Partida Rol por web

-En ese sentido, ya tienes la mitad del camino hecho. Solo te queda la otra mitad y... crecer como criador - Dijo pues mostrándote una sonrisa amable y sincera. Realmente parecía que pudieras llevar con Hitomi, una gran compañera a tener en cuenta... Pero el camino era largo y cientos de entrenadores estarían esperando, en especial los que se iniciaron el mismo día que tu que no lograste ver, y que en especial la chica que ahora te acompañaba, si había visto algunos, al menos antes que a ti.

Ya entrando a Ciudad Verde podías ver desde su entrada sus edificios más importantes, siendo estos el centro pokemon, la tienda y el Gimnasio de Ciudad Verde. Aún así, lejos de solo tener esos edificios, Ciudad Verde parecía un pueblo grande, pues la mayoría de casas eran de, como mucho 2 o 3 plantas. Entre ellas algunas tenían incluso un gran campo con Pokemon criados en ellos que se veían bastante felices.

Al final frente tu afirmación, Hitomi se giró a mirarte y sonrió - ¿Eso significa que no me echarás de tu grupo ni aunque me ponga super pesadísima y estés que hasta te quieras morir de no parar de escucharme? Porque creeme, puedo llegar a ser una endiablada pesada y agotadora de personas - Era obvio, por su gesto que quería causarte un poco de temor en tu persona, casi como si quisiera comprobar que lo que decías era cierto, pero antes de que escalara a más, negó agitando la mano frente a su cara - Es broma. Solo soy pesada si te pido que me lleves a caballito - Y finalmente sentenció empezando a andar como si nada... ¿Acaso hablaba en serio a lo de ser llevada a caballito?

Ya en el centro pokemon pudiste encontrarte con unos cuanto entrenadores terminando de comer cuando Hitomi y tu entrasteis. Se estaba sirviendo un menú bastante completo a todos los entrenadores que pasaban por allí, constando dicho almuerzo de carne y arroz principalmente, con un poco de ensalada y agua como es obvio. Algo sin duda para recoger energías.

Durante el almuerzo, tu compañera no se contuvo a hablar, y si bien lejos de querer ser agotadora con su charla, lo que te iba a comentar era bastante interesante, más aún al poner su pokenav sobre la mesa con la aplicación del mapa ampliada a vuestra zona - No está mal llegar a Ciudad verde en apenas la mitad de un día... Pero Ciudad Plateada queda lejos - Dijo pues señalando que, aunque estaba en linea recta hacia el norte, había un bosque entre medias - Mi madre me dijo que el Bosque Verde era un verdadero peligro. Muchos se pierden en ese bosque por días, y si se llega a cruzar en un día completo es mucha suerte, así que por lo menos nos queda un día de viaje. La tienda está cerca, así que además de cambiar tu vale, deberiamos aprovisionarnos antes de partir de Ciudad Verde. Por suerte mi madre me enseñó un truco para guiarme por entornos salvajes, así que estarás bien bajo mi cuidado - Obviamente, y lo que no resaltó Hitomi, es que había una pequeña ruta que bordeaba todo el bosque, pues ella parecía solo pensar en el primer camino, el bosque.

-Y bueno, por el camino deberiamos entrenar. Los pokemon no crecen por si solos... depende de en que caso. - dijo riendo un poquito

—Pasito a paso suele decir mi hermano y se aplica a mis sueños. 

Era de alguna manera su guía para continuar caminando en esta vida que a veces parece prestada por los infortunios que llegan a borbotones. Más allá de esto Joshua no pudo evitar el alzar una ceja cuando su nueva amiga le dijo lo de ponerse pesada y al segundo corrigió que solo cuando va pide caballito. Lo cual finalmente sonrió y no dudó en responder bastante rápido. 

—Cuando quieras te subes y no hace falta que pidas permiso—comentó divertido, atreviéndose y agregó—Por cierto... ¿Se te da bien andar en skate? Es que tengo uno y quizás podrías comprarte alguno, ayuda mucho con las caminatas. Además nos divertimos en los caminos. 

Como debía ir a la tienda, quizás podría el mismo chico ayudarla si salía caro a comprar uno. Lo que sea para que vayan un poco más rápido o echando alguna que otra risa. Ya después cuando ingresaron al Centro Pokémon, no dudó en buscar un lugar tras ver lo que tenían para comer. La verdad es que con el hambre que tenía, le daba igual lo que sirvieran, más allá de que esto se veía estupendo. 

—Me gustan mucho los bosques, pero más me apetece estar bajo tu cuidado—confesó—. Bueno, nos llenamos de provisiones y considerando que nos llevará un día, tendremos que pensar como dormiremos. Así que eso también tenerlo en cuenta. 

Luego cogió su mano un breve instante. 

—Eres toda una experta—agregó sincero—, si había pensado en ello. También hacer hincapié en los vínculos, ya que bueno si quiero ser criador relacionarme con ellos es vital.

Y mientras continúo comiendo tranquilo, sacó su pokenav así miraba los stats de sus pokémon y pensativo preguntó:

—¿Ya has tenido algún combate y eso?

Al ofrecerte de aquella manera, incluso diciéndole que no necesitaba pedir permiso, a la pelirrosa le faltó tiempo para saltar a tu espalda y divertirse como si fuera una niña chica montándose como si fueras un caballo - ADELANTE MI FIEL RAPIDASH - incluso jugueteó un poco riendose por el camino. No obstante desde tu espalda al oir tu pregunta te miró - ¿Eh? Bueno... Soy más de patines. Pero me los dejé en casa. No pensé que pudiera usarlos. Ya sabes, imaginate que se ía la hierba del bosque por ejemplo con las ruedas. Ya sería un problema. Pero supongo que hubiera sido divertido traérselos. Intentaré pedirle a mi madre que me los envie. Teniendo en cuenta que es otra región... Igual llegará para cuando estemos por Ciudad Plateada.

Dicho eso empezó a abrir su pokenav para enviar un mensaje a su madre. Al tener que hacerlo desde tu espalda practicamente podías ver su pokenav abierto, y a menos que no quisieras espiarla, podrías leer la conversación privada con su madre, la cual no era nada del otro mundo.*

Ya en el centro pokemon, a la chica le sorprendió tu respuesta, tanto así que te miró con una sonrisa medio nerviosa y medio pilla - Entonces dejamelo a mi. No nos perderemos. - aseguró - En cuanto a como dormir, simple, un saco de dormir. Si no tienes uno se pueden comprar, son baratitos. Igual que otro mucho equipamiento para aventuras. - como si ya estuviera acostumbrada, te respondió haciendote ver que todo sería fácil de ahora en adelante.

-Que va, tampoco es para tanto. Mi madre me llevaba de pequeña a acampar en el bosque cerca de casa. Era genial estar con sus pokemon y ella. Pero aún me falta muchisimo para llegar a su nivel. - Al decir aquello miró hacia el cielo siendo que ahora sus ojos cobraron un brillo caracteristico y único. - Oh... ¿Combates? Si... bueno, no... Solo probé a combatir con los pokemon de mis padres. El único combate que he tenido desde que empecé ha sido contra un pequeñin salvaje que me encontré al acceder a la ruta 1. - Alzando una pokeball te sonrió - Acabó uniendose a mi equipo.

Sin embargo algo de duda le quedó luego de explicarte todo, tanto que decidió preguntarte - ¿Por qué? ¿Acaso vas a retarme a un combate? - dijo confiada y segura de si misma.

Y se le subió encima, no lo podía creer Joshua al principio y quedó con esa expresión de: ¿En serio? Pero le encantó en verdad que Hitomi tenga esa confianza al animarse, si fuera por él tardaría una eternidad para todo y la iniciativa de la chica sí que terminaba siendo un plus que sumó en el concepto que iba teniendo de ella. Así que le permitió ser su caballo del momento, incluso sonriendo bajo ese halo de espontaneidad que siempre sienta bien. ¡Eran los primos instantes de Joshua! Unos realmente reconfortantes para su corazón, que novato en tantos aspectos, temeroso por su pasado, se abría paso a conocer y divertirse. 

—Buuu. ¡Eres pesada! —la picó divertido y se arrepintió por miedo a enojarla—. Era broma, eso sí ponme un nombre mejor. 

Se quejó siempre desde la diversión y la picardía, ya la tenía sujetada desde las piernas y mientras aprovechó para usar su pokenav él observaba el entorno. Le daba cosa esto de espiar, así que miró poquito y luego pensaba en lo loco que estaba siendo todo cuando tenía a la chica en la espalda haciendo cosas divertidas. No obstante aprovechó para hablar sobre los patines y el skate. 

—Bueno, pero si hay senderos llanos adelanta mucho. Molaría que te los envíe—respondió sincero y con respecto a lo de las bolsas, agregó—, vale me compro una o me aguantas en la tuya, chica salvaje. 

Aquello iba desde la inocencia de Joshua, aunque podía sonar muy mal. Después de las explicaciones y el detalle de que ella tiene conocimiento por las experiencias con su madre en el bosque, sintió un poco de pena en su corazón porque jamás había tenido posibilidad de algo tan bonito. 

—Que lindo eso, tendrás que darme momentos así porque nunca los viví—confesó con cierto anhelo—. Uhm. ¿Combates? Nunca hice uno, pero podríamos cuando paremos a descansar en medio del viaje. ¿Te gustaría?

A pesar de que le dijeras pesada en broma, Hitomi te miró mal desde tu espalda y haciendolo a posta pegó un bote sobre ti para que notaras más su peso - No haberte ofrecido - y pareciendo que seguía con tu broma, orgullosa apartó la cara. Aunque no tardó mucho en volver a la normalidad - ¿Un nombre mejor? - se quedó pensativa un buen rato - ¿Imperioso? Por ejemplo - preguntó buscando un "Mote" para su nueva montura.

-Eso si, cuando vayamos al carril bici, te echo una carrera - dijo riendo. Quizás se pensaba que podía ganarte, eso o simplemente estaba jugando como era normal en ella. - ¿Eh? Oye, que la chica salvaje es mi madre - dijo sin apenas tapujos - Yo tengo la decencia y el decoro de mi padre, pero la fiereza y gallardía de mi madre. Soy la combinación perfecta: Una caballera delicada e imbatible - Relató como si fuera cierto, pero dentro de lo que habías podido conocer a la pelirrosa durante el día, parecía estar hablando totalmente en serio. Obviamente exagerando, pero acababa de llamar a su madre "chica salvaje"

No obstante huelga decir que ante la cama no dijo nada.

Ya más adelante con todo el plan realizado de como actuar por el bosque verde, Hitomi se te quedó mirando un momento para luego rascarse la nuca - Uy... L-lo siento. P-pero si. Te enseñaré todo lo que necesites si quieres. Está bien viajar en compañía porque siempre aprendes mucho más, y donde las habilidades de uno fallan, las de otro resplandecen - dijo muy confiada de si misma - Además que cuantos más mejor. - Aunque por ahora solo fuerais dos.

-Bueno, pues la comida ha estado muy bien. Espero que la hayas disfrutado mucho porque tardaremos un día en volver a probarla - guiñando un ojo y con algo de picardía se echó sobre la silla como si estuviera a punto de reventar. Acto seguido cogió su pokenav para consultar la hora - En fin, si no queremos perder el tiempo, deberiamos ir yendo a la tienda. Ya de paso, comprueba si necesitas pociones o pokeballs. Y... ¿dijiste que tenías que canjear un vale? - con curiosidad te miró aunque un tanto confusa - Sea lo que sea ya tengo ganas de ver lo que es ¿Vamos?

Como bien habías visto antes de entrar al centro pokemon, la Tienda quedaba cerca, y además se caracterizaba no solo por su cartel, sino por el enorme techo azul que la hacía destacar sobre el resto de construcciones de Ciudad Verde. Allí dentro habían pocas personas, por no decir ni un solo entrenador. El tendero también estaba allí que como hacía con todos los clientes si pasabais por la puerta os daría la bienvenida. 

Había muchos productos, y además de los normales para entrenadores, también había por allí sacos de dormir por si eran necesarios, además de otro instrumental para la acampada.* - ¿Les puedo ayudar en algo? - preguntó el tendero amablemente.

No pudo evitar el reírse por los comentarios de la chica y la miró de soslayo. 

—El caballito rampante, por ejemplo—dijo en broma y agregó—. Te faltó agregar modesta, chica de pelo bonito. 

Le encantó el humor que se traía Hitomi en todo momento, de alguna manera siempre motivaba a Josh a que le siga el juego y poco a poco iba perdiendo el miedo a relacionarse con una chica. Ella era muy agradable al trato, tenía ese toque alegre y siempre hablaba de su familia demostrando lo unida a ellos que era. Algo que sin dudas a un chico como el peliazul, era importante. Después asintió a sus palabras y agregó:

—Gracias por tu compañía, en serio. 

Y no agregó más del tema, incluso se quedó un tanto pensativo y como la comida estuvo realmente bien aunque ya tenía ganas de estar en movimiento. Por ello es que rápido se incorporó cuando tocó la hora de dirigirse a la tienda, tenía el vale en el bolsillo y le daba curiosidad el hecho de ver que le darían a cambio. Una vez allí, en cuanto el tendero les habló, Joshua se adelantó para saludar. 

—Hola, tengo este vale para cambiar—dijo al entregarlo—. Y me gustaría ver algunas bolsas de dormir para mi, tenemos un viaje largo y toca acampar en medio. 

Ansioso por saber que le daban primero, esperó con las manos en los bolsillos y ese vaivén de su cuerpo. Inquieto total. 

-¡¡¡EEEEEEH!!! - Dijo Hitomi botando en ti y removiendote el pelo bajo la gorra - Que lo decía en serio. Claro que soy modesta, pero si todo el mundo me dice que soy así ¿Que quieres que haga? Yo lo acepto con orgullo. JUMP - y super orgullosa, como había demostrado ser, alzó la cabeza un buen tanto a tu espalda. No obstante al escuchar tus palabras de agradecimiento, esta sonrió

-No tienes que darlas. Los entrenadores nuevos tienen que ayudarse los unos a los otros. Además, creo que ya me estoy cobrando esas gracias - dijo pues echandose más en ti

Ya más tarde en la tienda, el dependiente cogería tu vale y lo miraría con curiosidad - Oh, si, el vale es para esto, dame un momento - Rebuscando tras la barra de atención al cliente, el dependiente sacó una especie de tubo de cristal con una base y una tapa superior

-Con esta incubadora podrás cuidar un huevo para que nazca bien y seguro, por no decir rápido y más sano. - Enseñandotela, te mostró un poco como iba, mostrandote que podías plegarla y desplegarla, abrir la tapa superior para meter el huevo y que en una ranura de la parte superior, se coloca la pokeball a la que se asignara el pokemon, si es que quieres que pertenezca a ti. - Sin duda es un equipo de primera si piensas criar pokemon - te dejó claro pues que era algo para ti, aunque eso solo lo sabiais tu y Hitomi. También te sacó un saco de dormir el cual si te tendría que cobrar

-También queremos comida para un par de días. Tranquilo, esto lo pago yo. Acuerdate de mirar si llevas pokeballs suficientes. No vayas a querer atrapar varios pokemon y no tengas pokeballs - te aconsejó pues la pelirrosa con una sonrisa mientras ella pagaba la comida que había comprado.

—¡¿Cómo te aprovechas?!

No pudo evitar decirlo de una forma un tanto expresiva, pero a simple vista se vería la sonrisa de Josh y cuanto disfrutaba de ese tipo de personalidad. En verdad le estaba cayendo genial su pequeña compañera y seguro se acumularán un montón de situaciones cual de todas más graciosas. Ya cuando ingresaron a la tienda y tras haber entregado el vale, abrió los ojos de par en par al descubrir lo que era. ¡Podía criar pokemons!

—Que guay, en serio. Me hace muchísima ilusión criarlos, que emoción el tener esto—confesó sincero y cuando recibió el saco de dormir, asintió—. Hm, genial. También unas pokeballs, tres en realidad. 

Como ya le hizo caso a su nueva amiga con las pokeballs, aceptó lo de la comida y pensó si necesitaba algo más pero creía que no. El kit que le habían dado era bastante completo, luego iría viendo como estarán las cosas tras el viaje y eso. Ahora se moría de ganas por salir, explorar y tener esa noche en territorio abierto. ¡Era la primera vez!

—Creo que eso es todo. ¿Vamos?

Obviamente ante tu pregunta Hitomi se revolvió, sintiendose incluso picada ante dicha pregunta cual niña pequeña, pero era lo bueno que tenía, que disfrutaba como una

Más adelante en la tienda, mientras tu estabas viendo el tema de la incubadora, Hitomi estaba terminando de coger las cosas que iba a comprar para la travesía - Claro, y lo bueno es que puedes plegarlo para que no tengas que ir cargando con el o te llene toda la mochila. - te dijo el dependiente con una sonrisa.

Finalmente, con lo que querías llevarte en la mesa te cobró tranquilamente para luego cobrar a Hitomi, quien llevaba muchas cosas para comprar, entre ellas comida que parecía para ambos. Y cuando lo tuvisteis todo comprado te miró con una sonrisa con ganas de la aventura - POR SUPUESTO. Vamos vamos - y se puso detrás de ti para medio empujarte y que os dirigierais al Bosque Verde.

Una vez allí en la entrada, Hitomi empezó a entrar super orgullosa sintiendose la guía del grupo, solo que al entrar pudisteis ver en un lado como había marcas de combate, marcas que no parecían precisamente de un combate amistoso, sino de algo bastante más fiero. Había cortes en varias cortezas de los arboles, así como en piedras del camino y el propio suelo

-Vaya... quien haya pasado por aquí debió de no contenerse... ¿No crees? - te preguntó pues tu compañera con algo de intranquilidad y esperando a que no estuviera por allí, cuando de pronto un sonido entre los arbustos comenzó a sonar y cual resorte Hitomi se puso en guardia con una pokeball en cada mano.

De entre los arbustos salieron entonces un Caterpie y un Wurmple que corrían despavoridos, como huyendo y es que poco después podrías ver a su persecutor. Un Hoothoot que parecía estar cazando para su cena. Pero para más inri, parecía que un Spinaral estaba aprovechandose un tanto de el para llegar también a por los dos pokemon gusano

-Pelea entre especies... esto es lo que suele pasar en la naturaleza pokemon - mencionó Hitomi - Oh, es cierto, yo quería capturar un Wurmple, así que... - Cogiendo la pokeball la lanzó al aire - Swablu intercepta a Hoothoot y Spinarak - De la pokeball de la chica, la cual se puso más seria que nunca antes salió un esplendoroso pokemon pajaro que parecía tener una nube a su alrededor. Este pokemon chocó directamente con el Hoothoot y se puso entre estos dos y los pokemon gusano.

-Bueno, creo que es un momento tan bueno como otro cualquiera para explicarte los combates dobles... S-si es que quieres ayudarme. Los combates dobles se pueden desarrollar entre dos entrenadores y dos pokemon o dos y dos es indistinto. Funciona como un combate normal, pero con más amplitud y ayuda, así que... ¿Me ayudas a proteger a los pokemon gusano? - te dijo entonces para darte un guiño con su ojo

Al ver la situación que tenía entre manos, no dudó en coger la pokeball de Pumpy su reciente creación confiando que sería un buen oponente para esos pokemon bandidos. Por ello tras asentir a las palabras de Hitomi, que en ese momento le estaba dando una clase de combate, decidió invocar a su nuevo amigo. 

—Hi Pumpy. Tenemos una situación, hay que defender a estos amigos gusanos. 

No dudó en explicarle mientras tenía la mirada en la escena y en su pequeño. Así que vio una oportunidad perfecta para que active uno de esos movimientos que había leído donde se incrementaba la defensa. Por ello decidido, inició esto ya que debía realizar aquello con anterioridad para después ofrecer ataques contundentes. 

—¡Rizo de defensa!

Y mientras envió la orden, esperó a que su pokemon iniciara el movimiento. 

-Buena estrategia el usar un ataque defensivo para aguantar más luego - dijo elogiandote Hitomi sin perder el tiempo, aunque ella fue la que actuó en seguida - Swablu Canta tu hermosa nana y duermelos a todos.

Mientras que los pokemon gusano, al ver como saliais a protegerlos, se escondían detrás de vosotros, el Hoothoot y el Spinarak se pusieron en guardia.

Swablu cantó, pero este no tuvo ningún efecto sobre los pokemon presentes, siendo que ambos pokemon se quedaron un tanto confundidos por su canto.

Buneary pronto empezó a protegerse y volvere más resistente, lista para el ataque.

El Spinarak empezó a soltar una telaraña que fue directamente a por el Buneary el cual consiguió apretujar al pokemon conejo sin llegar a soltarlo.

El Hoothoot por su parte, viendo que el Spinarak atacaba al Buneary, fue directo a atacar al Swablu con un placaje que golpeó de forma critica al pokemon de Hitomi

Al ver como los pokemon empezaban a atacarse mutuamente, Hitomi te miró con algo de preocupación - Deja que Swablu se encargue de Spinarak. Los pokemon tipo bicho son debiles a los voladores

No pudo evitar el sonreír ante aquel halago y se mantuvo muy centrado en el combate, claramente iban a dar batalla y Josh estaba dispuesto a probar los movimientos de su pequeño amigo. Así que en cuanto Hitomi le dio aquel consejo, simplemente asintió sin perturbarse siquiera con esa red que tenía encima su pokémon. 

—Lo sé—respondió y dijo—. Pumpy. ¡Destructor! 

Posiblemente con aquel ataque sí que podría romper aquello, ya lo había estado observando y era bastante cabroncete el pequeño conejo, así que no le gustará estar atrapado sin más y será justo esa su oportunidad para probar su fuerza, su determinación. Las ganas de ir a darle batalla al Spinarak. 

-Swablu, adelante ataca con un picotazo a Spinarak. - Lo que no se esperaba Hitomi era que Joshua mandara a atacar al Spinaral también a su Buneary.

El Swablu fue el primero en llegar hasta el Spinarak propinando le un fuerte picotazo que le afectó en grandes terminos al pokemon araña.

Obviamente Buneary no iba a querer estar atrapado mucho tiempo, por eso forcejeó ante la orden de su entrenador y cuando se vio liberado, avanzó contra el Spinarak para atacarlo luego del Swablu.

Ambos ataques dejaron al Spinarak un tanto sorprendido y sin saber como actuar al recibir el foco de atención de los dos pokemon, por ello disparó su hilo para ralentizar a Swablu, quien le pareció sorprendentemente rápido

El Hoothoot por su lado lanzó un gruñido que afectó a ambos pokemon

—Espero que puedas con ese solo, iré por el que gruñe—dijo pensativo—. Pumpy. ¡Destructor al Hoothoot!

De esta forma como ya se había liberado de la tela de araña y atacó a quien le indicó el chico, ahora sería momento de cambiar el rumbo para darle juego a este otro que estaba ejerciendo un efecto en los pokemon con su movimiento. Quizás podía tenerlo, aunque no recordaba si Hitomi lo quería. Así de despistado era. 

No obstante, atento como estaba esperó a ver como se desarrollaba todo. 

-Claro que puedo, si la idea era atacarle con Swablu porque parece más fuerte que Hoothoot - mencionó por lo bajo antes de volver a señalar al pokemon araña - Swablu, picotazo de nuevo contra el Spinarak

El Swablu atacó de nuevo directamente al pokemon araña. El picotazo fue tan efectivo, que Spinarak no lo soportó más y cayó debilitado. Si lo querías era el momento justo para atraparlo.

Buneary al ver que el Spinarak fue derribado, puso una pose como de haberse vuelto más fuerte o simplemente sacar musculo, y usó toda su fuerza posible para destrozar al pokemon pajaro. No obstante no lo debilitó de un golpe

El Hoothoot, por su lado, al ver que se quedó solo, se lanzó al ataque contra el buneary. Sin embargo tu Buneary encajó muy bien el golpe.

-Si no quieres al Spinarak y Hoothoot, recuerda, dejales un tiempo y huirán - mencionó entonces Hitomi mostrandote así que los pokemon que debilites aún podrían moverse o ser capturado luego, y al mismo tiempo, dandote seña a que ella no quería ninguno de los dos.

—Perfecto. 

Y no dijo más, estaba tan concentrado en el combate mientras descubría los movimientos y los efectos de Pumpy que no le prestaba atención a la conversación. No obstante cuando el de las telas de araña quedó debilitado, desvió la mirada hacia el Hoothoot que vio la situación y ya no era viable enfrentarse a nadie básicamente. Por ello ante las palabras de Hitomi cogió su pokeball y no dudó en acercarse para intentar capturarlo aunque estaba resultando dificultoso. 

—Hm, tendré que volver a intentarlo... 

-Centraté en capturarlo, yo lo debilitaré más - dijo mientras volvió a señalar al Hoothoot - Swablu ayudemos a Joshua que pueda capturarlo, dale un fuerte picotazo

En el momento, todo sucedió más rápido de lo normal, pero viendolo un poco más a cámara lenta, tenía más sentido.

Le lanzaste la pokeball al Hoothoot, el cual en un primer momento entró, que luego de dar varios tumbos se escabulló dando un fuerte gruñido. Te preparaste para lanzarla otra vez esperanzado en capturarlo esta vez, y justo entonces, el Swablu de Hitomi le dió un último ataque que te sirvió en bandeja al propio Hoothoot para ser cazado. Después de agitarse varias veces la pokeball, esta se detuvo asegurando la captura.

-Bien. - por otro lado el Spinarak huyó despavorido.

-Se acabó, buff... - dijo como si hubiera hecho ella todo el combate en lugar de su pokemon, el cual se posó delante de ella en el suelo mirandola con una sonrisa - Has hecho un gran trabajo Swablu. Y tu también Joshua, junto a tu Buneary, no pensé que fuese tan fuerte. Es increible - dijo riendo un poco.

-Oh, si, no debemos olvidarnos de los pequeñines a los que hemos salvado - Se giró entonces para ver a los dos pokemon gusanos, los cuales estaban más tranquilos - Ya estais a salvo chiquitines, esos chicos malos no os harán nada. Aunque podeis haceros más fuertes si quereis acompañarnos. La verdad, es que me gustaría que tu me acompañaras pequeño Wurmple - dijo tocando suavemente al gusano rojo en su cabecita, toque ante el cual se estremeción.

-¿Te importa que me lo quede si se quiere venir conmigo? - te preguntó entonces mirandote cual niña pequeña preguntandole a su padre o hermano mayor.

No podía negar lo frustrante que había sido todo aquello, no sólo por el hecho de que fueron varios intentos con su pokeball sino por el hecho de que Hitomi tuvo que ayudarlo. Hoy no tenía un buen día con las capturas pero eso tampoco lo desanimó, al contrario se mantuvo con esa sonrisa dibujada incluso cuando guardó guardó la bola. 

—Gracias, la verdad es que lo tuve difícil. Tengo que aprender más—confesó al rascar su nuca y agregó—. Todo sirve para mejorar. 

Luego le enterneció en demasía la actitud de la chica con el resto de los pokemon y en cuanto le habló, intentó borrar la expresión de puro embelesamiento para poner una cara diferente. Incluso hizo un ademán de que vaya a por ese que le gustaba así podía capturarlo. Estaba seguro de que ella lo haría mejor que él. 

—Dudo que necesites ayuda, pero si es así cuenta conmigo. 

Tenía esas cosillas Hitomi que le daba esa sensación bonita, eran sus primeras experiencias y siempre resultarán únicas a ojos de alguien que recién comenzaba a relacionarse. 

-No te menosprecies Joshua. Ya verás que poco a poco tu y tus pokemon os haréis más fuertes - te reprendió Hitomi - Todo es cuestión de tiempo, pero por ahora, lo has hecho muy bien.

Dicho eso, Hitomi se dirigió a los pequeños pokemon tipo gusano para decirles todo aquello mientras tu la mirabas. Aunque tras tu respuesta Hitomi dejó de mirarte por un momento mientras el Wurmple parecía estar contento y seguro de querer ir con la entrenadora a tu lado.

Esta tendió entonces una pokeball ante la cual el pequeño pokemon gusano se metió sin problemas, siendo así que Hitomi logró capturar al gusano rojo. - BIEEEEEEEEEEEEN. Espero que seas un bonito Beautifly. Oh... Eh... ¿T-tu no quieres al caterpie? - preguntó aunque este ya estaba comiendo tranquilo en un lado del camino. - Bueno, como sea, nuestro camino es por allí, así que iremos en contra dirección, así que tu decides Joshua. Eso sí, ten mucho cuidado, hay muchos pokemon de tipo bicho en el bosque, y no querrás que te robe alguno ¿No? - aunque parecía decirlo en serio, al final empezó a reir suavemente como una niña traviesa.

El viaje sería un poco largo, y de la mano de Hitomi por lo menos podías tener la seguridad de que se orientaría bien, pero a tu paso por el bosque verde, podías ver una cantidad bastante grande de pokemon que podrías obtener durante el camino para un futuro, aunque esa parte dependería de ti y de detener a la pelirrosa.

Tenía muchísima razón con lo dicho, pero era inevitable y solo la experiencia lograría aumentar la confianza de aquel chico. No obstante estaba más que agradecido de estar acompañado por Hitomi ya que era una excelente consejera y también una buena compañera de viaje. 

—Pasito a paso si. 

Es lo único que le respondió con respecto a ello y se entretuvo divertido al ver como su amiga estaba allí conversando con los gusanos. Rápidamente capturó uno que por libre elección quiso ir con ella y pensó que tal vez podría tener al otro, pero después, le negó con la cabeza. Ya encontraría más y quería en un primer momento elegir un poco a dedo, aunque después deba conocer a todos. 

—No, lo dejamos aquí—dijo sonriendo—. Pues que malosa eres, a mi que soy un novato. 

Fingió con el dedo dibujar una lágrima que recorría su mejilla y luego le sacó la lengua, muchísimo más distendido que al principio. No obstante durante el camino por el bosque verde, no pudo más que tentarse por la cantidad de especies diferentes de pokemon que había allí y por ello cogió la mano de la chica para señalar uno en especial amarillo. 

—Hm, me gusta ese. 

Señaló a Pikachu y se le veía a Josh toda la intención de que Hitomi se detenga.