Partida Rol por web

- ¡Ahhh! - José pegó un buen grito cuando vio lo que había en las cajas. Nunca había sido un cobarde, ni se asustaba con facilidad, pero aquello era demasiado. "Son hu-hu...hu-hu..-huesos..."

El horror terminó de llegar cuando noto que la temperatura descendía. Expulsó algo de vaho por la boca, que demostró que hacía más frío del que debería, una sensación que puso los pelos de punta al pequeño.

- ¡Tenemos que salir de aquí! ¡Vamos, vamos! - Se fue hacia la lámpara y empezó a hacer señas enérgicas a Mateo y a Noelia para que se apresuraran.

todo ocurrió muy rápido, el comprobar que no había nada en ese hueco, con el cora_ón en el puño solo hi_o que se le saliese por la boca al notar como se helaba todo, y ya rodó por el suelo al grito de José, que decía que lo que habían eran huesos. HUESOS!!

huesos? huesos de que? de rata? de..de....de gato? de que!? Preguntó cayendo en la cuenta de que había algo mas de fondo..como si, si, era una vo_ una vo_ que llamaba por ayuda. Miró a todos lados, en un afán de visuali_ar donde podría estar, o de donde vendría.

SHHHHH escucho a alguien! HOLA! DONDE ESTÁS!!?

Noelia escucha las voces asustadas del resto, en especial la de José, y asomandose por la barandilla de la escalera, mira en la dirección de este.Para ver mejor, introduce la cabecita entre los barrotes, cuando José dice que hay que apresurarse en salir de allí, indicando a todos la escalera en la que ya se encuentra ella.

- Alguien pide ayuda..

Extrayendo la cabecita de los barrotes, y quedandose apoyada en ellos, mirando el resto ascendente de la escalera. No podia saber de donde provenian los gritos de socorro, pero parecía la unica posibilidad.

Comienza a subir lentamente los peldaños, con mucho cuidado para intentar ver el resto de la escalera y a donde lleva.

Mientras José corre a las escaleras asustado por algún hayazgo inesperados. Mateo se encuentra paralizado encima del baul poco hace, y los demás con los últimos acontecimientos poco se dan cuenta de que ha sido de él, quien parece tener sus propios problemas.  Ve que Jose le hace señas para que se acerque pero no se mueve de ahí.

Noelia trata de localizar la voz, pero no  esta segura de donde proviene. Rafaela sin embargo abre los ojos asustada, mira un punto fijo.

A pesar de no saber de donde viene el sonido te das cuenta que a medida que subes los peldaños escuchas menos.

Ayudaaa, deben destruirrlo, Ayudame..

Ayudaaa, deben destruirrlo, Ayudame..

Miras al rededor, y sientes un corrientazo en todo tu ser, cuando te das cuenta que el sonido, sale de la muñeca hundida en el charco, inmovil, parece como si te mirara.. esto te aterra.

Comienzas a sentir algo raro, la voz de la que decian...

Ayudaaa, deben destruirrlo, Ayudame..

No sabes de donde viene, pero Rafaela parece aterrada. Ves que Mateo esta paralizado, el Baul donde esta tiembla, y de repente parece como si mateo  hubiera sido empujado al piso, cayendo muy cerca a la silla de ruedas oxidada que  comienza a moverse, sin clara explicación.

El baul comienza a temblar más, ves que José te hace señas de que te apures, pero estas asustado, te quedas ahí mismo, tu tratas de mantenerte ahi, y de repente, sientes como  algo te empuja por la espalda. Caes  de bruces sobre el suelo,  muy cerca a la silla de ruedas metalica. Miras  a tu izquierda la silla comienza a moverse hacia ti, mientras escuchas.

Ayudaaa, deben destruirrlo, Ayudame..

Un sonido seco se escucha, ha sido Mateo que esta de bruces en el suelo junto a la silla de ruedas metalica, qué sin motivo aparente comienza a moverse.  Hay un ligero temblor en la extructura, el piso cruje,  el agua del charco se mueve, los tubos suenas  de manera aterradora.

Rafaela abre los ojos de par en par, con la mandíbula totalmente abierta mientras mira horrorizada de donde proviene la voz.

Se acerca corriendo a la muñeca para cogerla, la pobre se estaba ahogando en el agua! En su mente, algo había reaccionado de esa forma tan ilógica y protectora a la vez.

Ven aquí, ven...dinos que pasa, donde estamos, que hay que destruir Empezaba a sollozar sin darse cuenta mientras alargaba la mano para coger a la muñeca, que ella les ayudase. Alguien tenía que ayudarlos, ellos solo eran niños, y aquello ya no era un juego.

Una vez con la muñeca cogida* mientras la sacaba del charco, se escuchó un sonido seco de algo caerse. Rafaela giró su cabeza en un actor reflejo y vio como Mateo se había caído y no parecía moverse. Jose! Mateo! Le dice al chico poco antes de que todo empiece a temblar.

No...no...susurra totalmente en blanco por todo lo que está sucediendo, se acuclilla en el suelo, junto a la muñeca, tapándose la cabeza con la mano por si algo le cayese encima.

dinos que pasa..que ocurre...que...ayudanos Sollozaba  mirando a la muñeca, mientras las lagrimas le caían por las mejillas a la pobre niña, que se sorbía los mocos de a poco.

Sin esperar, me he paralizado y de repente siento que alguién me ha empujado del baul al suelo, y esa voz pidiendo ayuda me hace sentir que no tengo control de nada. Estoy petrificado,  reponiendome del impacto,  cuando al golpear el suelo veo que la silla de ruedas  va hacia mi.

Ayudaaaa....AHHHHHHHHHHHH

Grito pensando que me va atropellar, de repente hago un rollo sobre el piso y trato de evitar que la silla me golpee.

!Fantasmas!!!, esta casa esta embrujada!

José estaba a punto de subir las escaleras cuando el caos se desató. Ya nada tenía sentido. Escuchaba una voz que creía que era la de su hermana, pero no sabía de dónde venía...

"Tengo miedo.... mucho miedo...." Casi quedó paralizado igual que sus compañeros, pero eso mismo le hizo reaccionar y es que ¡Sus amigos estaban en peligro!

Con la lampara balanceándose de un lado a otro, el niño corrió hasta donde estaba Mateo huyendo de la extraña silla. Le cogió la mano y lo levantó para llevarlo rápido hacia la salida. De camino, se detuvo junto a Rafaela, mandando seguir a Mateo.

- Salid tu y Noelia, ahora vamos. ¡Corred!

Entonces miró a la chica que estaba agazapada y temerosa y, de un fuerte achuchón, la alzó hasta que se puso de pie, sin dejar de abrazarla. Con todo el valor y la tranquilidad que podía sacar en un momento como ése, le susurró:

- Vamos, Rafaela, podemos salir de aquí. Recuerda que eres mi caballera...

El sonido de la caida de Mateo, le hizo girar la cabecita, observando como se movia la mecedora. se a susto, quietecita en la escalera, esperó a que llegasen los demas.

-Vamos, este lugar no me gusta..quiero irme.

girandose de nuevo, para alzar la vista a la escalera, desde donde se encuentra esperando a los demas.

No hay tiempo, me castigará- ves como a la muñeca se le escurren las lagrimas, por un momento sientes que estas tratando con una niña pequeña- “Lazan” juega con todos pero hace trampa, deben resistir, deben destruir  el....-

Pero antes de que  te pueda decir algo más sientes que algo te la quita de las manos.

Mateo estaba al lado  de la silla de ruedas, cuando ve que  se dirige hacia él, a pesar de estar asustado, logra esquivarla. Lo curioso es que la silla no parece haber tenido intensión de atropellarle, porque  toma dirección hacia la escalera, donde todos (o la gran mayoría han buscado huir)

El cuarto sigue templando, comienza a caer  del techo polvo, y de repente, no solo hay un temblor sino un viento que al parecer sale como usa aspiradora de la escotilla circular que está Cerca a Rafaela. 

La niña se ha acercado a la muñeca que está en el piso, y la ha recogido del  charco, y ha comenzado hablarle como si estuviera viva. Le murmura cosas que posible ninguno de los demás escucha.

Mientras tanto, Mateo corre  y se sube a las escaleras. Todo sucede muy rápido. Rafaela agarra la muñeca con fuerza, y a pesar de que trata de huir con ella por las escaleras, el viento  que sale de la escotilla circular comienza atraer la muñeca hacia sí.

Rafaela aprieta la muñeca con fuerza, trata de que no sea absorbida. Pero a pesar de la fuerza que ella tiene, la muñeca parece  ser  arrancada de sus brazos. ( la sensación que tiene Rafaela es como si de repente dejara de ser tan sólida como inicialmente la sentías cuando la tomaste)

Los que están cerca pueden ver cómo  el viento que se la lleva formándose una especie de garras siniestras que la absorben, como si fuera polvo, por la escotilla circular.

Una vez se la ha llevado, la escotilla por si sola se cierra.

El temblor persiste, sienten que el techo se va a derrumbar.

La silla de ruedas parece de repente como si los estuviera persiguiendo pues los sigue.

Corren subiendo las escalera, y se encuentran en un pasillo que da a otra puerta.

Sienten como la silla de ruedas intenta subir los peldaños, pero no puede...aún.

José observó con, por primera vez, verdadero pavor, cuando la muñeca huyó volando de las manos de Rafaela y una siniestra y espectral garra la llevó hasta la caldera, cuya escotilla se cerró de repente.

José estaba pálido, con Rafaela entre sus brazos, cuando todo empezó a temblar con fuerza. Las tuberías empezaron a hacer ruido, la silla venía para ellos... Su primera reacción fue taparse las orejas y querer recluirse, cerrando los ojos. "Todo es una pesadilla, esto no está pasando, abriré los ojos y todo volverá a la normalidad..." A su mente, vino, sin saber bien por qué, la imagen de su padre, aquello que le causaba mayor temor. Otro temblor se produjo, y otra imagen vino a la mente de José, esta vez causando el sentimiento contrario. Era la cara de Verónica... "¡Tengo que salvarla!"

Abrió los ojos y reaccionó, cogiendo a Rafaela y estirándola para que fuera hacia la escalera, ya que él no tenía fuerza para levantarla. - ¡Vamos, vamos! - Gritó, con la intención de salir de la sala a toda velocidad.