegerle de los males y permitirle vivir la inocencia. Asentí de forma muy breve con la cabeza mirando hacia el bichillo, tranquila flotando a su vera. Sin saber por qué aquellos dos habían hecho brotar en mí una sensación de calidez indescriptible. El por qué de ello no lo sabía, y me suscitaba miles de preguntas. -¿No basta con saber que olemos bien?-, pregunté en un susurro a Charmander, no permitiendo que los humanos me oyesen todavía.

Ronroneo y dejo escapar un gañido conforme cuando noto su mano en mi barriga expuesta y con ello, el perdón por mi error. Me giro de nuevo y quedo bocabajo mirando a ambas mientras agito la cola tras de mí. La pregunta de Aba me deja pensativo. Tengo curiosidad por saber porque huelen bien, y también porque me gusta, o porque me noto distinto cuando estoy cerca o… Son muchas cosas, me rasco la cabeza.- No… si… no sé. Me importa… más ser amigos.- Digo tras pensarlo un poco. Olisqueo el aire captando de nuevo su olor. Ahí está de nuevo ¿Por qué? Agito la cabeza confuso y lo dejo estar.

Los bípedos hablan. De una ruta o algo parecido. El plato está casi vacío y yo no tengo más hambre. En cambio quiero jugar, moverme, incluso una pelea con un pokémon estaría bien. Pero Kate dijo que tuviera cuidado, y que no me peleara sin necesidad. Así que salto un poco delante de las dos pokémon.- Juguemos. Juguemos.- Chillo entusiasmado.

Ya me imaginaba que haríamos una reunioncita para tratar el tema de que ahora nuestros pellejos tenían precio, pero me sorprendió mucho que fuera Kate quien lo iniciase. ¡Si solo es una paleta de pueblo, por amor de Arceus! Pues estaba claro que no era tan tonta e inocente como se había presentado en el laboratorio de Oak...eso o la muerte del Seviper le había afectado mucho. Esto ultimo parecía lo más probable. Lo que hace el miedo...y lo que les queda por pasar, de aquí Doc es el único que puede entender eso.

Estaba a punto de intervenir para advertir a los demás que abandonar los caminos era una locura cuando Snea...Ryuto hizo su aclaración. Me quede aparado, pensativo, La verdad es que, pensándolo fríamente, tenía mucha razón. 

-Eso es cierto. De todos modos en algún momento tendremos que volver a las ciudades, porque la comida que hemos traído no durará para siempre. A menos que alguno quiera ponerse a cazar...

Al mismo tiempo pensé en lo de las pokedex. Quizás si se pudieran rastrear, pero por el gobierno. Y no había manera de saber cuantos contactos tendrían esos Cuervos y si tendrían poder para eso. Maldición, si al menos estuviéramos en Kanto podría averiguar algo.

Mientras comía ignoré a los humanos y las discusiones por el camino que debíamos tomar. Tomaría el que Mark dijese contenta y sin rechistar, asíq eu no me importaba. Sin embargo, no podía evitar escuchar lo que decían y me sorprendió que MArk, el más mayor, experimentado y el más líder, dijera que le daba igual y que eligiese el resto.

"¿Te pasa algo, Mark?" - le pregunté telepáticamente mientras seguía comiendo, para que nadie notase nada. - "Soy tu pokemon, puedes decírmelo."

Aba parecía haber decidido que podía hablar con Charmander usando la voz, lo que estaba bien, ya que hasta esta mañana sólo había hablado una o dos veces conmigo por telepatía. Charmander era adorable y se merecía que hablasen con él, así además, aprendía más rápido. Mientras les observaba, me terminé el plato y vi que el de Cahrmander estaba casi vacío, cosa que hizo que el pokemon se levantase y empezase a gritar que quería jugar. Dejé el plato en el suelo y me teletransporté tras de él con rapidez.

- ¡Buuu! - grité mientras le sacudía por los hombros desde atrás, y acto seguido di un brinco hacia atrás evitando actos reflejos peligrosos mientras me reía. - ¿A qué quieres jugar?

Sentí un peso en la espalda y como alguien me zarandeaba. Me levante sorprendido y trate de girarme, escuche a Sweet y vi como daba un salto para separarse de mi espalda. Rio divertido, y bajo la cabeza levantando la cola mientras la muevo animado. Salto de nuevo sobre Sweet, y le hago cosquillas con las manos y dándole lametones ¿A que quiero jugar? Me detengo un momento, y miro a Aba y a Sweet mientras sujeto a la ralts ¿Por qué ahora esa pregunta se me hace más importante? Vuelvo a olfatear el aire, y agito la cabeza; de nuevo confuso.

-Juguemos a esconder y buscar.- Sugiero.- Eso es divertido. O ¿Queréis jugar otra cosa?- Pregunto emocionado, soltando a Sweet y dando vueltas en posición de acecho alrededor de ambas, como si fuera a saltar sobre alguna. Cosa que haré sobre Aba en cuanto se presente la oportunidad.

-Entonces supongo que vamos por los bosques.- No quedaba mas que aceptarlo, aunque no sabría decir si representaban mas peligro aquellos "Cuervos" o los Tyranitar salvajes.La democracia era la democracia y no quedaba mas que aceptarlo. -Entonces deberíamos partir cuando todos terminen de comer, mientras mas rápido entreguemos el paquete mas rápido saldremos de esta situación.- "¿Saldremos de esta situación? Ya parecemos bastante involucrados"

Tendría que estar atento en el camino, y utilizar mis sentidos para evitar o prevenir la mayor cantidad de peligros.Aun tenia un ligero dolor de cabeza por el golpe que me había dado ayer en la cueva, pero ya era aguantable.Mientras no me cayeran mas rocas pensé que estaría bien.

- Jijijiji... - me reí tapandome la cara con las manos. Esconder y buscar. A ese juego no podía ganarme, podía teletransportarme si veía que se acercaba a mi escondite... Y Aba también. No estaba del todo segura de si eso era "legal" en el juego, pero tampoco era "ilegal": nadie había dicho que no puedes cambiarte de escondite durante el juego. - Está bien, esconder y buscar. Se cuenta hasta 10. ¡Tú la llevas! -  dije dándole un golpecito antes de salir corriendo a buscar un sitio dónde esconderme, aunque en cuánto llegase, me teletransportaría a otro sitio.

"Tu nariz no te va a ayudar...jijijiji."

Me reí con Sweet y ceje en mi intento de saltar sobre Aba para empezar a jugar. Tenía que darles tiempo para esconderse, pero… ¿Qué era eso de “cuenta hasta diez”? Incline la cabeza a los lados intentando entender el concepto, tal vez era el número. Pero… ¿Cuántas garras eran diez? Con la mitad de una pata en pidgeys me quedo satisfecho...

Decido dejar esa pregunta para luego y hacer tiempo como juego con el resto de charmanders. Así que me hice un ovillo evitando mirando alrededor y escupí un Ascua pequeña a la que mire como se consumía.- Os Buschare  pronto.- Digo en voz alta, con un deje emocionado en la voz.

Usare mi olfato para buscar, no debía resultar difícil. Ellas huelen diferente del resto de pokémon de los alrededores, además de bien. Volver a pensar en ellas produce una pequeña combustión en mi cola, pero yo estoy prestando atención a la llama que se consume con rapidez.

-Decidido entonces. Recojamos de una vez, no se vosotros, pero creo que ya hemos estado quietos demasiado tiempo. Será mejor que nos pongamos a andar si queremos acortar camino. Ryuto, ayúdame.

Por mi parte la conversación ya había finalizado, si querían discutir otros detalles y perder más tiempo era cosa suya. Con la ayuda de Sneasel empezamos a desmontar la tienda (no sin cierta dificultad) mientras contemplaba el juego que se traían los pokémon de los demás. Parecían tan infantiles. No como Ryuto, el siempre estaba alerta, serio, quizás por su carácter de tipo Siniestro. Era perfecto para mí. Creo que al final va a ser mejor elección que Meowth. Aunque conseguiré uno, eso seguro.