Partida Rol por web

Los cuatro compañeros, junto con Luscilia y el Zombie avanzaron un poco por las calles de Cassomir, hasta que Luscilia les indicó que tenían que subir una escala y llegaron al tejado de un almacén. En él había una trampilla bastante grande.

-Esta es la única entrada, la otra está tapiada. Ésta se abre y se puede saltar abajo... luego el que esté abajo puede mover una escala que hay para que el resto baje de forma normal. Es otra medida defensiva.

-El suelo está a 10 pies de distancia.

Maedros asiente a las explicaciones de la sacerdotisa malvada.

- Acabemos con esto. Fist, tus acrobacias y agilidad te hacen el más adecuado para bajar y preparar la escala. Los demás te apoyaremos desde arriba con nuestros proyectiles. En media hora quiero eliminar a los estúpidos druidas y al tal líder... y así poder colocar a mi buena amiga en el lugar y posición que le corresponde - dice el hechicero con una sonrisa besando a la clériga del mal con pasión

-Sin problema.

Y sin pensárselo dos veces, el enano hizo un salto preciso, sin florituras ni volteretas. Todo su éxito fue debido a la aplicación de la fuerza justa y necesaria en las piernas en el momento de llegar al suelo.

-Ahora, a por esa palanca...

Sin embargo, estaba atento por si el sonido de la trampilla al abrirse podría atraer algún enemigo atento. Podría oir hasta el aleteo de un mosquito en el interior de la fortaleza.

¿Ves algo compañero?

En cuanto Fist abre la trampilla y se deja caer, desde dentro, os llega un olor, no muy diferente al de perro mojado. La habitación que tenéis debajo está ocupada por catres cubiertos de mantas repletas de chinches, por una mesa hecha polvo y cuatro sillas medio rotas que la rodean. El suelo está cubierto por polvo y barro y pisadas que van de debajo de la trampilla del techo a unas dobles puertas en el muro Oeste. No tiene ventana alguna y la iluminación viene de una lámpara de aceite en la mesa.

Pero lo que más os llama la atención, son por supuesto las dos ratas gigantes que sorprendidas os miran y el tipejo que estaba dormitando sobre la mesa y ahora se prepara para echar mano a su garrote. Aunque Fsit con su decidida y ágil entrada tiene todavía unos instantes para reaccionar.

Maedros reacciona con rapidez y dispara con su ballesta sobre el tipo que dormitaba, clavando una saeta en el torso del hombre mientras vuelve a empezar a cargar

Fist coloca la escalinata en posición para que bajen los compañeros.

-¡Vamos!

No han acabado de bajar los enanos y de disparar Maedros cuando Luscilia se rie desagradablemente...

-Bravo ¡el equipo de ataque enanil! Pero yo puedo hacer algo mejor...

Y lanza una oleada de energía negativa que hace derrumbarse al cultista, afectando también muy seriamente a las ratas.

Tras la oleada de energía, bajo por la escala y me dirijo al lado de mi compañero enano, presto para atacar a lo que se mueva.

No me gusta un pelo esta tia. Nos está ayudando, es insólito, pero es malvada hasta la médula... Habrá que acabar con ella...

-No me gusta cómo me miras, enanito, igual la próxima vez se me "escapa" un poco de energía negativa para tí.

La rápida reacción de mis compañeros me impide tomar ninguna acción. No obstante, cargo la ballesta y me quedo expectante por si apareciera alguien más.

- Id bajando, os cubro desde aquí.

En cuanto veo a uno de los repugnantes animales sobredimensionados, disparo un proyectil a uno de ellos. El virote se clava a medio metro de distancia del bicho. Recargo inmediatamente.