Partida Rol por web

Cuando Amber había visto la muerte en sus ojos, aquel ingeniero le salvó heroicamente la vida. Tras un, inesperado, beso robado en los labios, la jefa lo miró atónica.

La mujer, que aún estaba sentada asimilando todo, vio la oportunidad que aquel hombre le había brindado. Él le salvó la vida y no iba a dejarlo allí, así pues, con dificultad, consiguió cogerle del brazo y echar ambos a correr.

A Jerico le costaba andar y correr. 

-Venga, camarada, no voy a dejarle aquí. 

Con muchísimo esfuerzo, la sargento aupó en brazos a aquel hombre, emitiendo un grito al sentir como su cuerpo rozaba con aquel disco que aún seguía clavado. 

-¡Tenemos que sobrevivir, tenemos que salvarnos o, al menos, uno de los dos! 

Solo la perseverancia aseguraba vuestra supervivencia, primero por parte de Jerico para salvar a Amber, y después de Amber para salvar el culo del ingeniero. En ambas situaciones, Ripley se encontró sola, observando a aquellos dos extraños especímenes que no hacían más que salvarse la vida uno al otro, gracias a lo cual, lograron seguir adelante. La criatura, en cambio, era más lenta, se movía con dificultad por aquel conducto y gruñía a cada paso que daba. Por ese motivo, no tardasteis en conseguir ganar cierta distancia y finalmente, llegar al final del túnel, que terminaba en una gruesa puerta metálica. 

Ripley se volvió hacia vosotros.

-Está bien, pareja. Cuando abra esta puerta, será mejor que nos quitemos de en medio porque no tardará en crearse un auténtico caos. Espero que valga para algo.

Ripley miró la puerta, accionó la apertura manual... y el túnel quedó cubierto de luz.