Partida Rol por web

Quen non foi de vivo...

La Antesala

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25/10/2007, 22:38
José Barahona

Me acerco a Miguel lentamente, acercándome por detrás. Cuando llego a su altura le susurro al oído: -Hemos reconstruido el círculo de tejos. Quizás os sirva.-Probablemente no me haya oído pero si aún puede seguir percibiéndome seguro que eso "lo tranquiliza".
Expectante, me siento en un lugar cómodo (la copa de uno de los tejos, por ejemplo)mientras observo en qué consiste el ritual que va a iniciar Neves.

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27/10/2007, 00:29
Director

Daniel se coloca en el lado opuesto al círculo, fuera de él, de donde se encuentra Diana. Dirige su mirada hacia su hija, asintiendo y a continuación da la espalda al círculo de personas intentando discernir mas allá de las sombras negruzcas que les rodean.

Cuando Neves termina sus palabras, y Miguel se disponía a seguir a la joven Cati, siente un escalofrío y se gira rápidamente. ¿José? y se queda callado. La mirada perdida en el suelo.

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30/10/2007, 11:13
Director

Debemos continuar, junto los tejos que están cerca de la casa. Aquel es el mejor sitio, Blanca. dice Miguel mientras mira el tejo al que te has subido y sonríe. Luego comienza a andar hacia dónde le has señalado los árboles renacidos espiritualmente. Los fantasmas que hay en la casa... no son malvados.

- Al menos no todos, quieres decir - explica Daniel, dirigiéndose a Miguel - Porque no creo que el hijo pródigo al que queremos... detener, sea un cacho de pan precisamente.

Daniel juguetea nerviosamente con su mechero, encendiéndolo y apagándolo, una y otra vez.

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30/10/2007, 11:15
Director

Neves parece comprender lo que dice Miguel y reune al grupo junto a los tejos. Con una rama que saca de su abrigo, pequeña como una varita, traza en el suelo un círculo, dentro del círculo un pentagrama y coloca a cada uno de sus compañeros de invocación en un extremo de la estrella. Diana y Daniel se colocan cerca, preparados para todo.

Ya sentados los cinco, Neves se dirige a Miguel. -Vamos a invocar a tu santo patrón para que nos ayude en la lucha. No te preocupes: a diferencia de Galael, este no es un caído.-

Las palabras que Neves comienza a recitar de seguido tienen un ritmo, una cadencia hipnótica en la que no tardáis en caer. La voz de Neves es a la vez dulce, firme, como la de una madre eterna, la madre de todas las madres.

Te Cladi, Vos Gladias, Nomine Sancto, Albrot, Abracadabra, Jehova elico, Estote meum caserumque praesidinm contra omnium hostes, conspienuque nonconspicuusm is quisque magiceum opum. Nomeno Sancto Saday, qui est in imperium magnum, et his alio nomine: Cados, Cados, Cados, Adonai, Elohi, Zena, Oth, Ochimanuel, primoque ultimo, Sapiencia, Vita, Vita, Virto, Prineipio, Oso, Oratie, Splendoro, Luce, Sol, Fono, Gloria, Mono, Pporta, Vite, Lape, Scipio, Sacredo, Pravo, Messiah, Gladi in omnium meum negotia regnas et in ilos res quem me resistunt, vincite.

Tan pronto como termina este hechizo, un grito estalla bajo el suelo, a la vez que una vomitona de polvo es exalada por el agujero que da al sótano donde ya antes os encontrásteis al hijo de Akiun. El sonido es como el rechinar de los dientes de un dragón que masticase polvo de mármol.

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08/11/2007, 22:36
José Barahona

Un escalofrío recorre mi alma y las heridas que me causara el hijo de Akium comienzan a sangrar de nuevo. Este puede ser el fin... de una forma o de otra.

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09/11/2007, 10:17
Director

Un rugido. Un gorgoteo. Otro gigantesco bufido. Una mano alargada, terminada en puntas horribles. Otra. El rostro alargado, de ojos vacuos, la boca llena de filas de dientes. Delgado y frío como la luna menguante. Ni más grande ni más pequeño que la primera vez. Pero más terrible, porque está saliendo del agujero. El hijo de Akium abandona el útero. Libre, por fin.

Neves acelera su cántico, pero mira a Diana y Daniel, implorante. Necesita tiempo. La criatura apenas ha sacado aún la mitad de su cuerpo del hoyo.

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15/11/2007, 10:15
Director

Diana grita y su dedo aprieta desesperadamente el gatillo. Grita y grita mientras el cargador se vacía. Puede sentir la vibración del arma al hacer fuego y el gratificante retumbar de los proyectiles disparados. Desea que nunca termine.

Daniel apenas da crédito a los que está viendo. No sabía que podía encontrarse, pero eso no, seguro

El sonido de fusil de Diana al disparar le saca de su estupor, pensando en un plan de acción rápida.

Finalmente, sintiéndose realmente impotente, Daniel da media vuelta corriendo hacia el coche, intentando no mirar a su hija en el proceso.

Los ojos de Cati se abren como platos al observar lo que ocurre a su alrededor. Instintivamente mira a su padre, y no puede evitar un deseo imperioso de abandonar la estrella para correr a su lado. No obstante, se arma de valor y continúa en su sitio, haciendo todo lo posible por concentrarse y ayudar a Neves en su hechizo.

Con una mirada interrogativa, procura hacerle ver a Neves su deseo de ayudar, no queriendo romper la concentración del momento con palabras...

Neves mueve la cabeza, indicando a Cati que debe permanecer en su puesto aún. Incluso si desea actuar. Incluso si su padre, como es el caso, huye del lugar.

Miguel cierra los ojos con fuerza y se esfuerza en mantener la concentración, girando la cabeza de nuevo hacia el círculo.

Las balas zumban y forman en la oscuridad una lluvia de ascuas brillantes que desaparecen en el cuerpo gomoso y oscuro de la bestia. Su chillido revela dolor y frustración mientras columnas humeantes surgen de su carne quemada por las balas. Sin duda, las balas que hahn conseguido impactar le han hecho daño, pero está muy lejos de caer. De un salto, la criatura atraviesa el aire y aterriza frente a Diana, levantando tierra a su alrededor. Se alza sobre las patas y alza sus brazos dispuesta a asestar un golpe terrible...

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15/11/2007, 16:26
José Barahona

Sin saber aún si podré hacer algo por Diana me veo empujándola hacia atrás intentando evitar el impacto de las garras asesinas en su cuerpo. Me imagino entre ella y la bestia y me sorprendo buscando el cuchillo que perdí entre sus costillas mientras moría. ¿Cuánto daño podrá hacerme este monstruo aún después de muerto? Sería irónico que me matara otra vez. ¿Por qué no prueba con el cobarde Daniel? Si lo hubiera perseguido a él mientras abandonaba a su hija posiblemente yo estaría aún en la copa de mi árbol.

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19/11/2007, 10:20
Director

Diana mira sin parpadear al monstruo al lugar en donde deberían estar los ojos y le sonríe. Con un enérgico gesto, avanza hasta incrustar el subfusil en el lugar en donde debería estar la boca y vuelve a apretar el gatillo.

Mientras el improvisado conclave de "brujos" continúa con su ritual que parece estar alcanzando un punto álgido, Diana y el monstruo avanzan el uno contra el otro. Los disparos de Diana y el golpe del hijo de Akium son simultáneos. La mayoría de las balas se incrustan en la cabeza de la bestia, que chilla y se retuerce agitando sus manos ahusadas hacia ella. Inevitablemente, una de ellas alcanza a Diana. Salta la sangre, el cargador del arma se agota, la criatura muerde el arma y se dispone a asestar un último y mortal golpe.

Pero algo ocurre, algo que ninguno había previsto. Diana, impulsada por aparentemente nada, empieza a desplazarse hacia atrás, sus pies apenas tocando el suelo, como si una fuerza invisible la desplazase contra su voluntad, alejándola del monstruo cuando todo parecía perdido. Has tenido que gastar bastante energía en ello, pero lo has logrado.

A lo lejos, posiblemente en la entrada de la finca, se escucha el motor de un coche.

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24/11/2007, 13:18
José Barahona

Me interpongo entre Diana y mi asesino mirándole desafiante.
- Me mataste pero he vuelto para asegurarme de que desapareces para siempre. No permitiré que le hagas daño.- Se que las bravuconadas me pueden costar caras pero confío en ganar tiempo igual que cuando me enfrenté a él vivo. Total, ¿qué me va a pasar si ya estoy muerto?

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28/11/2007, 11:57
Director

Diana ve a por Daniel! Busca ayuda! grita Miguel al ver lo que ocurre, quizás perdiendo parte de la concentración. José no podrá ayudarnos mucho más, está agotado!

A medida que algo (o alguien) la aleja de su objetivo, la plácida seguridad de Diana se va resquebrajando, hasta que, finalmente, regresa al duro y frío mundo real y ve con los ojos de la "antigua Diana" el enloquecedor panorama que tiene alrededor. El grito de Miguel es la puntilla final que liquida su trance y la realidad la golpea con tanta fuerza que está a punto de perder el sentido. Se tambalea, mareada y el arma cae de sus dedos temblorosos. Todo da vueltas en torno a ella. El pánico la envuelve y la ahoga.

La bestia parece sorprendida por lo que acaba de ocurrir, su garra cerrándose en el vacío sin alcanzar a Diana. Furioso, mira a un punto frente a él, mira al vacío en definitiva. Y ruge. Su rugido es grueso y gorgoteante, lleno de saliva. Pero le está rugiendo a algo que no veis. ¿Estará confuso?

El motor del coche... ¡se acerca! Notáis la vibración en el suelo y cómo se rompen las ramas de árboles y raspan las piedras los bajos del vehículo.

Pero es el grito de Miguel el que desencadena lo que no esperábais. Su concentración, efectivamente, falla levemente, justo en el momento de más tensión. Podéis ver y sentir cómo la energía fluye, escapando de su patrón con colores brillantes e inflamándose como si estuviera a punto de estallar. El rostro de las tres "brujas" se contrae por el esfuerzo de retener ese desarreglo en la línea mística. Neves parece haber encontrado una solución. Como el agua corriendo por una montaña, acaba corriendo hacia el lugar más amplio, hacia la vasija capaz de contener más energía. Neves fija su mirada en Cati, pidiéndole, sin palabras, que asuma el riesgo.

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10/12/2007, 09:05
Director

Miguel ve cómo Neves se esfuerza en controlar el hechizo e intenta hacer lo mismo, girando la cabeza hacia ella y cerrando los ojos con fuerza, intentando ignorar el rugido del vehículo que desciende a trompicones por la colina.

Sin su padre presente pero llena del sentido de la responsabilidad que ha demostrado durante todo este día, Cati asiente a las palabras silenciosas de Neves. De inmediato, siente la fuerza del hechizo concentrarse en ella. El popder es inmenso. La espalda de la chica se arquea y sus ojos se vuelven de un tono dorado, relampaguean. Las llemas de sus dedos parecen tener un brillo febril y pulsante.

Todos los que estáis realizando el hechizo notáis que la energía se desvanece. Todos menos Cati, asfixiada ppor la montaña de poder, extasiada con ella.

-No debería haber sido así. ¡Úsala, Cati!-

Mientras esto ocurre, la bestia de Akium, tras pasmarse por el salto hacia atrás de Diana, vuelve a concentrarse en lo que sabe que es su principal enemigo: se vuelve hacia Cati y el círculo de magia y carga contra ellos. El sonido de sus zancadas es aterrador.

Mientras, en algún lugar del bosque tras de vosotros, el coche parece detenerse.

Notas de juego

Nueva ronda de acciones...

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16/12/2007, 08:48
José Barahona

Si el plan que haya ideado Neves sale bien puede que todo acabe hoy. La bestia de Akium parece intuirlo y quizás es por eso que se dirige contra Cati. No sé si seré capaz de frenarlo. Tal vez esta bestia sea capaz de dañarme otra vez incluso después de muerto pero siento que debo intentar evitar que llegue hasta su objetivo.
Con todas mis fuerzas intento tirar de él para que no llegue hasta Cati. Espero que la niña sea tan poderosa como para que pueda ver cumplida mi venganza contra mi asesino.

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16/12/2007, 21:28
Director

Cati siente cómo la energía la inunda, deseando fluir hacia fuera, escaparse... Quizás esa fuera la solución más fácil, abandonarla a su suerte sin usarla, pero entonces no serviría de nada todo lo realizado hasta ahora.

Con una amplia sonrisa, demuestra a todos que por fin sabe lo que ha de hacer; a veces el sacrificio de uno es necesario por el bien de los demás...

Concentrándose en el terrible monstruo, levanta poco a poco las manos, hasta extenderlas de golpe hacia la temible criatura. Con el único pensamiento de destruirlo en su mente, grita a la vez que le apunta con sus dedos tensos, liberando toda la energía a través de ellos:

-¡Arde, hijo de Akium! ¡¡¡MUERE DE UNA VEZ, MALDITA BESTIAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!![-

Diana está encogida sobre sí misma, exhausta, aterrorizada...lucha por no caer al suelo, mientras asiste al duelo entre Cati y el monstruo.

Al sentir el cese de flujo de energía Miguel se siente desvanecer, perdiendo por un instante la fuerza sobre las piernas. Se recompone como puede y mira sorprendido a la pequeña Cati y sus fuertes palabras, como si no coincidiesen con la imagen que tenía formada de ella. Con todo no se mueve de su posición.

Un fogonazo da a luz una lengua de llamas que salen de las manos de Cati y avanzan haciendo que el aire frente a ellas se encrespe como un gato malhumorado. Este fuego no tiene el mismo aspecto que el que crease anteriormente Cati. En sus bucles aparecen vetas de plata y miel. Crece hasta los dos metros de ancho y más de diez de largo, engullendo a Akium por completo. Y a tí, que te habías acercado a tirar de sus brazos hacia atrás. Para tu sorpresa y no como creías que una llama normal te afectaría, sientes el dolor, la quemadura y la esencia azul de tu cuerpo místico chisporrotear al deshacerse. ¡Este fuego te hace daño!

Te concentras en tirar de los brazos de la criatura tan fuerte como puedes, pero los berridos de agonía de la bestia parecen darle fuerzas sin embargo para avanzar, aunque no tan aprisa como quisiera. Ahora se mueve mucho más despacio, pero sigue avanzando hacia Cati. Momento en el cual el coche de su padre aparece de entre la maleza, tan rápido como puede, con la luna delantera reventada y varios cortes en la cara. Quizá sin saberlo Daniel, la rueda trasera derecha ha pinchado y sólo su control del volante sigue dirigiendo el vehículo directamente hacia el hijo de Akium.

-¡Aléjate, aléjate!- le grita Alba a su abuela, apartándola de la acción de forma poco amable y casi arrastrándola unos metros lejos de allí. La anciana parece exhausta y poco capaz de moverse sola.

Durante esos tensos dos segundos, Blanca se revuelve aferrando el suelo y arqueando la espalda, mientras su ser cambia de nuevo, de la joven que conocéis a una mezcla híbrida de gato y humana, de fuertes garras y afilados colmillos.

Notas de juego

Te he quitado puntos de esencia vital y energética.

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22/12/2007, 23:32
José Barahona

Deseperado por no poder controlar la situación intento elevar al hijo de Akium del suelo. Quizás pueda levantarlo de forma que no pueda apoyarse en nada para acercarse a Cati. El problema es que creo que mi concurso acabará antes de que consigan eliminarle. Y entonces no sé quién de los presentes podrá evitar que alcance a Cati.

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24/12/2007, 09:21
Director

Ocurren muchas cosas en un breve espacio de tiempo. En el mismo momento en que el hijo de Akium se lanza sobre Cati a pesar de las llamas, sacas las fuerzas que te quedan y vás más allá sacándolas de tu propia vida. Consigues levantar a la bestia unos centímetros en el aire. Su rabia y frustración son infinitas al no poder alcanzar a la chica, pero no parece saber dónde dirigirlas. Alba sigue alejando de allí a Neves, en la misma dirección que se está moviendo Miguel. Ojalá pudieras hacer tú lo mismo, porque las llamas de Cati te hacen tanto daño a tí como a la criatura. Notas cómo tu alma, lo único de lo que estas compuesto, sigue quemándose. Si esto cintinúa unos segundos más... podrías morir por segunda vez en un día.

Dos pitidos de la bocina del coche de Daniel llaman la atención del monstruo, que se gira para enfrentar un destino de metal y combustible. Daniel salta del coche en el último momento, asegurándose de que impacta con la bestia, pero dejándole a él muy cerca. Cae sobre su hombro y puedes escuchar el ruido de un hueso al partirse.

El coche choca con el hijo de Akium, sacándole de tus brazos, atropellándole y derribándole, quedando sobre él y bajo el intenso fuego de Cati. El plástico se deshace, los cristales estallan, el metal abollado alcanza rápidamente el rojo. No es un fuego normal, no es una chica normal.

Usando la proverbial agilidad que procede del animal en que parcialmente se ha convertido, Blanca salta casi diez metros de una sola zancada y choca con Cati, interrumpiendo su fiero chorro de fuego y apartándola del lugar rodando tan lejos como puede antes de que....

El último intento de la bestia incendiada, tornada a negra toda su piel, es levantar el coche que ahora arde. Pero es demasiado tarde. La explosión no es tan brusca como pensábais, pero arroja en todas direcciones llamas y lenguas de combustible inflamado. Varias ramas de los árboles cercanos se chamuscan. Algo de gasolina ardiente cae sobre Blanca, que protegía con su cuerpo a Cati. Pero la peor parte se la lleva Daniel, empujado por el golpe y alcanzado de lleno por el cercano fuego. Con horror ves cómo le cubre el fuego rápidamente, pero aún vive y se mueve a pesar del dolor.

Mientras, ahora que el fuego que Cati ya no te afecta y que el de la gasolina no puede dañarte, te detines un momento a mirar la masa ardiente del vehículo y observar atentamente su interior. Allí está el cuerpo del hijo de Akium. Pero inmóvil, quemado, hueco, seco, vacío. Si se podía llamar vida a lo que tenía, la ha perdido.

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30/12/2007, 22:51
José Barahona

Agotado y maltrecho no dejo de deleitarme con la vista de la cáscara hueca en que se ha convertido mi asesino. Mi odio por él no deja de crecer aún después de muerto al recordar que me mató cuando por fin había encontrado de nuevo a Blanca y había comprendido el porqué de su marcha. Esta bestia me lo ha arrebatado todo justo cuando más tenía. Descargo toda mi ira mientras mi energía vital disminuye más todavía cuando le lanzo un puntapié a la cabeza del engendro haciéndola volar por los aires.

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03/01/2008, 13:03
Director

Daniel nota el calor que le abrasa y se quita torpemente la gabardina, en un intento por deshacerse del fuego, mientras grita toda una retaila de palabras malsonantes como nunca Caty había oido en su tierna vida. A continuación echa a rodar por el suelo, probando a ver si apaga los últimos rescoldos de fuego.

Confusa y algo conmocionada, Diana intenta hacerse una idea aproximada de la situación a su alrededor. Al ver a Daniel en llamas, se lanza hacia el buscando algo con que apagar el fuego. Se quita la chaqueta para intentar cubrir a su compañero.

El dolor apenas permite a Daniel hacer algo más que rodar un poco, pero el propio roce de la carne contra el suelo es insoportable. Por suerte para él, la acción de Diana, acercándosele y usando su propia chaqueta para apagar el fuego detiene la combustión pronto. Eso no impide, sin embargo, que casi cualquier movimiento del hombre suponga un doloroso esfuerzo.

Tu golpe a la cabeza del monstruo la hace salir disparada de las llamas, arrancada de su cuerpo. Surca el aire unos metros y termina por estrellarse en el suelo, a pocos metros de tus compañeros, haciendo saltar chispas de los recoldos que la cubren. Allí queda, inerte, muerta.

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08/01/2008, 17:46
José Barahona

Parece que todo ha llegado a su fin. No recuerdo que Akium pudiera hacer ningún mal si su hijo era vencido. Esperaré unos momentos atento a lo que recomiende Neves pero creo que mi papel en esta historia toca a su fin. Imperceptiblemente me encuentro cada vez más cercano a Blanca, aunque no podré tocarla. Tan cerca, y ahora más que nunca tan lejos. La esperanza de recuperarla se ha desvanecido completamente. Justo ahora que acabé por comprender el porqué de su extraña forma de ser me hallo confinado..en otro mundo.

Cargando editor
13/01/2008, 16:00
Director

Lo ha logrado! grita Miguel como un loco mientras corre hacia Daniel y Diana, aunque mirando hacia la cabeza humeante. Ese loco ha logrado matarle! cuando llega junto a Daniel se arrodillo a su lado y lo examina mientras no puede aguantar la carcajada. Una carcajada que permite abrir las compuertas de la imaginaria presa que tenía formada en la psique, acumulándose cada vez más y más miedo y alimentando el natural instinto de supervivencia que le pedía que saliese huyendo. Si, aquella risa histérica le relajaba y liberaba sus hombros con un placer casi orgásmico. José ha logrado matarle! Pero... ¡Creo que se ha sacrificado por nosotros! dice mientras gira brúscamente la cabeza hacia el coche incendiado bajo el que todavía continúa el cuerpo desmembrado de Akium. No logro verlo con el humo.. digo mientras entorna los ojos para ver algo que parece sólo él puede alcanzar a observar.

Diana oye los alegres gritos de Miguel mientras continúa arropando al pobre Daniel. Se pregunta qué significa lo que el psiquiatra balbucea sobre José; y en ese momento, una brutal ráfaga de puro miedo la traspasa:

Cati. ¿Dónde...?

La coleccionista levanta la cabeza y busca a la adolescente, intentando dominar el miedo a lo que pueda encontrar.

Unos metros más allá, Diana ve a Blanca incorporándose. Bajo ella está Cati, aparentemente muy cansada, respirando con agitación pero incapaz de moverse, vacía de fuerza vital. Blanca se toca con dolor el hombro herido por la gasolina ardiendo, pero sonríe con su rostro felino.

-José...- murmura, mirando primero a Miguel y luego a las llamas, sin dejar de sonreir, contagiada por la carcajada de Miguel.

Así es, Blanca. Lo ví alzarse sobre el coche, y luego inclinarse de nuevo sobre él. Pero antes de descabezar al demonio lo ví perder trozos de sí mismo. Creo que fué demasiado lejos habla descuidando sus atenciones a Daniel. Temo que lo hayamos perdido.. Signifique lo que signifique eso. mientras habla no logra evitar una risa irónica. ¿Morir algo que ya estaba muerto?.

Daniel oye las incoherencia de Miguel acerca de José y piensa para si:
Hay que ver lo que hacen para restarme mérito. Ahora resulta que José nos ha salvado. ¡Acojonante!

Menos mal que tiene cosas mas importantes en las que pensar.
Alguien ha mencionado el nombre de su hija con preocupación y eso hace oleadas de renovado vigor recorran su cuerpo, intentando incorporarse, mientras susurra con voz queda:
- Ya voy cariño... ya voy.

-Papá...-

Padre e hija se funden en un abrazo mientras el resto del grupo se va reuniendo en torno a ellos, alejándose del calor del coche incendiado. Afurtunadamente todo ha tenido lugar en el círculo interior de la finca, por lo que ningún arbol corre el riesgo de quemarse, más aún con esta niebla húmeda. Pasan algunos minutos de medianoche.