Partida Rol por web

Adaria por un sorteo que he hecho, que no tiene nada que ver con que seas la primera por orden alfabético. Tu serás la primera jugadora.

Así que decide, si quieres plantear o resolver. Y en caso de plantear, plantea :)

Está es la escena que se ha decidido:

Es una cena de aniversario frente a todos los dioses, en la que Adaria debe dar un discurso para apoyar a su marido como candidato a ser el próximo dirigente de los dioses. La escena tiene lugar unos cinco días después de que Adaria y Sokar, tuviesen mantuviesen relaciones.

Para más, Sokar estará justo al lado de Adaria mientras hace su discurso y le tratará de distraer.

Adaría, si quieres añadir algo a la escena, que no cambie la esencia puedes, y si no empieza a con el discurso. Te recomiendo que hagas parrafos cortos, para dejar hueco a las interrupciones de Sokar.

Se levanto, se aclaro la garganta y sonrió a todos los dioses dulcemente como siempre, especialmente cunado miro a su marido.

-Todos sabéis que debemos elegir al Dios que deberá ser el próximo que gobierne y debemos elegir con juicio y sabiduría. Kerajam merece el puesto por ser el mayor de los dos y es derecho legitimo, además creo que aportara estabilidad tal y como la que ambos tenemos-

La diosa madre observo a Adaria levantarse y dar su opinion. O habria estado bien que lo hubiese hecho, pero tan solo se dedico a reafirmar algo que se habia repetido hasta el infinito por algunos dioses del panteon.

- Ahora gozamos de estabilidad Adaria, y yo hace tiempo que perdi a mi pareja, no me parece un punto fuerte el que expones como positivo para mi hijastro, sin duda tiene otras mucho mejores que debra exponer o descubrir el mismo para que finalmente demuestre ser el digno heredero- Concluyo mirando a su hijastro y despues a su hijo- Para mi parecer ambos estan igual de bien preparados.

Rendam miraba expectante a la diosa de la vida. Todo se encontraba preparado con cierta eficacia para que ella fallara de tal forma para ridiculizar a ella o a su esposo.

Empezando con el orden de la mesa que habia sido designado de una forma que diera una facilidad al dios de la muerte para que hiciera gala de su "humor" para alterar a la diosa. Por su lado Rendam se encontraba enfrente para tener una buena vista de todo para poder asegurarse que actuara como se lo habia ordenado. Que Kerajam volviera no fue algo que planeo, pero no le importó y su Madre al lado suyo le servia para marcar una buena imagen con el resto de los dioses, como si fuera ya el heredero de su poder.

Por otro lado la mesa se encontraba adornada de distintas comidas divinas, incluso abundante hidromiel que bien se podria usar para aliviar las posibles tensiones en esta cena o para aflojar ciertas restricciones.

Cuando escucho las primeras palabras de Adaria, Rendam salio de sus pensamiento y escucho aunque rápidamente perdio el interes al darse cuenta de lo poco sustanciasl de sus palabras. Por suerte en ese momento su madre intervino por él, minimizando el discurso de la diosa de una forma parecida a lo que habria hecho él. Por su parte Rendam asintio a las palabras de su madre y fijo una mirada llena de desafío a la diosa de la vida esperando que mas diria. Aunque en verdad solo esperaba que Sokor hiciera lo que debia.

Miro a la Diosa madre de Rendam y sonrió dulce y ampliamente -Por supuesto ¿que va ha decir su madre? si no anteponer  a su hijo a todo, para así de paso mantener un ápice del poder que antes tenia y que no le pertenecía cuando su marido aún estaba con nosotros, es obvio por otra parte ¿que no vea que su hijo es el menor? por lo tanto menos legitimo- movió una de sus manos quitandole importancia a Melenunde, realmente esa diosa le caía francamente mal, luego miro a Rendam y le sonrió, le caía mucho mejor en oponente de su marido.

Escucho las primeras palabras de Adaria y aunque la llegada de su marido no es algo que me guste excesivamente, sigo con mi actitud ausente y fuera de toda relación con los presentes. El que este colocado justo a la diosa no es accidental, sino algo que ha preparado Rendam. A mi me gusta pasar desapercibido y estar sentado tan cerca de alguien que tiene tanto que ver con el problema principal del panteón no es muy de mi agrado. Por desgracia, por una vez mi imparcialidad no es tal y he de plegarme a los deseos de alguien que aunque sea mi amigo, tiene una vena un tanto cabrita y dramática.

Por fortuna, siempre se me ha dado bien pasar desapercibido, hasta hacer cosas mientras los demás creen que sigo escuchándoles o incluso estar en dos sitios al mismo tiempo gracias a mis sombras, por lo que aunque me duela hacerlo, Creo un pequeño zarcillo, imitando a una mano al extremo de un largo filamento que camuflo con las sombras que dan el mantel y la mesa y comienzo a acariciar la pantorrilla de la pierna mas cercana a mi. Lo hago por debajo de la mesa y el primer contacto es un leve roce, tanteando las reacciones de Adaria y por otra parte a los demás presentes en la sala.

Kerajam llegó al banquete, no como estaba previsto, abrió las puertas cuando estaban comenzando a comer y observó atentamente como Adaria hablaba. Se mantenía atento pensando en lo que otros dioses decían, razonando sobre los argumentos de los que no le apoyaban. Kerajam miró a Sokar, le extrañaba que él, el dios de la Muerte y la Oscuridad haya querido acudir a un banquete y más aún sentado en la posición tan central en la que estaba aunque no le da mucha importancia, el carácter bárbaro y bonachón del dios le hace pensar que la razón por la que ha venido Sokar ha sido respeto e interés hacialo que es una fiesta importante para sus compañeros dioses.

Al oír la respuesta de Adaria a Melenunde sonríe, pero no habla, Kerajam ha llegado antes de lo esperado y no quiere intervenir en una conversación en la que se suponía que no iba a estar. Mientras la conversación se acaloraba y veía a sus rivales y aliados políticos discutir sobre la situación del panteón Kerajam comía, atento, forzándose a escuchar y evaluar la situación antes de hablar. 

Aparentemente o Adaria es muy buena controlándose o mi roce no ha sido lo suficientemente intenso como para que lo note. Retiro el zarcillo y uso esa misma oscuridad para condensarla en forma de unas diminutas hormigas que suben por la misma pierna que antes, solo que ahora comienzan a mordisquear su tobillo, tratando de ser irritantes de una manera discreta pero insistente.

Que Adaria no muestre reacciones a mis travesuras solo servirá para que me haga mas osado y atrevido. Voy preparando la siguiente jugada, atrayendo sombras desde puntos ciegos de el salón de banquetes y guardándolos tras mi espalda.

Miro hacia la puerta, su marido acaba de llegar, le sonrió ampliamente, pero en ese mismo instante su sonrisa se borro y bajo la mirada hacia su pierna, viendo hormigas ¿mordiéndole? ¿pero que..? sacudió el tobillo esperando que esas malditas dejasen de morderle ¿pero de donde habían salido?

Empezó inevitablemente a preocuparse más por el ataque inesperado e inexplicable de las hormigas que por lo que pasaba a su alrededor, visiblemente más nerviosa y le hacia un flaco favor, pues a simple vista, podía creerse que la llegada de su marido era su actual estado de nerviosismo.

La reacción de Adaria al mordisco de las hormigas es casi perfecto. Cualquiera que haya visto lo sucedido habrá pensado que lo que le hizo ponerse nerviosa ha sido la llegada de su marido. Llegada inesperada por todos para mas inri.

Dejo que las molestas hormigas se deshagan en volutas de niebla oscura en la sombra de sus pies y le doy un minuto para que salude a su esposo, mientras tanto preparo mi siguiente travesura, un poco mas arriesgada y tal vez mas exasperante para ella.

Tomo un par de sombras de mi espalda y las modelo con formas diferentes, dejándolas por ahora a mis espaldas y esperando el momento oportuno para usarlas. Si una u otra sorpresa serán apropiadas, o mas bien, inapropiadas.

Carraspeo con voz grave y rota, mi voz habitual y hablo sin inflexiones en el tono. Perdona Adaria, nos contabas porque es tu marido Kerejam, el mas indicado para ocupar el trono.Como uno de los pocos presentes que aun no tiene una postura firme, me interesa escuchar la opinión de alguien como tu, su esposa, tan cercana a el que lo conoce mejor que nadie. Sin duda, tu voz tendrá mucho peso en la decisión que tome tras esta cena...

Respiró algo más aliviada al no notar las hormigas, pero la voz de Sokar en ese momento, que no atendía nada, le pillo de improviso y miro a su marido -Hemmm, si.... pues... él es.... el más indicado- había perdido totalmente el hilo, pero necesitaban cada voto -pues el trono siempre es para el primogénito y él lo es.... y es más apropiado... para llevar a buen cauce el Panteón- sus palabras empezaban a sonarle huecas, vacías.

Escucho con atención a sus palabras y asiento con gesto pausado. Dices entonces, que el único merito de Kerejam es el del nacimiento?. Creía que tenia actos mas valiosos para sus hermanos dioses y para los humanos que creen en nosotros. De nuevo mi tono frio y analítico en el que no se puede leer nada. Solo los echos puros y duros. Si no recuerdo mal, hace 644 años te oí decir que lo mas importante no era la persona en si, sino lo que esta hacia por si misma....has cambiado de opinión ahora?.

Ahora parece que la he tomado con Adaria, pero cualquiera que me conozca sabe que si por ejemplo...Rendam, salta a la palestra cantando sus virtudes, enseguida estaré interrogándolo de igual manera.

Como no quiero que Adaria recupere el ritmo, saco de detrás de mi la pequeña medusa de sombras y en un gesto casual de mi mano, la envío por debajo de la mesa, directa al corte de la falda de Adaria, con la intención de que se cuele dentro. Para esta creación he plegado la luz sobre si misma y ni siquiera es posible verla como una mancha, es simplemente invisible. Sus trazos tan tenues que la puedes atravesar al intentar tocarla sin que sientas nada. Es mi voluntad la que la dota de la solidez necesaria para la tarea que le encargo.

En cuanto veo que Adaria va a retomar la palabra, espero a que pronuncie dos palabras y hago que la medusa introduzca dos de sus tentáculos bajo la ropa interior de la diosa, rozando su sexo en una especie de latigazo efímero. Con la rapidez de la luz, los tentáculos vuelven a ser diáfanos e intangibles.

Miro a Sokar frunciendo el ceño, empezaban a incomodarle las palabras del dios -No, no es solo por nacimiento- derrepente abrió los ojos desmesuradamente, pero se recompuso un poco -Tiene dotes de líder y siempre hace lo mejor para los que estamos aquí, nunca actúa sin pedir consejo y los escucha, las opiniones de todos y realmente le importa la humanidad- empezó a sentirse muy incomoda

Miro a Rendam para ver si ya tiene suficiente o aun debo torturar mas a la mujer que se sienta a mi lado. Es cierto que prácticamente no hemos echo mas que arañar la superficie de lo que se puede hacer, pero de una forma distante me siento algo culpable por tener que hacerle esto a Adaria.

Como yo se ha visto en medio de una lucha de poder, aunque al menos ella tiene un candidato en firme. Lo mio es un poco diferente.

Aunque la situación se estaba desmadrando Kerajam no se sentía en absoluto nervioso, decidió no intervenir, lo que ocurría no era asunto suyo ya que él no debería estar allí. Se limita a escuchar y observar a Adaria. No es propio de Adaria comportarse así, pero no estoy en derecho de hacer nada. Sabía que algo le ocurría a la diosa pero decidió no indagar más en el asunto y dejarla estar, al menos por ahora. Se sirve otro vaso de hidromiel y se incorpora con seguridad.

Una sonrisa se formaba en el interior de Rendam, mientras el exterior mostraba una neutralidad completa en su rostro. Desde un buen tiempo que se divertia con alguno de los gestos de la diosa, dejando a su gran imaginación lo que le estaría haciendo Sokar posiblemente por debajo de la mesa.

Al notar su mirada se quedo en silencio un buen rato antes de hacer frente al desafio. "Creo que lo que dicen son palabras muy lindas correspondiente de una diosa de su naturaleza..." empezó a decir aunque parte de su concentración iba a otra parte de su cuerpo, mas precisamente a la armadura que dejaba salir uno de sus látigos que se movio como una serpiente hasta llegar cerca de Sokar. Dándole un toque de electricidad, inofensivo para el dios pero señal inequívoca de que debía seguir su trabajo.

"Mas no son de todo verdadera, ya que si fuera asi no habrían dioses que preferirían a mi madre unos años mas. Lo mas fácil seria culparlos a estos, viendolos como dioses temerosos al cambio. Pero tal vez la culpa deberia recaer en el primogénito que ha diferencia de lo que dices no sabido prestarles la debida atension." comento dirigiéndose aun a la diosa antes de dirigirse a su amigo Sokar. "Dime ¿quien de los dos ha escuchado pacientemente tus palabras?"

Nunca me ha gustado eso que tiene Rendam de darte una sacudida para hacerte notar algo. A veces peca de poco sutil, la verdad. O igual es que hoy estoy haciendo algo que no quiero hacer y por eso me siento un poco mas agitado que de costumbre.

Espero a escuchar lo que Rendam dice, sabiendo que Adaria tendrá que responderle algo, sobre todo porque Kerejam parece decidido a dejarle a ella el papel protagonista. Una hábil maniobra ya que pocos aprecian que uno mismo se alabe en publico. En privado y tratando por separado con los dioses la cosa es diferente, pero este no es el caso.

Mientras Rendam habla, comienzo a estimular el clítoris de Adaria con un par de tentáculos que hago sólidos. Uno se enrosca en torno a el y comienza a moverse de lado a lado y el otro lo acaricia por su parte superior, haciéndose mas y mas intensos ambos movimientos según las palabras de Rendam van llegando al final.

Como siempre, permanezco atento para deshacerlo todo al menos movimiento exploratorio de la diosa.

Se levanto de sopetón y no fue por las palabras de Rendam, aún así fue directamente hacia él, con la cara roja de rabia y de enfado, pues no esperaba un ataque tan gratuito, de parte de Rendam o eso pensaba ella por las molestias que había sentido, pues era más que nada molesto, por lo que le propino un sonoro guantazo, que más que doloroso fue sonoro y salió de las sala, mirando antes a su marido como disculpándose.