Partida Rol por web

Precariedad

Todo tiene un principio

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24/12/2009, 00:12
Director

Comisaría de policía del distrito norte, Pristina, Jueves 25-Abril-1996, 8:32 AM. Mesa del Inspector Aleksandar Tasic.

Aleksandar Tasic acaba de llegar a trabajar, un accidente en el puente de Krostiok había paralizado el tráfico durante más de media hora, y tampoco es que al inspector le llenara la idea de utilizar su puesto para adelantar su llegada al lugar donde solía empezar todas las mañanas.

Su sitio estaba en la segunda planta, en el lado oeste del edificio, y compartía una sala de tamaño decente con otros cuatro inspectores. Las viejas mesas de oxidado hierro están dispuestas formando una cruz, y únicamente una sucia mampara de cristal ligeramente opaco las separaba, suficiente para conseguir algo de intimidad. Cuando entró, solo la que quedaba frente a la suya estaba ocupada, Primos Sjoban hablaba por el teléfono de su escritorio, debía discutir por alguien, pues su tono de voz era algo elevado y amenazador, aunque no parecía tener mucho éxito en cualquiera que fuese su campaña.

Por las dos ventanas de la parte más alejada del despacho se podían ver aún gotas de la intensa lluvia que la noche anterior les había regalado la madre naturaleza. El radiador aún no había sido reparado y hacía un anormal frío para esta época del año, lo que provocaba que parte de esos cristales presentaran los inequívocos signos de vaho.

Sobre su mesa, descansaba una delgada carpeta marrón en cuya parte frontal se podía leer su nombre escritos de mala manera, con la inconfundible letra del comisario Petrovic. Era la forma habitual de entregar los casos por parte de su jefe, especialmente aquellos que no quería que se aireasen demasiado.

 

CASO J-456-96 Zvjezdan Misimovic. Comisaría de Pec

El día 23 de Abril de 1996 a las 19:37 horas, fue encontrado el cuerpo sin vida de Zvjezdan Misimovic a las afueras de su casa en Dacijaj por su mayordomo Dejan Valok. La posible causa de su muerte fue un paro cardiaco.

El difunto contaba con sesenta y cuatro años y era poseedor de una notable fortuna, teniendo como heredero a su único hijo Mirsad Misimovic, el cual está intentando ser localizado en estos momentos pues no ha sido posible encontrarlo en su última dirección conocida, en París.

La investigación para confirmar los hechos narrados por los testigos acaba de comenzar, pero todo apunta en principio a una muerta natural.

De momento, el cuerpo del fallecido se encuentra en la casa policial de Dacijaj, a la espera de la autorización necesaria para realizarle la autopsia.

Firmado

Milo Jerbko

 

Ese era el escueto contenido del usado folio de papel en el que había sido impreso el fax escrito de manera apresurada. Dos cosas enseguida llamaban la atención, una, por supuesto, era que aquella investigación no tenía muchos visos de llevar un detallado guión, y la otra, que en apenas doce horas estuviera sobre su mesa.

 

 

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29/12/2009, 14:30
Aleksandar Tasic

Si algún suicida me preguntase cual sería el método más fiable para quitarse de en medio, yo dudaría entre dos: pegarse un tiro en la boca o quedarse quieto en el carril reversible del puente de Krostiok en hora punta.

Van como locos y pasa lo que pasa: frenazo y embestida por detrás, que si tú me has dado, que si te pegas mucho,...total, atasco de media hora gastando batería. En la RTK daban un debate sobre si el derecho a libre reunión es abolible es estas condiciones. Lo aguanté cinco minutos. En Canal 103.4 sonaba un especial de Nat King Cole. Apagué la radio y encendí un pitillo. Hoy llegué tarde al trabajo y, la verdad, tampoco es que me importe mucho.

En la oficina hace frío. Ésa es otra: la máquina del café y el radiador nunca se ponen de acuerdo. Cuando una funciona se estropea el otro, y viceversa. El caso es que tengo las manos calientes y los pies helados...y sí, hoy es uno de esos días. Mientras estaba en el coche, parado sobre el puente, me puse a pensar en esto y en aquello. Lo tenía todavía en la cabeza cuando llegué a la comisaría, saludé a Sasa (me dijo algo de pasada sobre no se qué asunto en el Distrito norte), me puse un café y subí a la oficina. Como un robot. ¿Han visto "Tiempos Modernos", de Chaplin?. ¿La escena en la factoría?. Lo mismo, solo que yo tenía la cabeza en otra parte.

Supongo que es porque hoy es 25 de Abril y cumplo un año más. Quieras o no, eso te hace plantearte cosas..., y tal cual entro en la sala y veo a Sjoban peleado con el teléfono, me sacude una molesta sensación de deja vú. Cuando me colocan de chupatintas, estoy deseando hacer trabajo de campo. Y cuando esto sucede, me dan ganas de dedicarme a otra cosa. No...no estoy triste, qué vá. Creo que sé lo que es una depresión por los comentarios de algún compañero de baja. Es más, se puede decir que vivo...bien.

Tengo un piso acogedor sin cargos, un sueldo aceptable, un coche que funciona y una nevera nueva. No me disgusta lo que veo en el espejo y, a decir verdad, no suelo tardar demasiado en encontrar una cita cuando me lo propongo. La cuestión es...¿cómo decirlo?...que me canso. Sí, me canso. Me pasé dos semanas tirándole los tejos a Jelena, de documentación, y cuando llevávamos tres días decidí dejarlo.
Otro ejemplo más: cuando me destacaron a Belgrado me saqué un abono para ver al Estrella Roja. Duré lo que tardó el equipo en perder su primer partido, esto es, en la cuarta jornada.
No tengo comida favorita, pero tampoco hay ninguna que me desagrade especialmente. ¿Mis hobbys?. Leer, ver alguna película, escuchar música,...supongo, como a todo el mundo..., pero no recuerdo la última vez que fuí al cine. Espera..., si,...fuí con Jelena. ¿Qué vimos?...

...

En fin...

Sjoban sigue pegado al teléfono, con esa vena azul en mitad de la frente. Su tradicional marca de mantequilla en la comisura esta mañana no hace acto de presencia. Tampoco hay café en su mesa: eso significa que vá con prisa y que está de mal humor. Brillante observación, Holmes...sobre todo teniendo en cuenta que parece estar hablando con su aseguradora. No es mal tipo, sólo un poco irascible.
Le sonrío a modo de saludo, dejo el café sobre mi mesa y hago el ademán de quitarme la chaqueta. Debería saber a estas alturas que un vaso de plástico caliente sobre mi escritorio y la chaqueta sobre el respaldo son dos hechos incompatibles. Condenado radiador. ¿Han llamado a mantenimiento?.

- Hey, Primos. ¿Sabes si...- y no termino la pregunta. Hace dos segundos reparaba en él y ahora le interrumpo como si no lo hubiese visto ladrar. No estoy en lo que estoy...Desactivado, oxidado como los grifos de los lavabos. Otra para mantenimiento. Mejor me coloco de nuevo la chaqueta.

Y como es tradición, los cumpleaños siempre traen regalos. El mío está sobre mi escritorio. Sé que es mío porque la letra de médico del comisario no deja lugar a dudas: mi nombre está escrito en esa carpetilla marrón con letra de un niño de siete años que padece de epilepsia. Me siento y me tomo mi tiempo antes de abrila. No me apetece hoy.

23 de Abril. Dacijaj. Eso está al sur, demasiado al sur. Y es pronto, demasiado pronto. No voy a poder. Estoy hasta arriba con la revisión de formularios de las últimas publicaciones censuradas, sin olvidar el informe que Petrovic me mandó para ayer con respecto a los disturbios en la sede social de la RAK-U. Y eso sin contar con el pobre y finado Goran Krucevak: los resultados de las pruebas me tienen que llegar si no hoy, mañana.

No voy a poder..., y además...¿qué pinto yo allí?. ¿Y por qué con tanta urgencia?.

Apuro el café y salgo por la puerta. Petrovic, no me hagas esto...

- La semana que viene es tu cumpleaños, Alek. ¿Qué quieres que te regalemos?.
- No sé, madre...Cualquier cosa.

Eso es precisamente lo que soy. Cualquier cosa.

Y, la verdad, tampoco me incomoda demasiado.

Notas de juego

¿Qué sabe Aleksandar (sin necesidad de recurrir a documentación) de Misimovic, Jerbko y del pueblo de Dacijaj?

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31/12/2009, 20:08
Director

El policía salió por el mismo lugar por donde había entrado, aunque con el humor bastante desmejorado, tampoco era algo excepcional este hecho, y no sólo en la vida de Aleksandar, sino en la de la mayoría de los trabajadores.

Su mente enseguida empezó a sumergirse en los detalles de aquel caso nada apetecible, y pronto apareció el nombre del pequeño pueblo kosovar, noticia hace ya unos cuantos años, casi apostaría por el ochenta u ochenta y uno. Un caso que durante un par de días la portada de varios diarios regionales, incluso apareció en algún informativo a nivel nacional: la implicación del hijo del conocido coleccionista de arte, héroe de la segunda guerra mundial, y en aquella época un referente intelectual de la zona, Zvjezdan Misimovic en un caso de asesinato.

Los detalles del suceso se pierden con el tiempo, pero si recuerda con claridad que se trataba de la muerte de un chico de la misma edad que el acusado, un amigo del pueblo, que apareció brutalmente golpeado. Los primeros indicios apuntaban a una pelea, pues el muchacho también tenía signos de lucha, pero finalmente se juzgó y condenó a un vagabundo que rondaba por los alrededores del pueblo.

El lugar estaba enclavado en el corazón de los Balcanes, muy cerca de la frontera con Montenegro, un lugar bastante aislado que no ha sufrido el desgaste de la reciente guerra, pero poco más recordaba de ese pequeño lugar.

Perdido en sus pensamientos, el inspector llegó a su destino.

 

- Tiradas (3)
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03/01/2010, 17:34
Aleksandar Tasic

Las nueve menos veinte. Mi reloj de pulsera indica uno de los mejores momentos para visitar el despacho del comisario..., y eso sabiendo que es hombre de mal despertar. Ese estado suele empeorar a medida que el día avanza: si a primera hora Petrovic tiene el carácter de un doberman, a las diez de la noche parece la viva imagen de Satanás.

Siempre he agachado la cabeza ante ese hombre. No sé..., me impone. Es de la clase de gente que te mira a los ojos y te echa un pulso en cada conversación, hasta que pierdes por abandono. Sin embargo, de algún modo, sé que me aprecia...porque soy el mejor.

Si, ya sé que cualquiera destacaría como una virtud de mi persona la modestia. Es pura fachada. Supongo que lo hago por no parecer...¿arrogante?, cuando en realidad sé positivamente que en esta mierda de comisaría nadie puede hacer lo que yo hago.

- Comisario...- digo con la frente pegada a la puerta de su despacho. Los golpecitos con los nudillos han sonado huecos.-...¿da usted su permiso?.

No es la primera vez que voy a llorarle a Petrovic. Que le asignen el caso a Januzaj o,...o a Stanisic. Vale,...puede que cualquiera de esos dos no supiese distiguir entre el cadáver de un albanés y medio kilo de jamón de pavo, pero son buenos chicos. Patriotas. Perderían el culo por un caso como este, en la misma boca del lobo.

Lo que es a mí, me importa poco. ¿A quién le apetece vivir en un polvorín a punto de estallar?. Se vé venir, es inevitable. Albaneses, kosovares, serbios, gitanos,...Banderas y trozos de tierra. A la mínima que pueda, salgo de aquí.

Aunque sé que, a las dos semanas, estaré desando volver. Eso tan cierto como que ahora mismo, justo delante de la puerta del comisario, no dejo de darle vueltas a la carpetilla marrón y a su contenido: quiero quitarme de encima el caso..., pero ya estoy trabajando en él.

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19/01/2010, 12:58
Comisario Petrovic

Comisaría de policía del distrito norte, Jueves 25-Abril-1996, 8:51 AM. Despacho del Comisario Petrovic.

Pasa respondió el comisario desde el interior con frialdad, estaba sentado tras su mesa, un folio en cada mano, y la cabeza agachada hacia ellos, aunque la vista pendiente del recién llegado. Su despacho no era muy grande, pero tenía el espacio bien aprovechado. Papeles y carpetas se amontonaban sobre la mesa y los archivadores a la espalda de Petrovic.

Muchas cosas podían echársele en cara a este hombre, pero su forma y ganas de trabajar no estaba entre ellas. Era el primero en llegar y el último en salir, revisaba personalmente casi todos los casos, y para colmo, tenía que lidiar con los líderes políticos de la ciudad. Su mala leche no era fruto de la casualidad.

!Aleksandar! dijo con una inesperada amabilidad no tenías que haberte molestado en venir a agradecerme el nuevo caso que te he asignado soltó los papeles que sostenía, y tomó un sorbo de una taza de café que había permanecido oculta tras la pequeña lámpara que iluminaba el escritorio. No se molestó en ofrecerle a Tasic.

Se recostó sobre su silla, con la taza aún en sus manos, aprovechando para calentárselas un poco, puesto que aquí tampoco funcionaba demasiado bien la calefacción, ni siquiera los jefes tenían ese privilegio en el viejo edificio.La elección ha sido sencilla sonrío, lo cual resultaba mucho más aterrador que su mala leche habitual, aunque sus ojos desmentían cualquier rastro de simpatía mi mejor investigador para este el caso del señor Misimovic

El teléfono empezó a sonar, pero Petrovic no contestó, se limitó a mantener sus oscuros ojos clavados en los de su subordinado mientras el estridente sonido rasgaba el ambiente.

 

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19/01/2010, 15:46
Aleksandar Tasic

Con Petrovic tengo lo que podría llamarse una relación de "camaradería a distancia". Eso quiere decir que puedo tomarme ciertas libertades...pero sabiendo dónde está mi sitio. Por eso llamo a su puerta: a pesar del carácter del comisario, no sería la primera vez que me dá resultados el llorarle un poco.

Sin embargo, la atención que me presta, ese café, el teléfono que suena (y que sigue sonando) y, sobre todo, el buen humor que trae esta mañana...son piedras en mi camino hacia el escaqueo. ¿Qué digo "piedras"?. Peñascos del Stonehenge. Parece tenerlo tan claro que hasta me dá pereza soltar una retahíla. Total, para que Petrovic termine meándose en todo ello..."¿su mejor investigador?"...¡diablos!, ese tono tan amable me descoloca: no sé manejar esta clase de situaciones.

- No es ninguna molestia, comisario. De hecho no creí que se acordase de mi cumpleaños...- digo con la expresión de alguien al que van a mandar a la mierda. La voz me tiembla un poco, lo que resta fluidez al verbo y, por tanto, efectividad al discurso. No puedo dejar de intentarlo.- Sin embargo, le recuerdo que tengo pendientes los formularios de los tijeras, ¿sabe?...Además, estoy a punto de terminar el informe sobre el follón de la RAK-U y..., ¿qué más?...- las palabras me salen como si las tuviese apuntadas y se me hubiesen perdido las notas.- Krucevak. Sí, Goran Krucevak, el columnista del "Blic". Todavía no he reconocido el cuerpo y...

...y me apago. La voz se diluye hasta que sólo queda el comisario mirando a un tipo con los ojos puestos en el suelo y los hombros encogidos. Ni siquiera he sacado la carta de Stanisic: no es una lumbrera, pero tiene un curso de 40 horas en criminología forense...

Estoy jodido.

-...No sé si voy a poder con todo...

El señor Witherspoon. mi profesor de anatomía en la facultad, solía decir: "Los hombres inteligentes resuelven los problemas. Los genios los evitan". Un gran tipo el señor Witherspoon.

Notas de juego

¡Zeljko! ¡Qué grande!.

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21/01/2010, 18:41
Comisario Petrovic

El comisario escuchó a Tasic, aparentemente prestándole atención, y cuando terminó, alzó un momento la mano, en un gesto que indicaba que esperara. Cogió entonces el teléfono, Aquí Petrovic luego siguieron unos cuantos “ajás”, “sies” y un par de monosilabos más, si que el inspector fuera capaz de adivinar con quién estaba hablando.

Que le den por culo señor Trasevic, a usted y su querido hermano el diputado tras lo cual, colgó con bastante fuerza el auricular. Nikola Trasevic era el hermano al que se refería Petrovic, un capullo engreído, todo sonrisas de cara a la opinión pública, y puñaladas traperas en el gobierno, vamos, algo parecido al resto de políticos que se abrían camino hacia el congreso.

Ya terminarás tus informes cuando regreses, y dale el caso Krucevak a Stanisic, me importa un huevo quien se cargara a ese puto columnista, si escribiera sobre fútbol seguro que todavía respiraba era evidente que al comisario no le caía excesivamente bien los pro kosovares, aunque no solía expresar su opinión con tanta claridad, lo que demostraba confianza en la persona que tenía delante.

Te acabo de regalar un jodido fin de semana en las montañas, ve allí, échale un vistazo al cuerpo, certifica lo que tengas que certificar y todo el mundo quedará tranquilo, con lo que a mí me dejarán tranquilo, y por ende, a ti también puso cara de fastidio por tener que explicarlo todo, bebió otro sorbo más del amargo café.

Así que no me jodas Aleksandar, y mientras antes te largues, antes volverás

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01/02/2010, 15:58
Aleksandar Tasic

Odio conducir. Recuerdo aquella película, "La mosca", que protagonizaba el tipo de "Parque Jurásico". Jeff nosequé hacía de científico loco que inventa un teletransportador. Te metes en la cabina, introduces en el Spectrum unos parámetros y...voilá!: surgen unos rayos que harían las delicias del mismo Nicola Tesla...y apareces en la otra cabina.

Así deberían ser los viajes y no meterse en carretera con el Vectra. Encima llueve y me estoy meando. Mejor que pare en alguna estación de servicio antes de que se empiecen a dejar ver patrullas de milicianos. Apetece.

...

En la guantera tengo algunas cintas. La abro y escarbo hasta coger una al azar.

Clásica. Recuerdo que grabé una selección de temas de, en fin, de los más conocidos. Hay cosas de Mozart, Beethoven, Wagner. Ésta en concreto parece una fanfarria de circo, o...sí, un desfile de tropas nazis. En realidad tengo estas cintas por...por tener algo de música: si me preguntasen cual es mi grupo, mi cantante o mi compositor favorito...no sabría decir. Los soporto a todos.

Los dedos tamborilean sobre el volante, desacompasados. Trato de animarme, eso es todo. El panorama no ayuda: fuera arrecia y este tramo está particularmente mal asfaltado. Estoy deseando llegar, estoy deseando acabar y estoy deseando volver.

...

Wagner sigue a lo suyo. Bajo el volumen del radiocassette y se me viene a la cabeza la cara de Petrovic. Esta vez no sirvió de nada llorarle, porque el comisario estaba bien cogido por las pelotas...y, como consecuencia, me las agarró a mí. Imaginé que se trataba de algo serio cuando ví la carpeta y, sobre todo, las fechas del teletipo. Pero ¿quién iba a pensar que venía de tan arriba?. Ni de coña me trago el ataque de amiguismo del Decano: no quiero ni saber lo que contienen esos documentos. Me haré con ellos, los precintaré y los pondré en la mesa de Petrovic para que haga con ellos lo que le venga en gana. La curiosidad mató al gato, ya se sabe.

Y en cuanto al hijo del finado, en fin, con un poco de suerte habrá sido listo y sabrá pasar un par de meses en algún tugurio parisino. Eso ya no es asunto mío. En realidad, por la parte que me toca, la cosa está bien clara: al chico se le fué la mano y se va a quedar sin nada. ¿Ataque al corazón?. Me juego el Vectra a que Papá Misimovic estaba más sano que una lechuga.

A todo esto, el último cigarro se lo fumó el cenicero del coche. Me percato de ello con el desagradable olor a filtro quemado. No sé..., quizá me pica el gusanillo, y este caso me interesa más de lo que estoy dispuesto a admitir. Más me vale estar despierto, porque estoy a mitad de camino entre territorio comanche y jauría de lobos.

No se puede ser bueno, Alek.

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02/02/2010, 13:12
Director

Cerca de Dacijaj Jueves 25 - Abril - 1996, 12:11. Carretera comarcal 215.

La primera parte del viaje fue tranquila, sin mucho tráfico y culminaba por el casi rutinario control de la policía militar cuando salió de la carretera principal, mostró su placa y tras mirarlo sin mucho interés, lo dejaron continuar. Pero el tiempo se había empeñado en hacer complicado el camino conforme comenzó a ascender por las carretera en dirección a las partes más altas de las montañas, que es donde se encontraba Dacijaj, oculta por el tiempo en lo que otrora fue un paso montañoso mucho más concurrido.

La nieve comenzó a poblar el paisaje a su alrededor, y si hubiera estado escuchando las noticias, el inspector sabría que habían anunciado un fuerte temporal de agua y nieve durante la zona en los próximos días, algo extraño en esta época del año, pero no era el único lugar al que iba a afectar, pues una buena parte de europa lo sufriría. De todas formas, Tasic era un hombre previsible, y llevaba las cadenas adecuadas para el vehiculo, aunque confiaba en no tener que usarlas.

 El nombre del contacto que le habían dado era el de Dragomir Baljic, que era el abogado personal de la familia, y encargado de los asuntos legales de la misma, actuaría como albacea de sus bienes hasta que se resolviera todo el asunto. Había intentando localizarlo antes de partir, pero en su despacho le habían dicho que había partido con urgencia hacia Pec la noche anterior, por lo que fue imposible hablar con él. Sobre la colección Misimovic sabía poco, y no había tenido mucho tiempo de buscar, pues Petrovic le apretó para que saliera de inmediato, aún así había averiguado que el punto fuerte era el arte bizantino, la época donde la región obtuvo su máximos esplendor. Había dejado al chico Valimir rebuscando en los archivos, lo llamaría cuando llegara a ver si tenía algo más.

La nevada fue aumentando de intensidad conforme avanzaba, y fue a unos veinte kilómetros de su destino, al poco de haber pasado Dralnu, cuando vio el autobus parado en mitad de la estrecha carretera. Multitud de árboles circundaban el camino, y la visibilidad empezaba a ser escasa, al acercarse y adelantar el autobus, comprendió de inmediato el motivo de su parada, más adelante había habido un pequeño desprendimiento, y la nieve estaba esparcida en mitad del precario asfalto, él coche pasaría sin problemas yendo despacio, pero al autobus era otro cantar.

Pudo ver a través de la ventanilla a los viajeros, aunque usar el plurarl no tenía demasiado sentido, puesto que sólo una mujer, que esos momentos se encontraba levantada hablando con el que parecía el conductor, se encontraban en el interior del mismo. Pero no pudo obtener más detalles, pues la el viento y la nieve impedían una mejor imagen.