Partida Rol por web

Cuando vimos a Ripley aparecer volví a coger el subfusil y la apunté con él-Vaya mira quién aparece aquí..bonito museo de los horrores- musité apuntando a su pecho-¿Crees que tu historia nos da pena? Estamos vivos de milagro y no ha sido gracias a ti precisamente entregándonos como puto ganado a esos hijos de puta- mascullé acarciando el gatillo del arma.

-Que tu vida sea una mierda no significa que los demás no hayamos sufrido lo nuestro, escapamos de milagro de morir bajo las tareas de esos Alien y ahora gracias a ti casi caemos igual. Una humana...aunque seas un puto clon deberías de ayudarnos, luchar juntos contra ellos y no entregarnos de esa forma..prefiero morir luchando y no siendo un huésped para esa mierda de bicho ¿Lo pollas?-dije mirando a Amber-necesitamos material médico para curarnos mejor y desde luego tú te puedes olvidar de usarnos de carnaza, queremos salir de éste planeta así que ¿sabes de alguna nave humana que podamos usar? Con más razón deberías acabar con todos ellos por utilizarte de ésta manera tan...vomitiva- pregunté sin atisbo de lástima o pena a la clon.

-Somos las presas de este... lo que sea -comentó de forma despectiva.- Dudo mucho que nos ayude en algo.

Ripley os miró con gesto visiblemente agotado. Su mandíbula se tensó y daba la sensación de ser dura de verdad... pero al mismo tiempo, de estar padeciendo.

-No voy a disculparme de nuevo por intentar sobrevivir. Tú habrías hecho lo mismo, de haber sido creada en una habitación como esta. De hecho, ¿Cómo sabes que no lo has sido? Yo tengo recuerdos de Ripley, de su vida en la Tierra y también aquí. ¿Estás seguro... de qué eres tú? -le dijo a Jerico. Después, hizo una pausa.

-Hay una manera de salir de aquí, pero este lugar es un maldito laberinto y estas cosas están por todas partes. Más allá de esta región boscosa hay una base para el aterrizaje y el despegue de naves para los cazadores, pero si vamos por arriba, seremos presas fáciles y por aquí abajo, hay cientos de esas criaturas que han estado a punto de acabar con vosotros. Por eso yo no voy más lejos. No duraría mucho. Es mejor quedarse y adaptarse, y si morimos... esperar a que nuestra sangre sea utilizada para crearnos de nuevo.

-Lo siento, pero no. NO me voy a quedar a ver cómo me matan o cómo uno de mis acompañantes mueren y lo convierten en lo que sea que conviertan. Voy a salir de aquí, cueste lo que cueste, viva o muerta. Pero no me voy a quedar con los brazos cruzados.

Me puse al lado de Amber con gesto serio y miré a la clon Ripley-Me importa una mierda si soy un clon o no, quiero vivir, vivir fuera de aquí, sin monstruos ni ser comida para peces, ¿Recuerdas la anterior vida de Ripley antes de toda ésta mierda? Devuélvesela, recobra lo que perdió, lucha o sino quédate en éste planeta me da igual, pero nosotros no nos damos por vencidos tan fácilmente..-dije mirando a Amber durante un instante.

-Tu has vivido aquí más que nadie, así que sabes sortear a esos cazadores, sabes sus rutinas, lucharemos hasta morir pero no nos dejaremos coger vivos para que nos conviertan en incubadoras ¿Verdad capitana?-dije apoyando una de mis manos en su hombro levemente-Si no nos vas a ayudar al menos aconsejanos sobre el mejor camino ¿Hay alguna manera de ocultarse de esos cazadores? Vamos debes saberlo..-dije endureciendo la mirada.

Ripley sopesó cuidadosamente su respuesta, o al menos eso fue lo que pareció, durante los segundos en los cuales guardó silencio y a pesar de no apartar la mirada de vosotros, se mantuvo expectante, como si en su mente se estuvieran conformando todas las posibilidades que existían.

-Esto es una base de aprovisionamiento de presas. En el momento en el cual salgamos, seremos objetivos. Aquí dentro solo servís para ser usados como incubadoras de esas criaturas, pero fuera, os perseguirán y matarán, recogerán vuestra sangre y os clonarán una y otra vez para perpetuar la caza.

Ripley guardó silencio durante unos instantes más, no tanto como si necesitara recuperar el aliento como si no se atreviese a decir lo que quería.

-La única posibilidad que veo es liberar a la reina y usarla para acabar con ellos. Los cazadores tienen un campamento base a unos kilómetros de aquí. Si lográsemos crear la suficiente confusión, podríamos hacernos con una de sus naves, pero será complicado. Debemos llegar hasta los controles principales que están varias plantas más arriba, liberar a la reina y después salir a toda velocidad. Si conseguimos que no nos atrapen y que ninguno de los guardias nos cacen, tendremos una oportunidad, pero como veis, será poco menos que imposible. La otra posibilidad es... sobrevivir cazando, hasta que alguien sea más rápido que nosotros.

Cuando Ripley explicó su plan pude ver un atisbo de esperanza, miré a Amber y sonreí levemente -Bueno capitana, ¿Que te parece el plan, nos metemos de mierda hasta el cuello de nuevo para salir vivos de aquí?-pregunté inclinando la cabeza levemente hacia un lado mientras la miraba.

-No tenemos muchas probabilidades de salir vivos, pero pocas es mejor que ninguna y quedarse aquí no es una opción- aseveré pensando en lo que nos deparaba el futuro, sin duda sería jodido, pero yo no iba a quedarme en ese planeta, sería o escapar o morir, lo tenía claro...

Amber para lo último que estaba era para discutir a aquella copia que seguramente sirviese como fuente para la Historia del Arte al tratarse de un molde si en época antigua estuviéramos. Así pues, cruzada de brazos asintió.

-No estoy para discutir. De lo único que estoy segura es querer salir de aquí cueste lo que cueste.

Ripley asintió y se volvió para reiniciar una marcha diferente, hacia un lugar diferente. El pasillo estaba vacío pero podía saborearse el miedo en cada bocanada de aire que aspirabais.

El pasillo continuó durante unos cuantos metros y terminó en una puerta que Ripley abrió sin problemas. Detrás de ella había otro pasillo, pero que se bifurcaba, y seguisteis los pasos de la clon cuando escogió sin dudar uno de ellos, y después otro y otro, varias veces, hasta que finalmente, tras haber perdido el sentido de la orientación, os encontrasteis delante de una especie de hueco y un ascensor.

Ripley se volvió hacia vosotros.

-La reina está allí abajo. Si bajamos, solo tendremos unos segundos para descencadenarla y salir a toda velocidad. El camino más rápido son las alcantarillas, pero dan directamente a un río y no sé si lo conseguiremos.

Ripley entró en el ascensor y pulsó un botón en el que había un símbolo extraño. La plataforma comenzó a descender, lentamente, mientras os acercabais al momento decisivo.

-La reina está allí abajo. Si bajamos, solo tendremos unos segundos para descencadenarla y salir a toda velocidad. El camino más rápido son las alcantarillas, pero dan directamente a un río y no sé si lo conseguiremos.

-Espero que no sea una de tus trampas, porque de así serlo, juro que emplearé mis últimas fuerzas en acabar con tu vida. -Sentenció Amber entrando en aquel ascensor antes de que pulsara el botón, agarrando a Jerico. 

Desde luego no era el mejor camino a seguir, pero parecía el único posible para conseguir salir de allí, corríamos un gran riesgo y las posibilidades de morir eran altas, pero como ya había dicho no pensaba ser ninguna incubadora humana para uno de esos bichos y preferiría antes morir.

Entré en el ascensor junto a Amber y noté como me agarraba, era una mujer dura, pero después de todo lo que habíamos pasado hasta a alguien como ella debían de dejarle marcas toda ésta mierda. Escuché a la capitana y ensombrecí mi rostro temporalmente- y yo no me quedaré mirando precisamente Ripley, guíanos pero nada de trampas ni mentiras, esas bestias cazadoras tendrán que buscarse otras mascotas con las que divertirse- mascullé apretando la mano de Amber y le dediqué una tensa sonrisa-Saldremos de ésta Amber, no puede acabar aquí-dije comprobando la munición que me quedaba, realmente poca e insuficiente, todo un reto...sería jodido pero no podía terminar así.

El ascensor descendió con lentitud, como si se tratase del preludio de algo que no queríais que llegase. Aquel planeta era como una jaula, y no de oro precisamente, sino de sangre y horror. Ripley no era tampoco una camarada, pero tampoco la carcelera que se suponía debía ser.

Su rostro evidenciaba poco, pero daba la sensación de que detrás de aquella mirada, se escondía algo mucho más profundo, quizás el cansancio por el tiempo que había pasado allí, sola, sabiendo que era una copia, de una copia, de una copia...

Cuando el ascensor se detuvo, el ambiente oscuro, lóbrego y húmedo, os envolvió por todas partes.

Ripley empezó a avanzar, pero se detuvo unos metros más adelante, y se agachó como si comprobara algo.

-Está... cerca. Puedo sentirla. Será mejor que nos preparemos.

Reanudó la marcha y entonces, la visteis. La reina estaba situada al final de un enorme pasillo, retorciéndose mientras ponía un huevo tras otro.

A pocos metros de ella había un desvío en el cual Ripley se fijó.

-Tendremos que ir por ahí. Esto será como darle una patada a un panal de abejas y salir corriendo. ¿Sabréis hacerlo? -os preguntó, girándose hacia vosotros con una sonrisa.

La jefa miró a Ripley. ¿Qué si era capaz? Sonrió. Obvio.

Al llegar al lugar y ver aquel monstruo se me congeló la sangre en las venas, era enorme el puto bicho y no sería nada fácil escapar de allí pero no íbamos a darnos por vencidos. Amber fue la primera en moverse pero algo iba mal fue detectada demasiado pronto, un ruido, un golpe y se jodió la táctica, así que no podía más que arriesgarme y salvarla, salté hasta llegar a su lado y la cogí del hombro y la cintura mirándola con urgencia.

-Lo siento Amber tendrás que salir de aquí por los dos-dije con cierta pena y dolor. Le propiné un rápido beso y usando todas mis fuerzas la impulsé hacia el desvío quedándome yo en medio disparando mi rifle hacia aquel bicho intentando distraerla de Amber-¡Aléjate de ella, puta!- grité vaciando el cargador en la madre Alien mientras ponía mi último cargador... sería un final sangriento y doloroso pero al menos confiaba en que Amber siguiera con vida.

La caída de Amber tuvo consecuencias inesperadas. Ripley observó como Jerico iba a por ella, la agarraba, le daba un beso que sonaba a despedida y la empujaba lejos, hacia el túnel de salida, mientras él se giraba y empezaba a disparar a la reina.

El maldito bicho se convulsionó con cada impacto, revolviéndose en el sitio y emitiendo un agudo chillido que por poco os destroza los tímpanos, pero inesperadamente, aún no hizo nada para evitarlo. La reina estaba atrapada por su propia estructura ponedora, una especie de tejido mucoso que le permitía generar los huevos y que a la vez, la retenía en el sitio. Pero estaba moviendo su cuerpo y segundos más tarde, conseguía desembarazarse de ella.

Ripley y Amber corrían por el túnel, sabiendo que detrás de ellas, solo había la muerte.