Partida Rol por web

Marcus suspiró largamente por la nariz y miró a Alberto. El sabía lo que haría pero al final la decisión era de Alberto.

La preocupación me embarga. ¿Qué debería hacer? Por una parte no estamos lejos de nuestro destino, y quizá allí pudiéramos conseguir la inyección del tétanos para Amal. Por otra parte estoy realmente preocupado por ella, y más todavía después de lo he dicho por Marcus. Pero volver significaría volvernos todos.

Me llevo las manos a la cabeza y finalmente suspiro. Si tú dices que estás bien, llegaremos hasta nuestro destino para ver si pueden conseguirte la vacuna. Pero mañana te miraré la herida y a nada raro que vea nos volvemos. Ahora quédate quieta mientras nosotros revisamos por aquí.

Cuando veo la sonrisa de Montana siento algo de "pánico" por así decirlo. Las cosas estaban tensas entre Alberto y Marcus, y lo menos que quería era tener algún problema o llevarme mal con ellos al pasar algo con alguna de las chicas. Me limito a sonreírle de forma amable aunque claro, ligeramente incómoda antes de llegar a aquel bosque. -Bien, veamos que encontramos por aquí.- Dije ya con tranquilidad mientras entrábamos a dicho bosque, buscando con la mirada por este primero por si veía algo raro, de no ser así trataría de buscar en por el suelo algunas ramas que pudiera agarrar.

Montana se quedó un poco mosqueada con la reacción fría de Edgar, pero hizo un mohín y guardó silencio. Pues no harías migas con ella, por lo que parecia. Os afanasteis en recoger leña y de camino de vuelta, ella te señaló: -Mira, setas!

Unas setas enormes y de aspecto brillante adornaban el pié de un árbol.

- Estoy bien de verdad... no os molesteis por mi...

Amal, estaba preocupada por "joder el viaje", que le hacia tanta ilusion. Se habia apretado el pinchazo en la mano con un pañuelo, y ya apenas sangraba.

Registrando el lugar, apenas encontrasteis nada de comer. Bajo fogones abandonados hace mucho, encontrasteis sobres de azucar (la más absoluta miseria en cuanto a hallazgo) y algunas latas de aceitunas verdes en rodajas en algo que debió ser un día un almacén.

En una oficina abandonada, visteis curiosamente que no habia pasado la guerra. Bajo mucho polvo, visteis un ordeador de allá por los 2020 bajo una montaña de papeles que parecia que no se habia movido en décadas.

A pesar de que no quería problemas, en el camino me di cuenta que igual y estábamos solos en el bosque, sin nadie más que pudiera ver, tal vez y fue algo tonto el reaccionar así pero... Supongo que igual no estaría mal tratar de explicarme un poco, ¿No? 

Estaba por hablar, pero en eso vi las setas, a lo cual no pude evitar sonreír. -Mira eso, primera vez que veo unas setas... Aunque igual tendríamos que tener algo de cuidado con ellas, no sabemos que son.- A cierta distancia segura me arrodillé para así mirar las setas, pero luego de observarlas un poco tragué algo de saliva para luego levantarme del suelo y voltear a ver a Montana. -Hey, no es que no quiera nada Montana, pero con eso del comienzo del viaje entre Alberto y Marcus... No sé porqué sea, pero no quisiera que haya ese tipo de tensiones si vamos a pasar años aquí.- 

Marcus asintió sin ya nada que objetar, la decisión era de ellos. Se dedicó a la busqueda de viveres junto con el resto, aunque no fue muy fructifera. La sorpresa vino con una vieja oficina llena de polvo. Aquella maquina era vieja asi que el sitio debía serlo de igual manera.

Con su exiguo botín dijo de volver con Edgar y Montana.

Cuando llegamos a la oficina, me giro hacia los otros dos. Si no recuerdo mal, en las oficinas podía haber el botiquín de primeros auxilios. Dejadme que eche un vistazo por aquí, vosotros llevad nuestro botín con los demás para ir preparando algo de cena. Yo vuelvo enseguida.

En cuanto se marchen, registraré toda la oficina por si encuentro algo interesante, como por ejemplo el botiquín de primeros auxilios que siempre tenían en sitios como este.

Montana y Edgar aparecen. La muchacha tiene cara de estar un poco mosqueada. Aún así, cargan abundante leña y cuando la dejan en el suelo, Montana enseña unas setas que ha traido:

- Hemos encontrado estas nice mushrooms! Mygod! Amal, que te ha pasado?

Marcus le quita hierro al asunto moviendo la mano.

- Pequeña accidenta, cuando volver pasada mañana medico deber de mirar.

Vio entonces las setas.

- ¿Segura que pueden comer?

Montana se sorprende, casi como si le pareciese increible que Marcus no lo sepa todo.

- I dont know... ¿Supongo peligroso?

Me giro hacia Amal, que parece tener más experiencia en asuntos del campo. ¿Tú las conoces, guapa? ¿Sabes si son comestibles?

Por nuestra parte no hemos tenido suerte. Pensé que igual en la oficina estaba el botiquín de primeros auxilios, pero la he registrado y no he encontrado nada. Y de comida tampoco es que hayamos encontrado la gran cosa.

-Chicos, no sé, pero tampoco me parece muy recomendable el comer unas setas que no conocemos luego de una guerra nuclear...- Me encogí de hombros mientras miraba al grupo. -¿No quieren que le de un vistazo a eso?- Pregunté al ver a la herida.

Marcus se quedó organizando junto con Montana y preparando algo para la cena junto con las provisiones que llevaban desde Soto.