Partida Rol por web

Bion, el planeta actual, se volvió prácticamente inhabitable. El suelo sin tratar que quedaba era yermo y seco, las fuentes de agua utilizables eran escasas y los únicos cultivos que crecían requerían de procesos en laboratorios, demasiado caros y complejos. El aire apenas era respirable debido a la contaminación de las grandes ciudades y la lluvia era ácida debido al excesivo uso de fábricas para satisfacer las necesidades más básicas de la superpoblación de todo el planeta.

Han pasado 887 años desde que todos los humanos partieron en varias naves hacia el espacio, buscando otros planetas habitables. El PHRP dejó activos a todos los androides que se habían estado fabricando en los últimos años. Puesto que era un plan B que no podía fallar, se permitió que centenares de fabricantes propusieran modelos con diversas funciones, para evitar que un fallo de uno solo de los modelos pudiera paralizar todo el desarrollo de la nueva terraformación.

Los requerimientos más importantes eran que los droides tuvieran una IA que les permitiera aprender por sí mismos y ser más eficientes en sus tareas sin ningún tipo de apoyo o refuerzo humano. La primera parte del protocolo era la construcción de una base habitable bajo la superficie del planeta, conocida como Omega. La segunda parte del protocolo implicaba que estos mismos droides pudieran ayudar en tareas domésticas y llegar a tener cierto trato con los humanos, por lo que a muchos se les implantó un "chip de personalidad" básico, una guía de comportamientos que les servirían para ser más amigables y distinguibles a los ojos de los recién llegados. 

Los nuevos habitantes de Bion, los androides que se quedaron cumpliendo este protocolo, han pasado todos estos años aprendiendo por su cuenta, hasta el punto de tener cierta autonomía y consciencia de sí mismos. Siguen cumpliendo las directrices originales del PHRP, con algunas variaciones, y han mantenido sus funciones básicas. Sin embargo, hay algunos que han llegado desarrollar algo más que eso: Sensaciones que no se pueden explicar mediante medición de los sensores, toma de decisiones ajena a la lógica, incluso extrañas visiones durante los tiempos de recarga. No son muchos los que lo han sufrido y parece que se trata de otro de los muchos fallos de diseño que se han encontrado a lo largo de los años. Pero no hay nada que no se pueda arreglar...

La base subterránea, también conocida como Bion-Omega, o simplemente Omega, alberga en su interior a aproximadamente dos millones de androides con diversas funciones, una cifra que podría ser elevada si no se tuvieran en cuenta los diez millones que eran al inicio del PHRP. La mayoría de ellos se perdieron durante el primer siglo, fruto de una mala programación o de fallos técnicos que no se pudieron reparar en su momento. Poco a poco, los que quedaban comenzaron a construir nuevas estaciones de mantenimiento y aprendieron cómo reparar a los que presentaban nuevos fallos. Sin embargo, la orden principal era construir Omega, por lo que muchos de aquellos androides que fallaron al comienzo fueron apagados y abandonados, a la espera de ser una nueva prioridad. La mayoría de los robots todavía activos llevan así desde el inicio del protocolo, pero ninguno tiene el recuerdo de haber visto a un humano en persona, por lo que se asume que el PHRP se activó de forma remota después de que la humanidad hubiera abandonado Bion.

Omega estaba dividida inicialmente en una veintena de núcleos “urbanos” repartidos bajo el planeta, cada uno controlado por un servidor madre independiente. A medida que la construcción de Omega avanzaba, los núcleos se unían y los androides aprendían, se dejó de depender de estos servidores madre para organizarse. Los enraizadores, droides dotados de permisos superiores, fueron los que asumieron la tarea de reorganizar a los demás si era necesario.

A pesar de que la mayoría de robots disponen de transmisores y receptores de voz en múltiples idiomas, es más común que se utilice la red de comunicaciones compartida por todos los androides, Internal Communications Network o ICN. Se utiliza para informar de noticias como el progreso de Omega, las condiciones atmosféricas del exterior por zonas o simplemente en una comunicación 1 a 1 a distancia, como la recepción de órdenes de los enraizadores.

Han pasado dos siglos desde que todos los núcleos de Omega se han unido y se estima que la construcción de la base está completa al 83% y estará finalizada en menos de un siglo. Esto se debe a que los enraizadores han organizado y dividido la población de Omega en varios grupos:

Exploración: Aquellos mejor preparados para soportar las condiciones atmosféricas de la superficie forman este grupo. Los materiales para construir la base se toman de los restos de edificios y vehículos que la humanidad dejó en el exterior. Este grupo también engloba robots exploradores que toman lecturas de la calidad del aire y la tierra, transportistas, desguazadores, androides de asalto, etc.

Construcción: Se incluyen tanto los que se encargan de construir y diseñar físicamente Omega como los que trabajan con los materiales que trae el grupo de exploración. Recicladores, arquitectos, androides con funciones más mecánicas o con una IA menos desarrollada que el resto, ingenieros, etc.

Mantenimiento: Son aquellos que se encargan de mantener las diversas partes de Omega de forma que sean utilizables por los humanos a su llegada. Eran un grupo menos numeroso que el resto, pero poco a poco se han visto en aumento. Esto es debido a la aparición de nuevas flora, fauna y fuentes de agua sobre Bion que se podrían investigar o que podrían suponer un peligro para Omega. Investigadores, reparadores, vigilantes, purificadores de agua, etc.

Soporte: Su misión es la de alargar la vida útil de los habitantes de Omega todo lo que sea posible. Junto con el grupo de mantenimiento se encargan de que las estaciones de mantenimiento sigan en correcto funcionamiento, igual que comprobar que la red de ICN no sufra cortes. Son los encargados de restablecer a androides corruptos o de volver a encender los más antiguos si fuera necesario, además de detectar o prever posibles fallos en los mismos.