Partida Rol por web

Brian no se lo pensó dos veces y se puso a los mandos del Mercedes. Era su gran oportunidad de poner en práctica tantas horas dedicadas al Asseto Corsa, Project Cars, iRacing... Solamente había un pequeño problema, Brian no había conducido un coche de verdad prácticamente desde que se sacara el carnet años atrás.

El primer pisotón al acelerador no prometía nada bueno. El coche tenía mucha potencia y casi estuvo a punto de perder el control. Cuando logró enderezar el volante comenzó a escuchar los consejos de Dharma y a concentrarse poco a poco en lo que estaba haciendo: conducir a todo gas saltándose todas las normas de tráfico. Si no nos matamos con el coche acabaremos en la cárcel seguro, pensó mientras fijaba la vista en la carretera.

El siguiente motorista giró rápidamente la cabeza hacia atrás para ver como su compañero de repente perdía el control de su moto, quedando atrás. Volvió a mirar dirección el Mercedes y encorvó el cuerpo, cubriéndose detrás del parabrisas para cortar el aire. 

Brian, que tras unos segundos de confusión al volante del Mercedes, hizo caso a Dharma, que incluso aún con el cuerpo cortado por el viaje, seguía haciendo demostración de sus conocimientos. Liam y Karim seguían entre los asientos de atrás, mientras García y Barry sacaban medio cuerpo para poder disparar sus armas.

El asiático, con un gran control, golpeó el letrero publicitario a pie de calle de una inmobiliaria que Dharma le indicó para que se arrastrara por la carretera. El motorista giró rápidamente rozando casi el suelo con la rodilla para volver a coger la dirección del Mercedes. Un disparo se escuchó en el aire. Los ingenieros se taparon los oídos fuertemente, mientras que Brian encogió el cuello por el sobresalto haciendo todo lo posible por no perder el control del coche.

- ¡Ah, joder! - dijo Barry metiéndose dentro del coche rápidamente. Un hilo de sangre empezó a correr tras su hombro - ¡Será cabrón!

- ¡Diablo, Barry, mete la maldita cabeza un poco más que se te lleva Pateco! - le gritó García a su compañero, interesándose por su estado - ¡Ahorita vas a ver con quién has dado, mamahuevos!

El puertorriqueño disparó pero la bala se perdió en el aire, rechinando contra el asfalto en una explosión de chispas.

Barry se tapaba la herida con la mano, que continuaba sangrando. No había sido un impacto directo, la bala le había rozado de refilón, para su suerte.

- ¡Joder, mierda! - apretaba los dientes con fuerza mientras la frente se le empapaba de sudor.

La adrenalina corría por las venas de Liam, mientras escuchaba los disparos desde el asiento delantero del coche. En su mano llevaba la pistola de la guantera, que tanteaba como si fuera un objeto mágico "¿Así que para esto aprendí a cazar?¿Para esto me preparaba?" Se preguntó el ingeniero. 

El grito de Barry le hizo salir de su ensoñación. El universo había movido ficha y ahora era él el que tenía que actuar. Liam se asomo por la ventanilla del coche, en un intento de apuntar a las ruedas de la moto. Pero no podía fijar el blanco. No en plena persecución. 

Liam asomó la cabeza por la ventana, dubitativo. Había usado armas en muchas ocasiones, pero esto... esto era distinto. Era jugarse la vida en un segundo y al ingeniero le hizo mella la tensión. Su disparo salió desviado y el motorista y su moto, ileso. Karim y Dharma miraban como Barry se dolía, tapando la herida con la mano.

Brian seguía conduciendo por la calle a alta velocidad. Había esquivado varios coches sin problema, pues no había conducido por calles con mucho tráfico. Siguió donde su instinto le llevaba, pues uno de los motoristas les pisaba los talones mientras que el otro comenzaba a recuperar terreno.

A medida que avanzaban, el tráfico comenzó a hacerse más denso. Los coches estaban más juntos y esquivarlos se hacía cada vez más difícil. 

- ¡Eh tú! ¿Te ves capaz -  preguntó García a Brian - o conduzco yo?

Barry se incorporó y sacó el teléfono móvil que se había roto en el choque con Liam.

- Alguien... ¿Alguien puede hacer que esta mierda funcione de nuevo? - dijo Barry entrecortado por la respiración - Como nos llame el jefe y no estemos a tiempo en el punto de quedada vamos a joderla... pero bien.

¡Allá!   ¡Pasa en medio de esos dos camiones!   La moto viene intentando rebasarnos por la izquierda y tendrá que frenar para no chocar con el rojo.  ¡Vamos, vamos!   -

Habiendo ayudado a la escapatoria se volteó hacia el herido.  Dejame oprimo esto para que te deje de salir sangre.   Era básica mecánica de fluídos.  Bueno si, pero en un sistema que no había estudiado como corresponde, así que no, para nada. 

Deberíamos pasar a un hospital a que te vean.   ¿Porqué no puede esperar el jefe?  -fué lo único que se le ocurrió decir.- 

¿Serán mafia, policía, o espía?  ¿O cualquier combinación de estas?

Dharma no estaba pudiendo ayudar mucho, aunque le echaba ganas. 

No, por allá.  ¿Eso es una vuelta en U, verdad?  No, no, creo que en Miami se maneja por la derecha, ¿o es izquierda?   En Seychelles es a la izquierda... 

Una bala certera salió del arma del ingeniero ¿Como lo había conseguido apuntar? Ni el lo sabía, pero lo había logrado. Le había acertado. Toda su vida le había destinado a ese momento. Todas sus decisiones le habían llevado a viajar en el tiempo a 1980 para disparar a un hombre en una persecución a alta velocidad...

Por un momento, el ingeniero deseó haber ganado algo de tiempo para que sus compañeros encontrasen una vía de escape. Aquel no podía ser su único papel importante en el universo. 

La duda ofende, pensó Brian mirando por el retrovisor a García. El tráfico se había hecho más denso pero creía estar lo suficientemente concentrado y capacitado para salir victorioso de esta persecución. Además, aquel cochazo volaba cuando le pisaba un poco el acelerador y las indicaciones de Dharma estaban resultando ser muy útiles. Tantos años de trabajo en equipo les brindaba una excelente coordinación.

El Mercedes rugía por la avenida esquivando otros vehículos.

Barry golpeó con el codo varias veces el asiento trasero, con rabia. Volvió a maldecir y parecía que se había recuperado de la herida superficial, al final era más un susto.

- Ocuparos de esto, tenemos que tirar al tipo que nos persigue - dijo Barry mientras dejaba el teléfono en el asiento del coche y volvía sacar el cuerpo por la ventanilla - ¡García, vamos a tirar a este tío de una puta vez!

El disparo de Barry se perdío en el aire parando en un muro de unos apartamentos. 

García se alegró de que Barry volviera a salir en su ayuda.

- ¡En eso estamos, Barry, en eso estamos! - dijo mientras volvía a disparar sobre el motorista - ¡Pero no ves el hieputa que no para de moverse!

El motorista, que había tenido que controlar su motocicleta por el disparo que había golpeado el casco de Liam, quedó aturdido pero seguía manteniendo el equilibrio aunque había perdido distancia respecto al Mercedes de los ingenieros.

La persecución le estaba viniendo grande al otro motorista que a duras penas conseguía mantener el ritmo. Al doblar una esquina, la rueda trasera derrapó haciendo que avanzar varios metros en zig-zag hasta que consiguió estabilizarse. Aún así, y con más esperanza que posibilidades, disparó al tipo de pelo repeinado que asomaba por el asiento delantero. 

Liam que aún sabiendo que era muy difícil ser alcanzado, se asustó, pues nunca había sido apuntado con una arma. La bala se perdió en el aire.

Karim no podía creerse en el lío que acababan de meterse por el simple hecho de toparse con quién no debían. Al principio pensó que de alguna forma les había confundido con otros.

Creo que nos estáis confundiendo con otra gente. Nosotros somos científicos, estábamos en ese callejón por puro azar. - pero a medida que lo decía pensaba en como iba a creerle y lo más importante aún ahora mismo todo eso daba igual, lo primero era salir con vida de la persecución.

Trae eso para aquí. - Dijo estirando los brazos desde el asiento trasero y desencajando del retrovisor. - Así le costará mucho más seguirnos.

Entonces sacó el retrovisor por la ventanilla y empezó a moverlo de forma que la luz del sol rebotara cegando al conductor de la moto.

La bala de Liam pasó rozando el casco del motorista, que en un intento por no perder el control, puso el pie derecho para evitar caer, derrapando por el caluroso asfalto de las calles de Miami. Controló la motocicleta, pero su casco se quedó con una "cicatriz" feísima en uno de los laterales.

- ¡No tengo ni puta idea de quienes sois, moreno, pero me habéis jodido el teléfono y si me joden a mi os joden a vosotros también! ¡Joder! ¿¡Quiere alguien encargarse de arreglarlo!? -  decía Barry.

Apuntando de nuevo con su pistoal a Liam, tenía al ingeniero a tiro, pero de repente, Karim lo cegó con el largo y ancho retrovisor, haciendo reflejo en su visera y haciéndole perder la visión durante unos segundos. Poco a poco, los ingenieros estaban ganando distancia.

Los ingenieros estaban consiguiendo escapar con éxito de aquella persecución. Haciendo uso del ingenio y no tanto del ingenio, la gran conducción de Brian, la puntería de Liam y las ideas de Dharma y Karim; les daban puntos para acabar con el pellejo intacto y al menos ganarse el respeto de aquellos dos tipos que acababan de subirlos al coche a punta de pistola.

- !Aguanta, chaval! - le gritó Barry a Brian - ¡Con suerte nos los quitaremos de encima pronto!

El tráfico se mantenía estable y a pesar de la gran velocidad, no había habido ningún choque los detuviera. La adrenalina de los ingenieros estaba por las nubes pero actuaban como si hubieran estado envueltos en estas situaciones peligrosas toda la vida.

- ¡Vamos, vamos, vamos! - gritaba García mientras volvía a apuntar a los motoristas.

¡No anden disparando así nomás! -dijo con su acento Seychelliano, que a alguien de Miami le sonaría a una combinación de Africano y de la India.  ¡Que pueden herir algún inocente!   Hay niños que mueren por balas perdidas en todos barrios como estos.   ¿No se acuerdan de ese tema en lo de "Black Lives Matter"?   A despistolar este país es lo que necesitamos.

Mejor algo así como el Karim le está haciendo.

Regañándolos, muy en su papel.  Tomó el teléfono descompuesto. 

Bien, ahora a hacer arqueología electrónica.   Lo bueno es que fui dos o tres veces voluntaria para el Reciclatrón allá en cuando andaba en la prepa.  Aunque era más en la recepción de cosas que en la reparación, ... mmm.  Y miren que en Victoria  teníamos cosas muuuy viejas. 

Se puso a ello. 

Nomás diganme si este jefe es Mafia o qué, porque eso de ayudar a comunicar gente maleante no se me da nada bien. 

Claro, ella había saboteado un proyecto hecho con fondos federales namás hace poco (o dentro de mucho), y aquí andaba poniéndose tiquismiquis con el Brian y García.