Partida Rol por web

-Hothar... -el enano destapa la poción y la levanta a modo de brindis ante el otro enano- Esta va por ti, compañero...

Y se traga la poción. Las heridas se le cerraron bastante menos de lo que hubiera esperado.

-Maldito estafador. Como pille al que me vendió esta bazofia se va a arrepentir de estafar a un enano.

Sacó la última poción del bolsillo y la miró con disgusto.

-Espero que seas de mejor calidad que la anterior.

Maedros, tras retirarse nuevamente detrás de HEndrick, lanza un nuevo rayo de escarcha sobre la dichosa rata de las narices

- Muere maldito roedor - musita sin poder contenerse. Pero eso no hace que su ataque no salga mas desviado

- Maedros, ¿quieres hacer el favor de dejar de esconderte detrás de mí? No puedo retroceder para disparar a este condenado bichejo - Si el hechicero pudiera ver mi cara bajo el cerrado yelmo, podría ver una sonrisa.

Me hago atrás y a un lado para no pisar a Maedros y separarme de la rata y vuelvo a disparar y recargar.

La rata que se está enfrentando al hechicero y al inquisidor de repente decide que no tiene nada que ganar donde está y se mueve hasta arrojarse al agua por el muelle de la posada.

La que está enfrente de Hothar parece sin embargo dispuesta a vengar a su dueño.

Rata estúpida...

La rata chilla estrepitosamente cuando Hothar le hace un corte con su Ugrosh, pero continúa presionando en su ataque contra el enano.

Maedros y Hendrik por su parte tienen el camino libre para entrar en la posada, allí, con la luz que se filtra por las rendijas de ventanas tapiadas,pueden distinguir en un rincón a su izquierda a cinco personas atadas y amordazadas, tiradas en el suelo.

Aparte de eso en la barra del bar distinguen a otra persona más, atada y sujeta. Con visos de haber sido torturada.

¡Serás puta! ¡Maldito bicho!

Agarro el arma por el centro de la empuñadura, preparándolo para un combate más agresivo. Sajo a la rata con el hacha, pero en el mismo movimiento de abajo hacia arriba, la lanza queda vertical a la rata, ensartándola salvajemente contra el suelo.

Fist se bebe la última poción, pero tampoco queda satisfecho.

-De verdad... voy a matar al que me ha vendido este agua sucia.

Y se adelanta dispuesto a descargar su furia sobre la rata que queda.

- ¡Hasta luego, bichejo inmundo! - saludo al animal que se da a la fuga.

Hago una seña a Maedros para que se sitúe detrás mío por si las moscas (o ratas) y avanzo hacia la gente atada con la ballesta preparada.

- ¿Como váis ahí al fondo? - grito a los enanos mientras avanzo. - ¿Necesitáis ayuda?

Fist se acerca al hombre que parece haber sido torturado y comienza a desatarlo.

-Comprobad que aquellos del fondo estén bien, ¿de acuerdo? -les dice a sus compañeros- Y usted, -esta vez se dirigía al que estaba ayudando- ¿qué ha ocurrido aquí? Esto... ¿está usted en condiciones de hablar?

Después

Maedros murmura entre dientes, negando con la cabeza, y acompaña a Hendrick a cuyas palabras simplemente asiente

- Tanto esfuerzo por tan poca cosa... - tras estas palabras mira a Fist unos segundos como si se pensase como decir lo que tenía que decir. Luego sonríe- Ha sido lo mas valiente y lo mas estúpido que he visto en todas mis expediciones como pathfinder. Creo... y te ruego compañero que no te tomes mis palabras como un insulto.... que sería mejor que cuando estemos en una localización que objetivamente puede ser peligrosa no te separes tanto del resto del grupo. Odiaría tener que estar enterrando ahora a un camarada - dice de forma más cortés que afectuosa. 

Tras estas palabras se acerca a los hombres que están atados al fondo y con una amabildad sorprendente para un chelaxiano les va liberando de las ataduras, mientras les pregunta lo que ha pasado, e intenta obtener información sobre quienes son, lo que han visto, donde han estado y si se han llevado a otros prisioneros la mujer que dirigía el ataque donde fueron capturados

Maedros se dedica a desatara los cinco prisioneros del rincón, todos están vestidos con ropajes de gran calidad y parecen haber sido tratados con dureza. En cuanto el chelaxiano les libera se deshacen en halagos y agradecimientos. Entre ellos no se encuentra Cestis el Pathfinder. Responden a las preguntas de Maedros:

-Sí, hace poco vinieron y se llevaron a muchos de los que estábamos aquí, mencionaron que se los llevaban a un barco llamado "El príncipe bromista" que está atracado en un muelle vecino. Dijeron que una vez que llegara "Ismacco" harían mucho dinero con ellos vendiendolos en el mercado chelaxiano. Eran guardias semiorcos que apestaban a alcantarilla como las ratas.-

Fist se acerca al hombre atado y torturado en la barra, que se desploma en sus brazos cuando lo libera, está muy malherido y al parecer también drogado con toxinas para potenciar el dolor.

En ese momento Nefti entra en la posada y se queda mirando al herido.-¡Kafar!.-grita y se precipita para ver si vive, mostrando una gran cara de alivio cuando nota que respira.

-Está vivo, menos mal, me iba el cuello en ello.-

A la vista de que no hay más enemigos, guardo la ballesta y me dedico a desatar a los prisioneros, comprobando sus heridas. Presto especial atención al hombre torturado.

- ¿Como vas Fist? ¿Necesitas más curación?

Hendrik se da cuenta que todos los prisioneros podrían usar algo de sanación, ya que han sido tratados bastante mal, el que peor está es de todas maneras Kafar, que no recobra la consciencia y probablemente necesite algo de magia divina para ello.

-Muchacho, estas heridas no van a acabar conmigo. -le responde a Hendrick- Dedícate a curar a los que lo necesitan de verdad... -seguía sosteniendo al pobre hombre- como este tal Kafar.

Inmediatamente giró el cuello al escuchar a Maedros y sonrió.

-No me ofendes en absoluto, hechicero. Soy consciente de mi falta de tacto en esta situación. Supongo que puedo achacarlo al tiempo que llevo alejado de la vida aventurera.

Y además, te quedarán cicatrices para recordartelo toda tu vida. ¡Me descojonaré contando los mordiscos que te dió esa rata!

jajajajajajaja

Hendrik, tengo alguna poción para darle a ese pobre desgraciado. Espero que mereciese la pena tanto sufrimiento...

Me acerco al desmayado personaje y saco una poción de curación.

Pongo la mano encima de la poción de Hothar para evitar que la abra.

- No será necesario, Hothar. Iomedae ha tenido a bien proveerme de algo de magia curativa. No es muy potente, pero creo que será suficiente. - retiro la mano de la poción del enano y pongo ambas manos abiertas sobre el pecho del herido - Iomedae, te imploro ayuda para este hombre, ten a bien sanar sus heridas.

Una cálida luz surge de mis manos hacia el pecho de Kafar. Sus heridas se cierran en su mayoría.

- Esto bastará, espero. Ahora vamos a ver a ver si despierta.

-Siempre reconforta comprobar que los Dioses no nos han abandonado del todo.

El monje no tiene buena pinta, se ve que el combate le ha pasado factura y lo que sea que se ha tomado no ha sido muy efectivo.

- No Fist, los dioses no nos abandonan, somos nosotros los que abandonamos a los dioses. No tienes buena cara, y aún podría lanzar una curación más. Me quedaría sin la magia mas potente, pero si volvemos a combatir sería más juicioso curarte ahora que cuando estés muerto ... sin querer ser agorero, por supuesto. ¿Qué te parece?