Partida Rol por web

Escena para Chef

Voy a ponerte la inforamacion que sabes sobre el ACIDRAIN:

La fiesta tenía muchos nombres en San Diego. Muchos de esos nombres eran locales de ambiente. Que tenían lo último para cautivar a sus invitados. Otros eran sitios tan exclusivos que solo unos pocos elegidos, por su billetera o su cara, podían pasar y disfrutar de lo que dentro había.

Pero para los amantes de la velocidad, solo había un local. Podían ir de fiesta a muchos, montar privados por ahí, o disfrutar de la música a toda pastilla de sus coches en cualquier lugar. Pero la verdadera fiesta estaba en el AcidRain.

Este local era una mezcla de estilos, al igual que lo eran las paredes de su recinto.
Por un lado estaba el Taller. Era un antiguo supermercado. Lo que significaba para muchos, muchos metros de pista para poder ligar o ser ligados. Este recinto estaba  plagado de columnas con televisiones de última generación.

Un cámara del “Acid” se dedicaba a grabar a los presentes, y todo el mundo podía ver lo que había en la otra punta. Este local era accesible para casi todo el mundo. Las copas,  las chichas y los chicos iban y venían  cada fin de semana. Pero lo importante ocurría fuera.

El parking del AcidRain era el antiguo parking del supermercado. También eran muchos metros y estaba plagado de plazas de aparcamiento. Pero para llegar hasta el parking,  solo tenías una manera de entrar. Y era que el dueño te diera una entrada.

Acid Slater había sido uno de los corredores callejeros más afamados de la década pasada. Con solo 17 años era un tío de peso, y se juntaba con toda clase de corredores. Pero de la noche a la mañana heredo el taller de un amigo y luego compro ese supermercado que había al lado. Y lo convirtió en un establecimiento de lujo.

La gente se agolpaba en el los fines de semana, porque en cualquier momento los clientes exclusivos de su parking podían elegir correr. Y Acid lo grababa todo para que sus clientes pudieran disfrutar de las carreras.

Incluso ideo un sistema de apuestas en la entrada. Todo un lujo.

Para ser in VIP en el AcidRain tienes que tener muchas agallas y un coche estupendo

Infinity Customs era un legado. Era el ultimo bastión de un hombre que había creado escuela. Un merito que nadie parecía querer reconocerle. Pero a Gregori Pont no le importaba.
El era un artista, y solía decir que lo importante no era quien fuera él, sino el mensaje que dejaban sus coches.

La realidad era que cada coche que salía de Infinity tenía el sello indiscutible de Pont. Eran coches que con pintura única.

Una década antes, el había empezado con los coches de los ricos y los famosos, a darles las pinturas mas exclusivas y los detalles interiores mas personales. Antes de el, nadie Costumizaba su coche. Ahora lo hacen un millar de talleres en toda America.

Gregori era un hombre honrado y trabajador, un señor serio que buscaba siempre la perfección. Pero también se decía de él que era un gran corredor, y que por eso mismo perdió el negocio que tenía en HollyWood.

Es el padre de Alice Pont, su unica hija y su mayor tesoro.

Has ganado 7000 pavos.

Creo que con eso puedes tomarte el dia libre. O no, yo no decido sobre tu trabajo, jajaja, pero es sabado.

Descansas varias horas y te despiertas con el ruido de la puerta al cerrarse.
Un par de minutos mas tarde, despues de haberte despejado encuentras un papel pegado a la nevera que pone que tu hermana pequeña ha salido de compras.

Te sientas en la pequeña cocina de la casa y te preguntas que hacer, si ir a cocinar para tus cuatro clientes o volver a meterte en la cama.

Es tu dia de descanso, con lo que sacastes anoche puedes pagar el alquiler y los pedidos de la cocina. Aunque El "Fenix" tambien necesitaria que le recargaran el nitro.

Un cigarrillo te llama la atencion. Y te quedas solo para decidir que hacer.

Enciende un cigarro mientras espera en la cocina. El lugar esta en silencio, y medita sobre que hacer. Realmente, no tiene demasiadas ganas de bajar y abrir el negocio, no todavía. Tal vez, mas tarde si, pero por lo pronto, podría ir a dar una vuelta, tomarse el día y despejarse un poco. En coche necesita que le recarguen el nitro, y una buena lavada.

- Podría abrir en la tarde – piensa, mientras termina de ponerse las botas – y que diablos, claro que si – se dice, tomando las llaves del Charger y saliendo del lugar. Daría una vuelta, necesitaba cigarros, lavar el coche y cargarle el nitro. Luego vería.

Sales de tu casa, dispuesto a tomarte un respiro en tu vida, que bien lo necesitas. El dinero que has sacado es una alivio, pero sabes que no durara siempre.

Durante la noche Gregori Pont hablo contigo y te dejo una tarjeta de su local. Puede que alli tenga para recargar el nitro. O puede que sea un taller importante y te guste ir a echarle un ojo. Pero al menos es una posivilidad.

- Bien, vamos a lo del viejo – se dice mientras tuerce el volante y se pone camino al local de Pont. No es que le cayera particularmente bien el tipo, aunque tampoco lo contrario. Pero si hay algo de lo que esta seguro es de que, en cuanto a su trabajo, es de fiar, por lo que para el es suficiente.

Un rato después de salir llegas al taller de Gregori Pont. La leyenda. Aunque eso para ti dice poco. Tu solo quieres sacarle brillo a tu coche y gastarte un dinero en el que bien merece.

Cuando llegas todo parece en orden. Un par de mecánicos trabajan en un coche, un lexus de gama alta. Seguramente de algún tipo con dinero.

Preguntas por el jefe, y te dicen que esta reunido así que decides esperar un poco.

Justo cuando vas a encenderte un cigarro para hacer la espera más cómoda ves como un japonés sale del despacho con cara de pocos amigos. Se pone unas gafas de sol y afuera un Mazda negro lo recoge y se larga.

Detrás de este, ves salir a Gregori con cara seria. Que te ve y te hace un gesto con la mano.

Hola, tu eres Hunter. Me alegra verte. Slayter dice que ademas de correr eres un tipo de fiar, al que la vida a puteado bastante. Y con eso me siento un poco identificado.

Se ve que aun sigue algo mosqueado por la reunion que acaba de tener. Pero intenta ser cortes. Te hace un gesto y te invita a pasar a su despacho. Alli dentro te hace un gesto para que te sientes y se sienta en su sillon.
No es que sea una oficina lujosa como el resto del taller, es mas bien una oficina llena de recuerdos de toda una vida.

La sala no es que este bien decorada, pero tiene personalidad.

En que puedo ayudarte.

Chef se acomoda en el asiento mientras se quita las gafas. Realmente esperaba algo mas lujoso, tratándose de un tipo como Pont, la habitación le parece bastante discreta. Pero le da igual, negocios son negocios, y al parecer ninguno de los dos parece estar muy dispuesto a conversar, así que decide ir al grano.

- E venido por un poco de nitro – dice mientras guarda el, cigarro, que aun llevaba en mano, en la caja – Necesito recargar.

Bueno, pues en ese caso le dire a mis mecanicos que te lo recarguen. No habra problema con eso.

Te mira directamente a los ojos. Como si quisiera saber quien eres con solo mirarte.

Y tu, aparte de correr, ¿que haces?. ¿Trabajas?

La pregunta suena incomoda, se ve que le preocupa poco o nada si piensas que se mete donde no le llaman o algo asi. El tono suena a el de un viejo padre que pregunta y suena a sermon. Pero en este viejo puede que sea asi siempre. Te fijastes en que trataba de modo parecido a su yerno Mike, a pesar de que tienen muchas cosas en comun y Donovan parece un tipo honrado.

Chef se acomoda en la silla. El tono paternal de Pont le es indiferente, pues poca experiencia había tenido al respecto.

-Tengo una casa de comidas – contesta – no es gran cosa, pero es algo.

Mira a Pont a los ojos también. No sabe por que, pero tiene la sensación de que la conversación apunta a otro lado.

Gregori sonrie ante tu respuesta, una sonrisa leve, eso es cierto, aunque sonrisa al fin y al cabo.

Bueno, me alegro de escucharlo. Acid no es un mal tipo, pero tiene.... no se, llamemoslo debilidad, por buscar a chicos desanparados y acogerlos bajo su cuna. Skull por ejemplo, ahora trabaja con mi yerno, pero es un chico descarriado. No me malinterpretes, me gusta que Acid tenga esa capacidad para encauzar a la gente, y esta visto que no suele equivocarse.
Pero tu, tu pareces echo de otra pasta, y eres mas mayor que el resto, y me preguntaba porque.

Se frota la barba mientras te mira. Descuelga el telefono y llama por una extension abajo al taller, y pide que te recarguen el nitro.

Me alegro de ver que puedes cuidarte tu solo. Es un avance. Pareces un tipo honrado. No como esos nipones de mierda.

Suelta el taco y parece que no ha podido salir de aquel hombre. Correcto y etiquetado, parece demasiado estirado para pronunciar aquellas palabras, pero las dice. Y parece mas contrariado que de costumbre. Realmente parece molesto. Y seguramente tenga algo que ver con el tipo ese que salio de la oficina antes de que entraras.

-Slayter siempre fue bueno para buscarse problemas – contesta a Pont con una leve sonrisa.

Según escucha, finalmente hay problemas con los japoneses. Probleamas de dinero – piensa, tratándose de un tipo como Pont, no se imagina que otro tipo de problemas puede tener.

- Así que finalmente hablaron con los japoneses... - dice mientras se acomoda en su silla - ¿van a pagarle el motor a “ese tipo”? - habla de Scott, pero no recuerda su nombre.

Gregori se queda pensativo y con cara extrañada ante la afirmacion y la pregunta.

No me temo que de ese tema aun no se nada. Me referia a esos tipejos de antes, ahora pretenden intimidarme y hacerse con mi negocio. Mafias locales, ya hablare yo con la policia, este tipo de cosas en San Diego no se pueden tolerar, esto no es Japon. Malditos.

Esta muy cabreado, y al parecer los japos no tenian nada que ver con HotNippon, ahora parece que a el le asaltan otro tipo de cuestiones.

- Entiendo – dice mientras se acomoda en el asiento, nuevamente, y mira su reloj. No es que no disfrutara de la compañía, pero esos temas no eran de su interés. Nunca había sido de meterse en los problemas de otros, y no tiene planeado comenzar a hacerlo. Y de todas formas, ¿que podría decir? El es tan solo un cocinero.